28 de febrero de 2011

ANDALUCÍA Y EL 28-F.

Hoy 28 de Febrero se celebra el DIA DE ANDALUCÍA, una de las efemérides más señaladas para los andaluces, aunque también celebramos otras, como el DIA DE LA PEPA, incluso existen reivindicaciones de trasladar el 28-F para conmemorarlo el
día 4 de diciembre, cuando aquella riada humana de andaluces cumpliendo una vez más con la letra del himno queriendo llevarla a la práctica mediante una movilización impresionante, cantaba lo de:
¡ Andaluces, levantaos¡ ¡Pedid tierra y libertad¡,
¡Sean por Andalucía libre, los pueblos y la humanidad¡, y todos a una, nos levantamos como pueblo exigiendo un cambio político que nos ofreciera una vida mejor.

El pueblo andaluz se mueve entre el sentimiento y la razón, se siente andaluz y universal, se siente solidario y socialista, fuerza a la que viene votando sin que exista ninguna contradicción aparente entre la letra de la Internacional que dice: ¡Arriba los pobres del mundo, en pié los esclavos sin pan, alcémonos todos al grito de viva la Internacional¡ cuya similitud con el párrafo del andalucismo es notorio, pues expresa el ansia de liberación de los pueblos oprimidos.

Tras décadas de ilusión y de algunas mejoras sociales cosméticas, en la actualidad, la tendencia a la decadencia orgánica del capitalismo, agudizada por la profunda recesión en la que ha entrado el modelo liberal burgués, se refleja en un empeoramiento de las condiciones de vida de las masas que exacerban asimismo la cuestión nacional, por lo que de nuevo se alzan los símbolos cantando lo de:
¡La Bandera blanca y verde vuelve tras siglos de guerra, a decir Paz y esperanza bajo el sol de nuestra tierra¡, gritos que se asemejan a estos otros de la Internacional cuando dicen:
¡Derrotemos todas las trabas que oprimen al proletario, cambiemos al mundo de base hundiendo al imperio burgués¡

La realidad tozuda de los hechos nos hacen ver repetido en el tiempo y reflejados en los procesos que desatan las crisis económicas, cómo se alimentan esas tendencias centrífugas entre las diferentes naciones, e incluso nacionalidades y regiones, que abocan a la ruptura de los equilibrios exteriores y también resquebraja la unidad interna del estado nacional burgués, lo que demuestra que la cuestión nacional no tiene solución bajo el capitalismo.

La característica de esta época se expresa en las divisiones en la clase dominante, sobre todo, entre las fuerzas más reaccionarias representadas por el PP y el partido mayoritario de la clase trabajadora como es el PSOE, pero por desgracia, también en la atomización y división en el campo de la izquierda, tanto en el aspecto sindical como político.

Por otra parte, en este periodo de decadencia senil del sistema capitalista, la reacción utiliza la cuestión nacional como arma arrojadiza cuando ésta emerge con mucha más crueldad y virulencia en el debate, si se trata de Euskadi o Cataluña aunque en menor medida en Galicia y en Andalucía, donde los señoritos del PP se hacen más andalucistas que nadie utilizando la búsqueda del voto de las y los andaluces de forma demagógica e hipócrita, cuando fue esa misma derecha la que negaba el Derecho a la Autonomía.

Cuando se celebra en Euskadi el “El Aberri Eguna”, (en lengua euskera Día de la Patria) o en Cataluña la “Diada”,(Día de su fiesta nacional), los conservadores y tardofranquistas refugiados en el PP, amenazan que “España se rompe” y actúan hipercríticamente como si en realidad se fuese a hundir la civilización humana en la ciénaga de la barbarie, por causa de esas celebraciones y sus consecuencias, pero en realidad, cuando si existe un peligro de retroceder a la barbarie es, precisamente, por el colapso y la descomposición del modelo capitalista que ellos defienden.

Es cierto que en todo conflicto nacional existe encubierto un contenido de clase, por lo que existen nacionalismos de derechas y de izquierdas, pero la lucha en sí de los derechistas es por los privilegios de las pequeñas burguesías periféricas en lucha por sus intereses contradictorios en el mercado interno y externo.

Los socialistas entendemos que la demanda del derecho a la autodeterminación y la resolución de la cuestión nacional están vinculadas inexorablemente a la lucha de clases. Y lógicamente a las perspectivas de la transformación socialista de la sociedad que quedan supeditadas aunque algo encubiertas.

El colectivo de andaluces que defienden la independencia es muy minoritario, pero en la medida que crezcan los antagonismos y otros pueblos del Estado exijan la “independencia”, también rebrotarán las exigencias de defender el derecho de autodeterminación en otros territorios, lo cual es un peligro porque, aunque como socialistas, debemos defender el “derecho inalienable que tienen los pueblos a su autodeterminación”, defenderíamos ese derecho pero diciendo NO a la Independencia, tanto aquí como en el resto de territorios, regiones, nacionalidades y naciones del Estado español, porque nuestro modelo No es nacionalista, sino Internacionalista y Federal.

Bien es cierto que como socialistas tenemos que denunciar constantemente, como lo venimos haciendo, a la vez que combatimos con todas nuestras fuerzas, la opresión que ejerce la clase burguesa dominante al reprimir la lengua, los derechos democráticos y la cultura de cada pueblo, a la vez que rechazamos la imposición que ejercen los poderes fácticos sojuzgando la voluntad de los pueblos dentro de fronteras no deseadas ni fijadas por métodos que no sean democráticos, tanto en Europa como en el resto del mundo.

Desde el punto de vista de la democracia y el socialismo, tenemos que entender que solamente es posible acabar con la opresión l “nacional” de los pueblos si erradicamos el capitalismo ejerciendo democráticamente el derecho a avanzar hacia una Federación, mediante la acción unificada y democrática de la lucha de masas, enlazándose esa lucha con un programa auténticamente socialista que ofrezca una salida digna para los trabajadores y nos abra el camino para la construcción de una nueva sociedad que nosotros queremos que sea el socialismo, con libertad, democracia y justicia para la clase mayoritaria que es la clase trabajadora.

Ese sería el primer paso para iniciar el camino de la superación de las fronteras y divisiones que fomenta la clase burguesa dominante con el modelo egoísta, individualista y opresor que se basa en el lucro privado de una minoría, para sojuzgar y explotar a la mayoría que es la clase trabajadora, lo que representa una lógica que no se sostiene éticamente, si a renglón seguido se quiere defender un “Estado Social y Democrático de Derecho”, que es puesto en cuestión por el capitalismo.

Mantener un debate sobre estas cuestiones, compaginando “regionalismo”, “andalucismo”, “nacionalismo”, “socialismo” “comunismo” o “anarquismo” es bastante contradictorio, pero no rehusamos el debate, al contrario, lo saludamos como muy positivo y necesario, porque en el fondo, en el Estado español, es una de las cuestiones más acuciantes a resolver, como vemos con el enquistado problema de la violencia de ETA, que a la inmensa mayoría de la ciudadanía les gustaría ver resuelta.

En Andalucía existe un cierto “nacionalismo de izquierda” que ha desarrollado algunos ejemplos locales en el plano municipal que han dado ciertos frutos sociales bastante dignos de estudiar, con luchas heróicas por la reforma agraria con toma de tierras y experimentos cooperativos admirables, principalmente en algunos pueblos de la provincia de Sevilla, pero precisamente por el corsé en el que se han instalado, de un “nacionalismo” que en el fondo es un localismo, les incapacita para extrapolar esos modelos, lo que demuestra que todo “nacionalismo” llevado a su extremo significa en el fondo un freno que desembocan en conflictos o en guerras.

También es cierto, como explican algunas escuelas de analistas políticos que las dos camisas de fuerzas que impiden el desarrollo de los medios de producción en la actualidad, sobre todo en la fase recesiva imperialista multinacional en la que hemos entrado, son la propiedad privada de las palancas fundamentales de la economía y las fronteras nacionales, que dialécticamente han pasado de ser un freno relativo a convertirse en un freno absoluto para el desarrollo armonioso de la sociedad.

Los métodos clásicos empleados por la clase trabajadora históricamente, es decir, las políticas y consignas concretas en cada uno de los momentos para conseguir “eliminar las trabas que oprimen al proletario”, con el fin de conseguir sus legítimos objetivos de emancipación, dependen de la correlación de fuerzas en litigio en la lucha entre las clases.

Para los defensores del socialismo científico nunca ha sido un fin absoluto apoyar todos los movimientos nacionalistas que exijan la autodeterminación, la autonomía o incluso la independencia. Depende de las circunstancias concretas en cada momento histórico, para conseguir los mejores avances de la clase trabajadora a la que nos debemos y que nos produzca el menor coste social posible, porque entendemos que la cuestión nacional es un arma de doble filo.

Lo que ha quedado meridianamente claro por la propia historia, es que éste es un problema que la clase capitalista dominante no puede resolver definitivamente. Pero, por el contrario, con una dirección firme de la clase trabajadora que comprenda esta cuestión y lo plantee correctamente, a la vez que vincula la enorme energía que genera la lucha de masas que rechaza la opresión de las nacionalidades y pueblos oprimidos, mediante una lucha firme, democrática y de masas, entonces, sería el mejor camino para solucionar las dos ecuaciones que plantea el problema, superando el capitalismo como modelo obsoleto e inviable para la clase trabajadora, utilizando la organización y la unidad como un potente motor en la lucha por la transformación socialista de la sociedad, planteando un programa auténticamente socialista que plantee como modelo democrático una Federación Socialista de los pueblos y nacionalidades de la Península Ibérica que formarían parte de la Federación Socialista Europea dentro de una gran Confederación Socialista Mundial.

Nuestra lucha tiene que continuar principalmente en estos momentos en el plano ideológico, para quitarle la careta de los argumentos hipócritas, xenófobos y racistas que utiliza la derecha, tanto las burguesías internas como los imperialistas, que utilizan los conflictos nacionales en su propio beneficio, azuzando rivalidades entre pueblos y naciones, fomentando divisiones religiosas o étnicas, para preparar guerras infames, de donde extraen suculentos beneficios de la sangre del pueblo derramada. Esa política nacionalista les permite dividir a las masas, descarrilar procesos democráticos de lucha por el socialismo, extender sus dominios y zonas de influencias, para proteger sus sacrosantos beneficios y seguir explotando a los trabajadores.

Hemos visto cómo de forma hipócrita, en momentos que les beneficia, son capaces de ondear la bandera de la Independencia y permitir que se ejerza el derecho a la Autodeterminación, como han hecho por ejemplo en Sudán, o como hicieron en Chequia y Eslovaquia, o en muchos otros sitios, si con ello se benefician como clase dominante.

Las ansias de dominio “colonial” o “neocolonialista” por medio de las finanzas o las armas por parte del imperialismo, se ha consumado muchas veces fomentando la balcanización y la destrucción de los pueblos, atomizando y trazando fronteras a su capricho por imposiciones bélicas, tanto en Europa, África, América y demás continentes.

Para concluir, y recordando esas bellas frases que dicen: ”los andaluces queremos volver a ser los que fuimos hombres de luz que a los hombres almas de hombres les dimos”, nosotros, como socialistas, sin que veamos contradicción en ese sentimiento que quiere reforzar los momentos de florecimiento cultural de Al-Andalus, cuna de las tres culturas, apelamos a la razón y reivindicamos el método de lucha de masas de la clase obrera, de forma democrática y pacífica, recordando la estrofa final del himno de la clase trabajadora en todo el mundo cantando: “ ¡Agrupémonos todos en la lucha final y se alcen los pueblos con valor, por la Internacional¡".

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE-A.
Is-psoe.malaga@terra.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario