Como decia Largo Caballero, "a la clase trabajadora hay que decirle la verdad, aunque le duela". Vamos a continuar diciendo nuestras verdades como sector crítico, como corriente de opinión interna en el seno del PSOE. La Izquierda Socialista, en la misma línea que hemos venido manteniendo, de crítica constructiva y responsable, ha continuado ofreciendo nuestros puntos de vista y nuestras propuestas alternativas como quedan reflejadas en la documentación que siempre hemos puesto a disposición de la Dirección de nuestro partido y publicada en nuestros escasos medios de comunicación propios, (porque los medios burgueses nos tienen vetados), emanadas de los debates internos, sobre todo en la I y la II Conferencia de Andalucia celebradas durante los últimos tres años, ejerciendo nuestro legítimo derecho a la libertad de expresión democrática.
Primeramente tenemos que subrayar el periodo de recesión en el que se encuentra la economía capitalista, cuya respondabilidad, es fundamentalmente de los banqueros y especuladores junto con los defensores del sistema, llámense éstos la Banca Mundial, el Fondo Monetario Internacional y demás organismos financieros, pero cuyo origen hay que buscarlos en la crisis cíclica de sobreproducción de onda larga, clásica del capitalismo, que son inevitables si se sigue la lógica del libre mercado y que ha sido agravada por la especulación, la rapiña y los pelotazos urbanísticos que hizo estallar la burbuja inmobiliaria, sumiendo a la clase trabajadora en el paro, en la miseria y en la desolación.
Los efectos de la crisis capitalista se están reflejando en las agitaciones que hemos visto en el último año que han afectado a casi toda Europa. Ahora; actualmente el despertar del movimiento obrero se está produciendo de forma vertiginosa en los países árabes. Más temprano que tarde llegarán las llamaradas de nuevo hasta la vieja Europa y otras zonas del planeta.
El proceso molecular de la toma de conciencia de la clase obrera está operando y se expresará dialécticamente en su momento. Como decía Engels, la necesidad a veces se expresa a través del accidente. Debido a la recesión tan profunda del capitalismo, no es descartable cualquier accidente, uno o varios encadenados, que pongan sobre la mesa la necesidad imperiosa de construir el factor subjetivo necesario que la clase obrera necesita, allá, acá y en todas partes, que nos abra el paso hacia un nuevo modelo que nosotros apostamos y luchamos para que sea el Socialismo.
Existe una atomización de grupúsculos, corrientes de opinión y pequeños partidos políticos que podríamos asimilar a miles de espermatozoides que quieren fecundizar el óvulo de la lucha del movimiento obrero intentando dirigirla. Con una estrategia y una táctica correctas, este que es un año electoral, donde nos enfrentamos en principio a las municipales, sería factible que eso se produjese y será cuestión de unos meses cuando la sociedad, democráticamente podría iniciar el camino hacia un nuevo modelo de futuro o volver al pasado reaccionario que nos propone Rajoy y la cúpula del PP influenciada por la FAES, cuyo informe fue presentado por Cospedal y Aznar el mes de enero pasado.
En el primer caso, la sociedad pariría otro modelo, dandose un giro a la izquierda a favor de la clase trabajadora, pero si existen distorsiones e impedimentos de la reacción y ésta podría reventar prematuramente produciendo un aborto o seres híbridos que son al final estériles, con otro giro más a la derecha, produciendo un empeoramiento de esta democracia burguesa con reminiscencias franquistas que se engendró en la llamada Transición, a través de la cual, ni se puede avanzar al Socialismo ni podrá volver a la Dictadura, por mucho que se empeñen la cúpula del PP, teledirigidos por Aznar, la Aguirre y el núcleo duro de la derechona extrema, que asoman otra vez la patita por debajo de la puerta.
Nuestro deber como socialistas es criticar en primer lugar al sistema capitalista, sus contradicciones, sus crisis, su explotación y su corrupción, porque como decía Pablo Iglesias, "es la causa de todos los males que padece la clase obrera", pero debemos ser honestos y criticar asimismo de forma constructiva, como venimos haciendo, los erroes que nuestro partido pueda estar cometiendo, desde el punto de vista del ala izquierda a la que representamos. El colapso del “libre mercado” ha demostrado que el funcionamiento progresista de la llamada “democracia burguesa” es inviable, porque detrás esa pantalla de democracia se oculta la más cruel dictadura de los capitales teledirigida por los poderes imperialistas del gobierno mundial en la sombra, como son el Club Bilderberg, la Trilateral y otros.
Algunos analistas dicen que se ha producido un "golpe de estado financiero", sometiendo a los gobiernos y parlamentos elegidos democráticamente a los dictados marcados por la hoja de ruta desde organismos capitalistas exteriores. Esa dictadura de intereses antisociales está formada por potentes sectores financieros privados y las multinacionales que actúan en régimen de semi-monopolio, compuesta por individuos con enormes privilegios, especuladores, y potentes lobbies de presión que están en plena conspiración para que los costes de esta brutal bancarrota la paguemos las familias de las clases trabajadoras y los pobres de todo el mundo.
Así pues, si no se consigue previamente el control político de los circuitos financieros, para que sea gestionado a favor de la ciudadanía y por el sector público de forma democrática bajo control social, poco puede plantearse como política social. Ningún gobierno que esté sometido a los dictados del capital privado se puede considerar verdaderamente democrático, pues, en última instancia, cualquier gobierno, por muy de izquierdas que se precie, si se somete al funcionamiento de las leyes del capitalismo, se convierte en un simple administrador de los intereses de los capitalistas y las multinacionales imperialistas, y no puede actuar al margen del capital, si no controla las palancas fundamentales de la economía, es decir, los grandes medios de producción y las finanzas a través de una Banca Pública que le permita planificar la economía científicamente al servicio de la sociedad en su conjunto a la vez que se someta a un control democrático, limpio y transparente por todos los ciudadanos.
Es completamente cierto que los dirigentes del ala oficial del partido, tampoco están contentos al cien por ciento, con la política que se está viendo forzado a aplicar el Gobierno que encabeza nuestro compañero José Luis Rodríguez Zapatero, pues ya hemos visto algunas discrepancias entre las sensibilidades del sector más social-liberal y el que tiene una sensibilidad más socialdemócrata y que en el discurso han adoptado últimamente tintes de totalmente “liberales"” en la práctica, pero sobre todo el descontento que está calando en las distintas coordinadoras de nuestra corriente.
Desde el Estado se han limitado a ofrecer avales por cientos de miles de millones para salvar de la bancarrota los descompuestos sectores bancarios y las cajas de ahorros, con el proyecto de sanearlos y devolverlos limpios a los mismos que han sido los causantes del colapso del sistema capitalista. Con la falsa excusa de que no hay otro camino porque eso es lo que "exigen los mercados", tanto conservadores, liberales como socialdemócratas defienden las posiciones que benefician a la clase capitalista dominante, negando incluso la posibilidad de abrir un debate de controversia donde los sectores críticos, podamos explicar nuestras posiciones en igualdad de condiciones democráticas.
El gobierno planteó en primer lugar un Plan de Ajusta muy duro, que argumentamos críticamente en un díptico en su momento y posteriormente la bateria de contra-reformas laborales que han asumido los sindicatos, sucumbiendo al tercer embite con el Pacto Social, embebidos en el engaño del recorte de las pensiones que han firmado UGT y CCOO, junto con la Patronal y el Gobierno, ofreciéndolo como el único camino posible, cuando existen diversos modelos de financier el déficit, pero ellos asumen que debe recaer sobre las espaldas de los trabajadores, no queriendo reconocer que atacando parte de la corrupción, de la economía sumergida, del fraude fiscal, a base de una reforma fiscal justa y otros procedimientos, es posible, como explican ciertas escuelas económicas no sometidas al dictado del capital es posible otros modelos que orienten la salida de la crisis hacia el socialismo.
La dirección de nuestro partido necesita que no se rompa la conexión con las bases, pero sus acciones politicas empujan en sentido contrario, con lo que la derecha del PP se frota las manos pues se encuentra con una oposición férrea de toda la reacción, que le está jugando a la demagogia, queriendo a veces pasarles por la izquierda, exigiendo más apoyo para las familias y criticando el papel de la defensa a ultranza del PSOE al mercado libre y su apoyo al sector bancario, lo que representa una verdadera hipocresía de esta burguesía reaccionaria y montaraz, que se les ve el plumero, al renunciar a la defensa del “liberalismo” a ultranza, ahora que este sistema está en bancarrota y ya no está tan bien visto ser defensor furibundo del libre mercado, pero si tienen anunciada una batería enorme de privatizaciones de empresas públicas, que serán entregadas al capital con ataques y recortes profundos a la clase trabajadora.
Las medidas tomadas por el Gobierno, desde el mes de mayo pasado, están apoyadas por un discurso que representaba una deriva al centro-derecha, con profundas simpatías por la Patronal y otras fuerzas de derechas, al identificarse con las posiciones marcadas en la Hoja de Ruta trazada por el FMI y la Banca mundial, lo que es un atentado a la democracia con un peligroso precedente de cesión de la soberanía, que ante esta situación ya no pueden defender que reside en el Pueblo, como nos quieren hacer creer, sino que reside en los lujosos despachos del Gobierno Mundial en la sombra.
Si el ala derecha del partido, no rectifica pronto los análisis de las Ponencias que se debatieron en el 37 Congreso, (Convocando uno extraordinario) que han sido puesto en cuestión como inviables por el curso de los acontecimientos, legislando en sentido contrario, el partido podría entrar en una profunda crisis después de varios años de dominar la situación, porque las condiciones han cambiado y no se puede insistir en el desarrollo de una política que estaba basada en un crecimiento del sistema capitalista, cuando ahora estamos en la fase descendente del ciclo que puede ser mucho más virulenta y profunda de lo calculado por los estrategas del propio capitalismo y sobre todo, diametralmente opuesta a los análisis aprobados como resoluciones por el último congreso que han quedado completamente obsoletos y totalmente desfasados.
Examinando con cuidado el proceso vemos que la causa principal de esa inviabilidad se debe a una política permanente de ataques sociales a los intereses de las capas sociales más empobrecidas para favorecer los intereses de la banca y el gran capital. Cuando llegó la época de las vacas flacas, inesperadas u ocultadas por los estrategas y especialistas de la economía, los defensores del sistema nos dijeron que no existe margen para reformas sociales beneficiosas para el pueblo, porque faltan recursos presupuestarios, demostrándose con ello la bancarrota de teorías como la Tercera Via o incluso Socialdemócrata clásica.
La derecha económica, en santa alianza con la derecha política del PP y la derecha eclesiástica, no permite que se apliquen políticas adversas a sus intereses si éstas no son conquistadas firmemente por la clase trabajadora mediante una lucha a fondo, para lo cual, el partido tendría que haber girado a la izquierda buscando el apoyo de las masas y debiera haber procedido en dirección contraria, porque de esta forma, con recortes y medidas antisociales, se ha creado un alto rechazo entre los votantes de izquierdas. Las luchas entre los intereses de la clase trabajadora contra los del capital cuyas posiciones serán cada vez más reaccionarias y contradictorias, se agudizarán en el próximo futuro.
En estas situaciones de alteraciones cíclicas de ritmos, con cambios bruscos y repentinos en el proceso molecular de toma de conciencia de las masas que empiezan a entrar en acción, o se modifican los programas, o podemos encontrarnos con dificultades que podrán ilustrase claramente como entreguismos por parte de un sector de los dirigentes del ala social-liberal, o algunos socialdemócratas demasiados comprometidos con los intereses del capital, que podrían verse sometidos de forma descarada a rebelarse incluso contra las decisiones del partido, abandonando las filas de la socialdemocracia, desertando incluso del partido y pasándose con armas y bagajes a defender posiciones claramente “liberales”, como ya vivimos en ese ejemplo similar cuando el escandaloso proceso del “tamayazo” ocurrido en Madrid, pero también existe un goteo de deserciones por la izquierda que demuestra un cierto cansancio y rechazo de la militancia hacia la falta de vida y participación democrática en el seno del Partido, cuyo error es preciso que la dirección tome nota y corrija si no quiere llevarnos a enfrentamientos destructrivos.
Se han dado ya demasiados casos de dirigentes del partido, que tenían cargos institucionales importantes, que se habían dedicado sistemáticamente a mercadear parcelas de poder, en el partido y en las instituciones, para escalar puestos o con promesas de hacerlo, a la vez que han amasado fortunas descaradas para llamarse como ellos mismos se llaman “socialistas”, lo que es éticamente reprobable desde el punto de vista de la militancia de base, cuando millones de ciudadanos cobran sueldos miserables estancados en el “mileurismo”.
Algunas Coordinadoras de la corriente hemos presentado desde hace tiempo alternativas para corregir ese peligroso funcionamiento y adoptar normas éticas firmes que el partido debe defender para prevenir esos incidentes, que siempre han sido desoidas por las Direcciones, a la vez que no han puesto las oportunas trabas para que los oportunistas, carreristas y otros infiltrados ajenos a los valores del socialismo queden apartados del seno del partido a base del control que tiene que ser ejercido por la propia militancia activa y democrática, con lo cual, afloran los mismos conatos de errores de corrupción que hundieron al partido en la época del felipismo.
Cuando se hacen políticas oportunistas, a la corta o a la larga, los actores se encuentran incapacitados para defender una política de principios claros de izquierdas, a la vez que se comete el error de rehusar enfrentarse a la Burguesía, para defender claramente los intereses de los trabajadores, como debe ser la razón de ser de todo partido de la izquierda que es la misión fundamental del Partido Socialista Obrero Español.
Ha quedado más de una vez en entredicho, en algunos dirigentes, la autoridad que les daba la defensa de un programa más a la izquierda, con ideas válidas en un momento dado, que defendían intereses de la clase trabajadora contra el capitalismo, la especulación y la explotación, pero al ser absorbidos y fagocitados por la burguesía, al asumir acríticamente las posiciones del “mercado libre”, han sucumbido para la defensa de las ideas auténticamente socialistas causando un gran daño a la imagen del partido que es lo mismo que decir a la marcha por las conquistas sociales.
La Izquierda socialista del PSOE tiene que seguir defendiendo una línea más consistente cada vez, porque es la mejor manera de ganar posiciones que en un futuro no muy lejano que nos permitan acumular fuerzas para poder influir con nuestras propuestas e incluso poder optar en igualdad de oportunidades a dirigir el partido, cuando nuestras posiciones ganen democráticamente la mayoría que se requiere, cuestión que cada vez está siendo más necesaria dado el debate que está pidiendo la clase trabajadora en momentos tan complejos, por lo que tendremos que seguir buscando alianzas con otras organizaciones y corrientes de la izquierda social.
Para intentar clarificar posiciones, debemos comentar, con el peligro incluso de poder levantar sobre este punto algún que otro interés contradictorio en el debate, que la bancarrota del “reformismo de derechas" ha quedado patente, habiendo sido arrastrado por el colapso del capitalismo en esta grave recesión. Pero el debate no se acaba aquí, más bien acaba de empezar, lo que saludamos como muy positivo y se agradece a los compañeros el esfuerzo por plantear seriamente posiciones que consideran pueden servir para ayudar al partido a reflexionar y buscar soluciones eficaces, como están surgiendo de las propias bases.
El verdadero socialismo no puede conformarse, como algunos piensan, en plantendo solamente pequeñas medidas reformadoras de las reglas del sistema económico capitalista, sino que de lo que se trata es de adoptar medidas serias, para superar la dominación capitalista y marchar hacia una superación del mismo, es decir, avanzar al socialismo. Toda medida que se mantenga dentro de los márgenes del capitalismo, como “refundar el capitalismo”, “reformar las instituciones financieras”, “reforzar el proteccionismo”, “plantear ideas de control de la banca” y demás, son verdaderamente muy necesarias y si se pudiesen llevar a cabo las apoyaríamos pero son realmente utópicas.
Es más, hay que ser claros, esas ideas no son solamente utópicas, sino que dialécticamente se convierten más bien en reaccionarias, pues no pretender cambiar el sistema, sino resucitar un cadáver que es en lo que se ha convertido en la actualidad el sistema de los capitales puede ser un error muy grave. El capitalismo, sea español, europeo, o de cualquier país, combinan el proteccionismo y el libre mercado en función de las circunstancias económicas de sus intereses. Son dos facetas de la guerra económica en las que están inmersas las grandes potencias mundiales.
En ambos casos, la clase trabajadora sale siempre perdiendo; para los intereses de las clases más desfavorecidas, no sería la solución definitiva el defender cualquiera de las dos posiciones, como pudiesen ser el keynesianismo-socialdemocrata o la vuelta al modelo monetarista practicado por los Chicago's boys, que tan nefastos resultados han producido, que es el planteamiento del PP, pues ambas descansas sobre el control de la economía por un puñado de parásitos capitalistas, que dominan las multinacionales del planeta y es precisamente a esa situación a la que el socialismo tiene que dar una respuesta.
La dirección del PSOE y la mayoría del gobierno, tanto en la Junta de Andalucía como en el Gobierno Central, defienden en estos momentos políticas más bien social-liberales que están en posiciones divergentes de las tesis de un verdadero programa socialista como el que necesita la clase trabajadora que se ve sumida en una brutal crisis como la actual. Es decir, hablando claramente, sin tapujos, aunque con todos nuestros respetos a las tesis defendidas por la corriente mayoritaria que dirige actualmente el partido, a nuestro entender siguen una línea similar de declinación hacia el reformismo sin reformas de un "liberalismo" que exijirá contra-reformas cada vez más agresivas contra los intereses de la clase trabajadora que si no se cambia, producirá la derrota del PSOE y la entrega del poder a la derecha, si la clase trabajadora no reacciona y lo evita, frenando esos propòsitos con la lucha.
Ante la política reaccionaria, antiobrera, xenófoba y belicista que viene ofreciendo el PP, los trabajadores no tenemos ningún interés en apoyar a la derecha, siempre y cuando consideren que existe una alternativa por la izquierda a la política de nuestro partido. Pero si en las próximas elecciones no presentamos un programa atractivo que exprese claramente un giro a la izquierda, lo que sería muy contradictorio debido al corto plazo que nos queda y al derrotero tomado en el último año por el Gobierno, será dificil poder conseguir que los trabajadores se interesen por la política, entrando a luchar democráticamente por la defensa de un programa de clase.
Si el Partido no les ofrece ningun programa que marque una salida a la crisis mediante la lucha que nos permita superar este sistema injusto que es el capitalismo, que se podría conseguir mediante la unidad y la organización de la mayoría de los partidos y sindicatos de la izquierda, con un programa auténticamente socialista y en una acción común contra las políticas de derechas del PP y sus aliados, la situación electoral se nos puede poner muy cuesta arriba y bajo un gobierno de derechas las condiciones de vida y de trabajo podrían retroceder varios lustros.
Si el Partido plantease un programa claramente socialista y realizase una campaña firme pidiendo a los votantes que se afilien y se encuadren en nuestras filas para luchar por un programa auténticamente socialista, con un nuevo proyecto y una nueva dirección más a la izquierda emanada de un Congreso, pronto podrían acompañarnos cientos de miles de militantes, de los millones de asalariados que componemos la fuerza laboral en el Estado.
Si los trabajadores vieran un programa serio, atractivo, que ofrezca claramente soluciones a la problemática social, en la línea de los que ha aprobado nuestra corriente en la I y II Conferencia de Izquierda Socialista de Andalucía(1), serían capaces de dar un paso al frente e incluso dar la batalla y luchar, como están haciendo en otros países incluso contra dictaduras declaradas. Nuestra labor también consiste en explicar claramente la necesidad de fortalecer la izquierda del partido, pero solamente nuestra corriente, con nuestras débiles fuerzas estamos haciendo este trabajo explicando claramente el ideal del socialismo, al cual, la corriente oficial parece querer renunciar.
En Andalucía, tenemos que prepararnos para el agotamiento que representa los más de veintitantos años de gobiernos socialdemócratas, por lo que es urgente preparar un giro a la izquierda que profundice en el avance hacia el verdadero socialismo o les estaremos allanando el camino a la derecha del PP. Tenemos un grave dilema: O presentamos un programa de izquierdas que ilusione a la clase trabajadora, para que entren a luchar junto al partido, por un verdadero programa socialista, haciendo un llamado conjunto a las fuerzas de izquierdas y a los sindicatos, para preparar un Gobierno de coalición PSOE con Izquierda Unida, que cuente con un verdadero apoyo social, o podríamos sufrir una amarga derrota a manos del PP.
El desarrollo de un ala izquierda fuerte consiste en presentar un análisis correcto y alternativas claras a los problemas sociales que el movimiento obrero está demandando, lo que requiere una revisión a fondo de las ideas que se han venido defendiendo por el ala social-liberal con apoyos socialdemócratas en el seno del partido para cambiarlo por un programa más de izquierdas, que marque la línea necesaria que nos permita en el medio plazo, vislumbrar el camino que nos sirva para superar la hecatombe económico-social en la que nos ha metido la obsoleta economía capitalista de “libre mercado”. La forma correcta de conseguirlo es preparándonos desde ya para los próximos procesos congresuales que se organicen en el partido.
Los militantes socialistas que quieran poner fin a la deriva derechista del partido tienen que dar un paso al frente, no quejarse tanto desde fuera, arrimar el hombro y ayudarnos entre todos a conseguir democráticamente lo que en tantas mentes está latente: El socialismo tiene que prepararse para una lucha implacable contra la derecha del PP, pero también contra el reformismo de derechas, social-liberal, que domina en el partido. En otras palabras, es necesario re-descubrir las ideas y el programa del auténtico socialismo, que defendieron los clásicos del marxismo, encabezados por Pablo Iglesias, porque las situaciones históricas de las crisis cíclicas del capitalismo se repiten, pero cada vez a un nivel superior y tenemos que estar a la altura de las circunstancias que la situación de crisis actual requiere.
Bajo el capitalismo no hay salida para los pobres del mundo. El futuro de la humanidad está en las manos de los asalariados en lucha por el verdadero socialismo. Nos gustaría que estas palabras contribuyeran a templar las fuerzas de los sectores más avanzados de la clase trabajadora y la juventud, auténticas puntas de lanza para poder avanzar resueltamente en el proceso de la transformación socialista de la sociedad y poder enviar al capitalismo al basurero de la historia que es el lugar que le corresponde en la actualidad.
Con la aplicación de una planificación científica de las fuerzas productivas, en base socialista y democrática, sería absolutamente viable garantizar el pleno empleo, el derecho a una vivienda, a una sanidad pública general y gratuita, a una educación pública de calidad, todo ello con una participación democrática, es decir, que podríamos avanzar resueltamente hacia una democracia social plena, que abran la via al socialismo participativo de todos los ciudadanos ampliando el control y la gestión a todos los campos, tanto en lo político, lo económico, lo social, lo sindical y lo cultural, declarando una lucha implacable contra la corrupción y el despilfarro. El objetivo debe ser trabajar todos, producir más y repartir el fruto del trabajo con la máxima justicia.
Al socializar democráticamente, bajo control democrático, las palancas fundamentales de la economía, concentrando el sector financiero en una Banca Pública Estatal Única, al servicio de la producción y puesta ésta, mediante una planificación científica, en base a la democracia económica, en manos de la clase trabajadora en dirección al socialismo, la pesadilla de trabajar durante interminables jornadas laborales, mientras que existen 4,700.000 parados sería eliminada de un plumazo, repartiendo el trabajo entre todos, como un bien escaso, dándole al mismo la función social que requiere.
La reducción de la jornada, sin atacar el nivel salarial, nos permitirá a la mayoría de la población poder participar de manera real y democrática en la vida social, autogestionando la política, la economía y la cultura, que dejarían de ser el monopolio de la clase dominante burguesa para convertirse en democracia participativa. Estamos convencidos que existe una alternativa para conseguir utilizar toda la maravillosa creatividad de la que es capaz el ser humano y esa alternativa se llama socialismo.
¡¡Únete a la corriente Izquierda Socialista¡¡.
¡¡Lucha con nosotros para avanzar en la transformación de la sociedad¡¡
¡¡Otro mundo es posible, pero con el SOCIALISMO¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE-A
(1) Si quieres conocer los textos mencionados, te lo remitiremos gratuitamente solicitándolo, poniendo en asunto "Revistas", al correo: is-psoe.malaga@terra.es
8 de febrero de 2011
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El futuro no es el PSOE, tampoco IU, el futuro es la ecología política, proyectos como ECOLO_VERDES o EQUO
ResponderEliminarHay que cambiar la política y la forma de hacer política de forma radical
Salud