Hacer
ingeniería.-
Mario
Salvatierra Saru.
11
de marzo de 2013
Lo ha dicho quien es ahora el actual alcalde de Ponferrada: en
todo este bochornoso proceso que le ha dado el bastón de mando de la alcaldía,
el PSOE estuvo haciendo "ingeniería". Es decir, "matemáticas", ocho concejales socialistas más cinco concejales del grupo de Ismael Álvarez suman trece y si el PP tiene doce, entonces suma y
sigue. Los números son los números y las matemáticas una ciencia exacta, esto
es, sin carga moral alguna. ¿No decimos que el PSOE es un
partido de mayorías? Pues eso, ya tenemos la
mayoría, ¿cuál es el problema?.
La Ejecutiva Federal, ya sea
su Secretario de Organización, ya sea su Secretario de
Ciudades y Política Municipal, estaba
informada de lo que se tramaba en Ponferrada. Nadie puede creer que, nunca
mejor dicho, estuvieran en Babia. Ahora lo quieren centrar todo en la persona
del exalcalde del PP, Ismael Álvarez. Ahora se rasgan las
vestiduras exclamando: "¡Pero cómo se pudo pactar con un acosador sexual!". Tendremos
que decirles a todos esos que hacen política en base al cálculo matemático que lo vergonzoso no es sólo haber pactado con un machista irredento, sino, lo que es
mucho más grave, haber llegado a
acuerdos con su grupo. ¿Cuál es la catadura moral de un grupo que es liderado por un
acosador? Ya no me quiero preguntar por las convicciones morales de quienes les
votaron. Como estamos en una democracia que se entiende como
"mercado", donde impera la ley de la oferta y la demanda, y, en
consecuencia, el ciudadano deja de serlo para convertirse en cliente, a la
espera de lo que le "vende" el partido de turno, no podemos pedirle a
los votantes más responsabilidad que la de
depositar una papeleta en la urna electoral. Como en el comercio: "el
cliente siempre tiene la razón". En estas estamos y,
por tanto, no nos cuestionamos el papel de los ciudadanos en todo esto, únicamente nos centramos en los políticos como si todo el peso de la responsabilidad gravitara
en ellos. No obstante, no nos desviemos del tema.
La cuestión es que la Ejecutiva Federal había dado el visto bueno a pactar con un grupo político liderado por un sujeto condenado por acoso sexual. Y
como respuesta no tienen empacho en cubrirse las espaldas argumentando que tal
pacto era "legal". ¡Lo único que nos faltaba, encima que no fuese
"legal"!. Si seguimos así, la legalidad nos va a llevar
al infierno.
¿Nadie de la Ejecutiva Federal va a asumir la
responsabilidad? ¿Esto es un sencillo
"error"? ¿Con pedir la dimisión del regidor elegido o la expulsión del partido ya es suficiente? ¿Nadie más tendría que dimitir? Si dejamos las cosas en la ingeniería, en la matemática electoral, en el frío manto de la legalidad, entonces parece que no se puede ni
debe pedir más. Pero si nos centramos en lo
que hay detrás, veremos que es
insostenible. Cuando un partido de izquierdas pierde su razón moral de ser, ese partido ha extraviado su rumbo. En todo
este vergonzoso suceso, ¿no pesa una carga moral en
quienes sólo se dedicaban a sumar y a
restar?
La ciudadanía nos exige ejemplaridad. Reclama que los políticos demos ejemplo y si no lo damos, ¿cómo vamos a tener autoridad
moral? Cuando la política se enfanga en la ingeniería, al precio que sea, es lógico
concluir que ya no se merece el más mínimo respeto. ¡Y luego nos extrañamos que los ciudadanos nos increpen en la calle diciéndonos que no esperan nada de nosotros! Esta situación es insostenible. No estamos ante un "error"
sino ante un "horror" y a la banalización
del mal hay que ponerle remedio. El caso de Ponferrada, si no se asumen
responsabilidades políticas más allá de las estrictamente locales,
significa una completa alteración de los principios
socialistas.
MARIO SALVATIERRA.
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Declaración de Izquierda Socialista-PSOE de Castilla y
León.-
Difícil
es encontrar con anterioridad una situación social, política y económica tan
compleja como la que estamos padeciendo. El empobrecimiento acelerado y
repentino de grandes sectores sociales no es un riesgo sino una realidad; la
juventud es consciente de su dificultad para imaginar su futuro. En el
reciente
periodo democrático de nuestra historia, nunca tantos tienen tan poco y tan
pocos tienen tanto acumulado.
Sigue
creciendo en la sociedad y en
los
medios de comunicación el rechazo a los políticos y a los grandes partidos que han hegemonizado el
periodo.
Nuestro
partido prolonga sus grandes dificultades para mantener la coherencia entre lo que dice y lo
que
hace. El Congreso de Sevilla, a principios del 2012, no fue de gran ayuda
para
diseñar una alternativa creíble y posible a la crisis económica ni tampoco
para
adoptar un modelo organizativo que facilitara la participación, la
transparencia
y la democracia interna. Nuestra lejanía con la sociedad no para de
acrecentarse,
precisamente cuando la regeneración política y la salida de la crisis exigen
alternativas claras desde el socialismo.
La
moción de censura de Ponferrada, rayana con el absurdo, tiene su punto de
partida en lo anteriormente expuesto. La decisión de llevarla a cabo fue
tomada
sin considerar a los órganos directivos y de participación tanto a nivel
provincial
como autonómico. Y las explicaciones que se han dado para justificarla mejor
hubieran sido cambiadas por el silencio. Pero no solo el caso de Ponferrada
obedece al déficit de mecanismos democráticos, a la falta de claridad en la
propuesta política, también muchos de los problemas que hoy nos acucian y
que no
somos capaces de afrontar tienen el
mismo origen. Así, podríamos unirlo a los debates sobre el modelo de
estado en el caso del PS catalán,
o el modelo de funcionamiento democrático y
elección directa por los militantes de los cargos orgánicos en
el caso del PS gallego. La crisis de credibilidad de los actuales líderes del
PSOE se agrava en el conjunto de la
sociedad
y, con ella, la de las propuestas socialistas.
El
caso Ponferrada no es un error, es una torpeza política y una falta de
respeto a
los ciudadanos y a los principios socialistas. Entre otros efectos conlleva
que
el Secretario de Organización Federal y, a la vez, Portavoz en las Cortes de
Castilla y León está
desautorizado
y desacreditado por su actuación. También el conjunto de la Ejecutiva
Federal
con su Secretario General a la cabeza, no salen bien parados por la tardía
reacción frente a una situación insostenible. No se puede aceptar que se
transmita la idea de que estamos dispuestos a pagar cualquier precio para
conseguir una alcaldía.
Ante este complicado
panorama lo lógico sería sentarnos para que todos los militantes podamos
expresarnos libre y democráticamente con un doble objetivo: Diseñar nuestras
alternativas y estrategia políticas y definir formas de funcionamiento
democráticas y participativas. Para ello los equipos que continúan ampliando
nuestra desconexión con los sectores sociales y electorales de apoyo al
socialismo, no pueden ser los que ahora se presenten como los encargados de
abrir vías diferentes.
Es el momento de la generosidad con el Partido, la democracia y el
socialismo. Algunos han de dar un paso atrás para que pueda nacer un nuevo
camino, de
forma urgente sin aplazamientos ni dilaciones para recuperar el proyecto
socialista, cambiar y renovar profundamente el PSOE y, así, restablecer
nuestra
sintonía con la mayoría de ciudadanos y ciudadanas que reclaman alternativas
transformadoras y de progreso social.
11
de marzo de 2013
COORDINADORA
DE IS-PSOE DE CASTILLA Y LEÓN.
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