Nos enfrentamos irremisiblemente a unas nuevas elecciones, donde mediante el voto democrático, los ciudadanos tendremos que enmendarle la plana a los dirigentes políticos de los Partidos del arco parlamentario, que han sido incapaces de encontrar el cauce para la formación de un Gobierno, ante cuya situación no solo debemos ser críticos, sino también autocríticos, pues se hace necesario este procedimiento para conseguir la rectificación de los errores que se hayan cometido y preparar el giro a la izquierda que los trabajadores reclaman, derrotando a las derechas.
Nuestro partido, el PSOE, como todos
los demás, también hemos cometido errores, principalmente tanto por los órganos
de dirección de la corriente oficialista, que más bien ha insistido en continuar
con la deriva hacia la derecha, buscando primero la alianza con C’s, siendo por
tanto responsables de las derrotas en su gran mayoría y la incapacidad de haber
conseguido formar gobierno, al haber fracasado en primer lugar de orientar el
timón primero hacia la búsqueda de un gobierno de las izquierdas en una
conjunción de los trabajadores de manera resuelta.
Asimismo debemos autocriticarnos por la
debilidad y deficiencias de nuestra corriente Izquierda Socialista que hemos
sido todavía incapaces de fortalecernos y ganarnos la confianza de los
trabajadores, la juventud y las capas menos favorecidas, para que entren en el
partido a ayudar a reclamar el giro a la izquierda por el que seguimos
trabajando, pese a nuestro combate en defensa de la alternativa de programa y
de una táctica más clara hacia la confluencia con las luchas sociales y
sindicales en las que hemos venido participando.
No todo se ha hecho mal, porque vimos
muy positiva la consulta interna sobre si se apoyaba o no el Pacto PSOE/C’S,
que pese a obtener el voto NO por el que I.S. venía apostando, con un apoyo de
más de 21.000 votos, a requerimiento de nuestra corriente y otros grupos
internos que lo rechazaba, el apoyo en torno a los 79.000 votos dijeron SI,
algunos con la buena intención de que Podemos podría al menos abstenerse para
cerrarle el paso el PP, pero ha sido imposible aunque respetamos la autonomía
de cada fuerza política.
Los comunicados, escritos y
posicionamientos de nuestra corriente Izquierda Socialista en el combate en defensa
de la alternativa de izquierdas, fijando nuestra posición en contra del PP y
C’s , han sido constantes en cada asamblea, coordinadora, Comisión Permanente,
y redes sociales, pero todavía hemos
sido incapaces de conformar una mayoría suficiente que nos permita una nueva correlación
de fuerzas que nos haga avanzar hacia un nuevo modelo de partido más
democrático, situado más a la izquierda y en defensa del programa genuinamente
socialista. Pensábamos que la
radicalización de las masas que se ha producido en los últimos años y sobre
todo, la juventud y las capas más castigadas por la crisis, nos ayudarían en
esa tarea ingresando en nuestro partido a través de nuestra corriente, pero ese
movimiento hacia la izquierda de las masas se ha expresado por fuera y no
dentro del PSOE. Nuestras direcciones,
tanto el Comité Federal como la Comisión Permanente de I.S. tendrán que
analizar, con el concurso de las bases, mediante un debate a fondo, qué ha
ocurrido para la pérdida de apoyos de los votantes.
La responsabilidad de las nuevas
elecciones no debemos buscarla, por tanto, solo en Podemos, sino también
analizar la parte de errores que hayamos podido cometer desde nuestra propia
dirección encabezada por Pedro Sánchez. Uno de los errores tácticos más
evidentes puede haber consistido en pactar previamente con la derecha de C’s de
forma precipitada, cerrada y firme, frustrando la posibilidad de comprometerse
con una exploración previa que pudiese avanzar hacia un gobierno de las
izquierdas emergentes.
Es cierto que Pablo Iglesias (PODEMOS)
tiene también parte de responsabilidad, pero ante la disyuntiva de apoyar un
Gobierno PSOE/C’S, que en cierta medida podría ser visto por sus bases y votantes,
(como resultó en su consulta interna) de puro continuismo sin que representase
realmente un Cambio, debería haber sido previsto por Pedro Sánchez y los
estrategas del Partido, lo que podría representar un entorpecimiento para el
Pacto con las Izquierdas (¿o quizás esa táctica estaba premeditada y
correspondía con la marcada con las llamadas “baronías”?) por ser las más favorables y admisibles por la
clase dominante y el PP que ya anunció en Europa que se iba a nuevas elecciones
el 26/6, además de los restantes poderes fácticos.
Está claro que en ese caso se
confirmaría la torpeza de la dirección del
PSOE, (por no utilizar otro calificativo) al confiar en la capacidad de
convencer a Podemos que tuviese altura de miras y que se adhiriese o votase abstención
al pacto con Rivera, cuando en la campaña previa se decía que esa fuerza
naranja era la reencarnación del PP con 20 años menos, que estaba apoyada por
la oligarquía económica y promocionada, financiada y amada por el IBEX-35 y los
grandes Medios de Comunicación de la burguesía.
Asimismo debe quedar claro la
responsabilidad de la formación C’s que no se ha cansado de decir que el pacto
representa el 80 % de su programa, que a su vez quería el cambio y la
regeneración ética, pero, contradictoriamente ha insistido con contundencia
para que el PP se sume a la posible coalición cuando Rajoy se encuentra rodeado
por una balsa pestilente de corrupción, motivo que ha provocado el total
aislamiento de la fuerza reaccionaria que representa el PP. Esa contradicción
de Rivera le está mermando credibilidad como han señalado las recientes
encuestas.
Necesitamos que las izquierdas asumamos
la autocrítica en la parte alícuota que nos corresponda y afrontemos las nuevas
elecciones con valentía, limpieza, rectificación y ética, para subsanar los
errores y las intransigencias, pero con el objetivo claro de derrotar a las
derechas, planteando con firmeza que esa
es la única línea roja, ya que los intentos desesperados de la propaganda
burguesa, asumida en algunos momentos por Pablo Iglesias que quiso negar que
existiesen Derechas e Izquierdas, reclamando el eufemismo de Arriba y Abajo, ha
fracasado estrepitosamente. Aunque si rectifican a tiempo y van al diálogo para
conseguir el avance de Podemos con la unificación de I.U./U.P en las nuevas
elecciones, podría producirse un equilibrio de las izquierdas que propiciara el
fortalecimiento de escaños haciendo posible un Gobierno claro de los
trabajadores.
La lucha en la campaña por la disputa
del voto debería consistir en ofrecer con claridad cual es el programa
socialista que cada fuerza defiende y, a
su vez, desnudar las maniobras de la
burguesía, sus mentiras, sus corrupciones, sus ataques al nivel de vida de la
clase trabajadora y las capas medias, a la vez que tendríamos que
comprometernos a atender las necesidades y aspiraciones de cambio que nos
exigen y necesitan los millones de jóvenes y trabajadores a los que el PP nos
ha robado el futuro. Para ello es
menester llamar enérgicamente a la movilización, a la reorganización, la unidad
y la lucha de las izquierdas, tanto sindical como política y social, para
confluir hacia un verdadero Gobierno del Cambio.
Debemos reconocer el fracaso de estos
cuatro meses en la incapacidad de formar un gobierno, sobre todo los que
pensaron que era posible conseguirlo en su transversalidad, pero que ha
demostrado ser el síntoma claro de la profundidad de la crisis política,
económica y social a la que nos enfrentamos, que corroe el modelo capitalista,
que puede llevarnos, si continuase gobernando la derecha hacia una
inestabilidad política, convulsiones y agitaciones sociales, al ser incapaces
de resolver por el capitalismo los dos problemas graves que reclaman urgencia:
La Cuestión Social y la Cuestión Territorial.
Tenemos que comprender que, aún alcanzado
las izquierdas en las próximas
elecciones unos resultados favorables expresados en las urnas para que la
aritmética parlamentaria permita formar un gobierno fuerte de Cambio, no
podremos impedir que las derechas exijan, chantajeen e intenten imponer, a
través de los apoyos de la Troika y sus
amos, más recortes, austeridad y ataques a los intereses de los más
desfavorecidos. Para derrotar a la clase dominante vamos a necesitar una
alianza firme con los sindicatos y demás izquierdas que luchan, con movilizaciones
masivas del pueblo en acción, que haga posible colocar a la reacción derechista
contra las cuerdas y abrir el camino para poner la economía al servicio de la
sociedad de forma planificada y armónica, mediante la aplicación de la
verdadera democracia, una democracia social abierta y avanzada para controlar
la corrupción y los despilfarros que nos
permita avanzar hacia el genuino socialismo para transformar la sociedad y
garantizar a cada persona el derecho al Trabajo, a un Techo, a Sanidad, Educación,
Pensiones y apoyo a la Ley de Dependencia, que permita a cada ser humano una
vida digna. La lucha por el socialismo ya no es una utopía sino que se ha
convertido en una necesidad para la Humanidad.
COORDINADORA PROVINCIAL.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
NOTA: Cualquier comentario o crítica
escribir a:
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
PODEMOS debe ser el mecanismo de la unión de la Izquierda y IS debería estar ahí.
ResponderEliminarPODEMOS debe ser el mecanismo de la unión de la Izquierda y IS debería estar ahí.
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