12 de noviembre de 2011

¡¡SEAMOS OPTIMISTAS,EXIJAMOS LO NECESARIO¡¡

En el Mayo francés del 68, las masas en París decían aquello de: ¡¡Seamos realistas, pidamos lo imposible¡¡. Ahora habría que decir: “Seamos optimistas, exijamos lo necesario¡¡. El optimismo y el pesimismo son como la cara y la cruz de una misma moneda vista por dos personas desde distintos ángulos. Es como el ejemplo de la botella que está por la mitad, pero para unos está “ medio llena” y para otros está “medio vacía”. Todo depende del método con que se aborde la cuestión y de la situación del observador.

Para intentar comprender la realidad concreta existen diversos métodos, pero el socialismo clásico ha empleado el materialismo dialéctico para realizar análisis de la realidad, aunque se dice que el método es como una navaja de afeitar, que enmanos adecuadas de un barbero









puede hacernos un buen rasurado, pero en manos de un inexperto o de un chimpancés, por ejemplo, puede hacer una verdadera carnicería.

El método del materialismo dialéctico, correctamente aplicado, nos permite observar y examinar las cuestiones más allá de lo inmediato. Podemos penetrar en lo más profundo de la situación de calma y estabilidad aparente de la realidad. Nos permite observar asimismo las contradicciones que existen bajo la superficie.

El socialismo marxista es por naturaleza bastante optimista, aunque cuando se describe la realidad económica, algunos lo llaman “alarmismo” porque se habla del hundimiento inevitable del capitalismo, pero no es en absoluto alarmismo puesto que se ofrece como alternativa el modelo socialista con todos sus valores de democracia participativa y social, solidaridad, justicia distributiva, y unos valores éticos en la aplicación de la democracia económica, social, política y cultural, que muchos de los llamados “socialistas reformadores” se niegan a practicar e incluso a admitir en el plano teórico.

El optimismo que algunos socialistas aparentamos es real y tiene como base sólida la absoluta confianza en el futuro del potencial de fuerza de la lucha de la clase obrera, como mecanismo de las amplias masas para avanzar hacia la transformación socialista de la humanidad, porque bajo el capitalismo, a largo plazo no hay salida para los pobres del mundo.

A veces nos llaman “utópicos” y se nos acusa de estar desfasados y antiguos, (el capitalismo es anterior al socialismo) y que somos unos incorregibles optimistas e incluso visionarios, cuando en realidad, el socialismo es ya una necesidad imperiosa para los habitantes del planeta, que está siendo atacado desde el punto de vista medioambiental y empobrecido desde el punto de vista humano.

Pero lo que cada vez más gente necesitamos defender son las premisas de la dialéctica, que se basa en el “cambio permanente”, porque más temprano o más tarde, todo se transforma en su contrario y como la noche sigue al día, el socialismo genuino seguirá al capitalismo decrépito.

El propio sistema capitalista ha perdido todos sus valores morales (en el caso de que fuesen algunas vez válidos para los seres humanos) porque ha prostituido la política, desprestigiado tanto a la “democracia” como acrecentado el temor que sienten las masas por la “dictadura”, e incluso desprestigiando lo que se entendía como moral, o filosofía que ya no son valores eternos y no sirven para buscar el bienestar de los pueblos.

El capitalismo, en términos históricos, es relativamente reciente comparado con los modelos anteriores, como el feudalismo, el esclavismo o la barbarie, y aunque con unos inicios turbulentos y sanguinarios, y en la actualidad con un presente muy inestable, podemos decir sin tapujos que este modelo está caduco cuando solamente lleva unos trescientos años de existencia y no es capaz de ofrecer ningún futuro digno para la inmensa mayoría de la humanidad, siendo incapaz de cumplir su misión principal, como es explotar a millones de trabajadores que están en paro forzoso.

Los socialistas tenemos claro que la burguesía, sus defensores y lacayos que siguen aferrados a ese modelo capitalista y lo defienden con uñas y dientes, no van a estar nunca de acuerdo con nosotros ni van a compartir nuestras perspectivas y análisis, pero eso no anula nuestra realidad, que a veces, es vista por distintos enfoques, como la moneda mencionada en el inicio de estas reflexiones.

Cuando se derrumbó la Unión Soviética hace poco más de 20 años, debido entre otras cosas a la “dictadura contra el proletariado” aplicada por Stalin, la falta de democracia obrera y de control de las bases, la acumulación de riquezas en manos del 3 % de la nomenclatura que formaba la burocracia que acaparaba en torno al 64 % de la producción, lo que producía una escasez y un empobrecimiento de más de un 90 % de la población, se desató una furibunda ofensiva ideológica sin precedentes por los ideólogos del sistema capitalista, contra todas las ideas del socialismo científico y de toda la izquierda en general. Pero como ocurre casi siempre, cada acción tiene a la corta o a la larga, una reacción igual pero de sentido contrario.

El desplome del régimen estalinista no representaba el fin de la historia, como afirmaban los “fukuyamas” de turno, a los que se les puso los enormes altavoces de los grandes medios de comunicación del oligopolio de la (des)-información, como fieles mercenarios y voceros de los intereses de la burguesía. Más bien aquello era como la primera parte del “drama histórico” al que tendrán que enfrentarse las fuerzas del capital y las fuerzas del trabajo cuyo segundo acto se empieza a reflejar ahora en la “tragedia humana” de un empobrecimiento generalizado de las masas a escala mundial, provocado por la crisis estructural sistémica del capitalismo que se encuentra al borde del precipicio de la recesión que podría derivar en una horrible depresión; ante tal situación, la socialdemocracia, a escala internacional, ha sucumbido ante las presiones del capital, arrodillándose y asumiendo toda su lógica y dinámica; ha sido otra vez más incapaz de romper con el capitalismo girando hacia la derecha, en vez de luchar por el programa de transición que era la única salida por la izquierda, profundizando con ese entreguismo en su papel de meros gestores de la bancarrota del sistema.

La burguesía se encuentra en un callejón sin salida y ante el rumbo que ha tomado la economía, con hundimientos constantes de los mercados bursátiles y lastrados por las abultadas deudas incobrables, sus planes van de fracaso en fracaso en todos los frentes. No pueden resolver las contradicciones ni por medio de las acciones bélicas, como vemos la situación de empantanamiento en Irak, Afganistán, Oriente Medio, Irán, Pakistán, etc, ni tampoco pueden dar soluciones por medio de las aparentes “democracias burguesas”.

La euforia de aquella orgía de beneficios de la que disfrutaban en los años del auge económico hace menos de cinco años, se ha transformado dialécticamente en su contrario y los capitalistas han entrado en pánico, reflejándose un torpe pesimismo generalizado entre la clase dominante.

El capitalismo está demostrando su cara agria, cruel, violenta y su naturaleza reaccionaria e inhumana, anteponiendo la lógica del beneficio privado al bienestar de los seres humanos, lo que por sí solo, demuestra que está condenado por la mayoría que éticamente no puede admitir ese estado de cosas.

La situación mundial es volátil y convulsiva, habiéndose producido en este mismo año una oleada de revoluciones que han afectado al mundo árabe, empezando por Túnez y recorriendo todo el norte de África y más allá. En Latinoamérica, el fracaso del “liberalismo de los Chicagos Boys” puesto en práctica hace unas décadas, produjo un proceso de revoluciones que dura ya más de doce años. Las movilizaciones se han trasladado, a través del contagio del 15-M, a toda Europa e incluso al corazón de los Estados Unidos, donde los ciudadanos se movilizan protestando delante de las Bolsas de valores.

La actual crisis económica con sus recesión sincronizada y globalizada, ha desatado una rebelión de las fuerzas productivas, expresada a partir del estallido de la crisis financiera que se trasladó a la producción (Crisis de sobreproducción clásica del sistema) que se rebelaba a su vez contra la camisa de fuerzas que representan los dos frenos absolutos en los que se han convertidos, por una parte, la propiedad privada de los medios de producción y, por la otra, las fronteras nacionales, que no pueden ser superadas con la dinámica y lógica del capitalismo, si no es a costa de hacer retroceder a la humanidad a la edad de piedra.

El sistema se vuelve cada vez más inestable como queda reflejado en la potente oleada de protestas, manifestaciones y huelgas, que están cuestionando con firmeza las acciones de recortes y ataques sociales que dictan los capitalistas, a través de lo que llaman eufemísticamente “los mercados” que en realidad representa la hoja de ruta marcada por la “Dictadura de la Banca y del Capital Financiero”, cuyos personajes dirigentes no han sido elegidos por nadie y han sometido, sojuzgado y despreciado a todos los gobiernos que los ciudadanos creían democráticamente al servicio de los pueblos, poniendo en evidencia la gran mentira de esta “corrupta democracia burguesa”.

La juventud y la clase trabajadora han iniciado grandes movilizaciones que será difícil de detener, aunque es inevitable que contará con sus alzas y sus bajas en un proceso ascendente. Es cierto que todavía los batallones pesados del movimiento obrero de los países capitalistas industrializados no han entrado en lucha de forma unificada y decisiva, pero más temprano que tarde entrarán en acción y veremos huelgas industriales y generales a escala continental e incluso protestas mundiales, del tipo de las recientes que hacían llamamientos de solidaridad para “Occupy Wall Street”, (ocupar las bolsas), donde se reclamaban del 99 % de los ciudadanos que cuestionaban la propiedad privada de las finanzas acumuladas en el 1 % de los archimillonarios, exigiendo una economía democrática al servicio de los ciudadanos y no de la Banca.

Lo que aparentemente parecía que era un modelo muy fuerte, con ejércitos y policías por todas partes, con carácter de ser inmutables y firmes, vimos en los países árabes cómo una vez que los pueblos se levantan, cuando las masas se ponen en movimiento de forma masiva, y sobre todo, cuando llegue el momento de que lo harán con métodos de luchas bien organizadas y bien dirigidas con objetivos programáticos claros hacia el socialismo, el ambiente cambiará rápida y dialécticamente en su contrario, y la apatía, la desgana, la frustración se convertirá en su contrario, en una fuerza material imparable donde los trabajadores serán capaces de realizar acciones heroicas y producir cambios profundos en los modelos caducos, removiendo todo obstáculo que impidan el triunfo de la justicia, la libertad, la solidaridad y la ética entre los humanos.

La clase trabajadora siempre ha encontrado a través de la historia una salida, de ahí el optimismo por el que se rige el socialismo científico, pero lo que se necesita es seguir trabajando en las tareas de hacer consciente la fuerza potencial inconsciente que tiene la clase trabajadora, para que tome en sus manos el programa del genuino socialismo y podamos defenderlo exigiéndonos unos a otros el cumplimiento de las medidas transformadoras que nos permitan superar este modelo capitalista corrupto, decadente y degenerado.

Siguiendo la línea de las propuestas que tenemos elaboradas como resultado de la II Conferencia de IS-PSOE celebrada en Torremolinos, proponemos un extracto de la Revista(*) editada en su día, donde decíamos entre otras cosas:

“Es necesario, por tanto,(…) constituir un sistema único de créditos e inversiones, siguiendo una planificación científica y racional que corresponda a la defensa democrática de los intereses de la inmensa mayoría de la población y de los pequeños y medianos ahorradores e impositores de la banca.

“Para ello, es urgente cambiar la política económica y monetaria practicada hasta ahora. No es posible salir de la crisis utilizando los mismos mecanismos liberales que han llevado al colapso a la economía, por lo que la única política correcta sería utilizar todos los recursos financieros disponibles para la creación de un “BANCO PÚBLICO ESTATAL ÚNICO”, (con la unificación de las Cajas de Ahorros), para poner la economía al servicio de la producción y ésta al servicio de los seres humanos.

“(…)“Consideramos que es urgente decretar asimismo la expropiación de los bancos privados con el objetivo de concentrar todo el crédito en manos del Estado, para gestionarlos democráticamente entre el Gobierno, los sindicatos de clase, los propios empleados de la Banca, y el conjunto de las organizaciones obreras, como la mejor forma de democratizar los recursos financieros, evitar la corrupción y la especulación.

“De hecho, la nacionalización en la práctica de la banca se está llevando a cabo de una u otra manera por gobiernos de todo signo político en todo el planeta. Desgraciadamente, se está llevando a cabo poniendo los recursos públicos al servicio de la burguesía y salvando los intereses del capital privado con los dineros de toda la población.

“Nosotros defendemos el paso de estos recursos al servicio democrático de la ciudadanía y bajo su control. Esta segunda modalidad, no significa ni mucho menos la expropiación de los pequeños ahorradores, depositarios, ni clientes de la banca. Es más bien al contrario, para los clientes del banco, una vez nacionalizado y democratizado esos recursos dinerarios, todos los depositantes de la Banca Pública tendrán la garantía del Estado y podrán crearse las condiciones necesarias más favorables que incluso tienen hoy y que pueden ofrecer los bancos privados que tienen totalmente atascado el funcionamiento de la economía.

“De esa forma, una BANCA PÚBLICA ESTATAL ÚNICA, puede establecer condiciones más favorables para otorgar apoyos a los pequeños y medianos empresarios, a los agricultores, a los pequeños comerciantes, a los pensionistas, a los ahorradores, a la vez que se permitiría la inversión en los gastos sociales, vivienda, sanidad, educación e infraestructuras públicas tan necesarias dando empleo a millones de jóvenes y trabajadores.

“Por tanto, proponemos:

1) PLAN DE INVERSIONES Y MEJORAS SOCIALES.

1.1. PLAN DE VIVIENDAS PARA TODOS. Poner en marcha un plan de construcción de UN MILLÓN de viviendas sociales; municipalización del suelo urbano para liberar suelo barato. Nacionalización de las grandes empresas constructoras, fuertemente endeudadas, para gestionarlas democráticamente bajo control obrero. La Vivienda es un Derecho de la ciudadanía, no un negocio de especuladores y corruptos. Impuestos progresivos sobre los especuladores que poseen gran cantidad de viviendas vacías, para forzar a sacar estas viviendas en alquiler y evitar que la vivienda sea un medio de especulación. El Gobierno debe desconocer el valor actual de las deudas hipotecarias de las familias obreras, que están ligadas al valor artificial del suelo originado en el boom inmobiliario, que ahora se está derrumbando. Ninguna familia obrera debe pagar más del 20% de su Salario Familiar. Plan de alquiler estatal con ofertas habitacionales que no sobrepasen el 20% del Salario familiar.


1.2. EDUCACION: Incorporación de los centros concertados a la Educación Pública, que será única, gratuita, laica, de calidad y científica, incrementando hasta un 7 % del PIB los presupuestos.


1.3. SANIDAD: Incremento de un 20 % de los presupuestos de la Sanidad Pública, con el objetivo a corto plazo de eliminar las listas de espera y mejorar la atención sanitaria global. Plan de inversiones en Hospitales y medios sanitarios. Desarrollo real de la Ley de Dependencia e incremento de los puestos de trabajo del personal dedicado a la salud pública para atender dignamente a todos los enfermos.


1.4. LUCHA CONTRA LA ESPECULACIÓN Y LA CORRUPCIÓN. Frente a la crisis económica, intervención del gobierno en la economía. Que no se cubran las pérdidas de las empresas privadas con dinero público. Nacionalización sin indemnización de todos los especuladores que ahora declaran pérdidas y presentan Expedientes de Regulación de Empleo, poniendo en peligro miles de empleos entregando esas empresas en manos de los trabajadores con apoyo financiero y técnico por parte del Estado. Los representantes del Partido en las Instituciones no deberán cobrar más de la media del sueldo de un trabajador cualificado.


1.5. INVERSIONES PÚBLICAS: Contra la huelga de capitales y la caída brusca de las inversiones privadas y dado que los capitalistas españoles no invierten, se procederá a incrementar la inversión por parte del Estado en I+D+i. Introducción de la robótica y las nuevas tecnologías para garantizar los puestos de trabajo en cada empresa social que lo requiera, bajo una planificación racional de los recursos y bajo control democrático de la gestión por los trabajadores.

2) PLAN SOCIAL DE CHOQUE CONTRA EL PARO.

2.1. Jornada laboral continúa de 35 horas semanales sin reducción salarial con el objetivo de repartir el trabajo como un bien escaso.


2.2. Para dar paso a la juventud, jubilación a los 60 años, con contratos de relevo y fomento del contrato de aprendizaje.


2.3. Contra la eventualidad y la precariedad, fijo a los 15 días en puestos fijos y contratos de fijos discontinuos en puestos eventuales.


2.4. Plenos derechos laborales como ciudadanos, para los inmigrantes, por lo que es necesario derogar la actual Ley de Extranjería, introduciendo también cambios que favorezcan el asilo político. Alta de oficio a todo trabajador que esté prestando servicios y no esté de alta pasando a contrato fijo de plantilla.


3) FORTALECIMIENTO DE DERECHOS SOCIALES Y FOMENTO DE LA PRODUCCIÓN.

3.1. Reestructuración de las Oficinas de empleo; un puesto de trabajo o subsidio de desempleo indefinido igual al Salario Mínimo, eliminando los subsidios paulatinamente al ofrecer la Administración un trabajo en base a la creación de empresas públicas.


3.2. Lucha contra la inflación. Escala móvil precios-salarios, con subidas y revisiones cada 3 meses bajo control de comités sindicales, asociaciones de consumidores y gobierno para evitar la inflación descontrolada.


3.3. Salario mínimo de 1.000 euros para todo trabajador a partir de los 16 años y salario máximo de altos cargos públicos y privados que no superen cuatro veces el salario mínimo, regulados a través del IRPF a través de una reforma impositiva progresiva y justa.


3.4. Lucha firme contra la discriminación de la mujer, exigiendo el cumplimiento por Ley de "a igual salario, igual trabajo", sin excepción con fuertes sanciones para los patronos que infrinjan esa legislación.


3.5 Poner la economía al servicio del ser humano y no del lucro de una minoría. Nacionalización de la banca, de los latifundios de más de 200 Ha. y de los monopolios, indemnizando a los pequeños accionistas necesitados y poniendo estos recursos productivos bajo control de los trabajadores, para evitar la corrupción y los despilfarros. Así se planificaría democrática y científicamente la producción poniendo la economía al servicio de la sociedad, cumpliendo la aspiración del programa inicial del PSOE, que es "la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su declaración y conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes", como defendían Pablo Iglesias y los fundadores del PSOE y UGT.

"Consideramos que SÍ existe una alternativa para utilizar toda la creatividad maravillosa de la que es capaz el género humano y esa alternativa se llama SOCIALISMO por lo que merece la pena seguir luchando para la conquista de un programa verdaderamente socialista que ponga las bases para la transformación de la sociedad.

¡¡Únete a la lucha por el verdadero socialismo¡¡.

ÁREA DE COMUNICACIÒN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
Is-psoe.malaga@terra.es
(*) Si quieres recibir gratuitamente la Revista mencionada, puedes solicitarla a la dirección de correo antes mencionada, poniendo en asunto la palabra “Revista II Conf.”

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