Este fin de semana pasado, un compañero de Izquierda Socialista, dentro
de un amplio debate de los que se organizan en la Red, hacía un comentario en Facebook, sobre la
situación de la izquierda y decía que “Cada
vez más militantes del PSOE están reclamando un giro a la izquierda y que el
Partido debe reafirmar su carácter histórico de clase, de masas, democrático,
federal, republicano y que defienda en unidad de acción con el resto de las
fuerzas de izquierdas, un genuino programa socialista marxista para tumbar al
PP y comenzar a salir de la recesión mediante la planificación científica de
los recursos productivos poniendo la economía al servicio de la humanidad y no de un puñado de
banqueros que no han sido elegidos por nadie y que ejercen la dictadura
financiera del gran capital desde la Troika, la Trilateral y el Club Bilderberg”.
(…)
Continuaba su comentario, junto a un acalorado debate, con algunos párrafos interesantes que fue
bastante acertado pues en el primer día de publicación ya lo habían leído más
de 271 visitantes, lo que indica un inicio del proceso de politización e
incremento del nivel de toma de conciencia de las masas que están expresando en
la calle y en la red la necesidad de que los partidos de la izquierda, incluido
el PSOE,IU y otros más a la izquierda,
se abran al debate y caminemos unidos en una política conjunta para
hacerle frente a la ofensiva que está llevando a cabo el PP, aunque igualmente
el debate contradictorio y de controversia también era participado por los más
izquierdistas que afirman que ni con el PSOE ni con IU hay gran cosa que hacer,
por lo que la discrepancia está servida.
Lo que si es cierto es que la lucha por el giro a la izquierda y por la
profundización de la democracia, hasta conseguir una genuina democracia social,
la democracia de obrera, la democracia de los asalariados que somos la
verdadera mayoría de la sociedad, la democracia socialista y de clase, es una exigencia y es más necesaria que nunca
ante la descomposición de la “democracia burguesa”, del sistema capitalista,
que está siendo cada día más incompatible con la verdadera democracia, porque
se ha convertido en la dictadura financiera del gran capital, dictado desde la
Troika en contra de los intereses de los
económicamente más desfavorecidos.
Esa política de derechas, llevada a cabo en el Estado Español por el
Partido Popular, es realizada solo en
beneficio de los grandes núcleos del capitalismo mafioso de casino. Por eso
pensamos que ha llegado el momento de que, “o entre todos los socialistas tomamos
la decisión de hacer un esfuerzo por luchar dentro del Partido por el giro a la
izquierda que la clase trabajadora está exigiendo, fortaleciendo de forma clara
la única corriente Estatutariamente reconocida como es Izquierda
Socialista o nos veremos abocados a ver
surgir una Die Linke, que pueda encabezar cualquier Oscar Lafontaine a la
española, como ocurrió ya en Alemania, o
quizás un Jean Luc Mélenchon que
aglutinen un “Front de Gauche” (Frente de Izquierda), como ha ocurrido en
Francia o tal vez una Syriza a la española, como la que vemos en Grecia y que
es reclamada por algunos grupos que intentan ya reconstruir la izquierda.
La disputa está en si eso surgirá en el seno de los partidos clásicos o
por fuera de ellos, porque las masas están empujando y luchando en las calles
ante los ataques furibundos de la Patronal, debido al favorecimiento legal que
les está prestando el PP, que está crucificando y machacando a la clase
trabajadora, por lo cual, si no rompemos con la dictadura financiera del gran
capital impuesta por la Troika, no podremos encontrar nunca una salida digna y
viable para la clase trabajadora.
Como estamos observando con la situación en Francia, desde el triundo del
PSF liderado por François Hollande, la
alternativa al capitalismo no puede ser llevada a cabo por el programa de la
socialdemocracia que es incapaz de romper con la lógica del capitalismo, sino
que es preciso dar un paso más a la izquierda y plantear un programa
genuinamente socialista. El simil que explicaba otro compañero diciendo que el
poder financiero es como un pulpo que abraza a los partidos socialdemócratas
mientras los debilita hasta su incapacidad para dar una respuesta válida es una
realidad probada. En otras palabras el capitalismo, con su crisis estructural
sistémica de sobreproducción, arrastra en su caída a la socialdemocracia que la
convierte en un “simple “Tesorero” (tipo Bárcenas), fagocitándole en el torbellino de ese
capitalismo mafioso de casino que le impide servir a la clase trabajadora a la
que en teoría se debe.
En la situación actual de esta democracia burguesa, corrupta, degenerada,
putrefacta y senil, podemos afirmar sin
miedo a equivocarnos que ha fracasado como modelo liberal-burgués, haciéndose
más necesario que nunca un nuevo modelo de democracia total, de democracia
social, de democracia auténtica, desde el último rincón del país hasta la
Jefatura del Estado, donde todos los cargos deberán ser elegibles y revocables
por los ciudadanos de forma democrática y libre.
Es un clamor popular que la verdadera democracia y el verdadero
socialismo, que es todo y la misma cosa, siguen latiendo fuerza en los
corazones de la clase trabajadora que lucha por el giro a la izquierda y por un
nuevo modelo que lleve en su programa como el primer objetivo derrotar y tumbar al PP , junto con la regeneración y la catarsis de las izquierdas, con otra forma de hacer política que rechace
rotundamente la corrupción que es consustancial al sistema capitalista.
Como vimos de nuevo el pasado 28-F en Andalucía, las masas en las calles
exigían masivamente la dimisión del Gobierno PP y un giro en lo social para
defender y avanzar en el Estado de Bienestar que habíamos empezado a construir
y que ha sido arrasado por las políticas antisociales, los recortes y la
contra-reforma laboral de Rajoy, con el drama de los 6 millones de parados y
los 13 millones de personas sumidos en la pobreza.
Las encuestas señalan una situación muy peligrosa pues el 85 % de los
encuestados responden que “los parlamentarios no trabajan de forma honesta”,
aunque nosotros decimos que no se puede generalizar, porque hay unos de derechas
que están a favor del sistema corrupto del capitalismo y otros que luchan a
favor de los trabajadores. El 79 % de los encuestados le da un suspenso al
Gobierno Rajoy, mientras I.U. sube del 9,1 al 15,3 y el PSOE se estanca.
Lo que si demuestras esas últimas encuestas es que la confianza en el PP
se ha derrumbado por debajo del 26 %, del 44 % que obtuvieron en las últimas
elecciones hace poco más de un año y la clase trabajadora lucha
desesperadamente por rechazar esa política y promover un giro a la izquierda.
Esa hecatombe del PP es natural porque con sus políticas están favoreciendo a
los poderosos y los banqueros siguen contando sus beneficios con cifras de dos
dígitos, mientras a los trabajadores nos bajan nuestros salarios, nos suben los impuestos y nos hunden en la
más completa ruina.
Algunos analistas llegan a la conclusión que la desintegración del
capitalismo tiene cierto paralelismo con la caída del Imperio Romano y debe ser
cierto porque incluso el Papa se ha tenido que dar cuenta y ha dimitido ante el
horror que se ha encontrado con los “jabalíes” dentro del recinto del Vaticano,
porque parece ser que no es solo una “crisis espiritual” sino más bien
“material y crematística”.
Debido a los efectos de la recesión y los ataques del PP la clase
trabajadora somos ahora más luchadores y fuertes que nunca, porque sabemos que
toda la riqueza que existe es producto del esfuerzo del trabajador, y
comprendemos que nos lo están robando, porque sin nuestro permiso no se movería
una nueva, ni funcionaría un bus, ni un tren, ni un barco, ni la TV, la luz, ni nada, pero las direcciones de la
izquierda son débiles ideológicamente hablando y están en crisis, aunque
sabemos que si luchamos juntos, todos a una, tenemos fuerzas suficientes para
tumbar al PP, pero nuestras direcciones tienen miedo ante el panorama que se
les abre.
Algunos todavía confían en que de aquí a 4, 5 o 7 años el capitalismo se
pudiese recuperar, pero a qué coste y con qué frado de sufrimiento para la
clase obrera no lo quieren ni evaluar, porque el PP, al igual que los partidos
de derechas europeos, se han quedado sin paradigma para salir de la recesión en
el corto plazo por lo que tenemos que reforzar nuestra lucha y nuestra
exigencia de dimisiones reclamando elecciones anticipadas ya, porque esta
situación dramática en la que hemos entrado nos llevarán, sino la cambiamos, a
la absoluta catástrofe, aunque todavía hay esperanzas, pero con un nuevo modelo
económico.
Siempre hemos venido insistiendo que una de las premisas más urgentes es,
además del programa y la táctica adecuadas, el luchar por la más amplia
democracia interna, en los partidos y sindicatos, así como en el resto del
Estado, porque la genuina democracia no es un fin en sí mismo, sino que para
los socialistas es un medio imprescindible para cambiar este modelo
capitalista, caduco, corrupto, degenerado y obsoleto.
Si de verdad queremos una “democracia real ya”, como se vino gritando con
la toma de las calles y las plazas en el amplio movimiento del 15-M y otros
posteriores, debemos exigirla primero
dentro de nuestra organizaciones sociales, políticas y sindicales, porque la
democracia es tan importante para la salud de la sociedad, que no puede
quedarse en las cúpulas de las organizaciones aislando al pueblo de la toma de
decisiones.
Por todo lo que venimos comentando, tenemos que seguir defendiendo que SI
existe una alternativa para salir de la recesión, pero es preciso utilizar toda
la creatividad maravillosa de la que es capaz el género humano y esa
alternativa se llama el genuino SOCIALISMO, un modelo nuevo que debe ser
construido entre la clase trabajadora toda, en unidad de acción y mejor
organizados, contando con la participación activa y democrática en los
sindicatos de clase, asociaciones vecinales, de los consumidores, de la
juventud, de la mujer, de los pensionistas y demás organizaciones sociales,
para defender y llevar a cabo el “programa socialista verdadero y científico”
por el que merece la pena seguir luchando para construir esa sociedad
verdaderamente socialista poniendo las bases para la transformación de la sociedad, dando a cada cual el fruto de
su trabajo, y que acabemos entre todos con la corrupción, los despilfarros, el
paro, la miseria y la degeneración a la que el capitalismo nos ha arrastrado.
Otro mundo mejor es posible, pero para ello debemos organizarnos desde las
bases para conquistar juntos el verdadero socialismo. La lucha sirve, la lucha
continúa...
ÁREA DE COMUNICACIÒN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
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