Es fácil comprender que como consecuencia directa de
la crisis recesiva económico/pandémica que venimos padeciendo, con polarización
social, descrédito de los partidos del
sistema y fracaso de los dirigentes por
sus discursos permanentes incluso groseros, incapaces de ofrecer una salida
clara, nos encontramos en estos momentos con el fenómeno global del ascenso de
formaciones reaccionarias y filofascistas.
El giro de algunos sectores de capas medias y clase trabajadora,
desesperadas e indignadas, se vienen
mostrando proclives a ser utilizadas por la clase burguesa dominante, con su
potente aparato de propaganda, Radio, Prensa, TV y Redes Sociales, para
intentar desprestigiar al Gobierno que llaman con desprecio ”Social/Comunista”,
“Bolivariano”, “Venezolano” “ilegítimo” y
demás epítetos, pero que en realidad lo que intentan es derrocarlo y aplastar
los derechos sociales, sindicales y políticos de las izquierdas, si alcanzasen el
poder, como en algunos países donde han accedido al Gobierno, como Polonia,
Hungria, etc.
Están introduciendo el veneno del racismo, el
nacionalismo chovinista y el odio al inmigrante y aquí en el nuestro con el
avance de VOX que le disputa la hegemonía al PP por la derecha, la situación es
cada vez más peligrosa.
Nadie puede negar la situación de desequilibrio que se
produce en la sociedad, cada vez con más desigualdad entre ricos y pobres.
Esto no tendrá arreglo mientras se siga practicando
por el gobierno que sea, la política que
le mandan los Organismos Financieros del Mundo, a las órdenes de las
multinacionales que son manejadas desde el gobierno mundial en la sombra (Club
Bilderberg y la Trilateral).
La política “liberal burguesa”, por muy “keynesiana” que se nos presente, consiste resumiendo, en robar a los pobres para dárselo a los
ricos, pues la “lógica de explotación del sistema capitalista”, obliga a los gobiernos sumisos a seguir atacando con una
ofensiva brutal a los más empobrecidos, mediante esas políticas austericidas,
que sacrifica los intereses sociales, recortando en sanidad, educación,
pensiones y servicios sociales, que equivale a un desmantelamiento del sector
público, para aumentar la tasa de beneficios de los banqueros mafiosos, que el
nuevo Gobierno de Coalición tendría que negarse a llevar a cabo, si no quiere
perder la confianza de los votantes que les han llevado al poder.
El actual modelo liberal burgués está frenado y
amenazado por una prolongada parálisis de estancamiento, que acelerarían
la desigualdad y el enfrentamiento entre las clases, pues la bancarrota de esa
política liberal de “dejar hacer”, “dejar pasar”, que vinieron practicado en aquella orgía de beneficios,
propiciada por el Gobierno PP anterior, en su etapa “austericida”, fracasó
estrepitosamente, corroída por la corrupción galopante, los desfalcos y las
mordidas.
Necesitamos luchar
por un Plan contra la Corrupción, a todos los niveles, por parte del Gobierno,
movilizando a sindicatos y organizaciones sociales para que colaboren, pero
bajo control democrático y social del pueblo.
Eso es más necesario que nunca, porque los 144.000
millones que vendrán para la recuperación, serán insuficientes, si se les deja
controlar a los de siempre, cuya mayor parte acabarán por los sumideros del
Estado, con las mordidas y la corrupción en las cajas fuertes de Bancos en
Paraísos Fiscales.
Ahora estamos viendo diariamente los efectos de aquella
política pro/burguesa capitalista, con los permanentes Casos de Corrupciòn que
el PP propició favoreciendo a los Empresarios, con su “economía de amiguetes”,
que se favorecían recíprocamente con mordidas en “B”, la cual quedó en evidencia
que no sirvió para solucionar la cuestión social durante los siete años
de su Gobierno PP, sino para empobrecimiento de las masas.
Quedó demostrada por la dramática situación heredada y
que arrastra todavía el modelo corrupto, que padece el pueblo, pagando impuestos por
aquellos desfalcos que pasaron a engrosar una brutal Deuda Pública.
Todavía no se han desinfestado las Cloacas del Estado
y seguimos con un paro crónico, una pobreza aguda, un malestar creciente y un
rechazo masivo a las instituciones y la burocracia política, por parte de la
ciudadanía, que rechaza también a la Judicatura por su lentitud y a veces
injustas sentencias.
La corrupción empresarial sigue desenfrenada, porque
la plantilla de efectivos de la agencia Tributaria sigue siendo insuficiente, a
la vez que se dedican más inspectores a perseguir a pymes, autónomos y clase
trabajadora, que a Grandes Empresas, ocultándose todavía, la lista de los más de 2.000 evasores fiscales
que ya existían cuando el PP Gobernaba y que el ExMinistro Montoro, favorecía
al no hacerla pública, pues afectaba “presuntamente a Coronas” tambaleantes
entre una cabeza “perdida y huída” y la otra “encontrada y heredada”, pese a rechazar parte de la Herencia del
“campechano” como pudimos leer en la prensa del escaso periodismo combativo y
no sumiso.
La mayoría que representa la clase trabajadora, los pensionistas, los autónomos, el ecologismo, los pensionistas, el feminismo, las pymes y las capas medias arruinadas por esta recesión y demás organismos sociales, están esperando que se acabe con la corrupción y los saqueos a las Arcas Públicas.
Porque como vemos en la foto de inicio, la Deuda Pública española es impagable, como la Deuda Mundial Global y es muy urgente desinfectar las pútridas Cloacas del Estado y evitar que la burguesía mantenga sus posiciones para manejar al Estado como su coto privado.
El aparato del Estado, contaminado todavía por aquel
Pacto Hibrido de 1978, que arrastra reminiscencias franquistas y que sigue
trabajando en beneficio de esa pequeña minoría del oligopolio bancario y
energético, de especuladores y estafadores, que no pagan impuestos proporcionalmente
y siguen excluyendo al conjunto de la ciudadanía.
La clase trabajadora, las capas medias y sus familias
forman MAYORÍA, mientras esa MINORIA de burgueses utilizan los poderes del
Estado para abusar descaradamente de su posición en el propio interés de la
clase dominante y no en el interés del bien común y de las clases menos
favorecidas de la sociedad.
Esto expresa que la legislación ha avanzado tan poco,
que es casi imposible que los grandes magnates y capos empresariales que están
siendo investigados por la Justicia, acaben devolviendo las grandes fortunas
acumuladas, muchas de las cuales siguen ocultas en Paraísos Fiscales.
El Gobierno de PSOE/UP tiene que rechazar con claridad
la corrupción y cuestionar esa hoja de ruta que le marcan la MINORÍA de
burgueses y banqueros que no han sido elegidos por nadie, si quiere evitar los
efectos de esa política antisocial que favorece
a los poderosos, si de verdad pretenden desarrollar el Estado de Bienestar
prometido a la ciudadanía.
Para ello tiene que basarse en la participación y la lucha de los movimientos sociales, acompañándoles
y apoyándoles en sus justas reivindicaciones, pero si no rompen con “la causa de la causa,
que es causa del mal causado”, o sea con el modelo capitalista, corrupto y
decadente, todos los “planes progresistas” que se quieran llevar a cabo serán
evitados por las fuerzas reaccionarias y filofascistas que siguen, como fieles
herederos de la terrible Dictadura franquista, uniéndose para disponerse a
tomar el poder, por las buenas o por las malas, lo cual es un enorme peligro
que es urgente tomar medidas para desactivarlo, frenándolos y desenmascarándolos,
pues en el fondo son como una bomba de relojería.
El Gobierno tiene la posibilidad de evitar la
catástrofe, si aplica un giro a la izquierda, con la movilización y organización
unitaria de la clase trabajadora en defensa del Socialismo Científico, con Democracia
Participativa y Ética.
Así sería posible garantizar el cambio necesario para desarrollar
un nuevo modelo, pero basándonos en las
expresiones teórico-prácticas de los movimientos sociales, que son los llamados
a alcanzar esas reivindicaciones para mejorar las condiciones económicas, políticas,
sociales y culturales, avanzando hacia
la transformación socialista de la Humanidad.
JOSÉ MARTIN RODRIGUEZ
COORDINADOR DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA
MÁLAGA-PSOE. A
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