En el Congreso Regional que celebrará el PSOE en los
primeros días de Julio en Almería, los delegados tienen la obligación de dotarnos
de una alternativa socialista que rompa con la dictadura de los mercados, para
poder cambiar la política económica y monetaria practicada hasta ahora. Va a
ser imposible salir de la crisis sometiéndose a la dictadura de los mercados y
utilizando los mismos mecanismos liberales que han arrastrado a la economía a
un auténtico colapso recesivo. Es
necesario entender que la mejor política será utilizar los recursos financieros
disponibles para la creación de un banco público que fomente la producción de
la economía real, persiguiendo en una lucha implacable, la especulación, la corrupción y los
despilfarros, por lo que una de las tareas para alcanzar esos objetivos tiene
que ser preparar las condiciones para
desalojar lo antes posible al PP del gobierno central para dar el giro a la
izquierda que posibilite una salida socialista al sistema.
Las masas están impacientándose porque comprenden
claramente el peligro que representa un gobierno reaccionario como el del PP,
por lo que es imprescindible reforzar la unidad de las izquierdas iniciadas en
Andalucía, marchando hacia más unidad, tanto en la acción como en el programa
que propicie una mejora democrática del funcionamiento interno y participativo
de los trabajadores y sus organizaciones en las tareas de gobierno. Tenemos la
ocasión en este proceso congresual, a través del cual, podemos debatir la necesidad de corregir el
rumbo hacia la izquierda que nos han marcado las masas, atendiendo al mandatado que han expresado en las urnas.
Desde nuestra corriente Izquierda Socialista, hemos
saludado como un paso positivo el Gobierno de coalición del PSOE con los
compañeros de IU, que ha sentado bien a muchos trabajadores que han comprendido
que juntos tenemos fuerzas para frenar a la derecha, pero eso es preciso
acompañarlo con el desarrollo de un programa concreto que satisfaga las
aspiraciones de la clase trabajadora.
Nuestro partido no puede desaprovechar la oportunidad de
este Congreso para cumplir el mandato recibido del pueblo andaluz para marcar
los objetivos de querer romper con la lógica de las políticas burguesas. Necesitamos un nuevo discurso que debe surgir
de la aprobación de un nuevo programa socialista para poder seguir acumulando
fuerzas pasando a la ofensiva para atraer a la clase trabajadora a la lucha con el objetivo de derrotar al
Gobierno del PP en el Estado,
quitándonos la soga del cuello que representa el sometimiento a un
gobierno central que estrangula a los pueblos condenándonos a la ruina, el
empobrecimiento, al paro, la miseria y la degradación material e intelectual.
Para llevar a cabo estas tareas necesitamos reforzar dos
frentes principales: a) Abrir el partido a la militancia de la clase
trabajadora ampliando los canales de la democracia interna, promoviendo
primarias a todos los niveles, alentando
el debate compañero, llamando a la actividad y a la lucha de masas. b)
Desarrollar un programa genuinamente socialista que represente una verdadera
salida a los problemas sociales. Para
ello es preciso combatir los oportunismos camarillescos y los sectarismos
estériles y divisionistas, porque ante la ofensiva de la burguesía se hace más
necesario que nunca ser tolerantes con las corrientes internas que tenemos que
hacerlas compatibles para un buen entendimiento, tanto las que existen en IU
como en el PSOE, para lo cual, es imprescindible defender la libertad de
expresión y el método compañero de la democracia obrera sana, abriendo el
debate en el seno de la clase trabajadora, invitándoles a la participación,
para marchar unidos y encontrar el mejor camino que nos lleve a la transformación
socialista de la sociedad.
Las masas con sus luchas y protestas están rechazando las
políticas de la derecha del PP y están escandalizadas e “indignadas” con las
prebendas que favorecen a los empresarios, a los defraudadores y a los
especuladores, por lo que es urgente que
la dirección del PSOE tome nota de que, lo que las masas expresan, es que rompa definitivamente con la burguesía
y se disponga a dar un giro a la Izquierda con una estrategia general,
debatiendo en el Congreso y en la próxima Conferencia anunciada, posiciones
claramente socialistas que correspondan con los deseos expresados por la
ciudadanía, rechazando de plano la política liberal de recortes sociales y
ataques sistemáticos a los menos favorecidos.
La forma más positiva de hacerle frente al PP es
fortaleciendo el movimiento de masas, conquistando cada vez más democracia
participativa, fortaleciendo el poder de las bases para avanzar en las
conquistas que necesitamos en las luchas sociales que se abren en este periodo convulsivo que se nos presenta.
Tenemos que articular las condiciones suficientes y necesarias que nos permitan
conseguir una auténtica transformación social rechazando la involución
ultra-derechista que pretende imponernos el
reaccionario gobierno central del PP.
Esa profundización de la democracia desde las bases, así
como la explicación del nuevo programa, que represente un giro a la izquierda,
para ofrecer una salida a la clase trabajadora, puede fortalecer a las izquierdas, una vez que
sea asumida como propia la alternativa por la juventud, los trabajadores, los sindicatos y las
organizaciones sociales, que restablezca la plena confianza de la mayoría de la
sociedad que son los asalariados y las capas más desfavorecidas por la crisis.
Para desarrollar esta táctica unitaria y organizativa de
las izquierdas, el mejor camino que podremos poner en práctica pasa por basarse
en la lucha organizada de la clase trabajadora.
Es preciso abrir una mesa entre
los representantes de la
Coalición PSOE-IU en Andalucía, para invitar a los sindicatos UGT y CCOO a debatir y llegar a
entendimientos recogiendo sus reivindicaciones para marchar todos juntos en la
lucha. Es preciso también abrir el
diálogo con el resto de sindicatos, partidos y organizaciones de izquierdas,
para pasar a la ofensiva, en defensa de un genuino programa socialista,
desconfiando y rechazando las exigencias de la política burguesa impuesta por
el golpe de estado financiero internacional que está dispuesto a someter y
esclavizar a la clase trabajadora eliminando las libertades y los derechos
conquistados con tanto esfuerzo y sacrificio por nuestros padres y abuelos. Ese mecanismo de unidad puntual en la acción
tendría que ir acompañado de un llamamiento a organizarnos más y mejor,
luchando decididamente por la aplicación de un programa que represente la
transformación socialista de la sociedad que tendría que contemplar como mínimo los siete puntos fundamentales
que siguen, acompañados por el modelo de financiación que sería imprescindible para
poder llevarlo a cabo:
1) Lo principal es
desarrollar un Plan de choque contra el
paro.
Con el objetivo de repartir el trabajo como un bien
necesario y escaso la jornada laboral pasará a ser de 35 horas semanales. Para combatir el desempleo y dar paso a la
juventud, la jubilación pasará a ser a los 60 años, fomentando el contrato de
relevo y de aprendizaje. Combatiremos la
precariedad y la eventualidad haciendo que los contratos sean fijos o fijos discontinuos
a partir de los 15 días. La lucha contra
la discriminación de la mujer será prioritaria, exigiendo el cumplimiento por
ley de “a igual trabajo igual salario, con fuertes sanciones para los patronos
que violen la Ley. Todos los ciudadanos
tendrán plenos derechos laborales, tanto inmigrantes como nativos, por lo que
la derogación de la actual Ley de Extranjería será de urgencia y se legislará con
cambios favorables al asilo político.
Para defender los puestos de trabajo se legislará para nacionalizar las
empresas en crisis pasándolas a propiedad del Estado bajo control de los
trabajadores. Se decretará un salario
social universal del 80 % del SMI para toda persona que quiera trabajar,
mientras que el estado le facilita un puesto de trabajo. Legalización inmediata de todos los trabajadores que son explotados en la economía sumergida
con el mero requisito de proceder al alta de oficio a toda persona que esté
prestando servicios y no se encuentre en nómina, pasando a contrato fijo de
plantilla, con el único requerimiento de comunicar el alta al sindicato, a la
patronal y a la inspección de trabajo
por parte del trabajador afectado.
2) Para hacer efectivo
el Derecho a una vivienda digna para la ciudadanía.
Se pondrá en funcionamiento un plan de construcción de un
millón de viviendas sociales; municipalización del suelo urbano para liberar
suelo barato. Nacionalización de las grandes empresas constructoras,
fuertemente endeudadas, para gestionarlas democráticamente bajo control obrero.
La Vivienda es un Derecho de la ciudadanía, no un negocio de especuladores y
corruptos. Impuestos progresivos a los especuladores que poseen gran cantidad
de viviendas vacías, para forzar a sacar estas viviendas en alquiler y evitar
que la vivienda sea un medio de especulación.
El Gobierno debe desconocer el valor actual de las deudas hipotecarias
de las familias obreras, que están ligadas al valor artificial del suelo
originado en el boom inmobiliario, que se derrumbó. Paralización inmediata de los embargos por
hipotecas de viviendas y bienes de las familias trabajadoras. Ninguna familia obrera debe pagar más del 10%
de su Salario Familiar en vivienda. Plan de alquiler estatal con ofertas
habitacionales que no sobrepasen el 10% del Salario familiar. El Estado
procederá a la expropiación de todos los inmuebles y viviendas abandonados, o
no ocupados durante un año, o que estén fuera de uso, para que puedan alojarse
las familias sin viviendas y sin recursos, o/y para que puedan ser usadas
socialmente como centros culturales y de ocio. La entrega y el uso de cada
inmueble deberán estar controlado por la Asamblea de peticionarios
correspondiente a cada zona, con representación de Asociaciones Vecinales,
Sindicatos de clase y Vecinos que tengan solicitada vivienda social.
3) Plan de defensa de la Educación Pública.
Tenemos que defender, fomentar y mejorar la red de
enseñanza pública de calidad, gratuita, laica y científica, incorporando los
centros concertados a la Educación Estatal. El que quiera educación privada que la pague
en su totalidad por lo que el Estado no dará ninguna subvención a la enseñanza privada. Se incrementará el
presupuesto educativo hasta el 7 % del PIB para igualarnos a los países del
resto de Europa y fomentaremos la universidad pública y gratuita para los hijos
de las familias trabajadoras, con
incremento de la inversión en
investigación.
4) El
Estado garantizará y defenderá la Sanidad Pública, rechazando el copago y la
privatización.
Incremento de un 20 % de los presupuestos de la Sanidad
Pública, con el objetivo a corto plazo de eliminar las listas de espera y
mejorar la atención sanitaria global. Plan de inversiones en Hospitales y
medios sanitarios. No a la privatización de la sanidad pública, al recorte
presupuestario y al despido de trabajadores del sector. No al copago.
Desarrollo real de la Ley de Dependencia e incremento de los puestos de trabajo
del personal dedicado a la salud pública para atender dignamente a todos los
enfermos con gratuidad para éstos de todos los medicamentos.
5) Lucha
ciudadana y gubernamental contra la especulación y la corrupción.
Rechazaremos que se sigan cubriendo las pérdidas de las
empresas privadas con dinero público, sean del sector financiero como del resto
de la economía. Plan de nacionalización sin indemnización de todos los
especuladores que ahora declaran pérdidas y presentan Expedientes de Regulación
de Empleo, poniendo en peligro miles de empleos entregando esas empresas en
manos de los trabajadores con apoyo financiero y técnico por parte del Estado. Reforma
fiscal con fuerte impuesto progresivo a las grandes fortunas y lucha contra el
fraude fiscal, dando participación a la ciudadanía para que colabore en la
detección de las anomalías, autorizando la colaboración a los sindicatos en la
Administración y control de las unidades económicas, decretando la expropiación
de los grandes capitales que defrauden a Hacienda. Los representantes de los
partidos políticos en las Instituciones deberán cobrar el sueldo medio de un trabajador cualificado, cerrando el
abanico salarial de 1 a 5 en relación al sueldo base.
6) Fomento
y plan de choque en inversiones públicas
para crear puestos de trabajo y fomentar la producción y el consumo.
Lucha permanente contra la huelga de capitales, la evasión a paraísos fiscales y la caída
brusca de las inversiones privadas. Dado que los capitalistas españoles no
invierten y han evadido a paraísos fiscales, desde Julio de 2011 a marzo de
2012 más de 128.000 millones de euros, se procederá a incrementar la inversión por
parte del Estado, mediante un plan de construcción de infraestructuras
públicas, como hospitales, centros de
estudios, universidades, energías
renovables, atención y cuidado del medio ambiente, repoblación forestal, etc. para
dar empleo a los millones de parados existentes y satisfacer las necesidades
sociales. Inversión en I+D+i.
Introducción de la robótica y las nuevas tecnologías para garantizar los
puestos de trabajo en cada empresa que lo requiera, bajo una planificación
racional de los recursos y bajo control democrático de la gestión por los
trabajadores. Cuando el empresario presente un ERE o el expediente para cierre,
se le exigirá que se abran los Libros de Contabilidad de la empresa o grupo de
empresa al que pertenezca. Se ejercerá el control social para evitar el
vaciamiento de los recursos financieros y demás bienes de la empresa y se
fiscalizará el funcionamiento correcto evitando los fraudes, robos y boicoteo a
la producción, que será puesta bajo control democrático del estado y los
trabajadores de plantilla.
7) Defender
entre todos los derechos sociales y el fomento de la actividad productiva.
Reformar y mejorar los servicios de empleo que serán
totalmente públicos, eliminando las ETTs. Garantizar por el Estado un puesto de trabajo
o subsidio de desempleo indefinido igual a un Salario Mínimo Interprofesional
de 1.100 euros al mes a partir de los 16 años y salario máximo de altos cargos
públicos y privados que no superen cinco veces el salario mínimo, regulados a través
del IRPF a través de una reforma impositiva progresiva y justa. Introducción de
la escala móvil para subidas automáticas de los salarios igual a la subida de
coste de la vida, con revisiones cada 3 meses bajo control de comités
sindicales, asociaciones de consumidores y gobierno para evitar la inflación
descontrolada.
Con el objetivo de solucionar las necesidades de las familias de los jornaleros, campesinos
pobres y clase trabajadora en general y fomentar la creación de puestos de
trabajo, el Estado expropiará, con indemnización en casos de necesidad
comprobada, los latifundios de más de 200 Ha, para realizar una explotación en
régimen cooperativo, con apoyo técnico y financiero estatal que permitan
reformar y modernizar las estructuras agrarias, encaminadas a la
industrialización y distribución social.
Para luchar con firmeza contra el paro forzoso y cierre
de empresas, se decretará la expropiación sin indemnización por el Estado de
todas las fábricas y empresas cerradas por sus dueños o que estén con expedientes y litigios de despidos que
tengan reivindicaciones en marcha por
parte de los trabajadores, para que sean puestas en funcionamiento bajo control
democrático de sus propias plantillas, para lo cual, el Estado deberá
garantizar el salario fijado en convenio y prestarle ayuda, apoyo técnico, financiero y plantear una democracia real
bajo control obrero. Después de este
esbozo de programa llega la gran pregunta:
¿De dónde va a salir el dinero para financiar este programa socialista?
Nos dicen que no hay dinero pero es mentira. Recursos financieros existen más que
suficientes para que la economía funcione, pero lo que ha colapsado es el
modelo liberal. Por tanto, hace falta un nuevo paradigma que es imposible
dentro del modelo de libre mercado, porque tanto el modelo liberal de Milton
Friedman como el de incentivos públicos de Keynes, están agotados y ambos han
colapsado, el primero practicado por lo liberales y el segundo por los
socialdemócratas. He aquí cómo el
socialismo tiene que abordar la cuestión. El sistema capitalista está agotado
porque la burguesía que controla la banca privada lo único que está interesada
es en seguir manteniendo sus beneficios,
a base de manejar a su favor los fondos del Estado, para conseguir insultantes
ganancias y ocultar sus fraudes en base a una especulación galopante, trasvase
del sector público al sector privado mediante ataques, ajustes y reducciones
salariales y contra-reformas laborales permanentes que llevan al pueblo a la
agonía. Por lo que es
urgente en cuanto que el PSOE vuelva a conquistar el Gobierno del
Estado, contando con la unidad de Izquierda Unida y otros partidos, como se ha
hecho en Andalucía, que se decrete la
expropiación de los bancos privados, con indemnización solo en caso de
necesidad comprobada, con el objetivo de
concentrar todo el crédito en manos del Estado, para gestionarlos
democráticamente entre el Gobierno, los sindicatos de clase, los propios
empleados de la Banca, y el conjunto de las organizaciones obreras, como la
mejor forma de democratizar los recursos financieros, evitar la corrupción y la
especulación y exigir el desmantelamiento de los paraísos fiscales, en otras
palabras la Democracia Económica.
Esta política no significa, ni mucho menos, la
expropiación de los pequeños ahorradores y depositarios, sino todo lo contrario, pues una vez nacionalizado y
democratizado esos recursos dinerarios, tendrán la garantía del Estado. De esa
forma, una Banca Pública Estatal, al servicio de la producción y gestionada
democráticamente, puede establecer
condiciones más favorables para otorgar apoyos a los pequeños y medianos
empresarios, a los agricultores, a los pequeños comerciantes, a los
pensionistas, a los ahorradores, a la vez que se permitiría la inversión en los
gastos sociales, vivienda, sanidad, educación e infraestructuras públicas tan
necesarias dando empleo a millones de jóvenes y trabajadores.
Esta democratización de la economía consiste en ponerla al servicio del ser
humano y no del lucro de una minoría de parásitos, para lo cual es preciso decretar la
nacionalización del sector financiero completo, incluyendo los seguros y los monopolios, indemnizando a los pequeños
accionistas necesitados y poniendo estos recursos productivos bajo control
democrático de los trabajadores para impulsar la economía productiva. Con estas palancas económicas fundamentales en
poder de la sociedad, pueda llevarse a cabo un verdadero plan que incremente la
producción, cuya capacidad productiva instalada está estrangulada en los
momentos actuales en torno al 68 %.
Para poder llevar a cabo ese ambicioso programa
socialista, que es el que más pronto podría sacarnos de la recesión, debemos
poner en marcha un plan para organizar las fuerzas de la clase trabajadora para
luchar por cambiar este modelo capitalista y avanzar hacia el genuino socialismo.
Porque ese programa a favor del pueblo y de las familias trabajadoras, es
evidente que no lo van a aplicar los grandes empresarios y la burguesía
reaccionaria por las buenas. Solamente
con la lucha y la movilización de masas podemos arrancar una gran parte de
estas demandas, o todas ellas si luchamos hasta el final, arrastrando tras de sí a los autónomos, al
sector cooperativo y a los pequeños empresarios que verían una mejora si
colaboran con el gobierno y la clase trabajadora en su conjunto. Para que sean efectivas y llevadas a la
práctica es necesario un gobierno de los trabajadores, un gobierno PSOE-IU y
otros partidos de izquierdas, no solo en Andalucía, sino en el propio Estado
español, que responda de verdad a su
base social, con la colaboración plena de las fuerzas sindicales y asociaciones
progresistas de consumidores y usuarios.
La unidad, la organización y la lucha de la izquierda se
hace ahora más imperiosa que nunca, porque bajo el capitalismo no hay salida
para las cuestiones sociales de la humanidad, ya que el sistema nos está
arrastrando al borde del abismo, que puede desembocar en una bancarrota que nos
suma en una profunda depresión, o incluso en algo peor, por lo
que la lucha por el genuino socialismo ya no es una utopía, sino que es una
necesidad que reclama la colaboración y el apoyo de las masas en acción, porque
como dijo el clásico “la emancipación de la clase trabajadora, será obra de la
propia clase o no será”. Juntos y
organizados, bajo la bandera de una Coalición de las Izquierdas, encabezada por
el PSOE e IU, pero abierta a la participación del resto de organizaciones,
tanto políticas como sindicales, fundamentalmente UGT y CCOO, la clase trabajadora tenemos fuerza más que
suficiente para conseguir el triunfo político y social que las masas están
esperando. Es preciso convencer a la
ciudadanía que, por supuesto, SI hay salida pero que debe ser la lucha de masas
de todo el que quiera trabajar la fuerza que lo consiga, pero bien dirigida con
un objetivo común que marque el camino hacia la construcción del genuino
socialismo solidario, para avanzar hacia “la sociedad de seres humanos libres,
justos, honrados e inteligentes”, como decía Pablo Iglesias, el fundador del
PSOE y de la UGT.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
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