“Desprecio a los ciudadanos y poca
vergüenza del Alcalde de Málaga Francisco de la Torre. Se gasta el dinero del
Fondo de empleo en unas máquinas de encuestas “sin valor científico, que no
sirven de mucho”.
OPINIÓN. La provincia del paraíso.
Por el Colectivo Eloy Herrera Pino.
“08/11/12. OPINIÓN. La explicación con la que el alcalde de Málaga y
senador del PP Francisco de la Torre abordó los resultados arrojados por los
polémicos opinómetros -25 máquinas que el Ayuntamiento que dirige compró con
reservas del Fondo de Empleo- demuestra un profundo desprecio a la ciudadanía y
una total falta de vergüenza. La lógica de su respuesta sirve no obstante para
explicar su gestión, que se resumiría en la máxima: Sabíamos que era una
mierda, por eso lo hicimos. Una opinión de El
Observador/xxx.revistaelobservador.com
LOS opinómetros fueron una elección polémica desde sus orígenes. En 2010 el Ayuntamiento de Málaga destinó 200.000 euros del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad (FEES) para comprar 25 de estas máquinas a una empresa valenciana. El encargado de defender esta medida fue el exconcejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade, que presentó los opinómetros como una opción que hacía de Málaga una ciudad “pionera” al instalar un sistema TIC (Tecnología de la Información y Comunicación) que ofrecería “un estudio sociológico” que serviría para atender mejor las demandas ciudadanas.
LAS críticas arreciaron centrándose en el nulo valor científico de estos inventos -ver noticias relacionadas- en su ineficacia para generar empleo, y en los intentos soterrados de manipulación política, ya que los primeros cuestionarios se preguntaba por la gestión de la Junta de Andalucía… Pero como tantas otras iniciativas, la Corporación hizo oídos sordos a todas las quejas.
LA cuestión es que cuando dos años después los opinómetros han arrojado sus resultados, la visión que ofrecen de la gestión de Málaga es pésima. Más del 60 por ciento de los cuestionarios dicen que es “regular” o “muy mala”. Y el alcalde, Francisco de la Torre, cuando ha sido preguntado al respecto, analiza los resultados con los mismos argumentos que cuestionaban la instalación de estas máquinas: “no tienen valor científico” “no sirven de mucho”, recalcando la falta de fiabilidad de un sistema que no discrimina por edad, sexo, estrato social, y que por encima de todo, permite a una sola persona repetir cuantos cuestionarios desee alterando su perfil.
¿Y entonces por qué los instalaron? Si sabían que eran inútiles, que eran un tongo disfrazado de canal de información entre vecinos y administración, que no servían de nada, ¿Para qué se gastaron dinero público en estas máquinas? Si el alcalde se quiere comprar una máquina de hacer nieve para su casa porque aunque ridícula, sale barata, pues allá él con sus dineros. Lo que es incomprensible es que tire el dinero de todos en aparatos en los que ni siquiera él mismo confía. Luego está ya lo de reconocerlo sin que se le caiga el monóculo, cuestión esta entre la impasibilidad, la inmunidad y el simple y puro desprecio a sus administrados
QUEDA pues contentarse con la máxima “Sabíamos que era una mierda, por eso lo hicimos”, que sirve para entender otras acciones de gobierno. A saber: “Sabíamos que lo del Museo de las Gemas era un fraude, por eso nos gastamos 30 millones de euros en este proyecto”; “Sabíamos que el edifico del cine Astoria se quedaría en ruinas, por eso lo compramos”; “Sabíamos que Colinas del Limonar era un atentado ecológico, por eso lo permitimos”, “Sabíamos que la red wifi era ilegal, por eso la instalamos”; “Sabíamos que un hotel rascacielos en el puerto es imposible, por eso lo proyectamos”; “Sabíamos que los baños del carmen eran preciosos, por eso los destruimos”; “Sabíamos que nadie pedía reformar la plaza de la Merced, por eso lo hicimos”…””
Fuente: Revista el Observador.com del 8-11-12
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