31 de julio de 2023

DESCANSO VERANIEGO

Buenos días:

      Una vez concluida la Campaña Electoral del 23-J en la que los resultados de las izquierdas han sido aceptables con la  posibilidad de poder llegar a formar un nuevo Gobierno de Coalición PSOE/SUMAR, damos las gracias a nuestros votantes y a las fuerzas de izquierdas esperando que continúe la lucha por un mundo mejor para la clase trabajadora y los sectores más necesitados que tienen todo el derecho a una vida digna y más justa, que es uno de los objetivos del socialismo.

      El resultado de esas elecciones del 23-J , en la que se enfrentaban dos bloques principales, como el del PSOE/SUMAR representando a las izquierdas, que pese a las encuestas adversas financiadas por el capital y sus Mass Media, ha dado una sorpresa y podría formar un nuevo Gobierno de Coalición, contra el bloque de la reacción del PP/VOX, lo que ha resultado más bien un empate, pues este último sufre una desagradable sorpresa al no alcanzar Feijóo aquella mayoría absoluta que pretendía, quedándose más bien aislado lo que podría impedir que formase gobierno, aunque lanza la desvergonzada propuesta de comprar a algunos parlamentarios del PSOE, como ya hicieron con el escandaloso “Tamayazo”, que esperamos no se vuelva a repetir.   

      Las compañeras y compañeros de la corriente de opinión Izquierda Socialista de Málaga del PSOE de ANDALUCIA, que  administramos este blog y formamos la COMISIÓN PERMANENTE, informamos a toda nuestra militancia, afiliados y seguidores que vamos a hacer una pausa de nuestras actividades, durante el mes de Agosto, mes en que se  celebra la FERIA DE MÁLAGA, invitando a la ciudadanía de todas las partes del planeta a que visiten nuestra ciudad y pasen una buenas fiestas donde siempre serán bien recibidos disfrutando de estas jornadas veraniegas y bañarse en las estupendas playas de la Costa del Sol.

      Así pues, invitamos a todas y todos nuestros lectores, afiliados, militantes y simpatizantes a que nos visiten y se pasen por la Feria de Málaga de 2023 que se inaugurará desde el día 12 de agosto a media noche, hasta el día 19 de Agosto, iniciándose en la noche del viernes en la Playa de la Malagueta, con un espectáculo de fuegos artificiales, que se espera disfruten miles de personas como cada año, donde siempre son bien recibidos y deseamos lo pasen agradablemente en estas fiestas veraniegas.

Gracias por vuestra atención y reanudaremos la actividad en unas semanas tras la feria.

Reciban todas y todos nuestros fraternales saludos socialistas.

COMISIÓN PERMANENTE.

IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCIA.

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

25 de julio de 2023

El vuelco del 23J. La derecha sufre un varapalo sangrante: la clase obrera y la juventud lo han hecho posible.


Las elecciones del 23J se han saldado con un duro golpe para la reacción y para su base social que clamaba sed de venganza contra la izquierda. La imagen de Abascal en la noche electoral, intentando escaquearse de comparecer ante los medios, y luego compartiendo con su plana mayor la imagen de la desmoralización más completa tras balbucear una sarta de acusaciones contra Feijóo, resume a la perfección la derrota de estos ultraderechistas españolistas, machistas y xenófobos. Y lo mismo podemos decir del PP.

El discurso de Feijóo ante los suyos, desencajado frente a los gritos en favor de Ayuso, fue un ejercicio patético, dejando incluso atónitos a sus seguidores cuando planteó que intentaría formar Gobierno y que hablaría con el PSOE y el resto de formaciones parlamentarias para lograrlo. Se ve que su sentido del ridículo, trabajado a conciencia durante la campaña, puede aún dar mucho más de sí.

A pesar de que casi todas las encuestas auguraban una victoria por mayoría absoluta de la reacción, y de que ese era el ambiente que se respiraba tras el tsunami azul del 28M y la debacle de la izquierda gubernamental, finalmente el vuelco ha sido evidente.

El varapalo sangrante que recibe la derecha extrema del PP y sus aliados del fascio, y que les va a impedir formar Gobierno es la consecuencia de la movilización de millones de trabajadores y de jóvenes, de su determinación para evitar una involución en los derechos democráticos de grandes proporciones y una advertencia también de que esta izquierda gubernamental o rectifica, o puede asomarse al abismo definitivamente.

Qué lección han dado millones de trabajadores y una juventud que ha estado en primera línea de las multitudinarias manifestaciones del feminismo combativo, contra las agresiones homófobas o la destrucción del planeta. La juventud ha sido clave en estos resultados, como también lo ha sido el pueblo y los trabajadores de Catalunya y Euskal Herria que han vuelto a levantar un muro de resistencia contra el nacionalismo españolista más nauseabundo.

No ver este aspecto esencial, la conciencia antifascista del movimiento obrero y la juventud en acción, es negar el enorme potencial que existe para transformar la sociedad en líneas socialistas. Las formaciones sectarias que se han hartado en sus webs de llamar a la abstención ya tienen un veredicto concreto a su posición: millones les han dicho claramente que ese no es el camino, que ese camino llevaba a abrir el paso a la ultraderecha. Qué lección del movimiento vivo de nuestra clase, y qué ignorancia la de aquellos que arrastran las ideas de Marx, de Lenin, de Rosa Luxemburgo y de Trotsky por el fango.

El voto al PSOE y a SUMAR no es un cheque en blanco ni mucho menos. Es más bien lo contrario. El voto ha sido un instrumento para conjurar la amenaza de la reacción. Pero el descontento y la frustración con las políticas capitalistas del Gobierno de coalición no se han disipado. Y si el próximo Ejecutivo que se forme, que puede liderar Pedro Sánchez obviamente, insiste en llenar los bolsillos del Ibex 35 y la banca, en no hacer nada respecto al problema de la vivienda, en asentir a los recortes en sanidad y educación pública, en mantener leyes represivas que se utilizan contra los que luchan, en un escudo social raquítico que no impide el avance de la pobreza, o en garantizar la paz social a la patronal e imponer la desmovilización… si sigue por ese camino, entonces la extrema derecha volverá a tomar impulso y puede conquistar sus objetivos.


El voto al PSOE y a SUMAR no es un cheque en blanco. Es más bien lo contrario. El voto ha sido un instrumento para conjurar la amenaza de la reacción. Pero el descontento y la frustración con las políticas capitalistas del Gobierno de coalición no se han disipado. 

La reacción, el neofascismo, ha sufrido un duro varapalo, pero pensar que ha sido derrotado y que ya no supone ninguna amenaza, teniendo en cuenta además lo que significa el régimen del 78, no solo es una ingenuidad, es una estupidez criminal.

PP y Vox: del paseo triunfal a una noche de pesadilla.

Los datos deben ser analizados con rigor, sin ocultar ningún lado de la realidad.

A pesar de que finalmente se ha podido evitar que el PP y Vox sumen para formar Gobierno, y que el incremento de la participación ha pasado del 66,23% al 70,40% (4,17 puntos), la distancia entre los bloques se ha reducido, y PP y Vox se han quedado muy cerca, ¡a tan solo 6 escaños! de lograr la mayoría absoluta.

El bloque de la derecha ha crecido en 723.933 votos (un 2,18%), alcanzando el 45,65% (11.177.348 votos) frente al 43,47% que logró en 2019 (10.453.415 votos). El bloque de la izquierda parlamentaria, incluyendo a la izquierda independentista, ha perdido 191.434 votos (el 1,68%) pasando de un 49,96% (12.013.776 votos) a un 48,28% (11.822.342 votos), pero superando aun así a la derecha españolista por 644.994 votos. Una mayoría de trabajadores y de jóvenes han entendido perfectamente la amenaza que suponía una victoria de la reacción, y se han movilizado con contundencia.

Este hecho, inapelable, supone una contestación a todos aquellos que desde la izquierda institucional y sus voces mediáticas cargaron contra los trabajadores y los jóvenes por su falta de conciencia tras la derrota del 28M, culpándoles de aquellos resultados, sin asumir el malestar y la crítica más que justificada contra una gestión del Gobierno de coalición que no ha frenado el empobrecimiento de la clase trabajadora y que ha aceptado la lógica del capitalismo sin rechistar.

Una crítica que, por supuesto, sigue vigente, pero que se combina con una memoria histórica muy viva que sabe perfectamente qué es el fascismo y la amenaza real que implica. Y esta actitud es lo que numerosos grupúsculos izquierdistas han sido incapaces de entender, llamando impotentemente a la abstención y al voto nulo, y situándose en una posición equidistante en una batalla que la clase obrera ha entendido que no era secundaria.

Nuestra postura fue clara, tal como señalamos en nuestra última declaración, manteniéndonos en una posición marxista intransigente: “Plantear que da lo mismo el voto y quién gobierne, que todos son iguales, que es mejor la abstención, es caer en una posición sectaria e impotente. Los revolucionarios nunca hemos sido indiferentes al avance de la derecha, y no vamos a facilitarlo en ningún terreno, tampoco en las urnas. Y votar crítica o muy críticamente por las formaciones de la izquierda parlamentaria no significa legitimar su programa, ni sus políticas. Significa utilizar ese voto para golpear a los fascistas y, por supuesto, confiar solo en las fuerzas del movimiento obrero y la juventud, en su capacidad de organización y de lucha para derrotar al neofascismo con un programa socialista y anticapitalista”.

La derecha extrema y la extrema derecha esperaban un auténtico paseo triunfal, despreciando la capacidad de lucha y de resistencia del movimiento obrero y de la juventud combativa. Fruto de ello, envalentonados tras los resultados del 28M, se lanzaron a una ofensiva sin cuartel contra el feminismo y los derechos de las mujeres y la comunidad LGTBI, contra el independentismo, y contra la izquierda militante y los movimientos sociales.

Una campaña que no ha dudado en contar con las falanges fascistas, a través de empresas dirigidas por nazis como Desokupa, y que ha sido acompañada por los pactos entre el PP y Vox en muchas comunidades y ayuntamientos, poniendo al frente de Parlamentos y Gobiernos a reaccionarios de todo tipo, desde maltratadores condenados a toreros fascistas, y desde misóginos del Opus Dei que cargan contra las mujeres por carecer de pene a falangistas que reivindican matanzas como la de Badajoz en la guerra civil. Todo ese polvo social de la reacción, compuesto de miles de pequeños y medianos empresarios que se enriquecen a costa de la explotación laboral más salvaje y racista, y que reivindican las esencias de la dictadura franquista y del nacional catolicismo, levantaban la cabeza esperando aplastarnos. ¡No lo han conseguido!

La derecha extrema y la extrema derecha esperaban un auténtico paseo triunfal, y se lanzaron a una ofensiva sin cuartel contra el feminismo y los derechos de las mujeres y la comunidad LGTBI, contra el independentismo, y contra la izquierda militante. 

Su soberbia y su orgullo patrio se ha dado de bruces con la realidad. A pesar de que el PP ha ganado las elecciones, sus resultados han quedado muy lejos de lo esperado. El PP ha obtenido el 33,05% de los votos (8.091.840) frente al 20,99% de 2019 (5.047.040), lo que supone un incremento de 12 puntos, 3.044.800 votos, y 47 escaños. Por otro lado, Vox sufre el mayor batacazo, perdiendo más del 17% de sus votos (623.235), y retrocede del 15,21% al 12,39%, perdiendo nada más más y nada menos que 19 escaños, casi la mitad.

Además de los votos de Vox y de los perdidos por Ciudadanos (1.650.318), el PP consigue atraer otros 723.933 votos, tanto de la abstención como probablemente, en una pequeña parte, de sectores muy atrasados del electorado socialista.

La desfachatez con la que ha actuado la derecha en las últimas semanas despertó todas las alarmas e impulsó finalmente este vuelco. En primer lugar con un Feijóo errático que ante las denuncias por sus vínculos con el narco Marcial Dorado, pasó de decir que no sabía nada de sus actividades a que cuando le conoció solo era un contrabandista, y no un narcotraficante, o ausentándose de un debate donde Abascal terminó haciendo el completo ridículo.

Por su lado, Abascal y Vox emergieron con su discurso más fascista, cargando especialmente contra Catalunya, Euskal Herria y el independentismo. Y en esto el PP les tendió la mano, sacando a ETA por todos lados y popularizando entre su base social el “que te vote Txapote”. Iban de sobrados convencidos de su victoria.

Pero esta estrategia finalmente se ha vuelto en su contrario, contribuyendo a movilizar a la izquierda, especialmente en las nacionalidades históricas, y enterrando cualquier posibilidad de un Gobierno de la reacción. En Catalunya la derecha españolista pasa de 749.289 votos (el 19,46%) a 742.140 (el 21,10%) y obtiene tan solo 8 escaños, el PP 6 y Vox 2. En el caso de Euskal Herria suben del 12,49% de los votos (147.004) al 14,10% (161.732), pero solo el PP saca escaños: 3 en la CAV y 1 en Nafarroa. La cuestión nacional vuelve a ser clave para echar por tierra un posible Gobierno de la derecha extrema.

Este golpe durísimo a la derecha abre ahora una situación compleja tanto en el seno del PP como de Vox. El propio Feijóo sintió la noche electoral como era cuestionado frente a Ayuso. Sin embargo, estos resultados también comprometen la estrategia trumpista de la presidenta madrileña. Por otro lado Vox, que ya está enfangado en una lucha interna, también se verá abocado a una previsible crisis tras este retroceso, pero eso no implicará su desaparición. El fenómeno de la extrema derecha responde a tendencias objetivas fruto de la crisis del capitalismo y su consecuente descomposición social, económica y política y, por tanto, no va a eliminarse a corto plazo ni en el Estado español, ni en Europa ni en el mundo.

Los datos de la izquierda:

En el caso de la izquierda gubernamental el gran vencedor es el PSOE, que ha agrupado el voto útil.

Pedro Sánchez incrementa su apoyo en casi un millón de votos, de 6.792.199 (el 28,25%) a 7.760.970 (el 31,70%) y logra 2 escaños más. Sumar y Yolanda Díaz si sufre una importante caída respecto a Unidas Podemos, pero bastante menor de la esperada teniendo en cuenta los resultados del PSOE: pierden 687.664 votos y 7 escaños respecto a UP y Más País, pasando de 3.701.670 votos (el 15,39%) a 3.014.006 (el 12,31%). Pero con todo el bloque de Gobierno, PSOE y Sumar, consigue incluso incrementar sus resultados obteniendo 281.107 votos más que en 2019, y pasando de un 43,64% (10.493.869) a un 44,01% de los votos (10.774.976).

Es evidente que en esta movilización del voto ha jugado un papel decisivo la juventud. Una juventud que ha estado a la cabeza del movimiento feminista y de la lucha por los derechos de la comunidad LGTBI, que se ha expresado masivamente en la calles en un contexto en que otros frentes de la lucha de clases como el sindical han estado taponados por el papel de la burocracia de CCOO y UGT y su funesta política de paz social y pactos con la CEOE.

La amenaza del PP y de Vox contra los derechos democráticos, de las mujeres y del colectivo LGTBI, con su campaña furibunda contra la Ley del Solo Sí es Sí o la Ley Trans, con su negación de la violencia contra las mujeres, o con su censura directa ahora a películas y obras de teatro, han jugado un papel de primer orden de cara a movilizar el voto de decenas de miles de jóvenes que no estaban dispuestos a retroceder 50 o 60 años y perder derechos democráticos fundamentales. Sin duda, otro reflejo de la importancia de la movilización y la lucha en las calles que ha tenido su traslación en el ámbito electoral.

El otro aspecto central ha sido la ofensiva españolista contra Catalunya y Euskal Herria. Vox ha planteado abiertamente que si llegaban al Gobierno la salvaje represión de 2017, y la aplicación del 155, quedarían en una broma, y han defendido  la ilegalización de EH Bildu, la CUP, ERC o la ANC. Una provocación que ha supuesto un revulsivo para la movilización del voto en Catalunya, clave para la victoria de la izquierda, y donde el 28M la abstención se incrementó en 10 puntos.

En Catalunya el PSC ha obtenido el 34,49% de los votos (1.213.006) frente al 20,64% de 2019 (794.666): 418.340 votos y 7 escaños más. Una victoria que ha sido decisiva y que supone que 1 de cada 8 votantes socialistas sean de Barcelona, donde el PSC en barrios obreros como Nou Barris ha llegado a conseguir el 43,5% de los votos. En total el 15,6% de los votantes socialistas son catalanes, la cifra más alta desde 1996, y que confirma el peso decisivo de Catalunya en el vuelco electoral. Por otro lado Sumar resiste, aunque pierde 97.451 votos pasando de un 15,36% (590.999) a un 14,03% (493.548), pero manteniendo sus 7 escaños.


El bloque de Gobierno, PSOE y Sumar, consigue incluso incrementar sus resultados obteniendo 281.107 votos más que en 2019. En esta movilización del voto ha jugado un papel decisivo la juventud, Catalunya y Euskal Herria. 

Es evidente que ante el estancamiento y completo abandono de la lucha por la liberación nacional, por la autodeterminación y la República, sectores del independentismo de izquierdas han primado en estas elecciones el voto útil para frenar a la extrema derecha y a la reacción: ERC retrocede en 411.976 votos,  del 22,73% (874.859) al 13,16% (462.883), perdiendo la mitad de sus diputados; y la CUP pierde 148.177 votos pasando del 6,42% (246.971) al 2,80% (98.794), quedando fuera del Congreso.

En cuanto al partido de la derecha catalanista, Junts, liderado por Puigdemont y del que depende ahora la investidura, también sufre un duro retroceso: 137.591 votos menos pasando del 13,77% (530.225) al 11,16% (392.634).

La victoria holgada de la izquierda en Catalunya ha sido clave para impedir una mayoría absoluta de la reacción en el resto del Estado: incluyendo a ERC y la CUP, obtiene el 64,48% de los votos frente al 65,15% de 2019.

Lo mismo podemos decir en Euskal Herria donde la izquierda obtiene el 60,29% de los votos frente al 54,33% de 2019. Un resultado fruto de la subida del PSOE, 62.430 votos más hasta el 25,27% (289.826), y del ascenso importantísimo de EH Bildu, que incrementa sus votos en 53.603 hasta el 23,95% (274.676) superando al PNV en escaños.

Por otro lado en comunidades donde la derecha había avanzado con fuerza, como Madrid o Andalucía, la izquierda resiste e incluso avanza gracias a una potente movilización en los barrios obreros. En el caso de Madrid, con una participación 5 puntos por encima de las autonómicas del 28M, la derecha pierde 16.049 votos (el PP pierde 251.354 votos y Vox gana 235.305) respecto al 28M mientras que la izquierda crece en 309.332 votos (el PSOE gana 375.574 votos mientras Sumar pierde 70.242). Unos resultados que dan una victoria contundente a la izquierda en los distritos obreros de Madrid, desde 51% y el 54% de Carabanchel y Villa de Vallecas hasta el 57% de Villaverde y Usera y el 64% de Puente de Vallecas.

Y lo mismo podemos señalar respecto a Andalucía donde el PP mantiene sus resultados respecto a las autonómicas de hace un año, pero con la desaparición de Ciudadanos y la caída de Vox la derecha globalmente pierde casi 300.000 votos. Al mismo tiempo, el PSOE obtiene 570.939 votos más, y Sumar incrementa otros 76.913 respecto a la coalición Por Andalucía (IU-UP y Mas País) y Adelante Andalucía juntas, con una participación  que ha aumentado casi 13 puntos. Es decir, la izquierda crece en total en 647.852 votos respecto a las autonómicas de hace un año.

Construir una izquierda revolucionaria y recuperar la lucha en las calle

Qué hayamos frenado temporalmente a esta caterva de reaccionarios es sin duda una gran noticia. Estos resultados dan confianza a la clase obrera, a la juventud y a miles de activistas combativos de la izquierda en sus propias fuerzas de cara a dar la batalla contra la extrema derecha, contra la patronal y contra el capitalismo.

Sin embargo, como decíamos al comienzo de esta declaración, es necesario hacer un análisis serio de cómo hemos llegado hasta aquí, y de porqué la reacción ha estado tan cerca de conquistar La Moncloa.

Como ya hemos señalado existe una gran insatisfacción con el Gobierno de coalición. Sus supuestos logros, a los que no han dejado de apelar a lo largo de la campaña, son un auténtico espejismo para millones de familias obreras. Así lo ponen en evidencia las cifras.

La pobreza no ha dejado de aumentar, como demuestran los informes de Oxfam y Cáritas; los salarios, incluido el SMI, han perdido muchísimo poder adquisitivo frente a la subida desaforada de la inflación y especialmente de los alimentos; el IMV ha sido un completo fiasco; la reforma laboral es defendida por el PP y la patronal, demostrando que no ha sido más que un arreglo cosmético manteniendo una situación de precariedad laboral que se ha cronificado; la Ley Mordaza continúa vigente y aplicándose activamente contra la juventud y en conflictos obreros como el de Cádiz o el metal de Pontevedra; y los servicios públicos, no solo en Madrid sino en otras comunidades o a nivel estatal, siguen colapsados y sin que se reviertan las privatizaciones.

El Gobierno de coalición ha apoyado sin tapujos al imperialismo norteamericano, a la OTAN y a Zelenski en la guerra de Ucrania, elevando el gasto militar a niveles récord; ha abandonado al pueblo saharaui, y ha encubierto y justificado infames matanzas como la de Melilla. Y sus políticas, incapaces de revertir las enormes dificultades de la clase trabajadora, sí han garantizado, y de que forma, los beneficios del Ibex 35 y la patronal.

Esta enorme insatisfacción, malestar y decepción no han desaparecido. El nuevo Gobierno de coalición tendrá una situación aún más difícil que el anterior, ya que su margen parlamentario se ha estrechado aún más. Obviamente, si continúa con las mismas políticas que hasta ahora el malestar entre su base social crecerá, y tarde o temprano dará oportunidades a la reacción para poder llegar a La Moncloa. La amenaza se ha evitado esta vez, pero la reacción no ha sido derrotada.

Sumar se ha conformado como coalición enterrando a Podemos y todo lo que significó, y así parece que va a ser tras estas elecciones. A pesar de los comentarios de Pablo Iglesias sobre que Podemos se hará valer, la realidad es que han quedado reducidos a 5 diputados frente a los 23 que tenían. Sumar no va a ser Podemos, y su colaboración completamente acrítica con el PSOE contribuirá a profundizar aún más una deriva que ha abierto progresivamente las puertas a la extrema derecha y a la reacción.

Por eso mismo, si queremos conjurar este peligro cada vez más serio, el peligro sí ¡del fascismo!, no podemos conformarnos ni con estos resultados, ni con una acción de Gobierno que es incapaz de poner en cuestión los intereses de los grandes monopolios capitalistas, que es incapaz de enfrentar a un aparato del Estado al servicio de la ultraderecha franquista, y que es incapaz de impulsar políticas que resuelvan verdaderamente los enormes problemas que padecemos millones de familias obreras.

Necesitamos recuperar las calles. La paz social solo ha servido para fortalecer a las derechas. Tenemos que organizarnos y levantar una bandera de lucha contra el fascismo, el capitalismo que lo engendra y por el socialismo. 

La constitución del nuevo Gobierno no estará exenta de obstáculos. Así lo estamos viendo ya por parte de sectores del aparato del Estado, furiosos ante la derrota de la derecha, y que ya se han puesto en marcha activando la orden de detención contra Puigdemont y Comin, y deteniendo a Clara Ponsati en Barcelona, para intentar hacer saltar por los aires una posible investidura de Pedro Sánchez.

Por otro lado, la escuadra mediática sigue a la ofensiva histérica esperando algún milagro que permita nuevas elecciones. Pero esta posibilidad es muy remota. Tanto Junts como ERC se juegan mucho. Su única alternativa es un Ejecutivo de Pedro Sánchez o la más negra reacción, especialmente en un contexto de reflujo del movimiento independentista en Catalunya fruto de sus políticas de colaboración con el régimen del 78 y de defensa del capitalismo.

Para los marxistas revolucionarios el aspecto central es prepararnos para el duro periodo de la lucha de clases que viene por delante. Necesitamos recuperar las calles. La paz social de cara a encubrir la política capitalista del Gobierno de coalición solo ha servido para fortalecer a las derechas. Por eso mismo, tras estos resultados electorales, no es el momento de irse a casa y confiarse. ¡Al revés! Tenemos que organizarnos y levantar una bandera de lucha contra el fascismo, el capitalismo que lo engendra y por el socialismo.

El sistema capitalista nos condena a la miseria, a la precariedad, a la pérdida de derechos, al totalitarismo, la hecatombe climática y las guerras imperialistas… Necesitamos construir una izquierda revolucionaria consecuente, que no discuta a la derecha y al aparato del Estado sino que los combata; que no trate de convencer a los capitalistas sino que les enfrente y les expropie; que no reniegue de la transformación de la sociedad sino que luche por el socialismo.

Únete a Izquierda Revolucionaria:  Ni un minuto de tregua contra las políticas capitalistas y el fascismo.

COMISIÓN EJECUTIVA:  

I.R. I.

Fuente: https://www.izquierdarevolucionaria.net/index.php/estado-espanol/13711-el-vuelco-del-23j-la-derecha-sufre-un-varapalo-sangrante-la-clase-obrera-y-la-juventud-lo-han-hecho-posible

 


21 de julio de 2023

23J: UN PROGRAMA SOCIALISTA PARA FRENAR A LA DERECHA

La ultraderecha y la derecha extrema afilan los cuchillos completamente envalentonados pensando ya en su triunfo del 23J, dispuestos a ir a por todas.


Después de tres años de Gobierno de coalición PSOE-UP, las fuerzas políticas de la reacción levantan la cabeza y lo hacen reivindicando el programa clásico del fascismo hispano, el mismo que agitó la CEDA de Gil Robles en los años 30 y que fue apropiado por la dictadura franquista: la unidad sagrada de la Patria y el nacionalismo españolista más rabioso, la defensa de la propiedad y el orden capitalista, la religión católica y la familia de bien. Vienen a por todas, poniendo a la clase obrera, a las mujeres, al colectivo LGTBI y a los inmigrantes en el punto de mira.


PP y Vox, la misma derecha son


Como hemos visto en las últimas semanas, el espejismo de las diferencias existentes entre la supuesta “derecha democrática” representada por el PP y la ultraderecha encarnada por Vox se ha disuelto como un azucarillo. La sintonía y afinidad entre ambas formaciones es total. La realidad se ha impuesto. El PP, partido fundado en su día por siete exministros de Franco, comparte el 100% de su ADN con el partido de Abascal.


Después de que hayan corrido ríos de tinta sobre la necesidad de que los “demócratas”, incluido el PP, levantaran “cinturones sanitarios” para frenar a la extrema derecha, relato que ha contribuido a construir con entusiasmo la izquierda parlamentaria e institucional, los populares y Vox unen sus fuerzas “por el bien de España”.


Los trabajadores tenemos que partir de este punto a la hora de encarar las Elecciones Generales del próximo 23J. Estos partidos derechistas, que gobiernan para los señoritos y los grandes capitalistas, actúan siguiendo los mismos intereses, aunque con diferentes tácticas. Su fin último es aplastar con la bota de la reacción a la clase trabajadora. Por eso, no podemos ceder frente a los discursos mediáticos y de corrientes internas no declaradas, que plantean un acercamiento del PSOE al PP.


Organizarnos y recuperar las calles para cambiar la correlación de fuerzas


Las perspectivas electorales son cada día que pasa más sombrías para la izquierda, no podemos taparnos los ojos ante esto. Tenemos que mirar la realidad a la cara y analizar lo que está pasando. Reivindicar los datos macroeconómicos, mientras el día a día de la población va cada vez a peor, ha generado un sentimiento de zozobra, frustración y desengaño.


No podemos negar que la inflación y la pérdida de poder adquisitivo está teniendo un impacto desastroso en nuestros bolsillos. La destrucción de la sanidad y educación pública ha seguido creciendo, especialmente en las comunidades gobernadas por el PP, como Andalucía o Madrid. El balance general de la vida, de las cosas del comer, echando la vista atrás, es negativo. Esta es la verdad.


Que haya ocurrido esto bajo un gobierno de la izquierda, con una mayoría progresista, ha abonado en cierta manera el terreno para que la derecha ataque. Es innegable también que se han volcado los mass media y los grandes empresarios en atacar al PSOE y a la izquierda, agitando el fantasma de ETA, de la Okupación y creando el mito del “Sanchismo”, que nadie sabe muy bien qué es.


Por eso mismo, necesitamos rearmar al PSOE para que confronte con la derecha y con la patronal mediante la lucha. ¡Solo así podremos recuperar el terreno perdido!


Los marxistas de Izquierda Socialista no quitamos importancia a las elecciones, pero entendemos que ninguna transformación social profunda vendrá de un Parlamento o de un Gobierno que acepte las reglas capitalistas. Tal y como explicaron Carlos Marx y Federico Engels en el Manifiesto Comunista, “el gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”. Y aunque resulte duro decirlo, esto es lo que ha quedado en evidencia durante este Gobierno de coalición.


La tendencia neoliberal del PSOE, no declarada, asegura que controlando el BOE y las instituciones se puede cambiar la vida de la gente, mientras se hacen concesiones a las grandes fortunas. Pero se equivocan y por eso el balance del gobierno ha sido infructuoso. Si la derecha llega a La Moncloa su ofensiva contra el movimiento obrero y la juventud, contra el feminismo y la comunidad LGTBI, y contra los derechos democráticos será brutal, y de nada servirán todas las posiciones parlamentarias e institucionales para frenarles. Por eso la primera tarea, después de comprender lo que está ocurriendo, es organizarnos, volver con contundencia a las calles, y romper con la paz social.


Es la hora de un auténtico programa marxista para el PSOE


La ofensiva reaccionaria, con sus múltiples tentáculos, ha colocado debates de extrema importancia encima de la mesa. La cuestión de la vivienda, las eléctricas, etc. Movilizar y entusiasmar a millones de trabajadores es la esencia histórica del Partido Socialista Obrero Español; pero para eso, hay que establecer un programa que cumpla con las demandas del pueblo.


Necesitamos un PSOE que ponga en cuestión el sistema capitalista. Y esto solo es posible con un programa que abogue por el socialismo y que defienda sin complejos la necesidad de tocar la propiedad capitalista, de expropiar a los grandes monopolios y a la banca. Este es el único medio realista para movilizar los colosales recursos de la sociedad controlados ahora por una minoría, y dedicarlos a resolver los acuciantes problemas de la inmensa mayoría. Esta es la única opción si queremos revertir una catástrofe climática cada vez más crítica que puede borrarnos del mapa como especie. Solo una economía planificada democráticamente, donde primen los intereses colectivos, puede enfrentar las graves amenazas que tenemos por delante.


Los marxistas que conformamos la Izquierda Socialista de Málaga llamamos a votar masivamente al PSOE en estas elecciones generales, para frenar la amenaza reaccionaria. Pero también defendemos la necesidad de que nuestro partido vuelva al marxismo, al socialismo científico y a confrontar con el sistema capitalista. 





IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCÍA.

ispsoeandalucia.malaga@gmail.com


19 de julio de 2023

OBJETIVO 23-J: ¡¡DERROTAR A LAS DERECHAS¡¡

  


   
La Alianza de PP/VOX ha estado al principio muy envalentonada confiando en su triunfo del 23-J, dispuestos a ir a por todas, pero en la recta final están perdiendo fuerzas y posiblemente se lleven el batacazo.  

      El programa que defienden esos reaccionarios, al principio lo ocultaban, pero en cuanto lo han puesto sobre la mesa, da pavor,  porque vienen reivindicando posiciones clásicas del fascismo, pues su primer objetivo es batir al movimiento feminista, cuyas luchas de estos años han puesto en cuestión los pilares fundamentales del sistema capitalista y esos reaccionarios quieren restaurar el españolismo carpetovetónico más rabioso en defensa de la propiedad privada y contra el sector público, acabando con todos los avances alcanzado por el Gobierno PSOE/U.P.

La sed de venganza que demuestran esos reaccionarios del PP/VOX en sus discursos y programa tiene un claro origen, y es el temor que experimentan las clases burguesas dominantes, que pudiese producirse una rebelión social, similar a la que se están llevando a cabo en Francia, Gran Bretaña, etc. pues como suele ocurrir en los momentos álgidos cuando la lucha de clases se recrudece, los “mercenarios a sueldo”, que escriben los relatos oficialistas y favorables a la burguesía dominante, niegan las causas de los conflictos sociales, descargando la responsabilidad en la clase trabadora, cuando en realidad, es la opresión, la explotación y los bajos salarios que pagan los patronos, los que provocan los conflictos sociales, porque los capitalistas lo quieren todo.

      Las luchas de la clase trabajadora, el feminismo, los estudiantes y todos los movimientos sociales que se producen, han demostrado una vez y otra, el poderío y la capacidad para poder transformar la situación política, mediante la lucha de masas, la organización y las acciones directas y son cuestiones importantes que nunca podemos olvidar.

      Ese torrente de ansias de cambio es el que empujó a Podemos a tomar posiciones en relativamente poco tiempo, convirtiéndose en una fuerza colosal que incluso quiso disputarle la hegemonía al PSOE, apareciendo como muy revolucionarios y con aspiraciones de “asaltar los cielos”, pero sus errores y disputas internas les ha pasado factura y no han tenido más opciones lógicas que rectificar y acompañar unidos con otros sectores de la izquierda a la izquierda del PSOE y entrar a formar parte de  SUMAR, con la posibilidad de formar un nuevo Gobierno de Coalición PSOE/SUMAR, que podría derrotar a la alianza VOX/PP.

      La táctica de U.P. que consistía en empujar hacia la izquierda al PSOE, que al principio generó una cierta esperanza e ilusión entre las masas, se esfumó y ha provocado al final una cierta decepción, que, ahora con SUMAR,  podría recuperar el ambiente de lucha favorable a una nueva Coalición de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que según las encuestas, aparecen como los líderes mejor clasificados para ganar la batalla de las urnas.

      La burguesía aparece dividida en cuanto que el hecho de que la Gran Patronal ha pedido públicamente al PP, que si llega a Gobernar, tiene que mantener la Reforma Laboral que acordaron UGT/CCOO con los Patronos, que junto a otras declaraciones del Presidente del Círculo de Empresarios, quieren fijar las pensiones hasta los 72 años, lo cual indica grandes contradicciones entre los grandes mandamases de la economía burguesa.     

      Venza la Alianza PP/VOX o venza la formada por PSOE/SUMAR, que esperemos ganen las izquierdas, porque las derechas reaccionarias nos conducirán a la catástrofe, aunque ambos bloques tendrán dificultades porque se siguen disparando las desigualdades y la pobreza, se continúa profundizando la precariedad laboral y los salarios han sufrido un gran retroceso, por la brutal inflación, aunque parece que se está mitigando algo, ya que la espiral inflacionaria nos muestra que, para la clase trabajadora, ir a comprar se convierte en un calvario, la cuestión de los precios de los alquileres y la vivienda siguen imposibles para cada vez más personas, el drama de los desahucios continúa, mientras la especulación inmobiliaria está desatada y necesita un control urgente, mientras que los grandes capitalistas se siguen forrando.   

Da verdadero pánico para cualquier persona medianamente inteligente, comparar lo que harían las Derechas y cómo actuarían las izquierdas. Las derechas plantean el desmantelamiento de la Educación Pública, la Sanidad Pública, los Servicios Sociales Públicos, etc, pues su política reaccionaria empuja hacia la Privatización, mientras las izquierdas ofrecen un programa que fortalezca lo Público y mejore el nivel de vida de los más necesitados.

      La economía española, comparativamente con el resto de Europa y del mundo, parece que “marcha como una moto” y está recibiendo alabanzas por parte de algunas instituciones financieras, pero hay que advertir que cuando  los adversarios nos aplauden, puede que tengamos que revisar cómo proceder, ya que los que realmente se están forrando son los capitalistas, los banqueros y sus grandes monopolios, mientras la clase trabajadora, los autónomos, los pequeños empresarios y sobre todo, los más empobrecidos, tienen que ser atendidos con urgencia por el próximo Gobierno, sea cual sea, o nos enfrentaremos pronto con convulsiones sociales masivas.

      Las perspectivas electorales están todavía muy difusas y cada bloque de los dos mayores en litigio hacen lo posible para convencer a la ciudadanía que vayan a votar y prometen resolver los problemas, cada cual a su manera, pero tendremos  que reflexionar:  ¿Cómo  resolvería los problemas el PSOE/SUMAR y cómo lo haría VOX/PP?.

      Los problemas sociales están ahí y habrá que resolverlos o estallarán, porque vemos la pobreza real que crece, los barrios obreros abandonados, la precariedad extrema y los bajos salarios, tienen que solucionarse, pero puede que para la Patronal y los Banqueros, que son los que mandan en el PP/VOX,  podrían presionar hasta que se  rompiese el diálogo social, por lo que las organizaciones sociales y sindicales necesitamos rearmar nuestras filas movilizando a los trabajadores, para confrontar con las patronal y las derechas mediante la lucha, si queremos recuperar el terreno perdido con la subida de los precios y la bajada del nivel de vida de las masas.  

      Por tanto, una de las primeras tareas después de reflexionar sobre lo que está ocurriendo para acudir a las urnas a las que estamos convocados para el 23 Julio, es ir a votar con conciencia, organizarnos, prepararnos para defender nuestros derechos, no solo en las urnas, sino en las calles si llegase el caso.

      Para ello, está claro que necesitamos un sindicalismo de combate, un feminismo de clase y antifascista, colectivos sociales en marcha contra  el Cambio Climático y un plan general, un programa de izquierda para atender a los más necesitados. 

      Esto solamente será posible llevarlo a cabo con un programa basado en el Socialismo Científico y la Democracia Participativa y Ética, para defender todos y todas,  unidos y sin complejos, la necesidad de plantar cara a la propiedad capitalista, expropiando a los grandes monopolios y banqueros, si se niegan a pagar los impuestos que se necesiten.

En realidad, este es el mejor y único medio para movilizar los colosales recursos financieros que existen, que están controlados por una pequeña minoría de explotadores, represores y parásitos, para dedicar recursos suficientes a resolver los problemas de la mayoría social, si derrotamos a las derechas y conseguimos el triunfo de las izquierdas, con un nuevo Gobierno PSOE/SUMAR.

Si quieres colaborar en ello mediante tu voto afirmativo para la izquierda, te invitamos a que evites la abstención y participes con tu voto, porque ésta será la mejor opción si de verdad queremos revertir y evitar la catástrofe a las que nos podría llevar la Alianza reaccionaria de PP/VOX, porque solo una economía planificada y democrática, que ponga los problemas sociales por delante del beneficio privado, podrá plantar cara a las graves amenazas a las que nos enfrentamos. 

OBJETIVO 23J:

¡¡DERROTAR A LAS DERECHAS¡¡

¡¡¡ TU VOTO DECIDE¡¡

 

COMISIÓN PERMANENTE: 

IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCIA.

(*) La persona que todavía no conozca el documento que defendemos y quiera recibirlo COMPLETO gratuitamente, puede solicitarlo al correo de abajo poniendo en asunto: MANIFIESTO.

 

 

 

 

17 de julio de 2023

LA POLARIZACIÒN ENTRE DERECHAS E IZQUIERDAS SE AGUDIZA.

 



       A medida que avanzamos hacia el 23-J la batalla dialéctica entre el bloque de Derechas compuesto por VOX y PP y el de Izquierdas formado por PSOE/SUMAR, que está resultando más compacto y viable para continuar gobernando el Estado, este último bloque  aparece más positivo incluso para una parte de la propia burguesía que recelan del bloque reaccionario neofranquista.

La derecha y la extrema derecha de Feijóo, Ayuso, Abascal y su pandilla,  gobernar en este momento significa un peligro pues continúan con la obsesión permanente de la “DEROGACIÓN” de Pedro Sánchez y destruir los avances alcanzados y luego apoyarse, si ganasen, en el aparato del Estado, para socavar los derechos democráticos y fortalecer las tendencias autoritarias del régimen político fascista que avanzan por Europa, como Italia, Hungría, Polonia, etc.

Incluso el Presidente del Círculo de Empresarios, Manuel Pérez-Salas, con todo el descaro del mundo, propone prolongar la jubilación a los 72 años, con lo cual pretende marcar como objetivo el descargar un tremendo golpe a la moral y a las condiciones de vida de la clase trabajadora, atacando a los sectores en lucha más avanzados, para exigir a sus “representados” de PP y VOX, una agenda dura de recortes, represión y privatizaciones porque el Capitalismo lo quiere todo.

Para frenar esa ofensiva de las derechas, tanto económica como política, la clase trabajadora y nuestras organizaciones políticas, sindicales y sociales, no tenemos otro camino que rearmarnos, organizarnos y unirnos para poder enfrentarnos al duro período de la lucha de clases que se nos presenta, por lo que, en primer lugar, es necesario entender la realidad y mirarla de frente, señalando con honestidad y firmeza lo que realmente está ocurriendo sin diplomacia, sin adornos y sin ocultar nada, porque como decía Largo Caballero, “a la clase trabajadora hay que decirle la verdad, aunque les duela” y la verdad, es que el franquismo quiere volver a las andadas.

La realidad es que se ha demostrado en el terreno de la práctica, que pese a las buenas intenciones del gobierno saliente de PSOE/U.P,  no se ha podido llevar a cabo la agenda del Pacto de ambas fuerzas, lo que indica que la participación de U.P. en ese Gobierno, como socio minoritario, no ha sido tan fiero como amenazó cuando quería “asaltar los cielos”, pasando luego con ese afán de colaboración con el Gran Capital  y los Grandes Patronos, renunciando junto con los Sindicatos,  a utilizar la movilización social, con la idea del Pacto por la Paz, que se admita o no, ha terminado cambiando la correlación de fuerzas, que ha favorecido más bien a las derechas y al crecimiento de la reacción, con el peligro que significa la Alianza PP/VOX, que son agentes defensores de la burguesía y sus empresarios.  

El nuevo Gobierno que salga, que deseamos  sea de Izquierda como indican algunas encuestas, entre PSOE/SUMAR, tiene que dar un giro claro hacia la izquierda, superando lo conseguido, porque ha faltado fuerza para combatir las políticas capitalistas, que es un error, y ahora toca defender con firmeza los intereses de los más desfavorecidos y la clase trabajadora.

Es cierto que las perspectivas electorales se presentan muy sombrías y necesitamos realizar una movilización general de la clase trabajadora en los últimos días de campaña que nos quedan, donde nuestros dirigentes, tanto por parte de PSOE, como de SUMAR, expliquen el programa con claridad, dejando con contundencia que se va a combatir a las derechas y a la corrupción que generan, para poder llevar a cabo.  sacar de la pobreza real a los millones de asalariados que padecen una pobreza miserable en los barrios obreros, estando sumidos en la extrema precariedad, sobre todo la juventud que se siente como una nueva esclavitud.

La Patronal sigue abusando impunemente al incumplir el pago de horas extras y una economía sumergida totalmente inadmisible que se esconde entre ese número tan inmenso del paro registrado, que a pesar de ir bastante bien, se situó al 4/7/23 en un total de 2.688.842 personas, la cifra más baja de los últimos 15 años, mientras la Patronal se queja de que no encuentra en algunos sectores personal para contratar, por lo que algo está fallando.

Es necesario rearmar una izquierda combativa con sindicatos de clase fuertes, reorganizar la militancia para preparar la confrontación con las derechas reaccionarias y los patronos corruptos y abusones,  que tenemos la obligación de frenarles tanto en las URNAS como en las calles porque solamente así podremos ganar la batalla a la reacción.

En cuanto a la acción sindical, necesitamos un sindicalismo de combate, luchar contra el Cambio Climático, apoyar al feminismo y abrir un amplio debate que ponga en cuestión el peligro que representa el sistema capitalista y sobre todo, la reacción de PP/VOX y sus patronos corruptos.

Es posible vencer con un programa auténticamente de izquierdas, que defienda sin complejos la necesidad de atacar a fondo la corrupción que genera la propiedad capitalista, expropiando a la Banca y los Grandes Monopolios, para avanzar resueltamente hacia la  Democracia Participativa y Ética, para desarrollar el Socialismo Científico.(*)

Este es el mejor medio para movilizar los recursos inmensos que existen en esta sociedad capitalistas,  para controlarlos por un Gobierno fuerte, y dedicarlos a resolver los problemas sociales, utilizando los recursos para solucionar los problemas de la sociedad, conquistando para cada persona una vida digna y decente.  

Si de verdad queremos revertir la catástrofe que representa el Cambio Climático cada vez más crítico, que junto con las nucleares podrían borrarnos del mapa como especie humana, que las derechas, tanto VOX como PP niegan, solo será posible mediante una economía planificada democráticamente, anteponiendo los intereses colectivos de la humanidad, por delante de las inmensas fortunas que amasan los capitalista, para poder enfrentar las grandes amenazas que tenemos delante.

Desde Izquierda Socialista de Málaga-PSOE de Andalucía, seguimos impulsando como corriente de opinión crítica, rescatar el genuino socialismo que consiga mantener las raíces en el movimiento obrero y con sindicatos combativos fuertes, a la vez que debemos apoyar los movimientos sociales más progresistas y combativos.

Como socialistas, tenemos una confianza plena en nuestra clase trabajadora y en la juventud, que más temprano o más tarde, tendrá que combatir por los Derechos que nos quiere arrancar la patronal, porque la clase trabajadora ha  luchado, lucha y luchará, pero necesitamos una dirección fuerte de las Izquierdas que estén a la altura de los retos históricos a los que nos tendremos que enfrentar, por lo que, invitamos a todas y todos a movilizarnos y organizarnos, sobre todo, acudir a las URNAS el próximo día 23 de Julio, para frenar a la reacción.

¡¡TU VOTO DECIDE¡¡

COMISIÓN PERMANENTE: 

IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCIA.

(*) La persona que todavía no conozca el documento que defendemos y quiera recibirlo COMPLETO gratuitamente, puede solicitarlo al correo de abajo poniendo en asunto: MANIFIESTO.