Es cierto como dice Aurora que la crisis es mundial, es una crisis clásica del sistema capitalista, que la burguesía quiere descargar sobre las espaldas de los trabajadores, los jóvenes y las capas más desfavorecidas, por lo que, una vez más, debemos luchar para que los efectos de la crisis la paguen los banqueros, los
especuladores y los corruptos, que son los responsables de haberla desatado, como explicaremos una vez más en el siguiente análisis. La situación actual de la política a escala mundial, está caracterizada por una enorme inestabilidad, porque hemos entrado en uno de los períodos más turbulentos de la historia, lo que refleja el callejón sin salida del sistema capitalista. Los conflictos, las guerras, el terrorismo con toda esa vorágine de violencia, están hundiendo al planeta en una situación caótica. No es lo mismo si se busca la salida
de la crisis por un partido conservador y reaccionario, como es el PP, que defenderá claramente los intereses de los banqueros, especuladores y grandes multinacionales, que si se hace a través de un partido progresista como es el PSOE, que tiene un compromiso con la defensa de lo público, sobre todo las cuestiones básicas, como Sanidad, Educación, Pensiones y Servicios sociales básicos. El colapso del modelo capitalista liberal, es la expresión incontestable de que el sistema socioeconómico imperialista ha superado ya su utilidad histórica, por lo que ahora se ha convertido dialécticamente en una barrera que impide el progreso de la humanidad pero está luchando como un boxeador sonado, que se niega a abandonar el ring.
Como explica la dialéctica, la agonía del capitalismo está preparando las condiciones subjetivas, (porque las objetivas ya están maduras), para el nacimiento de un sistema alternativo. Está madurando por debajo de la superficie el proceso molecular de la toma de conciencia para la transición al socialismo. Vemos en todas partes un enorme fermento que lo confirma. Este proceso encontrará su expresión en la conciencia de las masas, con ritmos y formas diferentes, manifestándose en todo tipo de crisis, explosiones sociales, cambios políticos que forzarán cambios e incrementos en la conflictividad social.
Unas de las causas fundamentales de esta situación viene provocado por el brutal aumento de la desigualdad social, pues los ricos siguen haciéndose obscenamente ricos, mientras que una capa cada vez mayor de la sociedad, incluido los países más ricos, están hundiendo a capas de sus propios trabajadores en la absoluta pobreza. Es el llamado proceso de concentración del Capital, que bajo un gobierno de derechas como el que plantea el PP, se agudizará con perjuicio para los más pobres.
Esa situación la vemos infinitamente agravada en los llamados países del Tercer Mundo. En esas zonas, muchas de ellas ricas, pero empobrecidas por la explotación y los saqueos de las multinacionales imperialistas, la crisis capitalista representa guerras, muertes, miseria, enfermedades y terror para millones de seres humanos.
La economía es decisiva en el desarrollo de los acontecimientos históricos, pero sólo en última instancia. Lo importante es cómo se refleja la situación económica en las condiciones de vida de las masas. Tenemos un crecimiento económico débil con la excepción de China.
Al mismo tiempo vemos ataques directos a los niveles de vida de los trabajadores. Mientras que en el pasado, el crecimiento económico implicaba salarios altos y beneficios sociales, desempleo reducido y reformas, hoy coexiste con cierres de fábricas, ataques a las pensiones, congelamiento salarial y sobreexplotación.
La burguesía, los banqueros, especuladores y corruptos, que han sido arropados por algunos elementos del Caso Gürtel, donde existen cuadros del PP que están siendo juzgados, han mantenido o acrecentado sus ganancias sobre- explotando a los trabajadores, estableciendo una dictadura en las fábricas, y aumentando la explotación del mercado mundial a través de una mayor división internacional del trabajo, o como ellos dicen: con globalización.
Por otra parte, hemos podido comprobar cómo en los años últimos la economía europea ha permanecido estancada, sobre todo en lo que se refiere a los niveles salariales. Europa es un continente en declive. La feroz competencia en el mercado mundial les ha hecho perder, año tras año, mercados y fuentes de materias primas a manos de sus competidores: EEUU y China. Por eso el capitalismo europeo ya no puede mantener las conquistas que en el pasado consiguieron los trabajadores, y se han generalizado los ataques contra las pensiones, los salarios, la jornada laboral y los derechos sociales.
El sistema capitalista cada vez genera menos riqueza real. El capital especulativo supera el 95 % del capital circulante mundial. Solamente el 5 % del capital se invierte en la producción real de bienes. A través de enormes presiones fomentadas por organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Banca Mundial (BM), que son los intrumentos ejecutivos de ese gobierno en la sombra, (esa dictadura de los capitalistas) han obligado a todos los dirigentes, sean conservadores, liberales o socialdemócratas, a adoptar las medidas de recortes que han puesto sobre la mesa marcando la hoja de ruta a través de un golpe de estado financiero mundial.
Es preciso analizar la razón por la que ese Gobierno en la sombra de la clase dominante quiere imponer esa política de ataques, que puede recrudecer la guerra entre las clases, con los recortes salvajes en contra de los niveles de vida y trabajo del movimiento obrero. Es porque en realidad no tienen otro camino. Eso demuestra la bancarrota del capitalismo que no puede sobrevivir sin destrozar las fuerzas productivas ya creadas.
Los objetivos de todos los capitalistas es aumentar la producción y sus beneficios, pero el sistema les empuja en sentido contrario. Esos objetivos se han visto abandonados por los reformistas socialdemócratas que han estado dirigiendo algunos países, lo que demuestra la bancarrota teórico-práctica a la que han sido arrastrados siguiendo la pauta y directrices del capitalismo.
Llegados a un momento del proceso, la clase obrera no permitirá una reducción forzosa más aguda de su nivel de vida para intentar mantener inútilmente este sistema capitalista que les explota, oprime y axfisia y se rebelarán, esté en el poder el PP, el PSOE, o cualquier otro gobierno que pudiese darse. Nosotros siempre lo hemos dicho, los socialistas, los comunistas ni los anarquistas vamos a hacer la revolución, porque esa es tarea de las masas cuando no les queda otro camino.
Lo que sí es cierto es que el llamado factor objetivo está completamente maduro y exige un cambio del modelo de sociedad, pero el problema es que el llamado factor subjetivo está algo inmaduro y va a tener que fraguarse en el fragor de la lucha de los próximos años, porque en la actualidad, las fuerzas productivas están desarrolladas para que se pueda producir un cambio del modelo de sociedad hacia el socialismo, de forma incluso democrática y pacífica. Si no se consigue el socialismo en los próximos años, las consecuencias serán terribles para la humanidad.
Estas son algunas de las razones por las que el movimiento obrero debe luchar por la transformación del sistema capitalista en líneas socialistas. La clase trabajadora comprenderá más temprano que tarde que si el capitalismo no puede ofrecer un nivel de vida digno y decente para la población, entonces, la lucha debe consistir en apartar a un lado a ese capitalismo, caduco, senil y opresor, junto con los que los amparan y defienden como es el PP, para poder avanzar hacia la construcción de un nuevo modelo completamente diferente, es decir, luchar por una sociedad socialista, con democracia social, libertades civiles, autogestión de lo público y recursos financieros bajo control democrático de toda la población en su conjunto, luchando por una BANCA PÚBLICA Y DEMOCRÁTICA que nos permita poner la economía al servicio del ser humano y no del lucro privado de unas cientos de familias que no han sido elegidas por nadie. ¡¡QUE LA DEUDA LA PAGUEN LOS ESPECULADORES Y LOS BANQUEROS QUE LOS HAN ARROPADO¡¡ ¡¡CORRUPTOS FUERA¡¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
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