Ya tenemos borrador de presupuestos. Presupuestos en los que por fin conocemos la tan cacareada subida fiscal.
¡ Que Pena !. En ellos el Gobierno ha dicho “adiós a la progresividad” .
Se anula la rebaja lineal de 400 euros, rebaja que hace año y medio de forma irracional aprobó el gobierno; se sube el IVA general 2 puntos, el reducido 1, se aplica un 2% al alza la retención de las rentas de capital (un 1% si son menores de 6.000 euros), . . .
En definitiva; la solución del Gobierno a la crisis está clara; mantener contentas a las clases altas (a estas horas se deben estar meando de risa) y que sean las clases medias, las clases trabajadoras (o sea, los de siempre), las que sufraguen y paguen los efectos de la crisis.
Es verdad que fiscalmente “todos” debemos contribuir al gasto social y el mantenimiento del estado; pero también es verdad que ello debe hacerse desde el equilibrio, la justicia y la “progresividad” fiscal; que aquellos que más tienen, sean los que más contribuyan.
Con la reforma fiscal presentada en los PGE, el Gobierno dice definitivamente adiós a la progresividad, a la justicia fiscal y obvia el Art. 31 de la Constitución, que dice: “los ciudadanos debemos contribuir al gasto público de acuerdo con nuestra capacidad económica, mediante un sistema tributario justo, basado en los principios de la igualdad y la progresividad”.
Menos mal que salvo que el Gobierno y el PSOE se enroquen con el PNV en el tramite parlamentario (lo que tampoco me extrañaría), deberán pactar su aprobación con los partidos de la Izquierda parlamentaria, hecho que hará que esa pírrica e injusta reforma fiscal se equilibre, retome la progresividad y añada aspectos olvidados como: subir el tramo impositivo de los salarios más altos ( del 43% actual al 50%); regular el tipo impositivo la SICAV, al igual que las rentas del capital, del 18% al 20% y su retención anual situarla igualmente en ese 20% y no al 1% que esta actualmente; retomar el Impuesto de Patrimonio, anulado hace un año, al igual que el de Sucesión, tomando unas cantidades mínimas para ambos; dedicar partidas más amplias para combatir el fraude fiscal, la economía sumergida y las fugas de capital, ampliando para ello las plantillas de las inspecciones de hacienda y trabajo; etc, etc, etc,.
Pero si por el contrario al Gobierno y al PSOE les entra el vértigo de pactar con la izquierda y cede a las peticiones (sectarias) del PNV, volveremos a cometer el grave error de predicar políticas de izquierdas y practicar políticas económicas totalmente liberales y de derechas. Con lo cual ya sabemos quien pagará la crisis:
Los de siempre, los que no la provocaron y la sufren.
Mientras que los que la provocaron, se llenan los bolsillos de millones de euros en ayudas estatales (con la excusa de favorecer así la reactivación económica), a la vez de recibir, o al menos mantener, sus prebendas y privilegios fiscales.
No me extraña, que hoy, se estén tronchando a carcajadas.
¡ Que lástima !
Jesús Molíns Guitarte
(17.214.004-E)
27 de septiembre de 2009
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