¿Cuántos
trabajadores, pequeños ahorradores, autónomos, pensionistas y ciudadanos
normales están siendo y van a ser perjudicados por las corrupciones del sector
bancario?
Por fin la Audiencia Nacional imputa por el caso Bankia y su matriz BFA a Rodrigo Rato y 32 consejeros como los presuntos autores de los delitos de falsedad documental (cuentas y balances), administración desleal o fraudulenta, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida. Delitos que podrían alcanzar para todos y cada uno de ellos penas superiores a los diez años de prisión en el caso de que fueran probados como tales. ¿Irá alguno de ellos al final a la cárcel o comprarán su libertad con el dinero robado al pueblo?
Además de Rato aparecen imputados otros notorios dirigentes del PP, como el ex presidente de la Comunidad de Valencia, José Luis Olivas, y el ex ministro de Interior, Ángel Acebes, además de otros destacados dirigentes y empresarios de Madrid y Valencia, afines a Esperanza Aguirre y a Francisco Camps. Según explica el propio juez, el delito de falsedad de cuentas y balances tiene una pena de prisión de uno a tres años, según se tipifica en el artícilo 290 del Código Penal. En relación a Bankia, el magistrado señala que se ha denunciado que sus consejeros y los de la entidad matriz, BFA, "distorsionaron la cuentas de ambas entidades, a fin de dar la impresión o crear la ficción de que su situación patrimonial era mejor que la realmente existente, lo cual les sirvió para mejorar los distintos ratios de solvencia y ganarse la confianza de los inversores en la salida a bolsa y en la subsiguiente cotización". ¿Estará la Justicia dispuesta a llegar hasta el final, imputando a todos los responsables de las estafas, bancarrotas, saqueos y corrupciones que existen en el sector bancario, incluido los supervisores del Banco de España, que podrían ser responsables penales por negligencia o connivencia?
Parece que la guerra contra la
corrupción ha dado un giro brusco con este espinoso asunto de Bankia, que abre
la caja de pandora que los ciudadanos están esperando para que se exija las
responsabilidades penales y políticas a tanto sátrapa, especulador y corrupto
que se han apropiado de los recursos financieros en una orgía putrefacta
arruinando a miles de familias en esa lucha sin cuartel por mantener las
ganancias a toda costa, incluso falsificando y trucando balances y documentos
con procedimientos mafiosos y gansteriles.
El PP le ha declarado la guerra a los
trabajadores. Aparentemente existen guerras “cruentas” y “guerras incruentas”;
en estas últimas aparentemente no se ve el escándalo que produce el
derramamiento de la sangre de los soldados, pero a veces suelen ser más destructivas que las primeras. Cualquier persona medianamente inteligente
reconoce que la guerra actual que está llevando a cabo el imperialismo en
Europa es aparentemente “incruenta”, pero los recortes que están llevando a
cabo los gobiernos, en el Estado español el Gobierno del PP, siguiendo las órdenes de la dictadura del gran
capital, con el único objetivo de salvar a los banqueros mafiosos, van a producir grandes estragos entre la
población, sobre todo como consecuencia de los ataques a la Educación y demás
derechos, pero sobre todo, a la Sanidad,
que en el fondo son “asesinatos diferidos” porque la población puede ver
mermada sus expectativas vitales por falta de atención adecuada. No hay dinero para los enfermos pero si ha habido
y sigue habiendo miles de millones para
tapar estafas bancarias.
El sistema imperialista actual, ha
llegado al grado más alto de desarrollo del capitalismo alcanzado en la
historia humana, pero ha entrado en
declive y descomposición y los ricos,
como siempre ha ocurrido, mantienen una guerra contra los pobres para defender
sus “sacrosantos” beneficios, anteponiendo los intereses de los banqueros a las
necesidades de los ciudadanos. La
historia nos dice que el capitalismo empezó a sentirse estrecho en los límites
de los viejos Estados nacionales, sin la formación de los cuales no hubiera
podido derribar al feudalismo. El capitalismo ha desarrollado la concentración
hasta tal extremo que ramas enteras de la industria se encuentran en manos de
consorcios, trusts, asociaciones de capitalistas multimillonarios. Vemos que casi todo el globo terrestre está
repartido entre unas 300 multinacionales que controlan en régimen de oligopolio
ese conglomerado que representa la “economía de casino mafioso”, bien en forma de colonias o bien de países
envueltos en las tupidas redes de la explotación financiera especulativa.
Desde hace tiempo la libertad de
comercio y la competencia han sido sustituidas por la tendencia al monopolio, a
la conquista y sometimiento por medios financieros de países, haciéndoles
renunciar a su soberanía por las presiones y los chantajes, imponiendo dictadores y tiranos, o como ahora,
los llamados “Gobiernos Tecnócratas”, para invertir sus capitales con garantías de
su lucro privado, expoliar materias primas,
atacar sus monedas, comprar las empresas más rentables del sector público
forzando políticas privatizadoras y otras miles de fechorías más.
Históricamente el capitalismo, que en
su lucha contra el feudalismo fue el libertador de las naciones, se transforma dialécticamente
en la época imperialista, en el más potente opresor de los pueblos. El capitalismo, progresivo en otros tiempos, e incluso
revolucionario en sus inicios contra el feudalismo, es hoy reaccionario,
obsoleto, senil y mafioso manifestando una
peligrosa tendencia hacia la fascistización. El sistema imperialista, hasta hace 5 años, (poco antes del colapso del modelo expresado
en la crisis de 2007 en EEUU) había desarrollado hasta tal punto las fuerzas
productivas que la capitalización bursátil alcanzaba más de 500 Billones de
dólares (En torno a 5 veces el PIB mundial).
Esa montaña de acciones, bonos,
hipotecas, créditos, valores diversos, etc se derrumbó y la brutal caída de las
bolsas, que prácticamente volatilizó en un porcentaje no cuantificado de esos activos
tóxicos, (¿El 20 %, el 30 % el 50 %? Es
la cuantía que debaten diversas escuelas económicas) puso en marcha el
ventilador que los expandió por el
circuito financiero y todavía nadie sabe su valor real, desplomándose la economía como un castillo de naipes perdiendo gran
parte de su “valor de cambio” esa enorme cantidad de dinero fiduciario, que en realidad representa la enorme estafa
del capitalismo que expolió las plusvalías desaforadamente durante los años del
auge, desatando posteriormente el
desastre del paro, la miseria, la degradación y la angustia de millones de
seres humanos, forzando a la clase trabajadora a la lucha en legitima defensa,
haciendo comprender a las masas que la humanidad se halla actualmente ante el
dilema de pasar al socialismo, o de
sufrir durante años, durante decenios, una degradación permanente debido a los
recortes y la eliminación de los derechos sociales alcanzados como la sanidad,
la educación, los servicios sociales universales, si los trabajadores no
conseguimos revertir el proceso.
Es una Ley absoluta del capitalismo
la desigualdad del desarrollo económico y político. La estrategia del
capitalismo es, cuando llega la crisis, atesorar en paraísos fiscales los
dineros de las plusvalías robadas a los trabajadores. Existen datos de que hay
atesorados más de 8 billones de dólares en paraísos fiscales, solamente de los
capitalistas individuales más importantes que se han podido averiguar, sin
contar las multinacionales y empresas grandes.
Por todo ello es necesario continuar
la lucha por el verdadero socialismo, profundizando en la democracia, la
solidaridad, la justicia y la libertad. Es tarea de la propia clase trabajadora
conseguir que el socialismo genuino triunfe en algún país capitalista avanzado
y no como ocurrió hasta ahora, en países pobres o en vías de desarrollo. La clase trabajadora triunfante en un país de
Europa, por ejemplo que podría ser en el Estado español, en Grecia, en Italia o cualquier otro, después de proceder a
la expropiación de los capitalistas y de organizar democráticamente la
producción a través de una Banca Pública, consecuencia de la nacionalización de
las grandes palancas de la economía, que debemos llevar en nuestro programa, para organizar la producción bajo un plan
socialista asumidos democráticamente por la mayoría de las fuerzas de
izquierdas, tanto sindicales como políticas, que componen la abrumadora
mayoría, se enfrentaría con las
burguesías del resto del mundo capitalista, pero tenemos un potente aliado que
debe ser atraído al lado de la lucha contra el imperialismo, como es la clase
trabajadora y capas más oprimidas de la sociedad de todo el globo, llamando a seguir los pasos de la lucha por la
emancipación socialista, utilizando el potencial de la lucha de masas, unida y
organizada para contrarrestar a la clase explotadora y sus estados corruptos,
proceso que sería contagioso como asi lo ha sido las luchas de “la primavera
árabe” y el 15-M que traspasó las fronteras reflejándose en EEUU con el
movimiento “Ocupar Wall Street”.
La mejor forma política de la nueva
sociedad en que se organice el nuevo estado que derrote a la burguesía, no puede ser otra que una República
Socialista, democrática y solidaria con el resto de los trabajadores del mundo,
es decir, bajo la bandera del Internacionalismo, porque el verdadero
socialismo, o es internacional o no es nada más que un chovinismo estrecho o
algo peor que mejor es ni nombrarlo. Ahora
bien, es imposible suprimir las clases de un plumazo, sin un método firme de democracia social y
participativa sana y profunda, desde
abajo, en todos los campos de la sociedad, llevando a cabo una lucha colectiva
y democrática contra la corrupción, la especulación y los despilfarros. Por lo que la profundización de la democracia
socialista, tanto en la economía, la política, los sindicatos, la sociedad y la
cultura serán la garantía del avance del proceso hacia un incremento de la
producción y el reparto justo de la riqueza socialmente necesaria para el
funcionamiento correcto y armónico de la sociedad, donde el pueblo tenga
control sobre las tareas de la administración y la gestión social. La única
forma valida para llevar a cabo ese proyecto es el Socialismo porque bajo el
capitalismo es imposible.
La unión libre de los pueblos por el
socialismo es posible pero con una lucha tenaz, con “honradez y firmeza”, como decía Pablo
Iglesias, tanto en el plano económico como en el ideológico, batallas que serán
más o menos prolongadas siendo éstas consideraciones las que necesitamos
abordar en el próximo debate, en el que se planteará el programa genuinamente
socialista que ha presentado nuestra corriente,
para que sea debatido en el Congreso Regional de la próxima semana en
Almería. La responsabilidad de las decisiones a tomar va a recaer por tanto en
todos y cada uno de los delegados y delegadas, a los que les deseamos acierten
en sus deliberaciones, porque la necesidad de las masas que exigen un mundo
mejor así lo está demandando. El socialismo genuino es la gran esperanza de la
humanidad.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE.A
No hay comentarios:
Publicar un comentario