29 de junio de 2012

¿CÓMO SALIR DE ESTE INFIERNO DE RECESIÓN CAPITALISTA?


En el Congreso Regional que celebrará el PSOE en los primeros días de Julio en Almería, los delegados tienen la obligación de dotarnos de una alternativa socialista que rompa con la dictadura de los mercados, para poder cambiar la política económica y monetaria practicada hasta ahora. Va a ser imposible salir de la crisis sometiéndose a la dictadura de los mercados y utilizando los mismos mecanismos liberales que han arrastrado a la economía a un auténtico colapso recesivo.  Es necesario entender que la mejor política será utilizar los recursos financieros disponibles para la creación de un banco público que fomente la producción de la economía real, persiguiendo en una lucha implacable,  la especulación, la corrupción y los despilfarros, por lo que una de las tareas para alcanzar esos objetivos tiene que ser preparar  las condiciones para desalojar lo antes posible al PP del gobierno central para dar el giro a la izquierda que posibilite una salida socialista al sistema.

Las masas están impacientándose porque comprenden claramente el peligro que representa un gobierno reaccionario como el del PP, por lo que es imprescindible reforzar la unidad de las izquierdas iniciadas en Andalucía, marchando hacia más unidad, tanto en la acción como en el programa que propicie una mejora democrática del funcionamiento interno y participativo de los trabajadores y sus organizaciones en las tareas de gobierno. Tenemos la ocasión en este proceso congresual,   a través del cual,  podemos debatir la necesidad de corregir el rumbo hacia la izquierda que nos han marcado las masas, atendiendo al  mandatado que han expresado en las urnas.

Desde nuestra corriente Izquierda Socialista, hemos saludado como un paso positivo el Gobierno de coalición del PSOE con los compañeros de IU, que ha sentado bien a muchos trabajadores que han comprendido que juntos tenemos fuerzas para frenar a la derecha, pero eso es preciso acompañarlo con el desarrollo de un programa concreto que satisfaga las aspiraciones de la clase trabajadora.

Nuestro partido no puede desaprovechar la oportunidad de este Congreso para cumplir el mandato recibido del pueblo andaluz para marcar los objetivos de querer romper con la lógica de las políticas burguesas.  Necesitamos un nuevo discurso que debe surgir de la aprobación de un nuevo programa socialista para poder seguir acumulando fuerzas pasando a la ofensiva para atraer a la clase trabajadora  a la lucha con el objetivo de derrotar al Gobierno del PP en el Estado,  quitándonos la soga del cuello que representa el sometimiento a un gobierno central que estrangula a los pueblos condenándonos a la ruina, el empobrecimiento, al paro, la miseria y la degradación material e intelectual.

Para llevar a cabo estas tareas necesitamos reforzar dos frentes principales: a) Abrir el partido a la militancia de la clase trabajadora ampliando los canales de la democracia interna, promoviendo primarias a todos los niveles,  alentando el debate compañero, llamando a la actividad y a la lucha de masas.   b) Desarrollar un programa genuinamente socialista que represente una verdadera salida a los problemas sociales.  Para ello es preciso combatir los oportunismos camarillescos y los sectarismos estériles y divisionistas, porque ante la ofensiva de la burguesía se hace más necesario que nunca ser tolerantes con las corrientes internas que tenemos que hacerlas compatibles para un buen entendimiento, tanto las que existen en IU como en el PSOE, para lo cual, es imprescindible defender la libertad de expresión y el método compañero de la democracia obrera sana, abriendo el debate en el seno de la clase trabajadora, invitándoles a la participación, para marchar unidos y encontrar el mejor camino que nos lleve a la transformación socialista de la sociedad.  

Las masas con sus luchas y protestas están rechazando las políticas de la derecha del PP y están escandalizadas e “indignadas” con las prebendas que favorecen a los empresarios, a los defraudadores y a los especuladores,  por lo que es urgente que la dirección del PSOE tome nota de que,  lo que las masas expresan,  es que rompa definitivamente con la burguesía y se disponga a dar un giro a la Izquierda con una estrategia general, debatiendo en el Congreso y en la próxima Conferencia anunciada, posiciones claramente socialistas que correspondan con los deseos expresados por la ciudadanía, rechazando de plano la política liberal de recortes sociales y ataques sistemáticos a los menos favorecidos.

La forma más positiva de hacerle frente al PP es fortaleciendo el movimiento de masas, conquistando cada vez más democracia participativa, fortaleciendo el poder de las bases para avanzar en las conquistas que necesitamos en las luchas sociales que se abren en  este periodo convulsivo que se nos presenta. Tenemos que articular las condiciones suficientes y necesarias que nos permitan conseguir una auténtica transformación social rechazando la involución ultra-derechista que pretende imponernos el  reaccionario gobierno central del PP.

Esa profundización de la democracia desde las bases, así como la explicación del nuevo programa, que represente un giro a la izquierda, para ofrecer una salida a la clase trabajadora,  puede fortalecer a las izquierdas, una vez que sea asumida como propia la alternativa  por la juventud,  los trabajadores, los sindicatos y las organizaciones sociales, que restablezca la plena confianza de la mayoría de la sociedad que son los asalariados y las capas más desfavorecidas por la crisis.

Para desarrollar esta táctica unitaria y organizativa de las izquierdas, el mejor camino que podremos poner en práctica pasa por basarse en la lucha organizada de la clase trabajadora.  Es preciso abrir una mesa entre  los  representantes de la Coalición PSOE-IU en Andalucía, para invitar a los  sindicatos UGT y CCOO a debatir y llegar a entendimientos recogiendo sus reivindicaciones para marchar todos juntos en la lucha.  Es preciso también abrir el diálogo con el resto de sindicatos, partidos y organizaciones de izquierdas, para pasar a la ofensiva, en defensa de un genuino programa socialista, desconfiando y rechazando las exigencias de la política burguesa impuesta por el golpe de estado financiero internacional que está dispuesto a someter y esclavizar a la clase trabajadora eliminando las libertades y los derechos conquistados con tanto esfuerzo y sacrificio por nuestros padres y abuelos.  Ese mecanismo de unidad puntual en la acción tendría que ir acompañado de un llamamiento a organizarnos más y mejor, luchando decididamente por la aplicación de un programa que represente la transformación socialista de la sociedad que tendría que contemplar  como mínimo los siete puntos fundamentales que siguen, acompañados por el modelo de financiación que sería imprescindible para poder llevarlo a cabo:


1)    Lo principal es desarrollar un Plan de choque contra el paro.
Con el objetivo de repartir el trabajo como un bien necesario y escaso la jornada laboral pasará a ser de 35 horas semanales.  Para combatir el desempleo y dar paso a la juventud, la jubilación pasará a ser a los 60 años, fomentando el contrato de relevo y de aprendizaje.  Combatiremos la precariedad y la eventualidad haciendo que los contratos sean fijos o fijos discontinuos a partir de los 15 días.  La lucha contra la discriminación de la mujer será prioritaria, exigiendo el cumplimiento por ley de “a igual trabajo igual salario, con fuertes sanciones para los patronos que violen la Ley.  Todos los ciudadanos tendrán plenos derechos laborales, tanto inmigrantes como nativos, por lo que la derogación de la actual Ley de Extranjería será de urgencia y se legislará con cambios favorables al asilo político.  Para defender los puestos de trabajo se legislará para nacionalizar las empresas en crisis pasándolas a propiedad del Estado bajo control de los trabajadores.   Se decretará un salario social universal del 80 % del SMI para toda persona que quiera trabajar, mientras que el estado le facilita un puesto de trabajo.  Legalización inmediata  de todos los trabajadores  que son explotados en la economía sumergida con el mero requisito de proceder al alta de oficio a toda persona que esté prestando servicios y no se encuentre en nómina, pasando a contrato fijo de plantilla, con el único requerimiento de comunicar el alta al sindicato, a la patronal  y a la inspección de trabajo por parte del trabajador afectado.

2)    Para hacer efectivo el Derecho a una vivienda digna para la ciudadanía.
Se pondrá en funcionamiento un plan de construcción de un millón de viviendas sociales; municipalización del suelo urbano para liberar suelo barato. Nacionalización de las grandes empresas constructoras, fuertemente endeudadas, para gestionarlas democráticamente bajo control obrero. La Vivienda es un Derecho de la ciudadanía, no un negocio de especuladores y corruptos. Impuestos progresivos a los especuladores que poseen gran cantidad de viviendas vacías, para forzar a sacar estas viviendas en alquiler y evitar que la vivienda sea un medio de especulación.   El Gobierno debe desconocer el valor actual de las deudas hipotecarias de las familias obreras, que están ligadas al valor artificial del suelo originado en el boom inmobiliario, que se derrumbó.  Paralización inmediata de los embargos por hipotecas de viviendas y bienes de las familias trabajadoras.  Ninguna familia obrera debe pagar más del 10% de su Salario Familiar en vivienda. Plan de alquiler estatal con ofertas habitacionales que no sobrepasen el 10% del Salario familiar. El Estado procederá a la expropiación de todos los inmuebles y viviendas abandonados, o no ocupados durante un año, o que estén fuera de uso, para que puedan alojarse las familias sin viviendas y sin recursos, o/y para que puedan ser usadas socialmente como centros culturales y de ocio. La entrega y el uso de cada inmueble deberán estar controlado por la Asamblea de peticionarios correspondiente a cada zona, con representación de Asociaciones Vecinales, Sindicatos de clase y Vecinos que tengan solicitada vivienda social.

3)     Plan de defensa de la Educación Pública.

Tenemos que defender, fomentar y mejorar la red de enseñanza pública de calidad, gratuita, laica y científica, incorporando los centros concertados a la Educación Estatal.  El que quiera educación privada que la pague en su totalidad por lo que el Estado no dará ninguna subvención  a la enseñanza privada. Se incrementará el presupuesto educativo hasta el 7 % del PIB para igualarnos a los países del resto de Europa y fomentaremos la universidad pública y gratuita para los hijos de las familias trabajadoras,  con incremento de la  inversión en investigación.  

4)    El Estado garantizará y defenderá la Sanidad Pública, rechazando el copago y la privatización.

Incremento de un 20 % de los presupuestos de la Sanidad Pública, con el objetivo a corto plazo de eliminar las listas de espera y mejorar la atención sanitaria global. Plan de inversiones en Hospitales y medios sanitarios. No a la privatización de la sanidad pública, al recorte presupuestario y al despido de trabajadores del sector. No al copago. Desarrollo real de la Ley de Dependencia e incremento de los puestos de trabajo del personal dedicado a la salud pública para atender dignamente a todos los enfermos con gratuidad para éstos de todos los medicamentos.  

5)    Lucha ciudadana y gubernamental contra la especulación y la corrupción.

Rechazaremos que se sigan cubriendo las pérdidas de las empresas privadas con dinero público, sean del sector financiero como del resto de la economía. Plan de nacionalización sin indemnización de todos los especuladores que ahora declaran pérdidas y presentan Expedientes de Regulación de Empleo, poniendo en peligro miles de empleos entregando esas empresas en manos de los trabajadores con apoyo financiero y técnico por parte del Estado. Reforma fiscal con fuerte impuesto progresivo a las grandes fortunas y lucha contra el fraude fiscal, dando participación a la ciudadanía para que colabore en la detección de las anomalías, autorizando la colaboración a los sindicatos en la Administración y control de las unidades económicas, decretando la expropiación de los grandes capitales que defrauden a Hacienda. Los representantes de los partidos políticos en las Instituciones deberán cobrar el sueldo medio  de un trabajador cualificado, cerrando el abanico salarial de 1 a 5 en relación al sueldo base.


6)    Fomento y  plan de choque en inversiones públicas para crear puestos de trabajo y fomentar la producción y el consumo.

Lucha permanente contra la huelga de capitales,  la evasión a paraísos fiscales y la caída brusca de las inversiones privadas. Dado que los capitalistas españoles no invierten y han evadido a paraísos fiscales, desde Julio de 2011 a marzo de 2012 más de 128.000 millones de euros,  se procederá a incrementar la inversión por parte del Estado, mediante un plan de construcción de infraestructuras públicas, como hospitales,  centros de estudios,  universidades, energías renovables, atención y cuidado del medio ambiente, repoblación forestal, etc. para dar empleo a los millones de parados existentes y satisfacer las necesidades sociales.  Inversión en I+D+i. Introducción de la robótica y las nuevas tecnologías para garantizar los puestos de trabajo en cada empresa que lo requiera, bajo una planificación racional de los recursos y bajo control democrático de la gestión por los trabajadores. Cuando el empresario presente un ERE o el expediente para cierre, se le exigirá que se abran los Libros de Contabilidad de la empresa o grupo de empresa al que pertenezca. Se ejercerá el control social para evitar el vaciamiento de los recursos financieros y demás bienes de la empresa y se fiscalizará el funcionamiento correcto evitando los fraudes, robos y boicoteo a la producción, que será puesta bajo control democrático del estado y los trabajadores de plantilla.

7)    Defender entre todos los derechos sociales y el fomento de la actividad productiva.

Reformar y mejorar los servicios de empleo que serán totalmente públicos, eliminando las ETTs.  Garantizar por el Estado un puesto de trabajo o subsidio de desempleo indefinido igual a un Salario Mínimo Interprofesional de 1.100 euros al mes a partir de los 16 años y salario máximo de altos cargos públicos y privados que no superen cinco veces el salario mínimo, regulados a través del IRPF a través de una reforma impositiva progresiva y justa. Introducción de la escala móvil para subidas automáticas de los salarios igual a la subida de coste de la vida, con revisiones cada 3 meses bajo control de comités sindicales, asociaciones de consumidores y gobierno para evitar la inflación descontrolada. 

Con el objetivo de solucionar las necesidades  de las familias de los jornaleros, campesinos pobres y clase trabajadora en general y fomentar la creación de puestos de trabajo, el Estado expropiará, con indemnización en casos de necesidad comprobada, los latifundios de más de 200 Ha, para realizar una explotación en régimen cooperativo, con apoyo técnico y financiero estatal que permitan reformar y modernizar las estructuras agrarias, encaminadas a la industrialización y distribución social. 

Para luchar con firmeza contra el paro forzoso y cierre de empresas, se decretará la expropiación sin indemnización por el Estado de todas las fábricas y empresas cerradas por sus dueños o que estén con  expedientes y litigios de despidos que tengan  reivindicaciones en marcha por parte de los trabajadores, para que sean puestas en funcionamiento bajo control democrático de sus propias plantillas, para lo cual, el Estado deberá garantizar el salario fijado en convenio y prestarle ayuda,  apoyo técnico,  financiero y plantear una democracia real bajo control obrero.  Después de este esbozo de programa llega la gran pregunta:

¿De dónde va a salir el dinero para financiar este programa socialista?

Nos dicen que no hay dinero pero es mentira.  Recursos financieros existen más que suficientes para que la economía funcione, pero lo que ha colapsado es el modelo liberal. Por tanto, hace falta un nuevo paradigma que es imposible dentro del modelo de libre mercado, porque tanto el modelo liberal de Milton Friedman como el de incentivos públicos de Keynes, están agotados y ambos han colapsado, el primero practicado por lo liberales y el segundo por los socialdemócratas.  He aquí cómo el socialismo tiene que abordar la cuestión. El sistema capitalista está agotado porque la burguesía que controla la banca privada lo único que está interesada es en seguir  manteniendo sus beneficios, a base de manejar a su favor los fondos del Estado, para conseguir insultantes ganancias y ocultar sus fraudes en base a una especulación galopante, trasvase del sector público al sector privado mediante ataques, ajustes y reducciones salariales y contra-reformas laborales permanentes que llevan al pueblo a la agonía.   Por lo que es  urgente en cuanto que el PSOE vuelva a conquistar el Gobierno del Estado, contando con la unidad de Izquierda Unida y otros partidos, como se ha hecho en Andalucía,  que se decrete la expropiación de los bancos privados, con indemnización solo en caso de necesidad comprobada,  con el objetivo de concentrar todo el crédito en manos del Estado, para gestionarlos democráticamente entre el Gobierno, los sindicatos de clase, los propios empleados de la Banca, y el conjunto de las organizaciones obreras, como la mejor forma de democratizar los recursos financieros, evitar la corrupción y la especulación y exigir el desmantelamiento de los paraísos fiscales, en otras palabras la Democracia Económica.  

Esta política no significa, ni mucho menos, la expropiación de los pequeños ahorradores y depositarios, sino todo lo  contrario, pues una vez nacionalizado y democratizado esos recursos dinerarios, tendrán la garantía del Estado. De esa forma, una Banca Pública Estatal, al servicio de la producción y gestionada democráticamente,  puede establecer condiciones más favorables para otorgar apoyos a los pequeños y medianos empresarios, a los agricultores, a los pequeños comerciantes, a los pensionistas, a los ahorradores, a la vez que se permitiría la inversión en los gastos sociales, vivienda, sanidad, educación e infraestructuras públicas tan necesarias dando empleo a millones de jóvenes y trabajadores.

Esta democratización de la economía  consiste en ponerla al servicio del ser humano y no del lucro de una minoría de parásitos,  para lo cual es preciso decretar la nacionalización del sector financiero completo, incluyendo los seguros y  los monopolios, indemnizando a los pequeños accionistas necesitados y poniendo estos recursos productivos bajo control democrático de los trabajadores para impulsar la economía productiva.  Con estas palancas económicas fundamentales en poder de la sociedad, pueda llevarse a cabo un verdadero plan que incremente la producción, cuya capacidad productiva instalada está estrangulada en los momentos actuales en torno al 68 %.

Para poder llevar a cabo ese ambicioso programa socialista, que es el que más pronto podría sacarnos de la recesión, debemos poner en marcha un plan para organizar las fuerzas de la clase trabajadora para luchar por cambiar este modelo capitalista y avanzar hacia el genuino socialismo. Porque ese programa a favor del pueblo y de las familias trabajadoras, es evidente que no lo van a aplicar los grandes empresarios y la burguesía reaccionaria  por las buenas. Solamente con la lucha y la movilización de masas podemos arrancar una gran parte de estas demandas, o todas ellas si luchamos hasta el final,  arrastrando tras de sí a los autónomos, al sector cooperativo y a los pequeños empresarios que verían una mejora si colaboran con el gobierno y la clase trabajadora en su conjunto.  Para que sean efectivas y llevadas a la práctica es necesario un gobierno de los trabajadores, un gobierno PSOE-IU y otros partidos de izquierdas, no solo en Andalucía, sino en el propio Estado español,  que responda de verdad a su base social, con la colaboración plena de las fuerzas sindicales y asociaciones progresistas de consumidores y usuarios.

La unidad, la organización y la lucha de la izquierda se hace ahora más imperiosa que nunca, porque bajo el capitalismo no hay salida para las cuestiones sociales de la humanidad, ya que el sistema nos está arrastrando al borde del abismo, que puede desembocar en una bancarrota que nos suma en una profunda depresión, o incluso en algo peor,   por lo que la lucha por el genuino socialismo ya no es una utopía, sino que es una necesidad que reclama la colaboración y el apoyo de las masas en acción, porque como dijo el clásico “la emancipación de la clase trabajadora, será obra de la propia clase o no será”.  Juntos y organizados, bajo la bandera de una Coalición de las Izquierdas, encabezada por el PSOE e IU, pero abierta a la participación del resto de organizaciones, tanto políticas como sindicales, fundamentalmente UGT y CCOO,  la clase trabajadora tenemos fuerza más que suficiente para conseguir el triunfo político y social que las masas están esperando.  Es preciso convencer a la ciudadanía que, por supuesto, SI hay salida pero que debe ser la lucha de masas de todo el que quiera trabajar la fuerza que lo consiga, pero bien dirigida con un objetivo común que marque el camino hacia la construcción del genuino socialismo solidario, para avanzar hacia “la sociedad de seres humanos libres, justos, honrados e inteligentes”, como decía Pablo Iglesias, el fundador del PSOE y de la UGT. 

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A

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