Estas reflexiones van dedicadas sobre todo a la clase trabajadora, a las capas medias, a los “indignados”, a los que piensan abstenerse, y al pueblo en general, porque por muy desprestigiado que esté este modelo híbrido de democracia burguesa, bajo cuya careta se esconde la dictadura del capitalismo financiero imperialista, el derecho al voto conquistado con las luchas de la clase trabajadora debemos seguir defendiéndolo con uñas y dientes, para que la burguesía no tenga la desfachatez de terminar de quitarse la careta.
Continuando con nuestra posición crítica, tanto al modelo capitalista como a los que intentan gestionarlo en contra de la mayoría, que es la clase trabajadora, decimos que las elecciones de Andalucía no pertenecen solamente a esa pequeña minoría de candidatos que se apiñan para salir lo mejor posible en las fotos, sin que el pueblo sienta con claridad las explicaciones de las políticas concretas que van a desarrollar para sacarnos de la recesión, sino que la soberanía pertenece al pueblo andaluz.
La clase trabajadora está harta de discursos monocordes que intentan convencernos buscando soluciones en el marco del sistema capitalista, cuando cada vez más ciudadanos llegan a la conclusión que bajo este sistema corrupto, degenerado y decadente no se ofrecen salidas válidas para las cuestiones sociales, caminando peligrosamente hacia el agujero negro de la recesión.
Nosotros, como corriente de izquierda, como miembros de IS-PSOE, venimos debatiendo, explicando y ofreciendo nuestras Propuestas alternativas, pero no engañamos a nadie pues decimos claramente que se salen del marco de este sistema capitalista, porque consideramos, que como decía Largo Caballero, “a la clase obrera hay que decirle la verdad, aunque le duela”, y nuestra verdad es que bajo el sistema capitalista, que es el causante de todos los males de los trabajadores, nunca podremos conseguir soluciones definitivas a los problemas sociales, pero, por supuesto que tenemos la obligación y el deber de seguir luchando por el genuino socialismo, que, repetimos, no cabe dentro del capitalismo.
Una de las cuestiones fundamentales que nos tenemos que plantear, no ya como socialistas, sino como simples ciudadanos, es si vamos a poder vivir, o no, dignamente de nuestro trabajo, si vamos a poder mantener nuestro nivel de vida, con tantos ataques y recortes, como los que está planteando el Gobierno del PP, mediante el cual se nos arrebatan los legítimos derechos y aspiraciones a vivir en un Estado que respete de verdad los Derechos Humanos conquistados con esfuerzos, luchas y sacrificios por nuestros padres y abuelos.
La derecha nos quiere domesticar, nos quiere reducir de nuevo a simples esclavos, por lo que tenemos la obligación de nuevo de alertar a la clase trabajadora y a los sectores más desfavorecidos, como son los pensionistas, las mujeres y la juventud, (aunque algunos nos tachen de alarmistas y anticuados), que es preciso seguir luchando y de forma cada vez más dura, porque existe gran desconfianza y angustia entre cientos de miles de familias, entre sectores laborales diversos y amplios, que se ven forzados a la lucha, aunque sea desagradable y dura, porque nos vemos cada día desposeídos de nuestros puestos de trabajo y arrojados a la condena del paro y a la miseria, mientras que los corruptos, especuladores y explotadores, que son los culpables, siguen sin pagar sus estafas.
Nuestros salarios son cada vez más raquíticos y existe una cierta psicología de las masas de echarles la culpa, erróneamente, antes que a los capitalistas, a nuestros propios sindicatos y los partidos de clase, no distinguiendo las cúpulas, cuyas direcciones es cierto que han cometido errores, confundiéndolo con sindicalistas y militantes de base y abnegados delegados, que junto con miles de miembros de Comités de Empresas, están siendo represaliados por defender los intereses de nuestra clase y que continúan la lucha exigiendo un cambio, incluso en el modelo sindical y de sociedad, pidiendo una y otra vez, en las manifestaciones y concentraciones, que se abandone la política de Pactos y Consensos que está totalmente agotada, y se pase a la acción, defendiendo un sindicalismo de combate, democrático y participativo, que es el que tenemos que defender y apoyar.
Existe un incremento del malestar que viene dado por la angustia y a veces la desesperación, que produce la pérdida del puesto de trabajo o los abusos contra nuestros derechos. Estamos sufriendo las medidas tomadas por nuestros adversarios de clase, la Patronal y su Gobierno de derechas del PP, que están golpeando constantemente nuestros derechos y nos están dejando sin capacidad jurídica de defensa, presionando, chantajeando y aterrorizando con mandarnos al paro, lo que son flagrantes violaciones de los Derechos Humanos.
Nuestra tarea como trabajadores es luchar por instaurar un modelo de solidaridad y de democracia obrera, que junto con los demás valores de la izquierda, nos hagan recuperar la unidad y caminemos hacia una mejora de las organizaciones para que podamos adquirir condiciones más favorables con las que poder hacer frente a este estado de deterioro y descomposición de la convivencia laboral en el seno de las empresas, por lo que condenamos el clima de polarización extrema que está alcanzándose en la sociedad, alentado por la brecha creciente de desigualdad entre ricos y pobres que causa el ansia de beneficios desenfrenado de la banca y de los grandes capitalistas.
La fraternidad entre la clase trabajadora es hoy más necesaria que nunca. Debemos oponernos a la política del “divide y vence” que plantea la derecha y a la práctica de viejos métodos, a veces similares a los del antiguo régimen, que están llevando a cabo los Gobiernos del PP, tanto a escala del gobierno central como en las autonomías donde tienen el control, que potencian las fuerzas reaccionarias, empujados por la patronal y la cúpula de la Iglesia Católica.
Es nuestro deber como trabajadores seguir avanzando hacia la recuperación y fortalecimiento de nuestros partidos y sindicatos de izquierdas. Es cierto que muchos trabajadores han abandonado las filas de ellos, porque se han cometido demasiados errores, y no se ha hecho la autocrítica y rectificación convincente por parte de nuestras direcciones, pero existe un método de lucha desde dentro, exigiendo más democracia y más participación, apoyando o construyendo corrientes de izquierdas alternativas que nos permitan rescatarlos para dar el giro a la izquierda, que nos permita defender cada vez con más fuerza, el programa correcto con el objetivo de que sea llevado a cabo, a la vez que luchamos por “elegir a los mejores (como decía Pablo Iglesias), pero para luego vigiladlos como si fuesen canallas”. Ese control obrero desde las bases es totalmente imprescindible para luchar contra los malos comportamientos y corrupciones que perjudican a nuestras organizaciones de izquierdas y favorecen a las derechas.
Tenemos que luchar contra el vicio antidemocrático del absentismo electoral, aunque algunos lo puedan estar practicando, sin ser realmente un ácrata, cuya doctrina lo justifica. La lucha contra la corrupción debe ser otra de las constantes de nuestra clase, porque no es admisible que se dé incluso en nuestro propio partido, cuestión que seguimos condenando con firmeza, a la vez que hemos venido planteando medidas para contrarrestarlo, pero con poca fortuna de que se apliquen, dada nuestra minoría en las votaciones internas. Pero a veces, la izquierda somos muy críticos, y hay que serlo, con los propios representantes de nuestras organizaciones, pero es más conveniente y práctico hacerlo desde dentro que desde fuera, participando y exigiendo democracia y transparencia en todos los estamentos, lo que evitaría algunas paradojas, como por ejemplo lo que está ocurriendo en el PP, que vemos cómo el expresidente JAUME MATAS, ha sido condenado por corrupción. Rajoy dijo que quería un gobierno como el del señor Matas…Arenas dice que quiere para Andalucía un gobierno como el del Señor Rajoy, así que ya podemos adivinar lo que nos espera, si llegase el caso de que, por la abstención de los votantes de izquierda, ganase el PP en Andalucía. También somos críticos con el caso de los ERES, que le ha estallado a la Junta, aunque el Gobierno de Pepe Griñán ha sido el que puso el caso en manos de la Judicatura. Ayer saltó la noticia que decía: “La jueza de los ERE sostiene que el suegro de ARENAS cobró ilegalmente 120.000 euros. Su último auto, del 14 de marzo, califica de “ilegales” las facturas cobradas por el bufete Olivencia-Ballester” (Diario Público.es 21-3-12).
Existe una censura encubierta en los grandes medios de comunicación de derechas, que constantemente impiden que nuestros ideales socialistas y las criticas al sistema se expresen, a la vez que existe asimismo una cierta censura de la realidad de las encuestas que favorecen al poder burgués, al mismo tiempo que condicionan el voto de la izquierda. Los capitalistas tienen todos los recursos económicos para financiar encuestas y campañas costosas, pero es cierto que si ganase el P.P. las elecciones en Andalucía el próximo 25-M, la deriva hacia la “Dictadura Cleptocrática”, que seguirá favoreciendo cada vez más a banqueros, especuladores y corruptos, podría ser muy pronunciada y desfavorable para el pueblo, por lo que alertamos a los que nos puedan leer a que hagan un esfuerzo y se convenzan de la necesidad de ejercer el voto hacia la izquierda, pero como siempre decimos, VOTAR SOLO NO BASTA, tenemos que organizarnos mejor para continuar la lucha por el genuino socialismo.
¡¡ 25-M, A VOTAR¡¡
¡¡ 29-M, A LA HUELGA GENERAL¡¡
¡¡CORRUPTOS FUERA¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCÍA.
Is-psoe.malaga@terra.es
22 de marzo de 2012
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