21 de julio de 2012

DEBATE PARA LA AUTOCRÍTICA Y LA RECTIFICACIÓN.

Las dificultades que atravesamos puede hacernos pensar, aparentemente pero es todo lo contrario,  que la burguesía está más fuerte porque ha pasado a la ofensiva atacando a la clase trabajadora con la intención de restaurar la tasa de gananciasque se les ha derrumbado debido a la crisis estructural cíclica de onda larga que experimenta el capitalismo desde 2007,  que se ha convertido en una profunda recesión ya que no hay posibilidad de expansión económica solo aplicando políticas de austeridad, pero lo contrario tampoco vale porque dispara los déficits acelerando la bancarrota; políticas intermedias es tener lo peor de ambos modelos que llevan a la economía a la depresión y a la quiebra de forma lenta.   
Dialécticamente todo se está convirtiendo en su contrario porque la decadencia del sistema capitalista, fortalece y espolea  a su vez la lucha de la clase trabajadora, lo que significa en realidad un debilitamiento de la  burguesía y la hace menos capaz de remachar su dominio sobre las masas, de forma violenta,  a la vez que le impide una salida a la crisis, viendo en realidad que el PP, que tiene mayoría absoluta, se ha quedado más solo que la una, ante el reto que le ha lanzado la clase trabajadora, secundando las 80 Manifestaciones convocadas por CCOO y UGT,  con la magnífica demostración de fuerza del pasado día 19,  que ha dejado a Rajoy colgado de la brocha.  

El capitalismo se enfrenta a un período similar al de los años 30,  aunque a un nivel superior, pero la degeneración de las cúpulas de las organizaciones obreras, que han asumido el papel de “salvadores del sistema”, con sus políticas de pactos y consensos, cuando no hay margen para ello,   están concediendo un respiro al capitalismo, pero al comprender que el PP nos ha declarado la guerra, esas cúpulas sindicales tienen que optar, “o con los unos o con los otros, no se puede servir a dos amos a la vez”, como decía el abuelo.  

Por otra parte, el fracaso de los intentos de golpes de estado cruentos, como estamos viendo en América Latina, es una demostración  concreta de la incapacidad de la burguesía de atacar militarmente el conflicto de clase y desarrolla una táctica que consiste en prolongar la situación para ver si se apaga y fracasa la ola revolucionaria, como la única garantía de que la burguesía pueda tener una oportunidad para salvar su sistema, porque el recurso del neofascismo y la reacción monstruosa de la represión sangrienta es un modelo que ya no puede aplicar aunque lo intentaran.

Las masas de la clase trabajadora serán puestas a prueba en la lucha y cuando comprendan que hace falta una herramienta, aunque puede parecerles que están algo gastadas, intentarán  recuperar a sus viejas organizaciones, pero para dotarlas de una estrategia y una táctica correctas,  que surgirán de las corrientes del socialismo marxista que se están fraguando en el seno del movimiento obrero, que será capaz de reintegrase en la vorágine que se abre en el movimiento de masas de los trabajadores con gran fuerza, tomando posiciones cada vez más firmes y de vanguardia.  

La tarea básica en el periodo que se nos abre es la reconstrucción de una nueva dirección de los partidos  y sindicatos de izquierdas, pero eso no puede surgir de la nada, sino de un trabajo paciente y sistemático en el interior de las organizaciones políticas y sindicales, sobre todo en las organizaciones mayoritarias tradicionales, como siempre ha ocurrido en la historia, porque mientras se lucha y se defiende el programa genuinamente socialista para la potenciación de las organizaciones allí donde tengamos oportunidad de hacerlo, mientras se lucha y se defiende la necesidad de un programa anticapitalista como la verdadera alternativa al actual sistema en descomposición, los trabajadores no pueden esperar que esto surja de improviso, sino que es un trabajo que requiere esfuerzos,  constancia, formación, acción y teoría.

La clase trabajadora está buscando y reclamando una solución socialista, pero tendrá que pasar por la experiencia de sufrir, como ya lo está haciendo,  las consecuencias de la acción política incorrecta de la socialdemocracia y del estalinismo, y asimilar que incluso los anteriores  modelos de vida no se pueden conseguir  ahora bajo el capitalismo, porque el sistema en su declive no tiene margen para el reformismo. 

Pero sin embargo, cualquier lucha firme por las reivindicaciones económicas, democráticas y transicionales, lejos de ser imposibles o estar obsoletas, en el curso de la ápoca en la que hemos entrado, adquieren una tremenda importancia para la regeneración y construcción de la dirección socialista firme que la clase trabajadora necesita.

Nuestra corriente Izquierda Socialista  tiene que continuar con la propaganda, con los análisis, con la teoría, pero también con la acción diaria, contra las medidas del gobierno del PP,  que es completamente reaccionario y anti-obrero, por lo que tenemos que seguir fortaleciendo las clásicas organizaciones de los trabajadores, restaurando la confianza en nuestras propias fuerzas, en la acción, en las manifestaciones, en la solidaridad, en la unidad, y en una mejor organización para recuperar el apoyo de las masas, pero para que rompan cualquier idea que pueda representar una alianza o una confianza con la burguesía decadente y sus aliados los imperialistas porque no hay salida en el marco estrecho del capitalismo, aunque resulte dura esta afirmación, pero como decía Largo Caballero, “ a la clase trabajadora hay que decirle la verdad, aunque le duela”.

Nuestros compañeros de la dirección deben comprender que las organizaciones de masas que quieran representar y defender claramente los intereses de los trabajadores,   tienen que preparar  a los trabajadores para tomar el poder político y económico en sus propias manos,  con ideas socialistas claras y con programas que representen alternativas de sistema, porque la burguesía, si continúa mucho tiempo en el poder, nos llevará a la edad de piedra.

La consigna de un gobierno de los trabajadores, un gobierno de coalición del PSOE con IU, en alianza con los sindicatos UGT y CCOO, S.E. CGT y demás fuerzas que se quieran sumar,  defendiendo un programa conjunto, un programa genuinamente socialista, es lo que debiera ser utilizado por nuestra dirección, como venimos haciendo desde nuestra corriente para movilizar a los trabajadores, bien sean socialdemócratas, socialistas, comunistas o anarquistas para luchar juntos contra la clase capitalista.

La burguesía y las organizaciones reformistas hablan mucho sobre los derechos democráticos, pero cuando ejercen el poder,  dentro del marco de esa “democracia burguesa” se ponen al servicio del capital porque todo sigue en manos de la banca y de las camarillas burguesas, que algunas están infiltradas en los partidos de izquierdas, para descarrilar la marcha hacia el verdadero socialismo.

En momentos críticos como los actuales, después de la enorme manifestación de fuerza expresada por la clase trabajadora en la jornada del 19 de Julio pasado, la reivindicación  de la DIMISIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, y que se abra un nuevo proceso electoral, debiera jugar un papel importante en las propuestas de nuestros compañeros parlamentarios y demás representantes en las instituciones, así como en las cúpulas de los partidos y sindicatos de izquierdas, porque es el clamor que se palpa en la calle, es el deseo de la inmensa mayoría de los ciudadanos.

Esa reivindicación deben estar vinculadas a consignas por un Estado Federal, Laico, Republicano y sobre todo, desarrollar un programa amplio, que sea una verdadera alternativa económica, con un plan detallado de producción en todas las ramas, tanto en la agricultura, la industria, el comercio, los transportes,  la educación, la sanidad y los servicios sociales.

En caso de  pretender llevar a cabo ese plan  sin recursos financieros, sería una verdadera utopía,  por lo que debe estar enlazado con la propuesta de una Banca Pública Estatal, que no puede ser posible más que ejerciendo el derecho político de nacionalizar la banca, por motivos de utilidad social,  con indemnización solo en caso de necesidad comprobada, para garantizar los depósitos y poner la economía al servicio democrático de la producción. 

Es de máxima urgencia, para afrontar conflictos como el de los mineros pasando  el control de las minas, de los ferrocarriles, de las grandes industrias, a manos y bajo el control de los trabajadores, expropiando las grandes empresas que presentan situaciones de conflictividad social, para que sean intervenidas sus cuentas, abriendo los libros de contabilidad, para ver dónde han ido a parar los beneficios de los últimos años,  procesando a los gerentes y consejeros corruptos,  para que cumplan en prisión sus penas por los desfalcos y manipulaciones contables, que representan delitos contra el pueblo.  

Es imposible desarrollar en un articulo el programa socialista genuino que debe proponerse a la clase trabajadora, que hemos venido planteando en documentos como “Propuestas desde la Izquierda” (*), pero en síntesis debe constar como mínimo de los siguientes apartados: 

1)       Nacionalizar el sistema financiero bajo el control democrático de los trabajadores y sus organizaciones
2)     Por una vivienda digna y accesible a toda la población.
3)     En defensa de la enseñanza pública.
4)      En defensa de la sanidad pública: No a la privatización, no al copago.
5)      Plan de lucha firme contra la especulación y la corrupción.
6)      Un plan de choque de inversiones públicas.
7)      Pla de choque en defensa del empleo para erradicar el paro.
8)      Por los derechos sociales y el fomento de la actividad productiva.
9)      Organizar las fuerzas para seguir luchando por la transformación socialista de la sociedad.

(Estos puntos están desarrollados en nuestros documentos que están a disposición de todos nuestros simpatizantes, afiliados y militantes, y pueden ser solicitados en la dirección de abajo). 

Continuando con nuestro análisis, es preciso reconocer que en situaciones como éstas,  donde incluso las direcciones de algunos  partidos obreros  están en crisis, es preciso que hacer un llamamiento a la clase trabajadora, para que se organicen sindical y políticamente que  se encuadren en alguna organización  para construir entre todos,  las corrientes de recambio internas, si consideran que deben ser mejoradas en su funcionamiento y   que ofrezcan  una respuesta clara de dirección  y programa cuando llegue el momento.  Si no lo hacemos así en el tiempo que tenemos, que no es ilimitado, nos enfrentaremos a una serie constante de crisis, escisiones, rupturas e inconvenientes que podrían ralentizar y obstaculizar el reforzamiento y la unidad que la clase trabajadora necesita o incluso sufrir dramáticas derrotas.    

Están apareciendo ya infinidad de pequeños grupos hiper-críticos, muchos de ellos sectarios y escisionistas, que, (sin negarles su buena intención e incluso motivos) pretenden buscar alternativas por fuera del movimiento obrero clásico, haciendo una similitud de lo que está ocurriendo en Grecia, donde los partidos que apoyan el sistema se hunden y surgen los alternativos.  Esto tiene que alertar a los partidos mayoritarios, porque si no son capaces de ser generosos con las corrientes minoritarias, es inevitable que se produzcan rupturas y escisiones, o que el movimiento se exprese por fuera, pero también corremos el peligro de que se den grupos, corrientes y sensibilidades centristas efímeros, camarillescos y de derechas, que podrían ser mal interpretados por las masas, dándoles apoyo provisionalmente para luego abandonarles cuando esos supuestos “independientes” se vendan al mejor postor, como hemos venido ya comprobando en la realidad concreta de los últimos años.  

De todo eso se deduce la necesidad y la obligación de continuar fortaleciendo  una corriente seria,  como es  Izquierda Socialista,  única corriente de opinión estatutaria, (que todavía no es una corriente de poder, solo de opinión, pero que debemos intentarlo),  con la capacidad teórica y práctica que hemos ido acumulando desde 1979. En nuestra   lucha permanente contra la corrupción, la degeneración, el oportunismo y demás errores que se han cometido en el Partido, por lo que es preciso que sirva la presente como una seria autocrítica, porque  tenemos que conseguir construir y reforzar la autoridad del socialismo, pero basándonos en la capacidad que están demostrando los cuadros jóvenes que hemos venido formando,  junto con la experiencia de los veteranos, para seguir aprendiendo en el transcurso de la batalla diaria.

Esto lo tendremos que llevar a cabo en base a la experiencia de la lucha de masas, con el objetivo de la  aplicación del programa genuinamente socialista, con una  táctica unitaria y compañera,  para dar respuestas válidas “con honradez y firmeza”,  defendiendo hasta las últimas consecuencias los intereses de la clase trabajadora a la que nuestro partido históricamente se debe. Estamos convencidos de que otro mundo es posible y necesario, pero lo tenemos que construir juntos y organizados los trabajadores, bajo la bandera limpia del verdadero socialismo.   

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A

(*) Puedes solicitar gratuitamente los textos de la Revista “PROPUESTAS DESDE LA IZQUIERDA” que representa el análisis y el programa completo que mencionamos, mandando un correo a la dirección de abajo, poniendo en asunto la palabra “Propuestas…”: 

is-psoe.malaga@terra.es



1 comentario:

  1. DESEO ADSCRIBIRME A LA CORRIENTE DE IS (YA SOY MILITANTE DEL PSOE) PERO NO CONOZCO A NADIE EN LA PROVINCIA DE SEVILLA. RUEGO CONTACTAR CONMIGO PARA ORIENTARME. MI NOMBRE ES MARIA DEL PILAR GUTIERREZ LUENGO, VIVO EN SAN JOSE DE LA RINCONADA APARTADO 249, Y MIS TELEFONOS 955 31 18 16, Y 652 651 252. QUEDAD CON SALUD.

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