La respuesta del movimiento obrero y juvenil europeo a través de sus organizaciones
sindicales, convocando movilizaciones y huelgas generales en diversos países,
demuestra el rechazo rotundo que están representando las medidas impuestas por
la clase burguesa dominante en contra de sus pueblos.
Esos ataques y recortes a lo público y a los derechos
sociales, se han prolongado durante cuatro años por parte de la derecha y han
encontrado una respuesta cada vez más firme y contundente por parte de la clase
trabajadora que han empujado a sus sindicatos,
a CCOO y UGT aquí, a los sindicatos griegos, portugueses, franceses,
italianos y otros, e incluso a la C.E.S. como representantes de Europa, a convocar
y apoyar las movilizaciones.
Esas mismas direcciones sindicales que no habían cesado de
promover y alcanzar acuerdos con los gobiernos, para garantizar la paz social a
cambio de migajas, han sido menospreciadas y atacadas por el Gobierno del PP, que ha roto el pacto
social de forma unilateral, en un intento de destrozar a las fuerzas de
izquierdas, aunque algunos dirigentes
sindicales todavía tienen esperanzas en reconstruir ese jarrón chino del
“consenso” totalmente hecho añicos por la clase dominante.
El fracaso de los convenios y pactos sin avances sociales es
también el fracaso de un modelo sindical basado en la aceptación de la lógica
del capitalismo como único sistema posible, que ha estado basado en la negociación
por la negociación, sin confiar en la fuerza de las movilizaciones de la clase
obrera, error que tendrán que rectificar ante el empuje y las movilizaciones
que están siendo cada día más firmes, por lo que se impondrá un sindicalismo
distinto, de lucha, democrático, participativo, de acción, anti-burocrático y
combativo como reclama la clase trabajadora.
Estamos viendo un cambio aparente, que esperemos sea real,
por parte de las cúpulas sindicales, que deberían representar una modificación
profunda en la situación de la correlación de fuerzas entre el potencial enorme
que está demostrando la clase trabajadora y los débiles apoyos del Gobierno del
PP y sus banqueros estafadores, que están siendo ampliamente cuestionados por
amplias capas de ciudadanos.
Las Huelgas parciales anteriores, e incluso la General última,
han sido un aldabonazo no solamente contra
las furibundas agresiones del Gobierno PP, contra las clases menos favorecidas,
sino que ha arruinado completamente la política de pactos sociales, por lo
cual, las direcciones sindicales deben
tomar nota y pasar de una política sindical defensiva y entreguista a dar un
paso al frente y pasar a la ofensiva que es lo que están esperando millones de
trabajadores, para frenar al PP y hacerle retroceder en sus pretensiones de
privatizarlo todo y llevar a la clase trabajadora a situaciones de sometimiento y represión cercanas a la
dictadura franquista.
El Gobierno del PP, confundiendo a las direcciones sindicales
con el movimiento obrero, llegó a pensar que podía echar un pulso a los
sindicatos y ganarlo, pero se está equivocando de forma estrepitosa, pues no ha
sabido calibrar el potencial de lucha, debido a tantos “indignados” que ha
producido su política antisocial, que es cuestionada por la abrumadora mayoría
de la clase trabajadora e incluso por sus propios votantes.
Una corriente de opinión del movimiento obrero a favor de la
Huelga General Internacionalista y masiva, venia conformándose desde hacía
tiempo, cuestionando a su vez a las débiles posiciones de las cúpulas
sindicales, que se han dedicado demasiado tiempo a mirar para otro lado, cuando
el ambiente social entraba en efervescencia, por lo que, el 14-N, deberá ser el
“Gran Huelgón del Sur de Europa” que la clase obrera está esperando para
demostrar su fuerza, porque juntos podemos.
Como habíamos venido explicando a través de nuestra corriente
Izquierda Socialista, esos movimientos de masas entre cada vez más amplios
sectores de la clase trabajadora e incluso de capas medias, y sobre todo del
movimiento juvenil dirigido por el Sindicato de Estudiantes en una huelga
general sin precedentes de 72 horas el mes
pasado, anticipaban el estado de
ebullición latente entre las masas trabajadoras y juveniles, su disposición a
la acción y a una lucha más militante, en un proceso creciente de
radicalización, que tendrá su correlato, más temprano o más tarde en una
politización concreta buscando el giro hacia la izquierda.
Junto con todo eso, hemos asistido asimismo a manifestaciones
impresionantes de un claro cariz anti-sistema, como el movimiento 15-M con el
lema de “no nos representan” del año pasado y el 25-S de “rodear el Congreso”
recientemente, en las que han participado cientos de miles de personas, que
indica el hartazgo de algunos sectores con este modelo “trucado” de democracia
burguesa que antepone los intereses de los banqueros al bienestar de los
ciudadanos e incluso cometiendo abusos “terroríficos”, como los 400.000
desahucios, los cerca de 6 millones de parados y el desmantelamiento de la
Sanidad, la Educación y los servicios sociales básicos.
La brutal recesión del sistema capitalista a escala mundial
demuestra que los burgueses no van a renunciar ante nada de forma graciosa a
sus sacrosantos beneficios y prebendas, para que el mundo sea algo mejor,
porque ese “capitalismo de rostro humano” que muchos ciudadanos de buena fé
esperan, no aparecerá por ninguna parte si no se les arranca conquistas
sociales con luchas firmes, manifestaciones y huelgas a la clase
dominante. Porque esa clase dominante
nunca nos ha regalado nada, nunca lo ha hecho ni nunca lo va a hacer y menos
ahora que sus beneficios han caído.
El capitalismo es un sistema injusto y decadente por su
propia naturaleza, porque enriquece cada vez más a una ínfima minoría de
banqueros y especuladores mientras empobrece a la inmensa mayoría que es la
clase trabajadora, con el engaño de que esto es una “democracia”, cuando en
realidad estamos bajo el dominio de la “dictadura del capital financiero
multinacional”.
Bajo el capitalismo no hay salida a las cuestiones sociales,
la solución al paro, la miseria, la explotación y la opresión de unos hombres
por otros, pasará por expropiar a la minoría parásita, empezando por los
banqueros mafiosos, nacionalizando la banca, los monopolios y los inmensos
latifundios ociosos, indemnizando solo en caso de necesidad, para poner las
principales palancas de la economía bajo control democrático de toda la sociedad.
Esta sería la manera de salir de la recesión, poniendo la
maquinaria de la producción en marcha, permitiendo con los recursos
socializados planificar la economía de forma democrática y racional, utilizando
las nuevas tecnologías ya desarrolladas, para disminuir la jornada laboral,
repartiendo el trabajo equitativamente como un bien escaso que es, a la vez que
como un Derecho básico a aplicar de inmediato.
Así se permitiría a la mayoría de la población, que es la clase
trabajadora asalariada, participar democráticamente en las tareas de control y
gestión de la sociedad en su conjunto, en el ámbito económico, político, social
y cultural, atacando a la corrupción y produciendo
las condiciones materiales para un desarrollo espectacular de las fuerzas
productivas, del bienestar social y de una nueva sociedad sin clases, tomando
el trabajo como fuente de todo valor para distribuir la riqueza creada en base a la
sociedad genuinamente socialista que el ser humano se merece.
¡¡TODOS A LA HUELGA GENERAL EL 14-N¡¡
¡¡ORGANÍZATE Y LUCHA
POR UN MUNDO MEJOR ¡¡
¡¡JUNTOS Y ORGANIZADOS PODEMOS¡¡
Área de Comunicación y Formación.
Izquierda Socialista de Málaga-PSOE de Andalucía.
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