10 de septiembre de 2009

¿A quién he de pedir perdón por ser yo socialista?

Hoy me pide el cuerpo hablar de socialismo para aclarar ideas, para tomar posturas, para en definitiva aclararme yo mismo y de paso se aclaren algunos, que falta hace.


En primer lugar entro en el tópico muy al uso hoy en el cual se asegura de que, ¿qué más da socialismo o derechas, si todos son iguales? Por suerte no es eso cierto, ya que entre un pensamiento de ideas socialistas y otro de ideas conservadoras va un mundo, es el día y la noche. (Claro está, de que no solo se ha de tener la idea, hay que ser capaz de desarrollarla)


Lo que sucede hoy es que se pueden apreciar las diferencias en muy poquitas ocasiones, ya que lo que se conoce en la calle por socialismo (el que practica el PSOE) nada tiene que ver con socialización, reparto equitativo de las riquezas, la cultura del hombre nuevo en un mundo más justo posible, y en ir cerrando las diferencias entre clases, cada uno según su capacidad a cada uno según su necesidad.


En los años 70 –al 80 eso se fue obviando para convertirse en un partido de poder, una corte de sensatos estadistas capitaneados por un cocinero , capaz él, de hacer platos virtuales de pactos y acuerdos con el diablo y que además, la sociedad quedase en estado de encantamiento permanente. Advenedizos pagados por el enemigo político se adueñan del aparato ejecutivo y en un mensaje subliminal, hacen unos llamamientos al “todo sea por el poder, no preocuparos que aquí habrá tajadas para todos y debemos de construir un partido para gobernar 80 años”.


Y vaya si lo lograron. Pero claro, todo no se puede tener y sí, se logro poder, mucho poder, pero se perdió la esencia de las ideas, de aquel tópico de 115 años de honradez y de aquel otro de que un socialista podía meter la pata, pero nunca la mano. Se pasó a la política de los titulares, de gestionar para ganar como sea, antes de ganar para gestionar en socialista. Y de ahí surge esa idea de "todos son iguales, a todos lo que les preocupa es el poder."


Dentro de esta usurpación u ocupación de las ideas liberales del espacio del socialismo, sé que se debe y se pueden hacer honrosas excepciones. Siendo tremendamente objetivos, son muchos los hombres y mujeres socialistas de pro, que de muy buena voluntad, lo dan todo por el partido, que están ahí en el día a día, pasando por comulgar con ruedas de molino, porque el cocinero adulador de serpientes les dijo un día y ellos lo creyeron, que antes de Marxista se debía de ser socialista y si se era socialista, para qué poner en los papeles que se era Marxista ¡¡Eso espanta los votos!!...decía.


Sé que es muy complicado con esta realidad hablar hoy de socialismo, sé que instintivamente el ciudadano se dice para sus adentro que no merece la pena. Son palabras y necesitamos hechos, pero se puede hacer tanto, es tan necesario el poner las ideas al servicio de la política, es tan prioritario recobrar la ilusión de la sociedad en que es posible construir ese Mundo donde el centro sean las personas y no el mercado.


Pero se preguntaran ustedes ¿y que tiene que ver lo que escribe este, con las necesidades de Utrera? Pues sí, sí que tiene y tendrá que ver con lo que suceda en Utrera en un futuro que comienza ya, ahora mismo.


Utrera siempre vota PSOE, salvo para las Municipales en las dos consultas anteriores del 2003-2007, que votó a Curro. Para Junio del 2011 las urnas esperan al votante Utreranos de nuevo y esta vez puede ser que sean las elecciones más decisivas de la historia reciente de Utrera, con dos preguntas claves al Ciudadano, ¿Seguimos como hasta ahora, con la aptitud de un pueblo de segunda?


¿O por el contrario la Ciudadanía romperá el tópico de pueblo apático y apostará por un cambio de modelo más asentado en las necesidades reales de recuperar el tiempo perdido y tomar el puesto de pueblo referente en la comarca de la campiña?


Yo creo y espero que Utrera sí apostará esta vez por lo segundo, y este cambio solo se conseguirá si los Utreranos tienen la valentía de apostar por lo nuevo, siendo tremendamente objetivos y no dejándose engatusar por los titulares engañosos, ni por las promesas de los encantadores de serpientes que te prometen la luna, pero desde promesas hechas, para no cumplirlas.


Yo, socialista que sigue caminando por la senda ideológica que escuche y asumí en la primera reunión, allá por los años 60-70, socialismo para la igualdad del ser humano, para la construcción de un Mundo donde la palabra libertad, no esté prostituida.

Enviado por Antonio Criado Barbero.
SOCIALISTA DE IZQUIERDA.

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