Con ese mismo título de ¿Información o Manipulación” se celebró anoche en la Agrupación Socialista de Torremolinos la Tertulia-Café que tiene lugar cada tercer martes de mes, donde se analizaron el comportamiento de los medios de comunicación, periódicos, TV, redes sociales, etc. en cuyo debate se cuestionó bastante si sabemos o no discernir la realidad, si la información es veraz e independiente, como a veces nos quieren hacer creer, si la información es un Derecho, si es en realidad el Cuarto Poder. El coloquio estuvo muy interesante y participativo al que asistieron en torno a 25 personas. Como en otras ocasiones, esperamos publicar en breve el resumen que nos remita la compañera Rosario Conde que es la organizadora de estos eventos y que actuó como Moderadora del debate que será hecho público en cuanto recibamos más información al respecto. Mientras tanto, y esperando que se continúe con estos interesantes encuentros que fomentan la participación y la formación de la militancia de base, insertamos un extracto del trabajo de Fernando Buen Abad (*) Doctor en Filosofía y Licenciado en Comunicación que abunda en este debate:
“(…)No saldremos de las trampas que el capitalismo nos
tiende a mansalva si no logramos construir nuestra Unidad de clase armados con
un programa socialista para la revolución permanente. Hay que insistir en el
problema de la Unidad y en la trascendencia que tiene aprovechar el tiempo y
las oportunidades para las luchas emancipadoras, reiterar, sin cansancio, lo
lamentable que es perder el tiempo y las oportunidades que pueden ser usados,
paradójicamente, en nuestra contra. Nuestras tareas consisten en estar a favor
del proletariado -de las masas- y de la maduración irreversible de la Unidad.
¿Hay algo acaso más importante?
El cúmulo de los problemas y estragos que enfrentamos
por ser blanco y víctimas de la ofensiva Mass Media burguesa, de la guerra
ideológica con sus episodios de terrorismo mediático y de la violencia
simbólica contra la conciencia de la clase trabajadora, es de tal calibre y
extensión que, se vea por donde se le vea, siempre queda claro que estamos en desventaja,
en condiciones asimétricas, a veces lentos y muchas veces débiles.
Nada de lo cual quiere decir incapaces. Y no obstante
el despojo, el secuestro y la subordinación de las herramientas para la
comunicación, tenemos hoy un escenario mundial extraordinario donde fermentan y
crecen, de manera desigual y combinada, experiencias emancipadoras que impulsan
la liberación honesta de los caudales expresivos revolucionarios. Es decir la
libertad de expresión verdadera. Pero estamos, por causas muy diversas,
atomizados y divididos mientras las burguesías lo celebran.
Hoy no tenemos manera de eludir la tarea de unirnos en
el sentido en que Marx lo pensaba, de unificar fuerzas y talentos para que
todos nuestros medios de comunicación, inspirados en la transformación profunda
de la realidad y la superación definitiva del capitalismo, contribuyan
sistemática y efectivamente, al acenso del proletariado, al florecimiento de la
revolución y a la construcción de su poder socialista.
Ha llegado un momento exigente para luchar por elevar
la conciencia de la totalidad del proletariado y poner al servicio de esa lucha
todos nuestros medios y modos de comunicación democráticos que entienden la
lucha por los intereses inmediatos de los trabajadores y también sus intereses
mediatos.
Hoy no hay excusa que valga para eludir la Unidad.
Nuestro interés en la lucha comunicacional emancipadora debe tener por
prioridad el interés del movimiento revolucionario mundial. Es necesario un
Frente Internacional de la Comunicación Emancipadora como acción política la
clase proletaria que hoy cuenta con miles de activistas de la comunicación pero
que no cuentan suficientemente con la Unidad de programa, de acción y de
dirección.
Este tiempo es un tiempo extraordinario que de no
aprovecharse puede tronarse en cierto reflujo, puede generarnos sentimientos de
retirada, de merma en el estado del ánimo, de decepción y abandono. No podemos
correr ese riesgo. A estas horas un continente entero, pese a todos los
pesares, conserva e impulsa sus ideales revolucionarios. No hay excusa para
dilatar la Unidad especialmente cuando el continente enfrenta el momento de
nuevas elecciones de jerarquía geopolítica histórica. Brasil y Venezuela por
ejemplo.
Tenemos muchos medios muy desorganizados. Tenemos un
terreno excelente para nuestra propaganda a través de los medios alternativos y
comunitarios, las universidades con algunos estudiantes y profesores críticos,
los medios de los gobiernos democráticos de verdad... tenemos la prensa de
muchos partidos revolucionarios y muchos movimientos sociales y, también
tenemos mítines, discursos, cátedras, asambleas, manifestaciones...
herramientas excelentes que languidecen si no se organizan... si no se unen.
Por desorganizados tenemos periódicos sin lectores,
televisoras públicas sin público, revistas sin audiencias... porque entre otras
calamidades tenemos ciertos sectarismos -de género muy diverso- que ahuyentan a
las masas y desilusionan a los trabajadores.
El resultado suele ser que tenemos pueblos movilizados
con urgencias de cambios radicales, que olfatean el rumbo pero que no
encuentran qué leer confiable porque esencialmente perciben desorganización,
tendencias individualistas y tufos burocrático-sectarios. Mal de males. Así
pues, nuestra desorganización se vuelve instrumento de la burguesía, ella a
cambio se organiza y nos derrota.
Y nuestra tarea es ahora la Unidad. Combatir los
vicios que nos des-organizan, impulsar un Frente imbricado hondamente con las
luchas del proletariado. Frente a favor de la revolución cuya comunicación sea
acción de conjunto del proletariado asegurado de englobar a todas las
opiniones, todas las tendencias, con base democrática efectiva y luchar por los
intereses mediatos e inmediatos. Es necesaria la unidad de acción, esa debe ser
nuestra táctica. Unidad de acción contra los reformistas y contra los
sindicaleros corruptos. Unidad de acción que construya un programa muy
flexible, pero al mismo tiempo enérgico, porque la dirección seguirá siendo la
misma. No confundir las tácticas con los principios.
Necesitamos un Frente Internacional de la Comunicación
Emancipadora porque en el tiempo y en las condiciones actuales nuestros
triunfos borrarán todo obstáculo psicológico, todo escepticismo, todo desánimo
y eso tiene una gran importancia.
Necesitamos la Unidad en un Frente Internacional de la
Comunicación Emancipadora como resultado de una situación proactiva creada por
nosotros en una organización de acción inmediata completamente dentro de la
lógica de las tareas que nos debemos. Este Frente sentirá la necesidad de hacer
toda acción posible, mediante la propaganda, mítines o demostraciones, hay
camaradas que lo necesitan y lo reclaman, son optimistas y no les tienen miedo
a los agentes del imperialismo.
Necesitamos un Frente que de ninguna manera abandone
la Unidad organizativa, bajo ningún concepto abandone la lucha ideológica y
mantenga una posición firme en todas las tareas y tácticas de la Unidad
revolucionaria que exige precisión teórica y política en interés del porvenir
humano. Las condiciones están dadas.
¿Nos unimos?”
COMUNICACIÓN.
ISPSOE DE MÁLAGA.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
(*) Este en un
extracto del artículo “¿Por qué un Frente Internacional de la Comunicación
Emancipadora?, escrito por Fernando Buen Abad, Doctor en Filosofía, Director
de Cine, Licenciado en Ciencias de la Comunicación, etc… escritor de izquierda
nacido en México. Tiene publicado 19 libros).
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