III.- CRISIS CAPITALISTA MUNDIAL.-
La segunda fase de la recesión a la que se enfrenta la
economía mundial, como consecuencia de la crisis estructural del capitalismo,
sigue precipitando a Europa hacia el abismo de la depresión y, si la precaria Unión Monetaria salta por los
aires, como anuncian algunos
economistas, produciéndose la Europa de diferentes velocidades, podría arrastrar a la economía mundial a la recesión globalizada
con el peligro de derivar en una situación
de depresión. “La economía de la zona euro registrará una
contracción del 0,3% este año, mientras que el próximo año apenas crecerá un
0,6%, según refleja la última encuesta elaborada por el Banco Central Europeo
(BCE)” (Expansión.com. Francfort-(Alemania) 9-8-12). El resto de las potencias claves tampoco están
muy por delante, pues: “El crecimiento de la economía de EEUU se
ralentiza en el segundo trimestre al aumentar el PIB un 1,5%”, (solamente
cuando habían previsto un 2 %) (Expansión.com Washington-(Europa Press)
27-7-12). En cuanto a China que era la locomotora de
la esperanza, también está sufriendo ya una desaceleración, pues según publica
Lainformación.com el 12-8-12, “China crece un 7,6 % en el segundo trimestre, su
peor dato en tres años” cuando estaba en
una media del 10 % en los últimos quinquenios y según los expertos, por debajo
el 8 % empezaría a aumentar el paro.
Dada la volatilidad de la situación y el pánico en el que
están entrando los estrategas del sistema, estas previsiones pueden variar a la
baja fácilmente, como ha venido ocurriendo con anteriores propuestas. La Banca Europea, en lo que va de año, ha
visto caer sus cotizaciones. Los grandes bancos del continente tienen en
sus balances activos inmobiliarios potencialmente sospechosos, activos tóxicos,
por valor de billones de euros. La deuda del Estado español, Grecia, e Italia
en conjunto, está sobre los 2 billones 987.000 millones a diciembre
2011. Los fondos de inversión de EEUU,
ante estos informes, han reducido a mínimos históricos su participación en
entidades financieras de Europa. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI)
dice que existen unas pérdidas potenciales por la devaluación de títulos de la
deuda pública que podrían superar el billón de euros.
Grecia e Italia.
Con todos esos “presuntos pufos”, los ladrones no se fían de
sus colegas, tal como vimos en la última cumbre del G-20 de noviembre pasado. En esta ocasión el anuncio del referéndum en
Grecia hizo saltar por los aires la escenografía acordada, terminando como el
rosario de la aurora. La bronca entre los altos mandatarios fue descomunal y
las imposiciones de Merkel y Sarkozy, en una reacción de escándalo que violaba
cualquier parecido con la “democracia” y abandonando los métodos aparentes de
la diplomacia, amenazaron al Presidente
Papandreu con echar a Grecia de la eurozona si no se sometía al gobierno de los
“tecnócratas” y acataba los dictados de
los “mercados”, que es la auténtica dictadura del capital financiero.
Desfenestraron al gobierno de Grecia e Italia y François Hollande derrotó
claramente a la derecha francesa, surgiendo con fuerzas el “Front de Gauche” de
Jean Luc Mélenchon, que indica el giro a la izquierda en Francia.
Cualquier gobierno, por muy socialdemócrata que se precie, si
se somete a los chantajes y a la lógica del capitalismo tiene que hacer como
hizo el Presidente de Grecia: aceptar la hoja de ruta que le dictaban los amos
a los que se debe. Esa forma de comportarse preparaba una maniobra para
legitimar la política de recortes a aplicar, con una nueva vuelta de tuerca
más, que forzaba tanto al Gobierno como a la oposición de derechas a formar un
Gobierno de Concentración Nacional que es el resultado que existe ahora, pero
como un Protectorado de la llamada “troika”.
Ese descarado giro a la derecha no es ninguna casualidad:
refleja muy bien el miedo de la burguesía a la oleada de manifestaciones y
huelgas generales en Grecia, que podríamos señalar como un proceso claramente
pre-revolucionario, con millones de asalariados en las calles y plazas
protestando por los ataques. La burguesía, a través de sus potentes medios de
comunicación en un régimen de oligopolio, han difundido la idea de que es un
gobierno de salvación dirigido por “independientes tecnócratas”, cuando la
realidad es que tanto en Grecia como en Italia, lo que existe es un giro a la
derecha de la cúpula dirigente, junto con un giro a la izquierda por las bases,
que, violando la propia formula de “democracia burguesa”, han dado un golpe de
estado financiero de tipo “bonapartista”, suspendiendo los formulismos
democráticos e imponiendo directamente a unos “administradores directos del
capital financiero” para que puedan aplicar las medidas de choque que emanan
desde despachos ocultos fuera del control de la democracia, de espaldas y en contra del pueblo.
Esta situación muestra la gravedad de la crisis tanto en
Grecia, como en Italia y asimismo en el Estado español, y expresa el grado de
descomposición de la democracia burguesa, corrupta hasta los tuétanos y
ampliamente degenerada y mercenaria del Poder de las finanzas; a la vez que
supone una seria advertencia para los intereses de la clase trabajadora,
dejando claro hasta dónde están dispuestos a llegar con sus ataques, si las
fuerzas sociales del movimiento de izquierdas y la juventud no nos organizamos
de forma unitaria y los frenamos con la fuerza potencial de la que disponemos
en la lucha por transformar la sociedad.
La descomposición del régimen burgués italiano también ha
sido traumática. Su economía se encuentra inmersa en un pantano de corrupción, atrapada en una deuda pública de más del 120 %
del PIB (Más de 1,97 billones de euros), que ha colocado a Italia, la tercera
potencia de la zona euro, al borde de la bancarrota con el peligro de arrastrar
a la economía mundial hacia una depresión mayor.
Los analistas vienen insistiendo una y otra vez que Italia y
España no son Grecia, y es cierto. Las economías de Italia y España, consideradas entre las nueve primeras
potencias mundiales, se han visto vapuleadas por la crisis y por los tiburones
de la especulación financiera, sufriendo alzas brutales en su prima de riesgo e
incluso superando en algunos momentos los 600 puntos del diferencial con el
bono alemán, asomándose al rescate. Esto
obliga a pagar unos intereses del 7 % por las letras a diez años, lo que indica
una situación insostenible ya que si la dinámica continúa así, no hay dinero
suficiente en el Banco Central Europeo para poder acudir al rescate. Una
perspectiva que podría provocar la suspensión de pagos de estas naciones y
arrastrar a la economía de Europa al torbellino del precipicio, pues un rescate
de Italia o España haría quebrar a la banca Francesa y Alemana.
Como en Grecia, el nuevo gobierno de Italia, presidido por el
antiguo Comisario Europeo, Mario Monti, representa directamente los intereses
de los bancos y los monopolios. Un gobierno, que al igual que el griego, ha
sido impuesto por el gran capital francés y alemán con el beneplácito de la
derecha y la socialdemocracia italiana, y que no tardó ni un mes en presentar
un plan de austeridad salvaje: aumento
de la edad de jubilación, recorte de los salarios de los empleados públicos,
aumento del IVA y los impuestos indirectos, planes de privatizaciones…Una
estrategia de hacer cargar el peso de la crisis sobre las espaldas de los
trabajadores y sus familias, y que como está sucediendo en Grecia, Portugal,
Irlanda, Gran Bretaña o en el Estado
español, están siendo rechazados y respondidos en la calle con grandes
movilizaciones.
Todas esas maniobras políticas y financieras están teniendo y
tendrán escasos resultados para relanzar la economía productiva, salvo
recomponer los beneficios de los grandes bancos y corporaciones capitalistas. A
pesar de la quita de la deuda Griega, según
un informe del Banco Central Europeo el país no podrá salir de la
recesión hasta 2020, a pesar de que el PIB ha caído ya más de un 30 %, mucho
más de la destrucción que provocó los dos primeros años de la Segunda Guerra
Mundial.
Divisiones profundas en la UE.
Muchos analistas culpan a Merkel de ser la principal causante
del agravamiento de la crisis. Tanto la Canciller como los capitalistas
alemanes se niegan pertinazmente a los eurobonos y a que el Banco Central
Europeo compre deuda pública que ayude a los países que tengan más
dificultades, porque al final, en caso de dificultades, tendrían que ser
respaldados por las economías más fuertes del continente, en este caso Alemania
y Francia. Merkel sabe que el BCE ha
prestado a los bancos europeos cientos de miles de millones de euros al 1 %
para que éstos vuelvan a prestar para comprar bonos de deuda a los países
europeos en dificultades, obteniendo una rentabilidad de entre un 20 % y un 4
%, por cuyo procedimiento, muchas de las quitas que tendrán que realizar para
intentar salvar el Euro, ya están abonadas de antemano por la clase trabajadora
de esos países. La prima de riesgo de “Portugal alcanzaba 855 puntos básicos y
la de Grecia 2.449” (Diariocrítico.com 9-8-12).
Los burgueses alemanes no quieren financiar sin garantías de
cobro la crisis de los países económicamente más pobres y esa posición está
provocando enfrentamientos con los capitalistas franceses. Francia entrará en
recesión en 2012 ya que en el último trimestre de 2011 creció solamente un 0,1
% del PIB. Las perspectivas de
crecimiento para Alemania son muy bajas, entre un 0,1 % y un 0,2 % para el
primer semestre del año que viene. Y Gran Bretaña también está estancada, pues
espera un crecimiento raquítico del 0,1 % para los próximos trimestres.
Las dificultades se extienden también a Bélgica y Austria,
cuyas primas de riesgo han subido en torno al 200 %, alcanzando en Portugal,
que supera los 850, la calificación de
su deuda el degradante nivel de “bonos basura”.
Con todo ese panorama como telón de fondo este año pasado se
agravaron las presiones para emitir
eurobonos que llegan al punto álgido con el enfrentamiento abierto entre Durao
Barroso y Angela Merkel, (involucrándose en la disputa Sarkozy que ya estaba de
capa caída). Con la entrada de Hollande,
parece que están intentando modificar algo la estrategia económica, pero el
margen es tan raquítico que lo tienen muy difícil. Los que defienden los
eurobonos quieren que la UE disponga de tanta liquidez como EEUU para
respaldar la deuda, con lo cual lograrían una rebaja de los costes de su
financiación. En 2010 la deuda de la eurozona llegó al 85,4 % del PIB,
ascendiendo a 7,8 Billones y la de EEUU alcanzaba los 19,2 Billones de dólares
(94,4 % PIB).
La disputa está en que si se emiten los eurobonos para cubrir
a todos, tendría que ser Alemania la avalista y ese es el quid de la cuestión.
La burguesía francesa pretende que sea el BCE el que se convierta en garante
para que compre toda la deuda que sea necesaria en los países que tengan
problemas dentro de la eurozona, pero esto ha sido rechazado de plano por
Alemania en la cumbre de Estrasburgo del 24 de Noviembre. Se habla con
insistencia de una eurozona de dos velocidades, algo que agravará el problema
en vez de solucionarlo. La Unión Europea de los Mercaderes es una utopía
reaccionaria y se muestra incapaz de dar soluciones a las cuestiones sociales y
económicas, por lo que la batalla continuará debido a la profundización de la
recesión.
Las perspectivas de recrudecimiento de la crisis han
reabierto a una escala tremenda el debate sobre el futuro de la unión monetaria, que es lo
mismo que el de la Unión Europea. Los partidarios de la desaparición de la UE,
incluso del euro, toman posiciones. Paul Krugmann, premio Nobel de economía, en
un escrito afirmaba que “la amarga verdad es que cada vez da más la
impresión de que el sistema del euro está condenado. Y la verdad todavía más
amarga es que, dado el modo en que ese sistema se ha estado comportando, a
Europa le iría mejor si se hundiese cuanto antes mejor”.
La necesidad de una integración política, económica y social,
para poder salvar al euro es asumida por la mayoría de los estrategas del
capitalismo, pero no se ponen de acuerdo en el cómo y quién carga con la
factura. Se han quedado sin paradigma
económico y tanto el liberalismo monetarista como el keynesianismo son modelos
imposibles de sacar a Europa y a la economía mundial del pozo de la recesión en
el que está sumida.
La última reunión de la UE en Bruselas del pasado 9 de
diciembre se ha saldado con la victoria de las posiciones políticas de la
burguesía alemana: austeridad y planes salvajes de recortes de gasto
público; reformas de los tratados para
imponer la disciplina fiscal; sanciones a los Estados que la incumplan; y
vigilancia de los presupuestos nacionales que tendrán que ser acordados con el
BCE, es decir, con la burguesía alemana. La autoexclusión de Gran Bretaña de
estos acuerdos es, asimismo, una señal de que el abismo abierto ante la UE no
ha sido resuelto. El dominio de la clase dominante alemana sobre sus
competidores, no evitará que ante la perspectiva de la continuidad de la
recesión, incluso su recrudecimiento, los enfrentamientos entre las distintas
burguesías se agudicen en los próximos meses.
Cada vez más
economistas están manteniendo la tesis de que con la espiral de recortes y
ataques adoptados la crisis se agravará, porque hunden las condiciones de vida
y de trabajo de la mayoría de la población asalariada, que son los
consumidores, arrastrando la demanda global a la baja y lastrando la
recuperación en cada uno de los países. Las cuentas son claras. La deuda
pública de Grecia, que como hemos dicho está en torno al 132 % podría subir al
200 % en 2013 si continúan con estas medidas. Es imposible que disminuyendo
cada vez más el poder adquisitivo de los salarios, con una tasa oficial de
desempleo en el 18,4% (la real se sitúa entorno al 25 %), y la reducción
drástica de la inversión pública, la economía griega se recupere.
Los capitalistas, y los gobiernos que se inclinan ante ellos,
llevan años mintiendo a los ciudadanos y empleando discursos demagógicos
animando con una salida común de la crisis, pero una vez y otra, los brotes
verdes se marchitan y la luz que dicen ver al final del túnel queda reducida a
negras cenizas.
La lucha por el mercado mundial y la respuesta
de las masas está siendo titánica, pues cada día se reducen más, lo que
determina una actitud belicosa de las distintas potencias que se disputan cada
palmo de ellos. Los enfrentamientos y las divisiones dentro de la Unión Europea
son públicos y notorios entre los países más fuertes, Alemania y Francia
principalmente, contra los más débiles, Portugal, Italia, Grecia y España. Por
otra parte, la economía de los EEUU se sigue contrayendo, con aumentos
históricos de la deuda y déficits abultados hasta alcanzar 15 billones y de 1,5
billones de dólares respectivamente. La
amenaza severa que representa el contagio de la crisis por impago de la deuda
de Europa en los Estados Unidos podría
arrastrar al sistema financiero mundial hacia un agujero cada vez más
profundo.
Asimismo, la gran
batalla que están librando EEUU y China por el control de la zona de
Asía-Pacífico, que representa el 50 % del comercio mundial, es otro síntoma de
la gravedad de la crisis. Una batalla por el dominio económico y geoestratégico
que está teniendo su traducción en un aumento de la carrera de armamento y
amenazas de conflagración mundial en zonas caliente como Irán, y Oriente Medio
de consecuencias imprevisibles.
China está avanzando
en la carrera espacial y militar, construyendo armas modernas, bases militares,
misiles de largo alcance y aviones ultramodernos no tripulados; una dinámica
semejante en otros países de la zona, que están firmando tratados militares con
los EEUU que utiliza el complejo militar-industrial para ayudarse a salir de la
crisis económica, pues ve en ello un sector más para su recuperación y su
política hegemónica mundial.
La crisis del capitalismo no sólo está teniendo consecuencias
en el plano económico. Sus repercusiones en el terreno de la lucha de clases
han puesto en el orden del día grandes movimientos revolucionarios. En
Latinoamérica, el proceso se extiende a nuevos países que eran ejemplo de
estabilidad: en Chile se han producido las movilizaciones de la juventud más
importantes desde la caída de Pinochet. En EEUU, un nuevo movimiento de masas,
con una envergadura desconocida desde los años sesenta, contagio de la “primavera árabe” y del
movimiento 15-M, con movilizaciones ciudadanas potentes como Ocupar Wall
Street, está tomando las calles de las principales ciudades al
grito de somos el 99%.
En el mundo árabe, la revolución ha derrocado dictaduras
sangrientas que habían sido apoyadas por las potencias de Occidente durante
décadas. Dese Túnez hasta Yemen todo está en ebullición, con masacres como en
Libia o en Siria que son verdaderos genocidios. También en Europa estamos asistiendo a grandes
movilizaciones, huelgas generales y luchas de la juventud. Un gran movimiento
que pone en cuestión el capitalismo, las instituciones de la democracia
burguesa, y señala como alternativa la transformación socialista de la
sociedad. Sólo bajo el socialismo, bajo
un régimen dónde las palancas de la economía y el poder político estén bajo el
control democrático de la mayoría de la población, será posible la auténtica
democracia.
(Mañana publicaremos la parte IV.- SITUACIÒN EN EL ESTADO ESPAÑOL).
NOTA:
CONTINUAMOS EL DEBATE CON PARTICIPACIÓN DE LAS BASES A TRAVÉS DE ESTE BORRADOR DE PROPUESTAS ALTERNATIVAS
QUE PRESENTA LA CORRIENTE EN MÁLAGA A LA “
IZQUIERDA SOCIALISTA DE ANDALUCÍA” PARA
QUE SEA DEBATIDO Y ENMENDADO. LOS MIEMBROS DE LA CORRIENTE PUEDEN
PARTICIPAR CON VOZ Y VOTO; LOS SIMPATIZANTES PUEDEN HACER APORTACIONES
POR SI SON ASUMIDAS POR LA PONENCIA Y DE ESTA FORMA PARTICIPAR CON LAS
APORTACIONES EN LA MEJORA DE LAS PROPUESTAS CARA A LAS S CONFERENCIAS PROGRAMADAS PARA ESTE
OTOÑO EN EL P.S.O.E,
Remitir las propuestas a la dirección de abajo, poniendo en asunto la palabra "Conferencias":
is-psoe.malaga@terra.es
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