En las fases de
crecimiento económico, sobre todo en los países avanzados, cuando se empezó a
construir el llamado Estado de Bienestar, el proceso de polarización se
presentaba algo difuminado. En la actualidad hemos entrado en una fase de
ruptura del equilibrio entre Capital y Trabajo, incrementándose peligrosamente
la brecha de la Desigualdad en líneas de clase y los analistas pronostican un
aceleramiento y crecimiento de los cambios bruscos y repentinos en la toma de
conciencia de las masas que se podrían producir, similar a lo ocurrido en otras
épocas históricas.
En algunas grandes crisis se han observado
claramente procesos de polarización acelerados y profundos, como la crisis que
derivó en el proceso revolucionario que provocó la I Guerra Mundial de 1914 a
1918 con la Revolución de Octubre de Rusia en 1917. La crisis de 1929
evolucionó hacia unos procesos revolucionarios
que sucumbieron con la derrota del
movimiento obrero, en concreto en el
Estado Español por el Golpe de Franco de 1936, preludio de la II Guerra Mundial.
El proceso de
radicalización de la lucha de clases durante los años 30 del pasado siglo en el
Estado español y en todo el resto de Europa, con una profundización de los
procesos revolucionarios, radicalizó y agudizó
a la sociedad capitalista, entre dos polos irreconciliables: el mundo del
capital frente al mundo del trabajo. En
el Estado español, cuando el pueblo votó por la república proclamada el 14 de
Abril de 1931, sometió a las organizaciones obreras (PSOE, UGT, CNT, PCE y
otras) a un empuje de las fuerzas contradictorias de una intensidad que nunca
se había experimentado, debido a que las fuerzas de la reacción capitalista se
oponían a los cambios.
Millones de
asalariados, jornaleros, mujeres y la juventud se organizaban y “politizaban”
exigiendo soluciones a sus representantes políticos para que tomaran medidas
claras y urgentes, que mejoraran sus miserables condiciones de vida impuestas
por el capitalismo a las masas explotadas y reivindicaban mejores condiciones
de vida para las familias trabajadoras que venían luchando por un mundo mejor y
más igualitario.
Los gobiernos de la
república fueron incapaces en el corto plazo de cinco años, atrapados en el pacto con la sombra de la
burguesía, de ofrecer soluciones suficientes a los problemas sociales y la
situación continuó agravándose y el ambiente social se “radicalizó”. La
burguesía alarmada se preparaba, se armaba y, a su vez, se “radicalizaba” buscando el camino del
fascismo y el 18 de Julio de 1936, a través de su brazo militar, encabezado por
el General Franco, asestó el golpe de Estado sangriento contra el movimiento obrero y la “República
de trabajadores de todas clases”, con el
apoyo de Hitler y Musolini.
La clase obrera
oprimida, tanto en el campo como en las ciudades, salieron a las calles a
defenderse del golpe contra la República, respondiendo con la ocupación de
fábricas, de latifundios y tomando las grandes empresas, tanto de transporte
como los sectores clave de la economía, acudiendo a las Casas del Pueblo porque
cientos de miles de ellos eran afiliados al PSOE, las JJSS y a sindicatos como
UGT, CNT y otros, fortaleciéndose y creciendo los partidos pequeños en aquella
época, como el PCE y otras organizaciones políticas y sociales minoritarias que
avanzaron por el auge de la “politización” y la lucha en defensa de la
Democracia y la República.
La clase trabajadora
se movilizó en masa acudiendo a exigirles a sus direcciones políticas que
encabezaran la lucha, organizando al movimiento obrero para defender un
programa de transformación social y llevarlo a la práctica. Los acontecimientos terribles y sangrientos
del Golpe franquista produjeron un agravamiento de la “polarización”, la
“radicalización” y la “politización”, de forma sincronizada en líneas de clase
entre derechas e izquierdas con unas presiones y unas acciones terribles.
La inmensa presión que
surgió entre los jornaleros y los asalariados de fábrica, los parados, la
juventud y los sectores más empobrecidos, se encontraban con la resistencia de
los capitalistas y la gran burguesía que se había posicionado al lado de los
golpistas; presiones y represiones que surgían de los despachos de los
banqueros que financiaban a los fascistas, así como los grandes latifundistas,
el clero y demás sectores de la
burguesía dominante y radicalizada; En esos momentos clave no se podía ser
neutral; había que optar o por un bando o por otro: Muchos capitalistas se daban a la fuga, pero
otros pasaban a tomar las armas para defender el golpe e igual ocurrió con la
clase trabajadora, que tomó partido por el Gobierno Republicano, legítimamente constituido y
fruto de la democracia, lo defendió
durante tres duros años de guerra civil.
Ante la situación de
gravedad, la “polarización”, la “radicalización” y la “politización” siguió creciendo
y exacerbaban y agudizaban, las masacres
y matanzas de la guerra, cuyos responsables para las masas era la burguesía, o
sea, la clase adinerada y los grandes
patronos, que habían financiado y
empujado al Ejército y la Falange al golpismo, lo que produjo el estallido de las masas en la guerra, con las matanzas
producidas por cada bando; se crearon las milicias obreras, las brigadas
internacionales en el bando republicano y mientras las fuerzas rebeldes del
ejército sublevado dirigido por el General Franco recibían un apoyo bélico de
Hitler y Musolini.
El pueblo español había
sido traicionado por la extrema derecha “patriótica” y sus fuerzas afines de las “Democracias
europeas” que declaraban su “neutralidad” desde las embajadas extranjeras que
propiciaban las manos libres del nazi-fascismo rampante para aplastar al pueblo
español bajo la bota de Franco, cuyas fuerzas aliadas libraban la primera gran
batalla preparatoria de las fuerzas que se enfrentaron en la II Guerra Mundial,
experimentando sus armamentos con matanzas como las de Gernika con la
aniquilación de un pueblo entero, la matanza de Badajoz que empezó la misma
noche del 14 de Agosto nada más entrar las tropas y luego la carnicería en la
Plaza de Toros, la masacre de la
Carretera de Málaga a Almería, producida en la llamada “La desbandá”, que según narra el Profesor
Melero en su libro: “sobre aquella huida aún cuesta poner números. Entre
200.000 y 300.000 desplazados y entre 4.000 a 6.000 muertos”; muchas otras
barbaridades, contadas por historiadores que expresan el horror sin fin que
representa la guerra, fruto natural del capitalismo, cuando quiere defender sus
intereses y beneficios, anteponiéndolos a la Democracia y al Derecho a la vida
que tiene todo ser humano.
“El pueblo que no
conoce su historia está condenado a repetirla”, como dijo el filósofo
Santayana. ¿Es el PP fundado por Fraga Iribarne y liderado ahora por Rajoy, el heredero natural de los golpistas
franquistas? ¿Los que votan al PP, lo hacen con conocimiento de causa? Diversas
podrán ser las causas que tengan los votantes del PP, para continuar
otorgándoles el voto a ese partido tan
corrupto y con esas raíces tan criminales, pero las principales son tres: a) Complicidad con
el genocidio. b) Ignorancia histórica. c) Enajenación mental.
Ha
sido indignante para cualquier demócrata ver ayer al Presidente del Gobierno,
declarar ante los tribunales para investigar el caso “Gürtel, escudándose en su
ignorancia sobre las cuestiones económicas del PP y su financiación ilegal,
negar con gran cinismo, diciendo: “No sé nada”… “Jamás me he ocupado de asuntos
económicos en el partido”… “Hacemos lo que podemos, significa que no hicimos
nada que pudiera perjudicar a ningún proceso”… y otras lindezas por el estilo.
Esos comportamientos agravan la polarización, la radicalización y la
politización de la ciudadanía. Le recordamos al ciudadano declarante, tratado por la Judicatura en lugar preferente,
a título de “infanta y duque consorte”,
aquellos latinajos que quizás también habrá olvidado de sus insignes estudios
de Registrador de la Propiedad: “Ignorantia iuris non excusat. Ignorantia legis
neminem excusat sua culpa”. (La
ignorancia de la Ley no es excusa. La ignorancia de la ley no exime de su culpa).
Por tanto, no queda otra solución que, ¡¡RAJOY
DIMISIÓN¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA
DE MÁLAGA-PSOE.A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
De acuerdocompañeros pero hay que actualizar verbo y formas. O nos ponemos en la sociedad 3.0 o nos barre la realidad.
ResponderEliminarPara vuestro conocimiento: tengo 70 años, pero intento vivir en mi tiempo
Salud i republica
Ferran de Vacarisses(Catalunya)