En un informe presentado ante la ONU sobre el cambio climático en el año
2007, que fue elaborado por un amplio equipo de 2.500 científicos de
130 países del planeta, llegaban a la conclusión contundente que para el
año 2030 la temperatura media aumentará entre 1,8º y 4º. Eso provocará
la desaparición de los glaciares árticos y disminuirán gravemente los
antárticos con los efectos, entre otros de elevar el nivel de los mares
entre 28 y 43 centímetros. Se producirán muchas más inundaciones y
zonas amplias de la Tierra se volverán inhabitables. Habrá olas de calor
mayores que las del 2003 que dejó a miles de muertos y proliferarán las
catástrofes promovidas por tormentas tropicales. El agua se evaporará
mucho más rápido, con lo que bajará el caudal de los ríos provocando que
la energía producida sea bastante menor, problema que intensificará la
crisis energética.
Es motivo de gran preocupación el
calentamiento global del planeta debido a los efectos perniciosos sobre
la salud humana y la economía. Para el 83 % de los ciudadanos españoles
el cambio climático es un problema “muy serio” y sólo el 2 % considera
que se ha exagerado, según una encuesta reciente. Los informes indican
que muchas especies se verán forzadas a emigrar de su hábitat natural o
se extinguirán debido a las condiciones cambiantes. Conforme el clima se
haga más cálido, la evaporación se incrementará, lo que causará un
aumento de las precipitaciones lluviosas y se acelerará la erosión.
Muchos de los ecosistemas más preciosos de la Tierra están sufriendo
daños que amenazan de forma importante su integridad. La selva tropical
disminuye constantemente su extensión al ser talada y quemada, sin la
aplicación de planes de repoblación forestal. Los bosques templados se
encuentran enfermos en grandes áreas de todo el mundo. Muchos suelos
están en peligro de desertización por la excesiva erosión y su mal uso.
Estas y otras realidades de nuestro planeta son fenómenos lo
suficientemente serios y graves como para alertar a la sociedad humana a
que nos organicemos y luchemos para exigir que se pongan los medios
necesarios para frenar el deterioro.
Algunos científicos
liberales atribuyen, de manera clara y tajante, el calentamiento global
a lo que ellos denominan, de forma ambigua, “acción del hombre”, por
ejemplo, dicen que la degradación del medio ambiente es culpa de nuestro
desaforado consumismo, que cada uno de nosotros consume demasiado, que
es necesario reducir el consumo para proteger el medio ambiente. Ese
método de análisis está impregnado de la ideología de la clase
dominante, pues responsabiliza a los individuos y redime al sistema
capitalista. Cierto es que el consumo de los individuos es un problema
relativo, pero el consumo del sistema capitalista, del militarismo, del
despilfarro de los recursos, de la lógica de la acumulación capitalista y
el atesoramiento de bienes cada vez en menos manos es un problema
absolutamente mayor.
En realidad, la destrucción del medio
ambiente es la consecuencia de las políticas antisociales y
contaminantes de la clase burguesa dominante que con el actual modo de
producción causan graves emisiones de gases de las industrias, del
automóvil, medios de transporte en general, sistemas de refrigeración,
es decir, efectos de la dinámica impuesta a la sociedad por parte de un
puñado de monopolios internacionales, que están fuera del control
democrático de las poblaciones afectadas, por lo que, aún siendo posible
el reducir de inmediato la emisión de gases, el efecto acumulativo de
los últimos decenios ha llegado a ser tan grave que apenas se producirá
un alivio visible en la situación. Por lo que, en lugar de pregonar la
auto-limitación individual, es necesario llamar a la organización para
luchar contra el sistema y construir un mundo mejor.
La
atmósfera que rodea a la Tierra es una capa relativamente fina de unos
100 kilómetros de espesor compuesta de nitrógeno (78%), oxígeno (20,9%),
y argón (0,90 %). Esos tres gases forman casi todo el aire que
respiramos, más del 99,95 %. El 0,05% de gases restantes son de gran
importancia para la vida en la Tierra y entre ellos están los gases de
efecto invernadero. El planeta Tierra acumula vida en una estrecha capa
de tierra, agua y aire, y de ello depende la existencia de todos los
organismos vivos. Controla la cantidad de O2 y CO2 en la atmósfera, su
temperatura, la cantidad de agua y su ciclo, etc. Si se produce un
desequilibrio en estas cantidades, toda la vida podría desaparecer.
El
Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU
advirtió que nos enfrentamos en el siglo XXI a los mayores desafíos de
toda la historia. Si no se adoptan medidas urgentes, se producirá un
incremento tal de las temperaturas, que dejarán a millones de personas
en la hambruna y desaparecerán más del 30% de las especies. El informe
final indica que los efectos del calentamiento de la Tierra serán
abruptos o irreversibles y lo que hagamos en los próximos dos o tres
años determinará nuestro futuro. Los informes publicados por el IPCC
establecen que “España padecerá un incremento de las lluvias
torrenciales, más olas de calor, un aumento de la salinidad del mar y
nevadas penos copiosas”.
El nivel de CO2 actual
en la atmósfera es ya de 380 partes por millón, principalmente por quema
de hidrocarburos. Estados Unidos de Norteamérica, con menos del 5 % de
la población mundial emite el 25 % del dióxido de carbono. Se calcula
que existe un umbral (de temperatura, o de contenido de CO2 en la
atmósfera) más allá del cual nada de lo que hagamos podrá evitar que la
Tierra llegue irreversiblemente a un nuevo estado de calentamiento.
Aunque dejáramos de inmediato de agredir a la Tierra, tardaría más de
mil años en recuperarse. Extraemos energía cientos de veces más rápido
de lo que la Tierra puede reponerla en forma natural. En su búsqueda de
rentabilidad a corto plazo, los capitalistas han sacrificado la
estabilidad a largo plazo.../...
NOTA. Esta es la parte II de la Revista que ponemos a dispoción de todos los trabajadores de forma gratuita. Puedes solicitarla a la dirección de abajo, poniendo en asunto las palabras "Cambio Climático".
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
27 de junio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario