VII.- ORGANIZAR LAS FUERZAS PARA LUCHAR POR LA
TRANSFORMACIÓN SOCIALISTA DE LA SOCIEDAD.
Este programa (ver publicación anterior) a favor del pueblo y de
las familias trabajadoras, es evidente que no lo van a aplicar los empresarios
y la burguesía por las buenas. Solamente
con la lucha y la movilización de masas podemos arrancar una gran parte de
estas demandas. Para que sean efectivas y llevadas a la práctica es necesario
un gobierno de los trabajadores, un gobierno PSOE e IU y otros partidos de
izquierdas, que responda de verdad a su base social, con la colaboración plena
de las fuerzas sindicales y asociaciones progresistas de consumidores y
usuarios.
Para ello es preciso un reagrupamiento
de toda la izquierda, que movilice a los
ciudadanos, que organice las asambleas de barrios, al sindicalismo de clase, a
la juventud, a la mujer, al ecologismo y otras fuerzas de progreso a las que
les pedimos que participen, apoyen y exijan la aplicación y la gestión de este
plan de acción. Un movimiento que haga realidad la exigencia de Democracia Real
Ya, que confluya con las fuerzas que ha movilizado el 15-M a través de una
acción sostenida de masas.
Para ganar a la mayoría de la clase
obrera para este programa, un auténtico programa socialista, las organizaciones
en su conjunto, tanto sindicales y la izquierda en general deberían unificar
sus luchas y reivindicaciones, como insistentemente están demandando miles de
activistas obreros, juveniles, de consumidores
y vecinales, que vienen tomando las calles y plazas cada vez con más
insistencia. En primer lugar, es preciso
hacer un esfuerzo por caminar hacia la unidad del movimiento de los
trabajadores por la defensa de un programa de acción común, con plena libertad
de cada organización y colectivo para defender sus planteamientos y propuestas,
y que las decisiones se tomen democráticamente en asambleas generales de cada
pueblo, distrito o comarca. En segundo lugar, los activistas de izquierda
deberían desarrollar un trabajo sistemático, de concienciación y
encuadramiento, para difundir este programa en el seno de las organizaciones
sindicales y en defensa de una acción sindical de clase, combativa y
democrática.
Mientras que tengamos el derecho de
opinar y quejarnos pero sean otros, como los grandes empresarios y banqueros
nacionales y extranjeros, los que decidan en contra de nuestros intereses,
jamás habrá auténtica democracia ni podremos avanzar hacia la superación del
capitalismo: soportaremos esta “fachada” de democracia que no es otra cosa
que “la dictadura del gran capital”. Necesitamos una democracia auténtica, una
“democracia obrera”, “una democracia socialista”, una “Democracia Real Ya”, basada no en funcionarios y burócratas
corruptos sino en el control y la gestión directa de la población de todos los
aspectos de la economía, la cultura y la sociedad; una democracia de los
trabajadores basada en la participación y el control de la población por medio
de Comités y asambleas en los centros de trabajo y en los barrios, coordinados
en el ámbito local, provincial y nacional, donde cualquier representante o
funcionario sea elegido y revocado en cualquier momento por la población y que,
en ningún caso, perciban un salario superior al salario medio de un obrero
cualificado; donde las tareas de administración y gestión no estén confiadas
exclusivamente a “especialistas” separados del pueblo sino que sean ejercidas
por el conjunto de la población.
El Socialismo es internacional o no es
nada, por lo que es preciso compartir y extender estos métodos de lucha a los
países hermanos de Europa, de Latinoamérica y resto del mundo. Los socialistas
marxistas defendemos el internacionalismo no como una buena idea sino como una
necesidad para defendernos de la crisis de capitalismo. Frente a la UE del gran
capital, abogamos por los Estados Unidos Socialistas de Europa como primer paso
para una Confederación Socialista Mundial, que en un plano de igualdad,
colaboración y apoyo mutuo entre todos los pueblos del planeta, supere la
actual pesadilla a la que nos enfrentamos.
Con la participación activa y
democrática de la mayoría de la población en lucha por estos objetivos,
estaríamos en condiciones de avanzar hacia una sociedad verdaderamente
democrática, donde, liberados de la lucha cotidiana por la supervivencia y con
los medios de producción bajo control de la mayoría de la sociedad, los
trabajadores y nuestras familias podríamos participar conscientemente en todas
las decisiones políticas, económicas, sociales y culturales de una sociedad
basada en la ética, poniendo al ser humano en el fundamento de la economía, y
ésta al servicio de la humanidad. Consideramos que sí existe una alternativa,
así como los medios para utilizar toda la creatividad maravillosa de la que es
capaz el género humano y esa alternativa se llama Socialismo.
Mañana publicaremos la parte final VIII.-
MODIFICACIÓN DE ESTATUTOS: EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA INTERNA.
Con esta última aportación habremos publicando el documento que estamos debatiendo, al que
pueden añadirse enmiendas por parte de los afiliados, militantes y
simpatizantes, remitiéndolas a) :
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
(Recomendable leer junto con las publicaciones anteriores y posteriores)
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