Las medidas anunciadas en el día de ayer
por parte del ministro de Educación, José Ignacio Wert, son un nuevo
ataque contra la educación pública y una clara continuidad de la
política de recortes que, durante el mes de abril, supuso la pérdida de
cerca de 4.000 millones de euros con los que la escuela pública no
contará el curso que viene.
Es un auténtico escándalo que el
ministro de Educación no haya hecho ninguna referencia a los entre
40.000 y más de 100.000 profesores que en su conjunto va a perder la
educación pública de un curso para otro, y que a su vez va a implicar
una caída de la calidad de la enseñaza pública y una grave masificación
de las aulas en primaria y secundaria que no tiene precedentes en los
últimos 35 años.
Las medidas en el ámbito educativo
anunciadas en los últimos días van a suponer un nuevo empobrecimiento de
las familias trabajadoras, que mientras ven cómo las facturas de la
luz, el gas y el transporte no paran de subir, las becas de comedor y
libros para los estudiantes de primaria y secundaria en comunidades como
la de Madrid desaparecen por completo, mientras que en otras como,
Catalunya y también en Madrid, aparecen nuevas tasas para la
matriculación en Formación Profesional, 300 y 250 euros respectivamente.
Con estas reformas , en la práctica, la educación pública deja de ser
gratuita y se avanza con claridad a la privatización de la misma.
El Gobierno del Partido Popular
continua en su intento por expulsar de la universidad a los jóvenes de
familias trabajadoras y de las capas más humildes de la sociedad. En
los últimos meses hemos ido conociendo nuevas trabas para acceder a la
becas universitarias –no en pocas ocasiones la última garantía para que
muchos jóvenes puedan permanecer, acabar o matriculares por primera
vez en la universidad- y que hoy han culminado con un verdadero
chantaje presentado por José Ignacio Wert, al amenazar a los
estudiantes que no superen el 50% de los créditos con la obligación de
devolución de la beca recibida. Familias en las que sólo tiene empleo
uno de los progenitores, o que sobreviven con la ayuda de los 400€ o
algún tipo de pensión, son las que el PP quiere disuadir de enviar a
sus hijos a la universidad, y de ahí la amenaza de exigirles la
devolución íntegra de la beca recibida.
Esta batería de ataques encuentra uno
de los más graves en la creación de un itinerario, desde tercero de la
ESO, para acceder directamente a la Formación Profesional de Grado
Medio. Esta medida es la implantación del ansiado itinerario basura que
ya trató de imponer el Gobierno de José María Aznar en 2002, y que de
la misma forma que entonces, pretende que a los 15 años ya se decida de
manera determinante si un estudiante debe cursar el Bachillerato o ser
empujado directamente a un FP de baja cualificación y en la que cada
año hay miles de no admitidos. Aunque esta medida servirá para , en un
primer momento, maquillar las cifras de fracaso y abandono escolar
temprano, empujando a los estudiantes con más dificultades a este
itinerario y camuflando así las escandalosas cifras de fracaso escolar,
para posteriormente continuar engordando el itinerario de tercero de
la ESO, reduciendo así cada vez más los estudiantes que puedan optar
por acceder a la universidad.
Por último, el PP anuncia la
implantación de tres reválidas con las que construir nuevos obstáculos a
los que los estudiantes, especialmente de secundaria, se tendrán que
enfrentar si quieren optar por tener una mayor cualificación, ya sea a
través del estudio en la Universidad o de una Formación Profesional de
grado superior. La derecha en el poder tiene claro que no quiere más
hijos de trabajadores en la Universidad . De ahí todos sus intentos por
expulsarnos económica o académicamente de los estudios superiores.
Ante esta catarata de ataques sin
precedentes, desde el Sindicato de Estudiantes redoblamos nuestro
llamamiento a las direcciones de CCOO y UGT, así como al conjunto de la
comunidad educativa, para que este inicio de curso se organicen desde
el primer día de clase acciones de protesta contundentes, que tienen
que pasar por una convocatoria, en las primeras semanas de clase, de
una Huelga General estatal de 48 horas en todos los tramos educativos
como primer paso del nuevo curso para defender el intento de
desmantelamiento de la educación pública que está llevando acabo el
Partido Popular.
Desde el Sindicato de Estudiantes en las
próximas semanas discutiremos y anunciaremos acciones contundentes en
este sentido, y propondremos al conjunto del movimiento estudiantil
movilizaciones de protesta desde el inicio de curso.
SINDICATO DE ESTUDIANTES.
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