23 de septiembre de 2009

HONDURAS: ¡¡ABAJO LA DICTADURA DE MICHELETTI¡¡

“La Policía Antidisturbios dispersó ayer con gases y balas a decenas de seguidores del depuesto presidente Zelaya, que se manifestaban frente a la Embajada de Brasil en Tegucigalpa (…) La carga de los agentes se saldó con al menos una veintena de heridos y 150 detenidos(…) Zelaya denunció que se encuentra “en peligro” y que “la embajada de Brasil está rodeada y militarizada”. “Sabemos que estamos en peligro, han rodeado la embajada, se han tirado bombas sobre el Consulado, han sacado a gentes a tiros”, comentó Zelaya. Mientras, el presidente brasileño, Lula da Silva, exigió ayer respeto a su embajada (petición a la que se sumó el presidente Zapatero) y pidió a los militares una solución “negociada y democrática” que permita el retorno del Presidente depuesto. (Periódico 20 Minutos 23/9/09).


“La policía sitia la Embajada brasileña. Decenas de hondureños resisten junto a Zelaya sin agua y sin comida en la legación. – El Gobierno de hecho rechaza toda intervención extranjera para zanjar el conflicto. Desde la frontera de El Salvador hasta la misma puerta de la Embajada de Brasil en Honduras, en el corazón de Tegucigalpa, sólo se ven policías y militares. El presidente depuesto, Manuel Zelaya, se encuentra en una casa situada en medio de un barrio sitiado, sin agua, ni luz, en el centro de una ciudad aislada, capital de un país fantasmal. A las cuatro de la madrugada de ayer (mediodía en la España peninsular), la policía antidisturbios, apoyada por un gran contingente militar, dispersó con palos, agua a presión y granadas lacrimógenas a los miles de partidarios de Zelaya apostados a las puertas de la sede diplomática desde el lunes. Dos hombres resultaron heridos de bala y otros 10 tuvieron que ser atendidos por la Cruz Roja”. (El País.com 23-9-09).


Por otra parte, según un informe de J.Martín, en la Web MFV, que continúa su Campaña de Solidaridad con la Revolución en América Latina, bajo el título ¡¡MEL ZELAYA REGRESA A HONDURAS¡¡Es necesaria la acción de masas para derrocar el Golpe de Estado¡ y continúa diciendo que “”El lunes 21 de septiembre a las 11 de la mañana se confirmó que Mel Zelaya, el presidente legítimo de Honduras, estaba en la capital Tegucigalpa, alojado en la embajada brasileña. El presidente Zelaya hizo un llamamiento a la población para que saliera a protegerle y decenas de miles han respondido. Fue derrocado por un golpe de estado militar y perpetrado por la oligarquía el 28 de junio y durante 86 días los trabajadores, campesinos y jóvenes, el pueblo de Honduras, han mantenido una lucha heroica contra el golpe enfrentándose a la represión, a los asesinatos selectivos, a las detenciones masivas y al bloqueo de los medios de comunicación. Sólo la resistencia de las masas, dirigidas por el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe, hizo posible el regreso de Zelaya al país el 21 de septiembre. Ni las maniobras diplomáticas, ni la presión de los distintos organismos internacionales (que en el mejor de los casos ha sido tímida) sobre el régimen.


El regreso de Zelaya tomó al régimen totalmente por sorpresa. Primero negaron las noticias de que el presidente había regresado al país. Pero las imágenes de él en la embajada brasileña ya se habían publicado en los medios de comunicación de todo el mundo. Miles se han congregado a las afueras de la embajada y Zelaya se ha dirigido a la multitud con el grito de batalla: "¡Patria, restitución o muerte!" Durante más de cinco horas no hubo respuesta oficial del régimen de Micheletti. A las 5 de la tarde hora local, Micheletti dio una rueda de prensa, rodeado por representantes de la clase capitalistas y exigió que Brasil entregara a Zelaya para llevarle a juicio. Él ya había anunciado un toque de queda desde las 4 de la tarde hasta las 6 de la mañana del día siguiente (que después amplió hasta las 6 de la tarde del jueves). Esto provocó pánico y los trabajadores del sector público y privado abandonaron sus puestos de trabajo y regresaron a sus hogares.


El régimen está claramente intentando utilizar la represión para detener el movimiento. Las fuerzas armadas en una declaración separada anunciaron que defenderían el "orden constitucional" (es decir, el golpe ilegítimo), "incluso si eso significa pérdidas de vidas". Se ha desconectado la red de telefonía móvil, las emisoras de radio de la posición han sido cerradas y han dejado de emitir, el ejército ha tomado los cuatro aeropuertos del país y los ha cerrado.


Pero el entusiasmo creado por el regreso de Zelaya después de 86 días de resistencia de masas no se puede detener con la represión. Es probable que estemos presenciando los últimos días del golpe. A final de la tarde una masiva multitud de 50.000 personas, desafiando el toque de queda, ya se había reunido en los alrededores de la embajada brasileña y Zelaya se estaba reuniendo con los dirigentes de la resistencia. El ambiente era de júbilo y las calles estaban llenas de risas y celebraciones. En el barrio obrero de Kennedy, 3.000 personas también desafiaron el toque de queda, manifestándose hasta la media noche. Escenas similares se han repetido por todo el país.


Sin embargo, se debe poner una nota de advertencia. La lucha no ha terminado. Los golpistas aún están en el poder y controlan el aparato del estado (incluido el ejército y la policía). Si el golpe es derrocado por una insurrección popular tienen mucho que perder y por lo tanto recurrirán a medidas desesperadas para mantenerse en el poder.


Por otro lado, sectores de la oligarquía y sobre todo el imperialismo norteamericano rápidamente intentará llegar a un acuerdo negociado, para salvar lo que puedan. Washington ya ha insistido en que la salida es el "Acuerdo" de San José, que como hemos explicado, ataría de pies y manos a Zelaya y da a la oligarquía lo que quería conseguir a través del golpe. ¡Debe ser rechazado! No debe haber amnistía para los golpistas. La voluntad del pueblo se debe expresar democráticamente en unas elecciones libres y democráticas a una Asamblea Constituyente Revolucionaria, no las elecciones amañadas preparadas para el 29 de noviembre por los golpistas.


Se ha convocado una reunión de emergencia de la OEA para discutir los acontecimientos, se ha aprobado una resolución reafirmando el Acuerdo de San José. No obstante, tanto Nicaragua como Venezuela votaron en contra y manifestaron su protesta. El embajador nicaragüense dijo que había hablado con Zelaya y que ésta también rechazaba el acuerdo de San José, que anteriormente había aceptado. Eso es correcto y debe ser aplaudido. Otros gobiernos latinoamericanos deberían presionar para seguir la misma línea (comenzando con Bolivia, El Salvador y Ecuador).


En las próximas horas podemos esperar frenéticas negociaciones para salvar la legalidad capitalista y las cabezas de los golpistas más destacados y sus seguidores en la clase capitalista, combinado con intentos de disolver el movimiento con represión.


Las masas han dado el último golpe al régimen. El Frente Nacional ha hecho un llamamiento para una manifestación nacional a la capital que podría ser mucho mayor que la manifestación histórica de principios de julio cuando Zelaya intentó regresar en avión. Eso debería ir acompaña por una huelga general con ocupaciones de los centros de trabajo. Los trabajadores deben convertirse en los dueños de la situación. SI el régimen apaga las emisoras de radio, los trabajadores deben volver a encenderlas. Si el régimen corta la cobertura de los teléfonos móviles, los trabajadores de telecomunicaciones deben restaurarla. Los sindicatos de profesores ya han convocado una huelga que empezará el martes por la mañana. Los comités de vecinos, locales y regionales del frente deben tomar el control de la situación y coordinar sus acciones a través de representantes elegidos democráticamente, así se puede crear un poder alternativo al del ilegítimo régimen golpista.


Debería hacerse un llamamiento claro a las filas del ejército y la policía para que se nieguen a cumplir las órdenes. Zelaya ya les ha pedido que vuelvan sus armas contra sus oficiales. Esto debe ser apoyado por la presión de las masas en las calles y fuera de los barracones militares. Al mismo tiempo, el movimiento debe defenderse contra las provocaciones y la represión. Se han levantado barricadas a las afueras de la embajada brasileña. También se deberían organizar escuadrones armados de defensa.


Las próximas horas serán decisivas. La correlación de fuerzas está al lado de las masas. Pueden asestar el último golpe al régimen golpista y comenzar la construcción de un nuevo régimen político basado en la organización de las masas. Una asamblea constituyente revolucionaria convocada bajo la autoridad del Frente Nacional de Resistencia es la manera de poder satisfacer las aspiraciones de las masas.
¡No al golpe de estado! ¡Huelga general, manifestación en Tegucigalpa e insurrección popular! ¡Por una asamblea constituyente revolucionaria¡””.


También podemos leer otra interesante información, escrita por Manuel Santibáñez, en esa misma página web, donde explica el ¡¡Colosal triunfo de las masas¡¡, expresando la situación en los siguientes términos: “”El ingreso de Zelaya a Honduras es un triunfo histórico de las masas hondureñas, tras 86 días de lucha ininterrumpida, se ha dado un punto de inflexión determinante. El detalle de cómo se dieron las cosas no es por ahora lo importante, el ambiente y el escenario están llenos de confusión y los rumores corren como pólvora; no hay que perderse en los detalles circunstanciales. Es vital tener claridad en la brújula política, que la dirección no se deje perturbar por los contratiempos que inevitablemente interfieren.


Lo importante es que Zelaya ingresó a Honduras producto de la fuerza de las masas y eso revitaliza su energía revolucionaria, se han demostrado a sí mismas que "¡Sí se pudo!", ese grito se levanta en la garganta de millones de hondureños. Las masas que están eufóricas, el ambiente es electrizante y cualquier descripción es absolutamente insuficiente. Zelaya se encuentra en la embajada de Brasil y decenas de miles de personas están rodeándola, 50 mil personas haciendo fiesta, bailando, celebrando el ingreso de su presidente, pletóricos de gozo, no sólo en la embajada, en todos los departamentos hay fiesta; decenas de miles, cientos de miles marchan hacia Tegucigalpa desde todos los puntos del país, desafiando al toque de queda, caminando por las veredas, los montes, evadiendo a los retenes militares y la amenaza represiva impuesta por los golpistas. Esta noche es una noche en la que la historia se puede tocar con las manos.

Al parecer, el gobierno Micheletti fue sorprendido, no es casual. El nivel de estupidez de los golpistas es lógico, aunque a veces parezca inconcebible que una mente pueda concentrar tanta irracionalidad. El gobierno golpista se aferra al poder como a un clavo ardiente, ha planteado arrestar a Zelaya y vocifera contra el gobierno de Brasil responsabilizándolo del ingreso de Zelaya, durante el día hicieron cortes a la energía eléctrica, cortes al servicio de agua, desactivaron la señal de la telefonía celular por varias horas. Micheletti, en un acto desesperado intentó imponer el toque de queda desde las 16:00 horas, avisándolo con 15 minutos de anticipación; ha extendido el toque de queda a todo el día de mañana. No es la primera vez que alguien intente tapar el sol con un dedo. Está claro que una bestia herida no razona, sólo alcanza a tirarse al precipicio con los ojos cerrados.

Las medidas de Micheletti son patadas de ahogado. Es irreversible su caída. Está asumiendo una posición beligerante para intentar ganar mejores posiciones en la negociación, pero su caída es cuestión de horas. No es descartable algún tipo de represión selectiva; todavía anoche mataron a otro maestro, Félix Murillo -en Talanga municipio de Francisco Morazán, cerca de Tegucigalpa- cuyo cuerpo apareció con signos de tortura. Pero definitivamente está fuera del orden del día una masacre masiva. Las masas saldrán a la calle mañana y lo harán en una magnitud superior al día 15 de septiembre, donde se manifestaron 3.5 millones de personas en un país de 7.4 millones. El heroísmo de las masas ha quedado demostrado en estos 86 días, si en su momento pudieron ir a El Paraíso -cuando Zelaya intentó entrar desde Nicaragua-, lo harán ahora con cien veces más decisión y energía.

Zelaya negociará. El plan Arias es el óptimo para Estados Unidos, está por verse qué tanto podrán conciliar intereses. El pueblo no quiere la aplicación del Plan Arias, sin embargo, es claro que Zelaya tiene un amplio margen y tiene la intención de negociar, está por verse qué tanto puede conciliar lo irreconciliable. Lo decisivo estará en la presión de las masas que confían en Zelaya y es posible que lo obliguen a ir más allá de lo que pretende. Lo que se necesita es ir de frente a la instalación de la Asamblea constituyente revolucionaria, no se necesita un "Gobierno de salvación nacional" con los golpistas, eso sería un error estratégico de gravedad, a eso aspira el imperialismo. La restitución de Zelaya debe garantizar la organización y ejecución de la Asamblea constituyente revolucionaria que siente las bases programáticas de la transformación socialista de la sociedad.

En este momento, lo importante es que el movimiento ha tenido un triunfo brutal, maravilloso, colosal. Las horas siguientes son decisivas, pueden pasar todo tipo de acontecimientos y se pueden dar todo tipo de giros y provocaciones, sin embargo lo realmente importante es que las masas han llevado las cosas a una victoria contundente que defenderán con la vida. Es un triunfo muy importante, pero, un triunfo que encierra un peligro, ya que intentarán cambiar al gato por el tigre. La trampa del Plan Arias, sólo busca celebrar unas elecciones "legítimas" que le den el triunfo al Partido Nacional, para así poder continuar con el proceso contra revolucionario que intente cortar, inhibir, interrumpir el proceso revolucionario.

Tras la reinstalación de Zelaya, el siguiente paso importante sería evitar que llegue un gobierno del Partido Nacional, que sería un nuevo títere del imperialismo. Aunque las masas reinstalen a Zelaya, los golpistas harán todo por organizar las elecciones para intentar que gane el Partido Nacional, es decir, prepararán el fraude electoral. Por tanto, el movimiento se tendría que volcar a preparar la elección combatiendo el fraude, evitar el fraude, vencer al fraude. La mejor perspectiva es que Zelaya apoyara la candidatura de Carlos H. Reyes y en las asambleas del Frente se debería defender decididamente esta candidatura. Por tanto el punto de ataque, tras la reinstalación de Zelaya bajo la trampa del Plan Arias y con un candidato elegido en asamblea democrática, la táctica estaría centrada en la lucha contra el fraude electoral. ¡Que viva la revolución hondureña! ¡No al Plan Arias, no al pacto con los golpistas! ¡Por la organización de una Asamblea constituyente revolucionaria, inmediatamente! ¡A organizar la lucha contra el fraude electoral!”” Escrito por MANUEL SANTIBÁÑEZ.

Desde Izquierda Socialista de Málaga nos solidarizamos con la heroica lucha del pueblo hondureño por sacudirse de encima la Dictadura impuesta por la clase capitalista dominante, con la complicidad de un cierto sector del imperialismo, que está pidiendo desde el primer momento un pacto con los asesinos golpistas, en una ambigüedad calculada que les delata como los verdaderos responsables de la política belicosa heredada de Bush, que quieren continuar ejerciendo en América Latina, a la que el nuevo presidente Obama no le planta cara de manera firme, condenando radicalmente el Golpe, como han hecho la inmensa mayoría de los pueblos del planeta. Nos sumamos a la campaña de protesta contra esa situación y alentamos a los militantes socialistas a seguir en la lucha por el avance de los pueblos del mundo en contra de la opresión y por el objetivo de alcanzar una auténtica sociedad socialista. ¡¡ABAJO LA DICTADURA DE HONDURAS¡¡¡ ¡¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE TRABAJADORA¡¡¡ ¡¡POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y DEMOCRÁTICA MEDIANTE ELECCIONES LIBRES¡¡ VIVA EL SOCIALISMO INTERNACIONALISTA¡¡

AREA DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
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