30 de abril de 2013

MAÑANA “DIA PRIMERO DE MAYO” A LA CALLE QUE YA ES HORA



Mañana conmemoraremos la clase trabajadora de todo el mundo el PRIMERO DE MAYO, que es el día de lucha internacional de los trabajadores. Desde los medios de comunicación burgueses, se intenta distorsionar, año tras año,  el verdadero significado de esta fecha. Lo presentan como una jornada festiva, para fomentar el consumismo, pero cada vez está más claro que el ataque salvaje del PP que representa un verdadero plan de destrucción de las conquistas sociales ganadas a base de lucha por la clase trabajadora merece una respuesta firme de rechazo en manifestaciones y concentraciones. 



La burguesía estaba acostumbrada  a presentarlo  como un día más, donde los trabajadores asisten a las manifestaciones en la que grupos de jóvenes, a los que les han robado su futuro los presentan como muy violentos, cuando es el sistema  capitalista, el causante de todos los males que padece la clase trabajadora, la juventud, los pensionistas y demás capas más desfavorecidas, las que se ven obligadas a protestar, a veces siendo reprimidos por la policía, que recibe órdenes políticas, creando altercados  que son las noticias que luego reflejarán  mayoritariamente.


Muy a pesar de esas campañas de “desinformación”, el día Primero de Mayo no puede perder un ápice de su carácter de lucha reivindicativa, precisamente en los momentos actuales donde se está produciendo un fuerte deterioro de las condiciones sociales y laborales a las que nos enfrentamos los trabajadores en casi todo el mundo, como hemos venido observando en los últimos años con la oleada de movilizaciones y revoluciones que se produjeron en el Norte de África, que saltó la frontera en el 15-M y luego pasó el Atlántico con el movimiento Ocupa Wall Street, con la lucha desesperada de la clase obrera en Grecia,  Portugal, Italia, Francia, y aquí con el 15-M.25-S, dos Huelgas Generales, el 14-N, Huelgas en la Enseñanza en Octubre y Frebrerp, etc, etc.


Estos análisis están encaminados, no a demostrar lo que históricamente fue esa fecha, que puede consultarse en cualquier manual de historia, sino en profundizar en la comprensión del por qué están ocurriendo esos ataques, cuyas causas hay que buscarlas, primero en la crisis estructural del capitalismo, pero también en la falta de firmeza en las direcciones de los sindicatos y partidos de izquierdas, como críticamente trataremos de expresar seguidamente.



La tendencia a la degeneración de los sindicatos en la época moderna es un hecho.  Cada vez se fusionan y se vinculan más con el aparato del Estado burgués.  Eso no es exclusivo de los socialistas, comunistas o anarquistas, sino que es una característica común a todos ellos que deja huérfanos de dirección al movimiento obrero.


El imperialismo que es ya un oligopolio que funciona como un monopolio,  ha eliminado la competencia a gran escala y aplica una política económica centralizada que tiende a la fascistización.  Esos grupos de archimillonarios que dirigen los poderosos monopolios financieros, amos absolutos del complejo militar industrial y petrolero, se han encaramado en la cúpula del poder político y someten a todos los gobiernos a una dictadura férrea en beneficio de ese poder antidemocrático que opera desde las sombras de los despachos de clubes secretos como el Club Bilderberg o la Trilateral. 


Los sindicatos  más importantes se ven amordazados y subvencionados por la propia banca, que les marca directa o indirectamente la hoja de ruta que tienen que asumir, sino quieren verse enfrentados a un adversario capitalista centralizado por la derecha extrema,  y al movimiento obrero por la izquierda, es decir a las potenciales fuerzas que representan la contra-revolución fascista por la derecha o la revolución socialista por la izquierda.


De ahí la necesidad que tienen las cúpulas de los sindicatos que mantienen  posiciones reformista (sin reformas posibles), de someterse y adaptarse a las exigencias de la propiedad privada, luchando a favor de la recuperación económica en líneas capitalistas,  prestándoles su cooperación y apoyo a las burguesías respectivas, hablando de nuevo de buscar un pacto que sería otra genuflexión más ante el Gobierno y la Burguesía difícil de tolerar por las bases.  


No dudamos de los deseos utópicos de esas direcciones reformistas, cuya burocracia mantiene el programa de mejoras, cuya tarea principal es la de considerar al Estado como un agente imparcial, con la falsa ilusión de debilitar a los monopolios en las mesas de negociaciones,  para conseguir lo imposible, cual es debilitar la dependencia de los monopolios y que se vuelquen algo a su favor.


En momentos de recesión aguda como la actual, esas posiciones que pretenden armonizar, a través del pacto por el pacto, como pretende la burocracia obrera, que luchan desesperadamente por conseguir algunas  migajas de los astronómicos beneficios del capitalismo imperialista que nunca alcanzarán con esos métodos de pegar el culo en una mesa sin utilizar a la vez las movilizaciones de masas,  son una pura “utopía”.


Los errores de esa direcciones sindicales consisten en una comprensión incompleta de la realidad, no habiendo querido asumir el cambio de ciclo y la profundidad de la recesión y así, hacen todo lo posible, tanto en los hechos como en los discursos, para demostrarles a la clase dominante del Estado burgués, de hasta qué puntos sus organizaciones son indispensables y dignos de confianza para mantener la paz social incluso a costa del entreguismo más absurdo.


Cuando Franco y los demás jefes nazi-fascistas transformaron los sindicatos en organismos del propio estado no descubrieron nada nuevo, sino, que siguiendo la lógica del capitalismo, que llevado hasta su último extremo se convierte en “fascismo,  que no es otra cosa que el capitalismo químicamente puro”, lo que hizo es llevar esa lógica hasta la última consecuencia implantando un Estado de Terror que disolvió y masacró a las organizaciones obreras.


Por otra parte, a través del proceso de descolonización inacabado, el imperialismo somete a los países a su dominio,  bien con los gobiernos títeres, bien directamente marcando las  hojas de rutas impuesta por los estrategas económicos del poder económico imperialista.


Esta situación fortalece la necesidad de mantener lazos directos, diarios, prácticos entre los grandes magnates del imperialismo y sus gobiernos serviles que les ayudan a someter a los pueblos semi-colonizados, pero a veces ese equilibrio se rompe por la irrupción de las masas en la arena política.


El imperialismo crea en ese neo-colonialismo  financiero-militar lazos muy fuertes con los sátrapas, tiranos y dictadores de toda laya, a veces manteniendo teocracias feudales que mantienen sumidos a sus pueblos en un atraso cultural, económico y social abrumador, situación a través de la cual, los imperialistas sacan enormes beneficios.


Podría deducirse de lo antedicho que, en esas condiciones,  los sindicatos no existen bajo la bota del imperialismo. No se permite la democracia obrera, que en algunas épocas históricas han venido siendo practicada por algunas organizaciones de izquierdas que constituía la esencia de la vida interna activa y democrática en las organizaciones de clase. Ahora el PP, con su política de recortes de tierra quemada, de ataques constantes,  le declara la guerra a las organizaciones sindicales y quieren exterminarla, pero veremos si opera la dialéctica y esa ofensiva salvaje se convierte en su contrario.   


Cuando queda sofocada la libertad de constituir sindicatos y partidos políticos de clase, se niega la posibilidad de luchar libremente por influir en la vida social, política y económica. La clase obrera no puede elegir a su gusto y placer el campo de trabajo, sino que debe luchar siempre por conquistar esas libertades y arrebatársela a la burguesía y a los imperialistas, mediante la lucha entre las clases, como ellos hacen cada día para arrancarnos las plusvalías.


Lo que ocurre es que luchar por lograr organizar a las masas obreras dentro de un Estado totalitario o semi-totalitario es mucho más difícil que hacerlo en una democracia burguesa, por lo que no podemos renunciar a la lucha por lograr influencia sobre la clase obrera, como socialistas, como internacionalistas y como solidarios con los elementos de nuestra clase.


De igual manera no debemos renunciar a la lucha ideológica dentro de las organizaciones obreras ya creadas, por muchos errores que cometan nuestras direcciones, sino que tenemos la obligación de luchar democráticamente por  corregir esos errores o incluso por cambiar a las direcciones que no nos convenzan o estén obsoletas.


Es preciso no darse por vencidos y seguir la lucha bajo todas estas condiciones adversas, donde también tenemos que incluir los errores no solamente de nuestras direcciones, sino los que cometamos los trabajadores en nuestras luchas, pero tenemos que adaptarnos a las condiciones existentes en cada país dado, con el objetivo de encuadrar, organizar y unir lo más posible a las masas, no solamente contra sus respectivas burguesías, sino contra el imperialismo y sus lacayos que contribuyen al sostenimiento de dictaduras militares o dictaduras del gran capital. 


Una de las primeras consignas que tenemos que defender en esta lucha es la independencia total e incondicional de los sindicatos respecto del Estado capitalista y que sean sostenidos y sometidos por los trabajadores conquistando la democracia obrera, que se nos ha arrebatado,  como mecanismo de decisión y control, para convertir de nuevo a los sindicatos en los organismos capaces de movilizar a las grandes masas explotadas y quitarse de encima la costra de los burócratas que no nos sirven.


Otra de las consignas por las que debemos luchar es la instauración de una “democracia sindical sana”. Esta consigna es consecuencia lógica de la anterior y presupone para poder llevarla a cabo la independencia total de los sindicatos del Estado Imperialista.


Entendemos que los sindicatos, dado que actualmente hemos entrado en un nuevo ciclo descendente en recesión profunda, no pueden seguir siendo simplemente órganos reformistas de la época del capitalismo en desarrollo, por lo que no pueden jugar un papel de neutralidad y equilibrio, pues el reformismo sin reformas se convierte en CONTRA-REFORMAS constantes que es lo que está ocurriendo.


Los sindicatos ya no pueden ser reformistas, ni anarquistas, ni comunistas, pues esos nombres, sin contenidos reivindicativos concretos, representan una utopía, porque las condiciones objetivas no dan cabida a ninguna reforma seria, válida y duradera, por lo que es preciso la UNIFICACIÓN para superar esos tres bloques a veces enfrentados y entrar en el proceso de construcción de un Frente Único de Clase lo antes que se pueda, como objetivo irrenunciable.  


Las conclusiones que debemos sacar de todo lo anterior, es que, a pesar de la degeneración progresiva de las direcciones de algunos  sindicatos y de los vínculos cada vez más estrechos que han venido desarrollándose con el Estado Burgués, la necesidad de seguir construyendo sindicatos fuertes no ha perdido nada su importancia, sino que la mantiene y la acrecienta.


De ahí la importancia de tomarse como tarea, cuyo punto de partida puede ser este Primero de Mayo,  el formar o potenciar  corrientes críticas internas y seguir luchando para fortalecerlas  y ganar influencia entre la clase obrera.  Porque el capitalismo monopolista tiene cada vez menos interés en que los sindicatos sean independientes y los quiere bien domesticados y a su servicio por lo que nuestra lucha tiene que ir en sentido contrario.  


La burguesía exige a la burocracia reformista de los sindicatos  que se alimenten de las migajas que caen de la abundante mesa de los capitalistas y que a su vez hagan el papel de su policía política y cuando no puedan lograr eso, amenazan con más mano dura y aplicar medidas de ajustes y recortes sociales.


Debido a la profunda recesión, se intensifican las contradicciones de clase dentro de cada país, aumentando asimismo los antagonismos entre un país y otro, lo que produce una situación en el que cada país necesita exportar más para echar la crisis sobre las espaldas de su vecino, pero si todos hacen lo mismo, la solución la busca cada burguesía en  abaratar costos, que para ellos consiste en bajar los salarios y atacar los derechos sociales conquistados por la lucha del movimiento obrero.


Puede notarse en todo el mundo en el último periodo un giro a la derecha por arriba y un debilitamiento de la democracia interna en los sindicatos y partidos de izquierdas clásicos, que están siendo cuestionados por las bases que giran a la izquierda.  Por ello es significativo a la vez que importante señalar el hecho de que están formándose o potenciándose  nuevas organizaciones sindicales de izquierdas, como CGT, SAT, S.E.  y otros que están ganando fuerzas al recoger los cuadros y la militancia más descontenta con sus direcciones.


El giro a la izquierda que las bases están reclamando se debe a la agudización de las contradicciones de clase a escala internacional que afecta a todos los países. Los dirigentes del movimiento sindical clásico, léase CCOO y UGT, han asumido las tesis de la burguesía que les han hecho entender que no es el momento de jugar a la oposición.  Que cualquier movimiento de oposición firme, sin asumir el compromiso de los pactos sociales que han firmado en las altas esferas, amenazaba con provocar, (después de la Huelga del 14-N, que fue una movilización Continental Europea) una movilización borrascosa de las masas que podrían expresar su verdadero malestar y rechazo a los recortes, con explosiones sociales convulsivas, creándoles enormes dificultades tanto a las direcciones como al Gobierno reaccionario del PP y al imperialismo mundial.


Esta ha sido la situación de pánico a la que se han enfrentado las cúpulas sindicales y de ahí el giro a la derecha asumido y la supresión de la democracia obrera en los sindicatos cuyas bases han sido ninguneadas, no sometiendo la firma de los acuerdos a votación de las bases porque sabían que serían desautorizados seguramente.


El objetivo fundamental de la burguesía en estos momentos consiste en liquidar a los sindicatos como organismos de la  lucha de clases, o neutralizarlos para que sean sustituidos por las burocracias como organismos auxiliares de la dominación de la clase trabajadora bajo la bota del Estado burgués.


Dada estas circunstancias la tarea de los trabajadores más de vanguardia es emprender la lucha por la recuperación de los sindicatos de manos de unas direcciones que se han arrodillado ante la patronal y  exigir la democracia interna que no permita que se den pasos antidemocráticos ni se otorguen pactos que perjudican nuestros intereses de clase sin nuestro consentimiento.


Un verdadero sindicalismo de clase, democrático y combativo, en el auténtico sentido de esos términos, deben ser organismos de masas  donde convivan distintas corrientes de forma libre en el debate y en la acción, incluso con posiciones diferentes, pero que se sometan todas al mismo método democrático de discusión libre y compañera previa a la toma de decisiones,  para luego votar y llevar a la práctica las decisiones que emanen del sentir democrático del movimiento obrero.


De la misma forma, debemos luchar para que nuestras direcciones se sometan a una democracia obrera participativa, dicho con otras palabras, que una buena dirección debe ser racional y justa, asegurando a los sindicatos, que es patrimonio de la clase trabajadora, el máximo de democracia concebible bajo las condiciones concretas actuales.


Este capitalismo enfermo que nos ha metido en esta horrorosa y dramática recesión, necesita una alternativa auténticamente socialista, que solamente se podrá dar mediante la lucha unitaria de todos los partidos y sindicatos de izquierdas, donde la clase trabajadora participe masivamente reclamando nuestros derechos.


Es preciso reclamar con contundencia y exigir la distribución de las escandalosas riquezas robadas al pueblo por un puñado de banqueros, explotadores y especuladores, para poder planificar la economía de forma racional y científica, poniendo los grandes medios de producción que deben ser nacionalizados, al servicio y bajo control de la clase mayoritaria que es la clase trabajadora.


Para ello es preciso democratizas los recursos económicos mediante una Banca Pública, gestionada democráticamente al servicio de la producción, desarrollando las nuevas tecnologías y la ciencia al servicio de la humanidad. 


Las reivindicaciones tienen que ser exigir la retirada de todos los planes de ataques contra los trabajadores y presentar un programa que represente un giro a la izquierda para salir de la recesión con el concurso de los trabajadores y a favor de nuestros intereses.


En resumen, poner las finanzas al servicio de la mayoría de la población que es la clase trabajadora, para ejercer la democracia económica, eliminando la dictadura de los banqueros y capitalistas, que no han sido elegidos por nadie, para lo que se requiere la máxima unidad y los mejores métodos organizativos de los partidos y sindicatos de izquierdas que verdaderamente estén dispuestos a luchar por el verdadero Socialismo.

¡¡VIVA LA LUCHA DEL MOVIMIENTO OBRERO¡¡

¡¡ A LA CALLE, QUE YA ES HORA ¡¡

¡¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO¡¡

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
       

29 de abril de 2013

¿HAY ALTERNATIVA?


¿Qué queremos que signifique este 1º de mayo?: ¿la fiesta de los trabajadores?, ¿un día reivindicativo?, ¿o el inicio de la movilización permanente que culmine en la transformación social?.

Las cifras de paro que arrojaba la última encuesta de población activa (E.P.A.) reflejan el drama que esta padeciendo la sociedad española.

Las políticas neoliberales son una máquina de destrucción de puestos de trabajo.  España alcanza los 6.202.000 parados, superando el 27 % de desempleo y aumentan las cifras de paro en 563.200 personas en el último año. 

Esta situación es insostenible, casi 1.906.100 cuentan con todos sus miembros en paro y mientras el gobierno sigue insistiendo en salvar a los bancos dando la espalda a millones de ciudadanos y anteponiendo los intereses de una minoría (la banca, gran patronal y fortunas) a la de millones de personas. 

Ninguna de las medidas económicas tomadas por el Gobierno han servido para reactivar la economía y generar empleo.  

 Este drama nos tiene que hacer pasar a la ofensiva pues con las políticas de ajustes y recortes se agravará la situación, pese a lo que digan unos y otros.

La realidad: el paro estructural no disminuye y queda demostrado que ni con medidas económicas tanto liberales como keynesianas bajará.

Al gran capital, en estos momentos, le conviene una tasa elevada de paro estructural porque gracias a ello bajan los salarios,  abaratan costes y mano obra, lo que le genera beneficios y plusvalías a costa de la perdida de derechos ecónomicos y laborales de los trabajadores.

La nacionalización de la banca se ha llevando a cabo a favor de los capitalistas y banqueros, tanto por este gobierno como por los anteriores.   Actualmente sólo ha servido para  materializar un trasvase de recursos públicos del bolsillo de los trabajadores al bolsillo de los banqueros y así salvar los intereses de los que han defraudado y falseado las cuentas.

Dicha nacionalización  se debería haber planteado a favor de los ciudadanos y trabajadores, a favor del pueblo, lo cual no significaría la expropiación de los ahorradores, impositores,  pequeños empresarios ni clientes sino todo lo contrario; una vez nacionalizados los recursos económicos, todos los depositantes de la banca pública tendrán la garantía del Estado.  

Además, la nacionalización de las entidades bancarias debería haber ido acompañada de lo que pienso que son las palancas fundamentales de la economía: Reforma fiscal progresiva duplicando los tramos impositivos, unificación de los tipos impositivos de las rentas del trabajo con las del capital y recuperación de los impuestos de patrimonio, sociedades, sucesiones, grandes fortunas, transacciones financieras. Intervención de todos los sectores estratégicos del país para ponerlos al servicio común de los ciudadanos y ser utilizados  como motor de la economía,  factor de reactivación y creación de empleo. Lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida.  Persecución y contundencia contra la corrupción. Auditar a todas las empresas que presenten EREs y prohibir la tramitación de los mismos a aquellas empresas que no puedan probar pérdidas reales. Laicidad del estado y anulación de todas las aportaciones económicas y privilegios fiscales a la Iglesia Católica, etc, etc, etc.

Todo ello contribuiría a establecer condiciones más favorables para los pequeños y medianos empresarios, agricultores, pequeños comerciantes, autónomos, pensionistas, ahorradores y trabajadores en general, a la vez que permitirá la inversión en servicios sociales, vivienda, sanidad, educación e infraestructuras públicas, dando empleo a millones de jóvenes y trabajadores e iniciando el camino para acabar con el “paro estructural crónico” que bajo el neoliberalismo o el social liberalismo no tiene salida.

La derecha política se ha quedado sin alternativa ante este problema del paro y la socialdemocracia, que siempre ha buscado soluciones sin romper con el liberalismo,  ha fracasado en todos los países donde gobernaba.

Existe una alternativa y esa alternativa se llama Socialismo; un nuevo socialismo, el del siglo XXI.

Escrito por Jesús Molíns Guitarte.

26 de abril de 2013

EL DESASTRE DEL PARO FORZOSO Y LA ALTERNATIVA:



Las cifras de paro que arroja esta semana la E.P.A. (Encuesta de Población Activa) es un verdadero drama para la población. La economía capitalista se ha convertido en una feroz maquinaria de destrucción de puestos de trabajo a un ritmo vertiginoso.  Analizando los datos alarmantes de la última E.P.A. vemos que se superan los 6.202.000 parados, con más de un 27 % de índice de paro. En el último año han ido a engrosar las cifras de paro 563.200 personas, que representan otros tantos dramas familiares.  Desde el punto de vista tanto social como económico este proceso se hace insostenible ya que casi 1.906.100 familias malviven con todos sus miembros en paro, mientras que el PP sigue insistiendo en salvar a sus bancos hundiendo a millones de ciudadanos en la desesperación y anteponiendo los intereses de una ínfima minoría de banqueros y especuladores a la vida de las personas. 

La prensa burguesa se hace eco, muy alarmada, de la magnitud de este desastre porque comprende el riesgo que comporta, cuando algunos sectores en lucha se están impacientando, como ocurrió ayer con la convocatoria de una plataforma que planteaba “Asedia el Congreso”, donde el Gobierno desplegó a más de 1.400 policías para desactivar la convocatoria, donde hubo decenas de detenidos y afortunadamente no ocurrió ninguna desgracia personal grave, pero el ambiente de que puede producirse una explosión social descontrolada sigue en la cabeza de muchos ciudadanos e incluso es debatido por algunos tertulianos en los medios de comunicación.

Lo que si es una realidad es que todas las medidas económicas tomadas por el Gobierno PP, desde su ascenso al poder, no han servido para poner en marcha la economía.  Teniendo en cuenta que sólo durante el último año unas 235.000 personas han abandonado la aspiración de encontrar empleo legal, y otros más de 200.000, entre jóvenes exiliados económicos y inmigrantes que han retornado a sus países por falta de trabajo, sumado a los más de 600.000 parados producidos en el último año,  la realidad es que cerca de 1.100.000 puestos de trabajo hubiesen sido necesarios para mantener la tasa de paro como hace un año, lo cual indica que esta situación es insoportable y nos tiene que hacer pasar a la ofensiva porque, con la política de ajustes y recortes la cosa se puede agravar, pese a las declaraciones de los portavoces del Gobierno del PP que quiere hacernos creer que ya empezamos a salir de la recesión, lo cual es una repugnante mentira más.

En realidad, el paro estructural no disminuye, ni puede desaparecer con medidas económicas capitalistas, sean éstas liberales, como plantea el PP, sean  keynesianas como defienden los reformistas de izquierdas. Caminamos peligrosamente hacia los 7 millones de parados con un elevado porcentaje de los que nunca encontrarán empleo. El concepto de paro estructural tecnológico sigue siendo negado por los liberales ya que a ellos les conviene porque empuja a la baja a los salarios  abaratando el factor trabajo desde donde extraen las plusvalías.

En sus estudios económicos Marx consideraba el paro estructural como un rasgo permanente y en aumento en el sistema capitalista debido a varios factores. Los más importantes son:   La “Ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia”  (Consultar), junto al  proceso de acumulación capitalista cada vez en menos manos debido a la extracción de plusvalías que el empresario ejerce contra el obrero,  que se agudizan  en las épocas de recesión, (pues el trabajo  humano socialmente necesario para la producción es la fuente de todo valor)  y otros factores adicionales.

El paro estructural  no se soluciona porque no responde a las medidas tomadas en situaciones de recesión profunda como la actual,  ni aplicando medidas keynesianas como aconseja la socialdemocracia, ni a medidas liberales como realiza la derecha donde gobierna.

La experiencia histórica del dramático crack de la economía en 1929 y la consiguiente Gran Depresión permiten afirmar que las respuestas “liberales” similares a las que exigen en estos momentos la Troika a todos los países, no pueden romper la tendencia creciente del paro estructural que es de muy larga duración. O se cambia la tendencia o vamos directos a la depresión.  Pero ¿Puede la derecha cambiar la tendencia hacia el abismo?

Los estrategas de la economía liberal que intentan concretar las caracterizaciones del paro estructural, apuntan varios tipos de problemas que traban la recuperación, pero de forma simplista:

1)    La obsolescencia del modelo productivo.
2)    El desajuste de la oferta y la demanda.
3)    Una profunda desadaptación de diversos factores económicos en relación a la economía externa y la incapacidad del mercado interno para eludir la diferencia.(etc)

Pero en realidad esos factores son las consecuencias del colapso de la economía liberal-burguesa y no precisamente las causas que provocan la crisis, que son en realidad las contradicciones internas del propio sistema, como la propiedad privada de los grandes medios de producción  y las fronteras nacionales.

La realidad es que la derecha política se ha quedado sin paradigma que ofrezca una alternativa a este problema de paro estructural y demás desajustes de la recesión de la  economía. La izquierda reformista que intentó buscar soluciones teóricas sin romper con el liberalismo,  se ha roto la crisma en todos los países donde gobernaba y ha fracasado estrepitosamente.

Algunos teóricos del reformismo quieren volver ahora de nuevo a Keynness,  planteando una economía mixta, sin reconocer que ha sido esa la causa de los abultados déficits y de sus fracasos. Ahora están  recomendando una reducción del tiempo de trabajo, reformas del modelo de distribución de la renta mediante la modificación e incremento de la presión fiscal para los ricos, con rentas básicas universales para combatir la pobreza, rentas de ayudas e intervenciones en los presupuestos de sanidad, educación, servicios sociales, desarrollo de las infraestructuras, apoyo a la ciencia, la tecnología y la investigación, etc  pero cuando les preguntamos de dónde va a salir ese dinero para tan excelente programa que nosotros también apoyaríamos,  se quedan en el plano utópico al permanecer dentro de la lógica del capitalismo manteniendo y defendiendo el modelo del lucro privado y el beneficio de los capitalistas. El reformismo socialdemócrata sin reformas, en bases capitalistas está agotado. La necesidad de un programa genuinamente socialista no es una utopía como nos quieren hacer creer, sino una necesidad para los seres humanos.

Desde IS-PSOE  venimos planteando en el debate que mantenemos con la corriente oficial y demás fuerzas políticas, que debemos avanzar hacia el programa completo de transición plasmado en nuestros documentos que venimos presentando (1) como “Propuestas desde la Izquierda”  que emanan de nuestros debates, como puede consultar toda persona que lo desee y que en líneas generales significa dotarnos de una Banca Pública para llevar a cabo ese programa socialista.

En realidad la nacionalización de la banca se está llevando a cabo a favor de los capitalistas y banqueros, pero igualmente un gobierno de izquierda, que tenga el apoyo de las masas en acción,  puede plantear que se realice a favor de la clase trabajadora y del pueblo, junto con las palancas fundamentales de la economía.  Por desgracia, bajo un gobierno como el del PP se está llevando a cabo un trasvase de los recursos públicos del bolsillo de los trabajadores al bolsillo de los banqueros para salvar los intereses de los que han defraudado y falseado las cuentas, que son los elementos burgueses del capital privado.

Nosotros como Izquierda Socialista de Málaga-PSOE defendemos el paso de esos recursos al servicio democrático de la ciudadanía y bajo su control para erradicar la corrupción, mediante la nacionalización de la banca, las multinacionales y los latifundios.   Auditoria de todos los bancos y Cajas de ahorros y empresas que presenten ERES o quieran despedir. Las cuentas claras. Esta segunda modalidad de nacionalizaciones,  no significa ni mucho  menos la expropiación de los ahorradores, depositantes,  pequeños empresarios ni clientes de la banca. Es más bien al contrario, para los clientes del banco, una vez que se nacionalicen esos recursos dinerarios, todos los depositantes de la banca pública tendrán la garantía del Estado y podrán crearse las condiciones más favorables y los créditos mucho más baratos que hoy que son intereses de usura y desahucios que nos tratan a los ciudadanos como a perros.  La banca privada con su gran estafa tiene hoy atascado el normal funcionamiento de la economía.

Por tanto, una banca pública estatal única, como tenemos recogido en nuestros documentos, puede establecer condiciones más favorables para  apoyos a los pequeños y medianos empresarios, agricultores, pequeños comerciantes, pensionistas, ahorradores y trabajadores en general, a la vez que se permitirá la inversión en los gastos sociales, viviendas, sanidad, educación e infraestructuras públicas tan necesarias dando empleo a millones de jóvenes y trabajadores e iniciando el camino para acabar con el “paro estructural crónico” que bajo el capitalismo no tiene salida.

En los documentos mencionados ofrecemos la alternativa de clase para salir de la recesión a favor y con el concurso de la clase trabajadora, contemplando el desarrollo de:
1)    Plan de inversiones y mejoras sociales.
2)    Plan de Educación.
3)    Plan en Sanidad.
4)    Plan de lucha contra la Especulación y la corrupción.
5)    Plan de inversiones Públicas.
6)    Plan Social de choque contra el paro.
7)    Plan para fortalecer derechos sociales y fomento de la producción.
8)    Plan de financiación a través de la Banca Pública Estatal. 

Defendemos que sí existe una alternativa para utilizar toda la creatividad maravillosa de la que es capaz el género humano y esa alternativa se llama Socialismo, el verdadero, el genuino, que no cabe dentro del capitalismo como intentan una vez y otra los compañeros socialdemócratas, pero que tampoco es el asfixiante  y dictatorial modelo que existía en la URSS como falsamente nos acusan algunos contrincantes políticos, sobre todo de derechas,  sino que es un modelo nuevo que tenemos que construir entre todos los trabajadores, en unidad de acción y mejor organizados,  entre los sindicatos de clase, las asociaciones vecinales, los consumidores, para defender ese programa por el que merece la pena seguir luchando para conquistar esa sociedad verdaderamente socialista poniendo las bases para la transformación de la sociedad, dando a cada cual el fruto de su trabajo y poniéndonos todos a trabajar por un mundo mejor.

¡¡UNETE A LA LUCHA POR EL VERDADERO SOCIALISMO¡¡
¡¡CORRUPTOS FUERA¡¡

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A.

(1)  Si quieres leer el documento de PROPUESTAS DESDE LA IZQUIERDA que fue asumido por la Asamblea de Izquierda Socialista de Andalucia-PSOE celebrada en Granada el 21-12-11, solo tienes que solicitarlo a nuestro correo, poniendo en asunto la palabra “Asamblea Granada”: 
  
is-psoe.malaga@terra.es