El ataque furioso del PP a los derechos de los trabajadores y a los
derechos sociales, nos hacen retroceder a los tiempos de la más negra dictadura. Miles de
profesores, sanitarios, mineros, recortes de las pensiones, y el robo de una paga a los trabajadores
públicos, junto con amenazas de más
medidas de cierres y privatizaciones ha puesto en pie de guerra a los trabajadores.
La ofensiva de Rajoy-Montoro, representa que miles de millones de euros del
bolsillo de los trabajadores van a ir a los bancos y grandes capitalistas, que
han sido los culpables de esta crisis a la vez que están aterrorizando al
personal diciendo que esa es la única salida cuando todos sabemos que es
falso. Están descaradamente robando al pobre para dárselo a
sus amos, los ricachones, especuladores,
evasores fiscales, explotadores y
corruptos, que encima los favorecen y les dan amnistía fiscal para que se vayan
de rositas.
En una reciente encuesta el 30 % que
votó al PP dice sentirse traicionado. Cuando preguntas por la calle, ahora nadie
dice que ha votado al PP. Sus propios
votantes están avergonzados e indignados. ¿Cómo puede sentirse la clase
trabajadora que no les votó? El PP está realizando una política totalmente
opuesta a la que pregonaron en la campaña electoral, como se demuestra con las
medidas aprobadas en el último Consejo de Ministros del 13-7-12. A la vez que hacen los recortes
brutales ponen a disposición de los banqueros el rescate con cerca de 100.000 millones de
euros. Les ofrecen un premio a los
auténticos responsables de la crisis, mientras los trabajadores públicos y del
resto de sectores, jóvenes, pensionistas
y
parados, somos golpeados con saña.
Para más escarnio, encima de todo, una de sus parlamentarias insulta a los
parados, mientras que la claque del PP en el Parlamento aplaude a rabiar la
orgía de ataques, diciendo con cara de
mala uva “que se jodan”, sin tener siquiera la sensatez de comprender que esas medidas, están provocando un enorme sufrimiento a
millones de personas, que sufren el
drama familiar de quedarse en el paro.
Esas medidas anti-obreras, esos
comportamientos antisociales están acelerando el proceso molecular de toma de
conciencia de los trabajadores que están preparando una fuerte oposición y que
se manifestarán con fuerza mañana, a la vez que se vislumbra un otoño caliente,
si el PP se obstina en no querer rectificar.
Hemos visto la valiente, solidaria y tremenda huelga indefinida de los
mineros y la gran marcha a Madrid, con los encierros en los pozos, que ha sido
saludado con júbilo y recibida con el
apoyo solidario de cientos de miles de personas. También los trabajadores del
sector público han tomado las calles de la capital y de muchas otras ciudades
del Estado, para dejar claro que no aceptan esta agresión. La policía y la guardia civil están iniciando
la lucha y las protestas.
La clase trabajadora está tomando
posiciones para intentar frenar las terribles consecuencias de estas agresiones
de la burguesía y su brazo político que es el PP, y se dispone a unificar las luchas en este
otoño, para dar un golpe firme, todos
unidos, con fuerza, porque los trabajadores somos la inmensa
mayoría de la sociedad, aunque por los trucos de esta democracia burguesa y las
dificultades corruptas que existen, la representación en las instituciones no
se correspondan con la realidad de la calle.
Pero el PP tiene un enorme problema con los ciudadanos que les retiran
su apoyo vertiginosamente porque esos reaccionarios nos han declarado la guerra
a la mayoría de la población y eso se paga.
Las conclusiones lógicas que sacan
los trabajadores, (que están presionando a sus sindicatos para que convoquen ya
la Huelga General de 48 horas para otoño, alentados por los jóvenes del
Sindicato de Estudiantes que han abierto el camino con las movilizaciones y la
huelga general de 3 días para octubre),
es que o bien nos defendemos unitariamente o el PP nos machacará, porque
está incluso atacando a legislaciones fundamentales, sin miramientos, derechos que
estén amparados por la Carta Magna, como el desmantelamiento de los sindicatos,
la eliminación de los convenios colectivos y otros.
Las direcciones de CCOO y UGT tienen
que prestar oído al clamor de las masas haciendo caso a la voz de la calle, de
sus afiliados, de los trabajadores que no tienen cauces suficientes para
hacerse oir, pero que están expresando
como pueden al PP que retire los ataques, para lo cual, nuestras direcciones
sindicales tienen que ponerse a frente de la movilización para
darle un impulso decisivo, y convocar inmediatamente después de mañana, UNA HUELGA GENERAL DE 48 HORAS YA.
Pero esa lucha que tiene que ser
unitaria y bien preparada, debe llevar
un programa reivindicativo claro, que atraiga a los trabajadores que están
desencantado con los sindicatos, haciéndoles comprender que AHORA SI SE VA EN
SERIO y no va a ocurrir como otras
veces, que se lucha y luego se para el proceso y dando la impresión de que no ha servido para nada. Es fundamental
ofrecer un plan sostenido en el tiempo, yendo de menos a más en las fuerza que
tengamos que emplear, porque fuerzas nos
sobras si se orientan bien y tenemos claro lo que queremos.
Hay cientos de miles de trabajadores,
podríamos decir millones, que están
esperando que las direcciones sindicales se pongan en su sitio y cumplan su
papel de dirección, porque se está pidiendo desde luchas al margen de la acción
sindical organizada, como ha venido
siendo la llamada de movimiento 15-M durante más de un año y otros miles de
activictas sindicales que se están marchando a construir pequeños sindicatos
que debilitan la acción, porque necesitan un auténtico programa de lucha y de
respuesta firme contra el Gobierno del PP que es tarea de los sindicatos
mayoritarios el ofrecerlo y llamar a la lucha desde la base para defenderlo,
porque JUNTOS Y ORGANIZADOS PODEMOS, haciendo asambleas de tajo a todos los
niveles:
Esas reivindicaciones mínimas
tendrían que constar entre otras con la defensa firme de la Educación, la
Sanidad y los Servicios sociales, sin que se pierda un puesto de trabajo.
También exigir la retirada de todos
los planes de recortes, ajustes y leyes anti-sociales aprobadas por el PP, que
representó una ruptura unilateral del pacto social, que no se podrá restablecer
mientras no se vuelva al punto de antes de la ruptura por el Gobierno del PP.
Es falso que no exista dinero, pero
lo han acaparado los defraudadores fiscales, los banqueros corruptos y los
especuladores, por lo que hay que exigir la apertura de las cuentas a todos
esos burgueses que están siendo beneficiados por la amnistía fiscal y los
salvamientos bancarios, exigiendo que
los recortes tienen que ser retirados y hacer un plan firme contra la
corrupción para que sean los corruptos los que paguen la factura de la crisis
que ellos han generado.
Se ha demostrado que es posible la
nacionalización de la banca, pero tal cual lo hace el PP es un robo para los
ciudadanos porque beneficia a la derecha, pero hay otra forma de hacerlo, para
beneficio de los más desfavorecidos, para lo cual es preciso expropiar sin
indemnización a la gran banca, unificando todo el sector financiero en manos
del Estado, pero bajo control democrático y social de la mayoría que es la
clase trabajadora.
Una vez los recursos financieros en
manos del Estado se pasará a la utilización del dinero público para poner en
marcha un verdadero plan de inversiones masivas, mejorando la educación, la
sanidad, la vivienda y demás servicios sociales, potenciando el sector público
con inversiones fuertes en infraestructuras.
Con medidas de ese calado y un plan
para fomentar la capacidad de compras de los trabajadores, para frenar la
pérdida de poder adquisitivo e impulsar el consumo, se puede salir de la crisis
repartiendo el trabajo como un bien escaso, planteando la jornada laboral de 35
horas, la escala móvil salarios-precios sin reducir el salario, sino
aumentándolo hasta los 1.100 euros al mes, para acercarnos a la media de
Europa, a la vez que se corta la inflación y se realiza un control sindical de
los precios.
Un plan de lucha similar al que
esbozamos propuesto por los sindicatos representa indicar una alternativa a la
situación actual, que tendría que tener su correspondiente expresión política
en los dos grandes partidos de masas de la izquierda, explicando que bajo el capitalismo no hay
salida digna para los trabajadores y tenemos que seguir luchando hasta
conseguir que se ponga la economía al servicio de los seres humanos y no del
lucro privado de una minoría de banqueros, corruptos, especuladores y ladrones
que han sido los causantes de esta crisis.
Con la democratización de los
recursos financieros en manos del pueblo se planificaría democrática y
científicamente los recursos de los bancos, que son en su mayoría depósitos del
pueblo, a la vez que quedarían garantizados por el Estado, poniendo ese dinero
al servicio de la producción que es lo único que nos puede hacer salir de este
atolladero. Es decir, trabajar todos, para producir más y repartir mejor el
fruto social del trabajo, para ello quizás es preciso que nos preparemos para
hacer dimitir al PP y que se convoquen elecciones generales, para que se ponga
sobre la mesa la alternativa unitaria que las izquierdas necesitamos para
cumplir las aspiraciones del programa del genuino socialismo que es "la completa emancipación
de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y
su declaración y conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto
de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes", como defendían
Pablo Iglesias y los fundadores del PSOE y UGT.
¡¡POR LA UNIDAD EN LA ACCIÓN¡¡
¡¡TODOS A LAS MANIFESTACIONES DE MAÑANA¡¡
¡¡LA LUCHA SIRVE, LA LUCHA CONTINÚA…¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
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