12 de marzo de 2013

ANTE LOS HECHOS DE PONFERRADA:

Hacer ingeniería.-
Mario Salvatierra Saru.
11 de marzo de 2013

     Lo ha dicho quien es ahora el actual alcalde de Ponferrada: en todo este bochornoso proceso que le ha dado el bastón de mando de la alcaldía, el PSOE estuvo haciendo "ingeniería". Es decir, "matemáticas", ocho concejales socialistas más cinco concejales del grupo de Ismael Álvarez suman trece y si el PP tiene doce, entonces suma y sigue. Los números son los números y las matemáticas una ciencia exacta, esto es, sin carga moral alguna. ¿No decimos que el PSOE es un partido de mayorías? Pues eso, ya tenemos la mayoría, ¿cuál es el problema?.

La Ejecutiva Federal, ya sea su Secretario de Organización, ya sea su Secretario de Ciudades y Política Municipal, estaba informada de lo que se tramaba en Ponferrada. Nadie puede creer que, nunca mejor dicho, estuvieran en Babia. Ahora lo quieren centrar todo en la persona del exalcalde del PP, Ismael Álvarez. Ahora se rasgan las vestiduras exclamando: "¡Pero cómo se pudo pactar con un acosador sexual!". Tendremos que decirles a todos esos que hacen política en base al cálculo matemático que lo vergonzoso no es sólo haber pactado con un machista irredento, sino, lo que es mucho más grave, haber llegado a acuerdos con su grupo. ¿Cuál es la catadura moral de un grupo que es liderado por un acosador? Ya no me quiero preguntar por las convicciones morales de quienes les votaron. Como estamos en una democracia que se entiende como "mercado", donde impera la ley de la oferta y la demanda, y, en consecuencia, el ciudadano deja de serlo para convertirse en cliente, a la espera de lo que le "vende" el partido de turno, no podemos pedirle a los votantes más responsabilidad que la de depositar una papeleta en la urna electoral. Como en el comercio: "el cliente siempre tiene la razón". En estas estamos y, por tanto, no nos cuestionamos el papel de los ciudadanos en todo esto, únicamente nos centramos en los políticos como si todo el peso de la responsabilidad gravitara en ellos. No obstante, no nos desviemos del tema.

La cuestión es que la Ejecutiva Federal había dado el visto bueno a pactar con un grupo político liderado por un sujeto condenado por acoso sexual. Y como respuesta no tienen empacho en cubrirse las espaldas argumentando que tal pacto era "legal". ¡Lo único que nos faltaba, encima que no fuese "legal"!. Si seguimos así, la legalidad nos va a llevar al infierno.

¿Nadie de la Ejecutiva Federal va a asumir la responsabilidad? ¿Esto es un sencillo "error"? ¿Con pedir la dimisión del regidor elegido o la expulsión del partido ya es suficiente? ¿Nadie más tendría que dimitir? Si dejamos las cosas en la ingeniería, en la matemática electoral, en el frío manto de la legalidad, entonces parece que no se puede ni debe pedir más. Pero si nos centramos en lo que hay detrás, veremos que es insostenible. Cuando un partido de izquierdas pierde su razón moral de ser, ese partido ha extraviado su rumbo. En todo este vergonzoso suceso, ¿no pesa una carga moral en quienes sólo se dedicaban a sumar y a restar?

La ciudadanía nos exige ejemplaridad. Reclama que los políticos demos ejemplo y si no lo damos, ¿cómo vamos a tener autoridad moral? Cuando la política se enfanga en la ingeniería, al precio que sea, es lógico concluir que ya no se merece el más mínimo respeto. ¡Y luego nos extrañamos que los ciudadanos nos increpen en la calle diciéndonos que no esperan nada de nosotros! Esta situación es insostenible. No estamos ante un "error" sino ante un "horror" y a la banalización del mal hay que ponerle remedio. El caso de Ponferrada, si no se asumen responsabilidades políticas más allá de las estrictamente locales, significa una completa alteración de los principios socialistas.


MARIO SALVATIERRA.
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Declaración de Izquierda Socialista-PSOE de Castilla y León.-

Difícil es encontrar con anterioridad una situación social, política y económica tan compleja como la que estamos padeciendo. El empobrecimiento acelerado y repentino de grandes sectores sociales no es un riesgo sino una realidad; la juventud es consciente de su dificultad para imaginar su futuro. En el reciente periodo democrático de nuestra historia, nunca tantos tienen tan poco y tan pocos tienen tanto acumulado.  Sigue creciendo en la sociedad y en  los medios de comunicación el rechazo a los políticos y a los grandes partidos que han hegemonizado el periodo.
Nuestro partido prolonga sus grandes dificultades para mantener la  coherencia entre lo que dice y lo que hace. El Congreso de Sevilla, a principios del 2012, no fue de gran ayuda para diseñar una alternativa creíble y posible a la crisis económica ni tampoco para adoptar un modelo organizativo que facilitara la participación, la transparencia y la democracia interna. Nuestra lejanía con la sociedad no para de acrecentarse, precisamente cuando la regeneración política y la salida de la crisis exigen alternativas claras desde el socialismo.
La moción de censura de Ponferrada, rayana con el absurdo, tiene su punto de partida en lo anteriormente expuesto. La decisión de llevarla a cabo fue tomada sin considerar a los órganos directivos y de  participación tanto a nivel provincial como autonómico. Y las explicaciones que se han dado para justificarla mejor hubieran sido cambiadas por el silencio. Pero no solo el caso de Ponferrada obedece al déficit de mecanismos democráticos, a la falta de claridad en la propuesta política, también muchos de los problemas que hoy nos acucian y que no somos capaces de afrontar tienen el  mismo origen. Así, podríamos unirlo a los debates sobre el modelo de estado en el caso del PS catalán, o el modelo de funcionamiento democrático y elección directa por los militantes de los cargos orgánicos en el caso del PS gallego. La crisis de credibilidad  de los actuales líderes del PSOE  se agrava en el conjunto de la sociedad y, con ella, la de las propuestas socialistas.
El caso Ponferrada no es un error, es una torpeza política y una falta de respeto a los ciudadanos y a los principios socialistas. Entre otros efectos conlleva que el Secretario de Organización Federal y, a la vez, Portavoz en las Cortes de Castilla y León  está desautorizado y desacreditado por su actuación. También el conjunto de la Ejecutiva Federal con su Secretario General a la cabeza, no salen bien parados por la tardía reacción frente a una situación insostenible. No se puede aceptar que se transmita la idea de que estamos dispuestos a pagar cualquier precio para conseguir una alcaldía.
Ante este complicado panorama lo lógico sería sentarnos para que todos los militantes podamos expresarnos libre y democráticamente con un doble objetivo: Diseñar nuestras alternativas y estrategia políticas y definir formas de funcionamiento democráticas y participativas. Para ello los equipos que continúan ampliando nuestra desconexión con los sectores sociales y electorales de apoyo al socialismo, no pueden ser los que ahora se presenten como los encargados de abrir vías diferentes.
Es el momento de la generosidad con el Partido, la democracia y el socialismo. Algunos han de dar un paso atrás para que pueda nacer un nuevo camino, de forma urgente sin aplazamientos ni dilaciones para recuperar el proyecto socialista, cambiar y renovar profundamente el PSOE y, así, restablecer nuestra sintonía con la mayoría de ciudadanos y ciudadanas que reclaman alternativas transformadoras y de progreso social.
11 de marzo de 2013
COORDINADORA DE IS-PSOE DE CASTILLA Y LEÓN.

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