¿Dónde está el Cambio prometido? |
El sistema capitalista funciona con la
lógica de reducir los costos para incrementar la tasa de ganancia, objetivo
primero del modelo capitalista. Las nuevas tecnologías, con la gran revolución
científico-técnica, les permiten reemplazar trabajo humano, por las máquinas,
la robótica y los modernos adelantos tecnológicos.
Como se describe en las páginas de
"El Capital", “la búsqueda por parte de las empresas de los
beneficios y la productividad, les lleva
a necesitar cada vez menos trabajadores,
relativamente, al introducir
nuevas técnicas e inventos, lo que
crea un "ejército industrial de
reserva" de mano de obra de parados cada vez más empobrecidos. La
acumulación de riqueza en un polo es, por tanto, al mismo tiempo acumulación de
miseria en el otro polo".
Este proceso descrito por Marx es en la actualidad visible en todo el mundo, particularmente con los esfuerzos que realizan las compañías de EE.UU. y el resto de las potencias para reducir los costos y conseguir que sigan aumentando las ganancias corporativas como parte de la producción económica total de más alto nivel, como venía ocurriendo en las últimas seis décadas.
En
EEUU, (…) “De
acuerdo con el reporte del BNC, estados en el sur y en el oeste tienen las más
altas tasas de habitantes con bajos ingresos, y paradójicamente Arizona, New
Mexico y South Carolina evalúan propuestas legislativas para recortar ayudas a
desamparados. En el mismo periodo, 97,3 millones de norteamericanos calificaron
para la categoría de bajos ingresos, y se sumaron a los 49,1 millones que ya
estaban catalogados bajo la línea de la pobreza. El número total indica 146,4
millones de individuos, o un 48 por ciento de la población actual, y representa
un inventario de cuatro millones de estadounidenses más en comparación con
cifras de 2009. La tasa nacional de pobreza en Estados Unidos ascendió hasta un
15,1 por ciento durante 2010, el índice más alto en 17 años, confirmó una
anterior estadística del gobierno federal. El medio digital CNNMoney comentó
que mientras la economía doméstica se esfuerza en salir de la recesión, esos
datos representan los peores números en este acápite social desde 1993. En 2009
el indicador era de 14, 3 por ciento”. (…)(Prensa Latina. Agencia Informativa).
La primera potencia económica mundial es a su vez la que mantiene las desigualdades de ingresos más agudas como en Estados Unidos que ha llegado a su nivel más alto desde la década de 1920. Hasta la crisis iniciada en 2007, la disparidad en los ingresos fue oscurecida por factores tales como el crédito fácil, que permitió a algunos hogares pobres disfrutar de un estilo de vida que la propaganda del sistema les incitaba a imitar a los más ricos.
El obrero es sustituido por la máquina.
Ésta apenas necesita descanso, no
enferma, no tiene gastos de seguridad
social, no reclama pagas extras ni pide aumentos salariales ni por tanto crea
problemas sindicales. Las estadísticas
de la primera potencia mundial, los EEUU, que mostraremos algunas a
continuación, muestra cómo se está
reemplazando trabajo en el que se utilizada mano de obra por métodos
tradicionales, por el que se hace ahora con
las máquinas de nuevas generaciones tecnológicas.
En EEUU, al igual que en la mayoría de los
países, los trabajos manuales tradicionales que se realizaban en la
agricultura se están sustituyendo por
trabajo que realizan a través de la mecanización. En 1949 las cosechas de algodón se
realizaban en un 94 % a mano y solamente un 6 % se empezaba a realizar a
máquina. En 1972, el 100 % de la cosecha
de algodón se realizaba ya mecánicamente.
En 1860 el 60 % de los trabajadores
norteamericanos pertenecían al sector agrícola. En 2009 el sector agrícola
utilizaba solamente un 3 % de los trabajadores.
La industria del acero, entre 1982 y 2002 incrementó la producción de 77
millones de toneladas a 120 millones de toneladas mientras que los trabajadores
del acero pasaron de 289.000 a 74.000 perdiéndose 215.000 puestos de trabajo.
El proceso de incremento de la producción y
pérdidas de empleo es una trampa mortal del capitalismo. Es una de las
contradicciones que se agudizan con el desarrollo de las fuerzas productivas y
que no puede resolverse en bases capitalistas.
Es un poderoso fenómeno que provoca paro,
miseria y desolación, que a su vez opera en cambios moleculares en la toma de
conciencia de las masas que son empujadas a la lucha por defender sus puestos
de trabajo a la vez que se rechazan los ataques que ello representa a los
niveles de vida.
La primera cuestión que debemos plantearnos
es a dónde han ido a parar los empleos destruidos en la agricultura y la
industria. Provisionalmente podemos decir que fueron absorbidos por el sector
terciario: Los Servicios, pero sigamos analizando.
Desde 1950 a 2002 los sectores de Servicios
han ido absorbiendo ese exceso de mano de obra que provenía del desarrollo
tecnológico del sector agrícola e industrial, como demuestran las estadísticas, pasando del 59 % al 82 % de la fuerza de
trabajo acumulada en esos sectores terciarios.
Pero el modelo ha colapsado en una crisis
colosal de sobreproducción, cíclica del capitalismo, de onda larga, que hace
ahora cinco años estalló en el verano de
2007 en los EEUU. Desde entonces, hemos entrado en un ciclo descendente que
presagia una lenta agonía del modelo de producción capitalista que a la larga
no podrá resolver la cuestión social y mucho menos, el paro forzoso al que
lanzan a millones de obreros.
La automatización computerizada, que en sus
inicios hizo abrigar esperanzas en la consolidación del modelo capitalista,
ayudando a la globalización y permitiendo a algunos estrategas predecir “el fin de la historia”, ahora se ha vuelto dialécticamente en su
contrario y comenzó la destrucción de empleos mucho más rápido que cuando se
destruía en la agricultura y en la industria, con el agravante que ahora no
existe ningún sector emergente que pueda absorber los excedentes colosales de
paro a escala planetaria.
Según informa la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), “el desempleo mundial está en el nivel más alto de la
historia”. El número de parados a nivel
mundial ha aumentado vertiginosamente desde
el inicio de la crisis de 2007. Los datos sociales son aterradores: “Más
de 1.000 millones de seres humanos viven con menos de un dólar al día. Otros
2.400 millones viven con menos de 2 dólares al día. El 2 % de la población mundial controla el 90
% de la riqueza. Cerca de 1.500 millones de niños sufren insuficiencia
alimentaria. Un niño de cada 10 no sabe
leer ni escribir. Cerca de 1.000 millones de personas son analfabetas. El 80 % de los refugiados son mujeres y
niños. Las mujeres ganan un 35 % menos
que los hombres. Cada día mueren en torno a 80.000 niños de menos de 5 años por
enfermedades fácilmente curables. Más de
600.000 mujeres mueren durante el parto o el embarazo por falta de atención
médica. Para 2020 algunos países podrían
perder más de la cuarta parte de su población por causa del SIDA y las guerras.
Más de 1.000 millones de personan no tienen acceso a agua potable.
Siguiendo con el análisis de lo que ocurría
en EEUU, desde 1983 a 1993 también el sector bancario empezó a despedir
personal perdiéndose el 37 % de los puestos de trabajo, sobre todo por la
introducción de la computerización, la robótica y las nuevas tecnologías. Por
ejemplo, los operadores de la telefonía han sido completamente reemplazados por
computadoras y artilugios automáticos. El trabajo humano, cada vez con más
celeridad está siendo reemplazado por la tecnología de forma fulminante.
El trabajo de las máquinas es más preciso,
más productivo que la del artesano o del obrero; la máquina no se cansa, es más
consistente que el obrero y no protesta.
La automatización se emplea cada vez más en trabajos complejos como la
medicina, la arquitectura, la investigación, la ciencia en general y otros
menesteres que requieren trabajos repetitivos y monótonos.
El trabajo mental también está siendo
sustituido desde hace tiempo por modernas computadoras, los móviles, los
robots…que lo hacen todo mucho más rápido, más exacto y más perfecto que el
obrero manual, por lo que eso no tiene vuelta atrás, el problema es que
sustituir toda la mano de obra por plantas robotizadas donde no se utilice al
obrero, bajo el capitalismo es
totalmente imposible, entre otras cosas porque existe una Ley tendencial a la
caída de la tasa de beneficios que explica que, a medida que aumenta el capital
constante y disminuye el capital variable, se produce una tendencia a la caída
de la obtención de plusvalías, porque es la mano de obra del asalariado la que
produce la ganancia. A su vez en la medida que se desarrollan las fuerzas
productivas, que confirma la Teoría de las Plusvalías, donde se expresa que las ganancias del
capitalista provienen del salario no remunerado por el burgués a la
clase obrera de donde obtiene las plusvalías que son los beneficios.
Sigue estando en discusión si operan a gran
escala o se debilitan esas tendencias, pero en momentos de crisis como los
actuales, se produce una aceleración que
agrava la situación. Por otra parte, en
base a los potentes complejos de ordenadores, se pueden averiguar las
soluciones a los problemas que se plantean bajo el capitalismo, en base a
realizar modelos por simuladores. Son procesos cognitivos basados en la
información de los datos que se introducen en los programas.
Si tenemos un problema con nuestro
automóvil, con el ordenador, o con cualquier electrodoméstico moderno, llamamos
al servicio técnico, que casi siempre
mediante otro aparato técnico lo analiza y nos diagnostica la avería o nos dice
de dónde proviene el problema o si es de obsolescencia, por lo que nos aconseja
sustituir la pieza dañada o el aparato en tu totalidad.
Cuando los estrategas del capitalismo, que
controlan la economía a través de mecanismos como el FMI, la Banca Mundial, la
ONU, el Pentágono o cualquier otro organismo, tienen un problema en el
funcionamiento del modelo capitalista de libre mercado, en el que llevan ya
cuatro años atascados sin dar con la solución eficaz, cualquier persona mínimamente
inteligente empieza a darse cuenta de que algo gordo está ocurriendo, pues a
alguien se le habrá ocurrido ordenar que hagan un análisis computerizado, al
menos en simulación, para poder detectar lo que le ocurre al sistema
capitalista que no funciona para obtener los resultados que esperan.
Seguramente más de uno de los cientos de
miles de lumbreras que han estudiado economía en famosas y costosas
Universidades, (donde obtienen al menos un Premio Nobel de Economía al año),
habrán tenido la ocurrencia de averiguar dónde está el fallo para salir de la crisis,
porque todos analizan lo que ha pasado,
las quiebras, las deudas y todo lo demás, pero soluciones no se atreven
a darla. ¿Qué resultados les habrán dado los simuladores de la economía para
tener tanto pánico a decirles la verdad
a los pueblos?
Posiblemente el diagnóstico sea que el
motor del sistema capitalista está gripado, que el paro es estructural, que el
modelo actual, robándoles constantemente a los pobres para dárselo a los
ricos, este modelo no tiene solución porque se encuentra obsoleto y no se
puede reformar ni reparar. Seguramente
estén discutiendo los efectos de las fórmulas recomendadas, como:
La fórmula a) Aguantar e ir tirando con
remiendos, recortes sociales, ataques permanentes a los intereses y derechos de
las masas, rescates bancarios y otros intentos de “ingeniería financiera”, para restaurar la tasa de ganancias, con el
pánico a que esto les reviente en las manos y se produzcan convulsiones
sociales, levantamientos y revoluciones que en un momento dado no puedan
controlar.
O la fórmula b) Un cambio de modelo de
sociedad por obsolescencia y agotamiento del capitalismo, ya que seguramente han
detectado que existen dos frenos
absolutos que impiden al modelo actual
desarrollar las fuerzas productivas, como son la propiedad privada de
los grandes medios de producción, incluidos en ellos el sector financiero que
ahoga y estrangula la producción real, y el freno total que representa las
fronteras nacionales, cuyo modelo globalizado amenaza con guerras comerciales
terribles imposibles de evitar.
Observando la proyección de las dos
propuestas alternativas planteadas, para superar las contradicciones inherentes
al sistema capitalista, no pude contemplarse más que la sustitución del
capitalismo por el Socialismo, entendiendo éste como un modelo verdaderamente
democrático donde se proceda a la nacionalización de la banca, los monopolios y
los latifundios, bajo control democrático de la clase trabajadora y al servicio
de los más necesitados, para poder utilizar los colosales recursos que existen
en la sociedad y que se están infrautilizando, despilfarrando o destruyendo,
para poder resolver los problemas de los seres humanos.
Con los recursos económicos y las grandes
palancas de la economía en manos del pueblo y gestionados democráticamente
podríamos planificar la economía para producir más, poniendo a todo el mundo a
trabajar, con el objetivo de repartir con justicia el fruto del trabajo,
mejorar la sanidad pública, la educación, desarrollar las infraestructuras, el
ocio, la cultura, porque una vez que los recursos estén planificados
democráticamente bajo el control de la mayoría, que es la clase trabajadora,
con los avances tecnológicos podríamos reducir la jornada laboral para repartir
el trabajo para que la población pudiese disfrutar de una vida mejor.
Con un nuevo modelo como el genuino socialismo,(*)
la economía no se planificaría para
obtener el máximo beneficio para unos cuantos banqueros, multinacionales y
especuladores que se han convertido en verdaderos parásitos, y han realizado la
mayor estafa cometida nunca contra el pueblo, sino para el bienestar del
conjunto de la sociedad. Ese sería el
camino para construir una sociedad verdaderamente democrática y socialista,
donde, una vez liberados de la lucha
cotidiana por la supervivencia y con los medios colosales de producción
existentes puestos al servicio de todos y gestionados democráticamente, los
trabajadores podríamos participar conscientemente en todas las decisiones
políticas, económicas, sociales y culturales de la sociedad, ejerciendo la
verdadera democracia socialista en un plano de igualdad, cooperación y apoyo
mutuo.
Consideramos que en la actualidad, con la fuerza
potencial que tiene la clase trabajadora asalariada en todo el planeta, la
transformación socialista de la sociedad es actualmente,
más necesaria
y posible que lo ha sido nunca. El único requisito que se necesita es la
potenciación de un movimiento internacionalista de masas que defienda un
programa auténticamente socialista bajo la firme dirección democráticamente
representativa de trabajadores libres, honrados, inteligentes y justos, para lo
que es imprescindible la participación de la mayoría de los jóvenes, los
parados, los jubilados, los movimientos de lucha por la igualdad de género, los ecologistas y demás capas de la sociedad, arrastrando tras
de esta fuerza colosal al movimiento sindical, al movimiento cooperativo, a las empresas de economía social, a los
autónomos e incluso a las pequeñas y medianas empresas. Todas esas son las fuerzas que están llamadas
a luchar por acabar con el capitalismo e iniciar la construcción de la
verdadera sociedad socialista. Para ello
es preciso poner la ética al servicio de la economía y ésta al servicio de la
Humanidad.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
is-psoe.malaga@terra.es
(*) A partir del próximo lunes iniciamos el debate
público del documento que proponemos presentar en las Conferencias, tanto a la de
Andalucía, la Federal de IS y la Federal del PSOE de otoño, donde hacemos un análisis de la
situación y se ofrecen propuestas programáticas para luchar contra el paro y para salir de la crisis por la izquierda.
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