Hace unas semanas, las primeras encuestas daban un índice de abstención alto, en torno a 12 millones y el porcentaje de indecisos estaba en torno al 30 %. No sabremos a ciencia cierta si la campaña electoral ha servido o no para movilizar y decidir que voten a tantos ciudadanos, que por una u otra causa,estaban “indignados”, “cabreados”, “frustrados”, “abogiados”, “parados” y otros “ados” y cuestionaban el modelo imperante.
Pero queremos hacer una reflexión que nos pudiese ayudar a sacar conclusiones ya que pensamos que hay motivos más que sobrados para no quedarse en casa el domingo, por lo que merece la pena ir a votar.
Es un hecho innegable que la vida de millones de trabajadores y jóvenes, tanto a escala mundial como en el Estado español, se ha visto sacudida y afectada por la crisis de sobreproducción del sistema capitalista iniciada en los Estados Unidos en el verano de 2007.
Esa crisis brutal que descompuso el modelo liberal capitalista y lo llevó al borde del colapso, lo han querido rescatar a base de inyecciones financieras del sector público que han ido a tapar agujeros de la Banca, las financieras y especuladores, acumulando grandes déficits públicos que quieren que los paguemos el pueblo.
Los efectos han sido millones de parados, recortes salariales, contrarreformas laborales, ampliación de la edad de jubilación, ataques a la enseñanza pública y falta de recursos para atender los gastos sociales, que expresan las más escandalosas manifestaciones de la decadencia de un sistema capitalista que Rajoy y el PP quieren salvar para los ricos, a costa de más ataques a los más pobres, desmantelando los servicios públicos, como Sanidad, Educación y servicios sociales, como han empezado a hacer en las Comunidades donde ya gobiernan.
El PP quiere privatizarlo todo, para entregar lo público al sector privado, a los empresarios y amiguetes, con lo cual, con ese modelo ultra-liberal-conservador que ya lo probaron en Latinoamérica, el que tenga dinero se lo pagará y el que no tenga, se morirá de asco. Ese es el capitalismo salvaje que defiende el PP, pero que no lo dice porque no se votarían ni ellos.
Esa idea falsa lanzada con insistencia desde los grandes medios de comunicación en manos de la derecha, de que el único camino son los recortes y que por tanto, nos tendremos que aguantar con ajustes permanentes, que solamente tienen como justificación exclusiva, aumentar los beneficios de los poderosos banqueros y especuladores, la tenemos que rechazar de plano.
Los trabajadores, los ciudadanos en general, que no hemos sido los culpables de esa crisis capitalistas, no tenemos por qué asumir ni aceptar la lógica del capitalismo que obliga a los gobiernos a inclinarse servilmente ante la dictadura de los grandes bancos, las multinacionales y los especuladores de toda laya, que siguen obteniendo formidables beneficios en medio de la tragedia que vivimos millones de pensionistas, parados, jóvenes y la clase trabajadora en general.
A pesar de todo este sufrimiento impuesto a la mayoría de la población, por esa minoría de ricachones, la crisis continúa y nos ofrecen una única receta defendida al unísono por todas las fuerzas de la derecha, sea esta la del PP, o representantes de las burguesías periféricas, que nos quieren obligar a padecer los ataques todavía más profundos que violan nuestros derechos adquiridos con las luchas de los trabajadores, mediante legislaciones progresistas llevadas a cabo por el PSOE con enfrentamientos constantes con el PP y la reacción más negra del tardofranquismo, amparada en su seno, que se niegan a asumir incluso medidas progresistas y advierten que si llegaran a gobernar, anularían esas leyes de progreso que benefician a millones de personas.
También es preciso reflexionar sobre las consecuencias que tendría para los ciudadanos el desmantelamiento de los servicios públicos que están ya sufriendo los ciudadanos en Cataluña a manos de CiU, en Castilla la Mancha, Murcia, Madrid y donde gobierna el PP, que están lanzando sectores completos a la desesperación.
Es ese capitalismo salvaje el que está provocando un movimiento masivo de luchas, que se extiende a todo el planeta, porque es incapaz ya de cumplir el objetivo que tiene el sistema, como es explotar a los trabajadores, negándonos la posibilidad de tener un puesto de trabajo para todos el que necesite trabajar.
En Europa, esas luchas sociales, movilizaciones y huelgas generales han estallado como un polvorín, afectando a Grecia, Italia, Portugal, Francia, Gran Bretaña… donde encontramos un fermento de rebelión social que cuenta cada día con más apoyo entre la mayoría de la población, que es sofocado por la minoría de los capitalistas, sus lacayos y defensores.
En el Estado español esta rebelión está adquiriendo dimensiones amplias y extensas. La Huelga General del 29-S expresaba un agotamiento de los pactos sociales, que las direcciones sindicales se niegan a reconocer. Las ansias de protesta se han expresado al margen de las fuerzas sindicales, tomando las calles y plazas en el gran movimiento del 15-M donde se dieron masivas manifestaciones, que han sido sostenidas en el tiempo durante meses a través de toda la geografía.
Millones de jóvenes y trabajadores descontentos reclaman alternativas a la dictadura de los banqueros rechazando los ataques y recortes sociales y cuestionando las instituciones políticas de este sistema. Existe un clamor, aunque desorganizado y espontaneo hasta cierto punto, que expresa una indignación social que debe ser transformada en lucha organizada y consciente, pasando de posturas solamente reivindicativas, exigiendo que otros vengan a solucionar los problemas, desde fuera, pero utilizando métodos muy desorganizados donde falta una mayor participación activa, ejerciendo el derecho al voto, ejerciendo y llevando a la práctica con mayores cotas de organización y unidad, los derechos existentes, como asociación, reunión, libre sindicación, petición, manifestación e incluso huelga, pero de forma efectiva, participativa y protagónica en todos y cada unos de esos campos, empezando por VOTAR, como una de las múltiples formas y posibilidades que existen y que no anulan a todas las demás, sino que las consolidan y fortalecen.
Estas breves reflexiones nos podrían servir para aclararnos que, realmente SI existen derechas e izquierdas, en diversos grados, como podemos comprobar por la cantidad enorme de candidaturas que concurren a las elecciones, desde la derecha más extrema a la izquierda más radical, por lo que tenemos donde elegir, existiendo igualmente el voto en blanco, el voto nulo, pero es preciso conocer más los programas, comprometerse incluso con algunas de las fuerzas políticas más afines y votar en conciencia, pero sin olvidar que las Derechas representan al mundo del capitalismo que camina hacia más desigualdad e injusticias, y las Izquierdas representan al mundo del trabajo, y a los que de una u otra manera estamos los trabajadores llamados a continuar la lucha contra esas injusticias que son provocadas por las contradicciones del capitalismo.
Para terminar, decir que SI existen alternativas a los planes que han marcado los poderosos, desde despachos lejanos imponiéndonos una hoja de ruta que salva sus intereses y nos condenan a la miseria, al paro y a la degradación de derechos. Esa alternativa pasa por seguir luchando y apoyando a los partidos de la izquierda, pero comprometiéndonos un poco más para buscar juntos la transformación socialista de la sociedad y poner en práctica una verdadera democracia, que consiste en poner la economía al servicio de la mayoría que es la clase trabajadora y no en beneficio de banqueros y especuladores, que son una ínfima minoría que no han sido elegidos por nadie y están queriendo extender la dictadura del capital a todos los confines del planeta.
¡¡LA DEUDA ES ESCLAVITUD¡¡ ¡¡ CORRUPTOS FUERA¡¡¡ ¡¡VOTA, PERO VOTAR SOLO NO BASTA¡¡¡¡¡LUCHA POR MÁS DEMOCRACIA, MÁS IGUALDAD, MÁ SOLIDARIDAD, Y POR EL SOCIALISMO GENUINO¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
Is-psoe.malaga@terra.es
18 de noviembre de 2011
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