…(Continuación de Parte 1, publicada el 5-1-18, que recomendamos
leer previamente).
(…) Esos fenómenos se dan principalmente en los campus
universitarios, donde se forman grupúsculos, recayendo mayormente sobre estudiantes de
familias acomodadas, que defienden las “libertades personales”, como
ultraliberales que son y otros grupos sindicales o políticos similares, que
tienen como misión desactivar y amenazar a “grupos de estudiantes de
izquierdas” que se reclaman del “socialismo, comunismo o anarquismo”.Estas
radicalizaciones y politizaciones están llevando a luchas internas dentro del
movimiento estudiantil, aunque todos tienen que reconocer que el movimiento
juvenil más potente y consolidado es el Sindicato de Estudiantes.
En momentos como los actuales debemos insistir que es necesario la
defensa de la Libertad de Expresión y demás Derechos Civiles. Pero si bien hay una capa de liberales que adoptan una defensa de la libertad de
expresión a cualquier coste, también hay una capa en el movimiento antifascista
que toma la actitud de lucha con la idea de “ninguna plataforma para los
fascistas” cayendo en el error de utilizar la violencia que hace que las masas
se aparten de la lucha. El socialismo siempre ha reivindicado
movimientos de masas para impedir que los fascistas y otros grupos de extrema
derecha utilicen plataformas públicas para movilizar e incitar a ataques
racistas, antisindicales y antisociales. Pero la batalla contra la extrema
derecha tiene que ser el producto de la lucha de masas y no pedir que se
refuerce el aparato del Estado Burgués, que luego podría ser utilizado contra
los trabajadores. Cuando se han aprobado legislaciones reaccionarias siempre se han utilizado también
para reprimir a sindicatos, organizaciones y partidos políticos de izquierdas.
Para el socialismo marxista democrático no hay nada automático
sobre una posición de “dejarles sin plataformas”, incluso al lidiar con grupos
explícitamente fascistas. Debemos rechazar que un Estado que se dice
Democrático, pueda financiar a grupos de extrema derecha o a colectivos
culturales que siguen sin condenar explícitamente el Golpe de Franco y los
nazi-fascismos, para evitar su expansión y poder derrotarles democráticamente antes
de que consigan una posición sólida. Un Gobierno verdaderamente democrático
debería haber intervenido ya para castigarles con una legislación que impida el
proselitismo de la violencia nazi-fascista, porque esos elementos, sin
violencia no son nada, pero representan una
perturbación para la Democracia y el Socialismo.
Esta lucha por las Libertades Democráticas no la podemos
conseguir artificialmente, especialmente donde ya han llegado a un público que
necesita ser alejado de este veneno, previamente a través de un debate político en
profundidad. Hemos visto este problema en
Francia y otros países de Europa, donde partidos semi-fascistas han obtenido conquistas
electorales. Los grupos semi-fascistas encubiertos o mezclados con gamberros
que pululan con financiación de algunos Clubs de Fútbol, están siendo tolerados
por el sistema, pues todos los conocemos y padecemos, pero el PP y su pandilla
no hacen nada por desactivarlos, porque algunos de ellos tienen el carnet del
PP, de C’s o de otros partidos de la derecha extrema.
Esto significaba que allá donde los medios de comunicación capitalistas
usan voceros afines a esa extrema derecha, como en Radio, TV o prensa y muchas
veces dan cobertura o alientan a esos grupos de “extremistas” sirviéndoles de
altavoz para resaltar sus antidemocráticos comportamientos e idearios, deben
ser combatidos democráticamente. Vemos
cómo combinan esas tácticas apropiadas que explican hasta dónde las fuerzas de
la extrema derecha hayan podido desarrollar una base real, financiadas a través
de pagos importantes de campañas publicitarias de marcas importantes, propiedad
de los grandes magnates que manejan enormes fortunas y chanchullos en los
citados Clubs Deportivos.
Es desde esas cavernas mediáticas donde la derecha extrema se
está extendiendo más allá de pequeños circulitos de forofos deportivos y amenazan
ya con echar raíces más profundas que refleja la completa desesperación de
sectores “ultraconservadores” de grandes capitalistas y capas medias que se
preparan ante la gravedad de la crisis capitalista que se prolonga durante más
de diez años y que anuncian sus estrategas que podría sufrir una recaída ya que
los factores económicos en macroeconomía, empiezan a sufrir una desaceleración en los
últimos trimestres.
La situación que se nos plantea a todas las izquierdas es
precisamente desenmascarar la falsa idea de que perseguir a esas minorías por
parte de un Gobierno de Derechas que les son afines, podría resolver los
problemas. Lo necesario es una lucha unificada de la clase trabajadora haciendo
un llamamiento a todos los asalariados,
parados y oprimidos contra el
capitalismo para derrotarles democráticamente mediante las luchas
masivas y los votos. Necesitamos un
movimiento amplio que por supuesto debe estar acompañado de movilizaciones
encaminadas hacia la preparación de una Huelga General, en defensa de un
verdadero programa Social para el Cambio y también para enfrentar y prevenir
los ataques físicos que la extrema derecha está llevando a cabo contra los sectores
más desfavorecidos, la clase trabajadora e incluso capas medias empobrecidas
por la crisis. Es la mejor forma de que
el corazón neofascista de la extrema derecha pueda quedarse aislado y así
podría ser derrotado. La lucha contra el fascismo y la extrema derecha es
mayoritariamente una lucha política para frenarles y desactivarles.
El crecimiento de la extrema derecha no es solo un peligro
ideológico, que necesita la acción de masas para frenarles porque es una
amenaza física para millones de trabajadores, por lo cual, ante futuras
confrontaciones electorales, la cuestión de la violencia y la autodefensa deben
ser debatidas y explicadas a las masas trabajadoras. Algunas escaramuzas de grupúsculos con
banderas pre-constitucionales hostigando a manifestantes que pacíficamente
reivindican en Cataluña en otras zonas, una República, con amenazas de violencia
física, nos tienen que alertar de la necesidad de ampliar este debate para
profundizar sobre el rol de la violencia que empieza a surgir en la extrema
derecha, que todavía no es un peligro “fascista” pero que podría llegar a
cristalizar, si no se explica y frena a tiempo.
El Socialismo Democrático defiende totalmente el derecho de la
clase trabajadora asalariada y los sectores de parados y juventud oprimidos a
defendernos contra ese peligro latente. La resistencia más efectiva contra la
Derecha será la unidad y organización en partidos y sindicatos de masas de las
izquierdas. Enfrentarse físicamente a esos elementos cuasi-fascistas de la
extrema derecha, va a ser cada vez una necesidad más imperiosa, pero limitarse
individualmente o en pequeños grupos a peleas callejeras implica no afrontar la
extensa lucha a la que nos estamos enfrentando.
Necesitamos defendernos no sólo frente a los fascistas, también
frente a las políticas de desigualdad del PP y a los abusos de los grandes
empresarios y sus políticas que producen paro miseria y desesperación,
fomentando la escalada de represión policial, que es lo único que contempla la
clase dominante como propuestas alternativas.
Necesitamos reconstruir la capacidad unitaria y organizativa del
movimiento social para utilizar la huelga de masas, y a su vez, debatir y
preparar un Programa Alternativo. El objetivo debe ser la superación del
Capitalismo y por un Estado Federal, Laico, Republicano, Socialista,
Plurinacional, Democrático, Cooperativo y Solidario entre todos los pueblos,
para transformar la sociedad en un plano de igualdad, cooperación y apoyo
mutuo.
Para ello tenemos que afiliarnos a sindicatos y partidos de izquierdas
y orientarnos hacia la Unidad para enfrentarnos a esos elementos
antidemocráticos, para derrotar a RAJOY, Rivera y lo que ellos representan como
defensores de la clase corrupta de los millonarios que los financian y luchar no solo sindical y políticamente contra las derechas sino también
arrancarles el poder económico en manos de esos capitalistas corruptos que
provocan la desigualdad y la desesperación agudizando las contradicciones, que están permitiendo que crezca esa extrema
derecha que si no la derrotamos a tiempo nos puede llevar a la catástrofe.
¡¡No al Capitalismo que produce el fascismo y las guerras¡¡
¡¡Todavía estamos a tiempo¡¡
¡¡Organízate y lucha por un mundo mejor para la Humanidad¡¡
ÁREA DE
COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA
SOCIALISTA DE MÁLAGA.
PSOE DE
ANDALUCÍA.
ispsoeandalucia.malag@gmail.com
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