La burguesía, como clase dominante del
sistema capitalista, impone a la ciudadanía su ideario y nos acostumbra a que
se considere como "malo" todos los medios e ideales que entren en
contradicción con sus fines, que no son otros que la obtención del máximo
beneficio en el menor tiempo posible.
Consejo de Administración Capitalista. |
La "moral oficial" de la burguesía
tiene esos fines como una de sus principales objetivos, pero los encubre con el
artilugio de hacernos creer que están encaminados a perseguir el mayor grado de
felicidad posible, pero sabemos que eso afecta principalmente a los ricos,
porque de los sufrimientos que padecen
los pobres sólo se preocupan hipócritamente nada más que en fechas señaladas
como Navidad y Semana Santa, donde esa clase cubre sus vergüenzas con el manto
de la religión.
La minoría capitalista vive cada día una
afrentosa y lujosa ostentación insultante, que es vista cada vez más por el
pueblo como un despilfarro. Continúan aumentando escandalosamente sus ingresos,
en esa economía de casino de la banca y la bolsa mediante la cual especulan y
obtienen suculentos beneficios, mientras obligan a los pobres a someterse a
toda clase de recortes salariales, ajustes de cinturón y raquitismo
presupuestario.
Si no fuese por la coacción, la represión y
la "alienación mental" a la que es sometida la clase trabajadora,
este "modelo capitalista", corrupto, decadente y degenerado, no
duraría una semana. Las organizaciones
políticas, sindicales y ciudadanas que se atreven a cuestionar públicamente el
sistema, son ignorados o censurados en sus medios de difusión burgueses, o
perseguidos como herejes, catalogados por ellos como colaboradores del eje del
"mal", o incluso se les considera "inmorales", porque no se
acepte la moral hipócrita impuesta por la clase dominante a través del chantaje
de los poderes fácticos. Lo que es "bueno" para el capitalista,
normalmente es "malo" para la clase trabajadora y viceversa, porque
sus intereses son contradictorios.
Históricamente se sabe que el estado
esclavista de Roma, que también dicen que gozaba de una "democracia",
que disfrutaban los ricos Patricios, los Generales y los Poderosos, acusaba a
los pobres cristianos de revolucionarios, de insumisos, de agitadores y de todo
tipo de actos inmorales. A los que se
atrevieron a luchar por un "nuevo reino", se les persiguió sin
compasión, se les acusaba, se les crucificaba,
pero el Poder de Roma pronto se dió cuenta que era mejor reconocer la
nueva doctrina, para luego corromper a los Pastores de la Iglesia y someterla a
los poderes del Estado.
Posteriormente la Jerarquía instalada en el
Vaticano, durante la oscura edad media, perseguía y llevaba a la hoguera a los
que empezaron a criticar la corrupción de los mandamases de esa iglesia
medieval, cuyas acciones entraban en contradicción con la doctrina que les
legara el Zelote de Nazaret, (que tan "malo" fue para el Imperio y el
Sanedrín y tan "bueno" para los pobres) denunciando y quemando en la hoguera a los
rebeldes. Recuerden ese refrán que dice
: "En los tiempos de las bárbaras naciones, del pecho en la cruz colgaban
a los ladrones y ahora, tiempos de paz y de luz, en el pecho de los ladrones
cuelgan una cruz".
En la actualidad, el Poder Imperialista de
Wall Street ha sometido y/o comprado al "Gran Sanedrín" de
social-liberales, socialdemócratas y
demás gobiernos, han prostituido
igualmente las doctrinas de los que se decían de izquierdas y defensores de la
clase trabajadora y los sectores más desfavorecidos de la sociedad y están obligándoles, tanto a conservadores,
como a liberales o socialdemócratas, a
realizar ajustes tremendos contra los intereses de la mayoría de los
ciudadanos, en el nombre de esa "democracia" imperialista, impuesta
por la “troika”, como en la vieja Roma.
De nuevo se condena y persigue a los
socialistas, comunistas, anarquistas y otras fuerzas que tengan la osadía de
declararse "anti-sistema", incluso solamente, por explicar pacíficamente que la sociedad
capitalista ha colapsado, entrando en un conflicto grave, entre las necesidades
del desarrollo social y de las fuerzas productivas, que ha convertido al
capitalismo de libre mercado en un serio obstáculo intolerable para el
desarrollo de la humanidad.
El capitalismo está totalmente corroído por
sus propias contradicciones, en una absoluta bancarrota, tanto en el campo de
la economía, como en cuestiones políticas, sociales y culturales. E incluso la supervivencia de este sistema
enfermo y decrépito está poniendo en peligro el futuro de la especie humana
sobre el planeta Tierra, como queda demostrado en el profundo trabajo que ha
presentado Izquierda Socialista de Málaga-PSOE
a través de la Revista "Cambio Climático. Ecología y Medio Ambiente
(El fracaso de la cumbre de Copenhague) (*)
Para esos que poseen y controlan enormes
riquezas, como banqueros, especuladores, organismos financieros y altos cargos
de las multinacionales imperialistas, explicar científicamente esas ideas es
"malo", porque nos acusan de alarmistas, desestabilizadores y demás
descalificativos, existiendo una "censura tácita" de los grandes medios
de difusión, porque dicen que perjudican la marcha de la economía cuando les
acusamos de emplear métodos gansteriles y antidemocráticos, pero para la clase
trabajadora es "bueno", porque nos permite conocer y hacer avanzar la
toma de conciencia, comprender mejor la realidad, para poder combatir los
abusos, las infracciones y los juegos sucios del capital para organizarnos y
unirnos en la lucha por un mundo mejor.
Los síntomas de desintegración social son
palpables ante la crudeza de la crisis que nos ha empujado irremisiblemente
hacia una recesión que será prolongada, según informan economistas
independientes especializados. El modelo burgués "neoliberal" se cae
a pedazos. Su "moral individualista" de competencia feroz, de rapiña
y sálvese quién pueda, ya no sirve ni convence a nadie. Está arrastrando a la humanidad a una
pesadilla de pobreza, miseria y desolación, con "guerras preventivas"
e incluso amenaza de "guerras nucleares localizadas" que están
empujando a la degradación y al exterminio a millones de familias, aumentando
alarmantemente las bolsas de paro, pobreza y miseria. Todo esto es un campo
abonado para convulsiones sociales y pesadillas provocadas por catástrofes
medio ambientales en la naturaleza, cada
vez más frecuentes debido al cambio climático acelerado por la depredación del
planeta causadas por la voracidad del imperialismo.
Los seres humanos, cuando somos observados
bajo el prisma del capitalismo, nos consideran una mercancía más en el
engranaje de la producción. Si en un momento dado esa mercancía no les somos
útiles y rentables para incrementar sus beneficios, te dejan pudrirte en el
"almacén del paro", como cualquier trasto viejo. Pero ahora se están
empezando a dar cuenta, que con la clase obrera la cosa se complica. No se
puede dejar morir de hambre a gran número de gente porque se pueden rebelar,
organizarse, unirse y luchar por cambiar este estado de permanente
injusticia. El capitalismo está entrando
cada vez en una contradicción más profunda. La burguesía se ve obligada a
alimentar a los parados, en vez de explotarlos, como era una de sus funciones
principales.
El capitalismo expresa aquí su límite como
sociedad inhumana en la que la persona está subordinada a la cosa. Así que no
debe ser extraño que alguna gente se comporte de forma animal. Las noticias
diarias nos abruman con terribles abusos, laborales, sexuales, económicos... a
menudo contra los sectores más indefensos y débiles como niños, ancianos,
mujeres, asalariados... En algunos casos, la Justicia aplica la Ley, casi
siempre lo hace tarde, lo que es "malo" para las víctimas y
"bueno" para el sistema, que ahorra en inversiones adecuadas para
aplicar una justicia adecuada. Se podría mejorar mucho con más inversiones en
contratación de recursos humanos y materiales para impartir Justicia, pero no lo
necesitan. Llevamos más de 34 años de transición y la Judicatura sigue anclada
en el pasado. No se ha modernizado ni en el aspecto ideológico ni en el
material, por lo que no puede ser imparcial.
A la burguesía les interesa que esté escorada hacia la derecha, como las
mesas trucadas en los casinos, porqué así obtienen más beneficios para la
Banca. Se persigue y se gasta mucho más
esfuerzo en desactivar los crímenes contra la propiedad privada que los
crímenes contra las personas, lo que de nuevo nos demuestra que lo que es
"bueno" para la burguesía, es "malo" para los trabajadores.
Ha florecido en las décadas últimas una
cultura del egoísmo, individualismo, codicia e incluso una cierta indiferencia
ante el sufrimiento de los seres humanos, fomentada por la cultura capitalista
de la competitividad. Ese es el rostro atroz del capitalismo, la falta de
solidaridad y apoyo al ser humano, en concreto la forma de actuar del capital
financiero, apátrida y feroz, que tiende a monopolizarlo y con tratarlo todo en
su propio provecho. El capitalismo, en su periodo senil y decadente es más
cruel, avaro, despiadado, y actúa sin
compasión en defensa a ultranza de sus beneficios, que la crisis estructural
les ha recortado, volviéndose cada vez más violento.
El capitalismo, que en sus inicios era
también cruel y explotador, pero progresista, ahora se ha vuelto más parásito,
especulador, reaccionario y belicoso, siendo incapaz de invertir en la
producción industrial directa, que es la que crea más puestos de trabajo y
riqueza. Abandona el sector industrial y se refugia en los servicios o es
atesorado en paraísos fiscales, a la espera de cómo queda esta situación de
crisis, que ellos mismos la llaman de "liquidez", pero que en el
fondo es una crisis estructural del sistema, provocada por las contradicciones
del capitalismo, donde la clase trabajadora no es en absoluto culpable, aunque
se está descargando los costos de la bancarrota sobre las espaldas de los
trabajadores, con ajustes laborales y recortes sociales durísimos contra los
menos favorecidos.
Este callejón sin salida recesivo en el que ha entrado el sistema
capitalista, amenaza con hacer retroceder la sociedad a la edad de piedra, si
no luchamos toda la izquierda juntos por la transformación social. El capitalismo es un modelo de sociedad
agotada, vieja, enferma, atomizada, sin moral, sin alma, sin filosofía, sin
ojos, sin dientes, sin amor, sin nada...está obsoleta y una sociedad así merece
ser reemplazada por otra.
Nosotros, como continuadores del socialismo
de Pablo Iglesias y los fundadores del PSOE y la UGT, continuamos luchando por esa nueva sociedad,
que termine de una vez con las lacras generadas por este sistema injusto de
reparto, para que sea sustituido por un nuevo modelo de democracia socialista,
donde se gobierne a favor del trabajador que somos la inmensa mayoría de la
sociedad, implantándose una verdadera
"democracia económica, social, política y cultural", la democracia
socialista de los trabajadores, para que acabe la prehistoria de la humanidad y
empiece realmente la verdadera Historia, donde la inteligencia, la economía, la
robótica y las nuevas tecnologías aplicadas a los medios de producción se
pongan democráticamente al servicio de
la Humanidad, y no de unos cientos de familias muy poderosas que no han sido
elegidas por nadie, lo que es totalmente antidemocrático. Pero eso sería "muy malo" para la
burguesía y "muy bueno" para los trabajadores. Así, que lo dicho, otro mundo es posible, Si,
pero con el auténtico socialismo que es totalmente incompatible con el modelo
capitalista que hemos analizado y descrito. ¡¡Únete a la lucha para cambiar la
sociedad¡¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
(*) Si estás interesado en recibir la Revista
mencionada, te rogamos nos la solicites a nuestra correo electrónico y te será
remitida gratuitamente, mediante correo electrónico.
Escríbe a:
is-psoe.malaga@terra.es
ese mal de la exclusion, de la desigualdad, de la afrenta. de estar por encima de los demas, hordas de un populacho que quieren la libertad de la opresion de unos pocos. y esa violencia prevalece, sin haber una paz mundial reflejada su carencia en, miserias, pobreza, desempleo, hambrunas, enfermedades, terrorismo etc. esto golpea mas a los sin privilegios, en estas navidades, se ve evidente esos infortunios
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