En los meses anteriores a la
crisis financiera que estalló en los EEUU en el verano de 2007, el Producto
Interior Bruto mundial, en números redondos, estaba en torno a los 60 Billones
de dólares. La capitalización bursátil
oscilaba alrededor de los 500 Billones de dólares. Con el hundimiento del
sistema financiero, la clase dominante puso en marcha los planes de salvamento,
para trasvasar las pérdidas privadas bancarias a los trabajadores, utilizando
al sector público (negando rotundamente el liberalismo que defendían),
orientados al estímulo de la demanda y sobre todo, a intentar rescatar las
pérdidas sufridas por el derrumbe bursátil y bancario del sistema financiero
internacional que se había desplomado.
En realidad eso consistía en una
“socialización general de las deudas bancarias” para seguir privatizando las
ganancias, que supuso la inyección en los cuatro primeros años de más de 20
billones de dólares en la economía, que han tenido escasos resultados y contrarios
a lo esperado en ese experimento keynesiano a destiempo, pues en vez de
resolver la crisis, el mundo camina ahora hacia la recesión global que podría
arrastrar al sistema a una terrible depresión similar a la de los años 30 del
siglo pasado.
El estrepitoso fracaso de las
políticas ultra-liberales dictadas por Milton Friedman es un hecho y el intento
de aplicar el paradigma de Keyness, también ha sido desastroso por lo que el
capitalismo se ha quedado sin paradigma.
Y en la búsqueda desesperada de ese nuevo paradigma económico que
comience a resolver la debacle y que les saque de este atolladero, pusieron en
marcha un plan global donde queda anulada la “democracia burguesa” e instalan
por la fuerza del poder del dinero, una “dictadura financiera” como vamos a
demostrar a continuación.
Todos los ministros de economía
de los últimos presidentes de EEUU durante más de cuarenta años, eran miembros
del clan dedicado a la especulación financiera con conexiones con el complejo
militar industrial. Ese clan decide
desde sus despachos ocultos, como el Club Bildelberg y la Trilateral, a quién financiar para hacer llegar a
Presidente de los EEUU y luego exigen contrapartidas colocando a sus
“mercenarios financieros” en los puestos claves para controlar en su provecho
la economía mundial. Los siete secretarios del Tesoro de EEUU, en los cuarenta
años últimos, procedían de ese clan, entre ellos Henry Paulson y Fischer Black.
Hasta que les estalló la crisis, esas
maniobras la consiguieron ocultar, pero recientemente ya se han quitado la
careta de “demócratas burgueses” y aparecen con el claro rostro de “dictadores
financieros”, como podemos comprobar examinando sus comportamientos en Europa,
impuestos por la Troika del FMI. BM y BCE.
Pasando a lo concreto en Grecia,
el antiguo Primer Ministro Papandreu, ante las dificultades de la crisis y el
chantaje del poder financiero que le exigía los planes de ataques a los
trabajadores, recordando que ese país era la cuna de la democracia, propuso que
se votara en referéndum, si el pueblo quería aplazar, pagar, o no pagar la
deuda contraída principalmente por los banqueros. Inmediatamente Merkel y Sargozy, por
indicación del clan imperialista y a través de la Troika, se opusieron
rotundamente, organizando un golpe de
Estado financiero, relevando a Papandreu y colocando a Lukas Papadimos como
primer ministro, sin pasar por las urnas. El cargo anterior de ese personaje
había sido dedicarse a la especulación financiera a las órdenes de Goldman
Sachs, el principal grupo de banca financiera del mundo. En 2006, año anterior a la crisis, ese grupo
declaró unos beneficios de 54.000 millones de dólares y tenía 26.500 agentes
especuladores por todo el mundo.
A los pocos días se produjo otro
golpe de estado financiero, esta vez en Italia, quitando al neofascista
Berlusconi e instalando por la fuerza del “dólar” a Mario Monti, que había
estado trabajando como especulador, (que coincidencia) precisamente al servicio
de Goldman Sachs.
A las pocas semanas (que históricamente
podríamos decir que era al Rato), dimitió un importante responsable del F.M.I.,
así como un alto cargo de dirección de la Banca Goldman Sachs, declarando este
último que “me marcho; no resisto la
continuidad de estafas, de negocios sucios, de malas informaciones, de
especulaciones anómalas, que este grupo bancario lleva adelante
constantemente”.
Existe también otro extraño
personaje que tenemos que recordar, cuyo nombre es Mario Draghi, que es el
Presidente del Banco Central Europeo. Decía un comentarista que “debe ser un
personaje altamente peligroso, dado que cuando visitó Barcelona, la Generalitat
le puso 8.000 mossos d’ escuadra a vigilarle, quizás para que este hombre no
cometiera ninguna tropelía”. La función principal de este caballero es trabajar
como mercenario al servicio de la Banca Goldman Sachs.
Todo esto y mucho más que
podríamos contar, demuestra que estamos en manos de una camarilla, con una
ideología concreta y unos intereses económicos de clase determinados, que ha
organizado un Golpe de Estado Financiero Mundial, que está alterando el
funcionamiento normal de la economía “modificando la competencia normal que
dicen defender en un sistema que ha dejado de ser liberal” y se convierte en su
contrario, en una dictadura contra los trabajadores y los pobres del mundo,
exigiendo y obligando a Presidentes de los Estados, que dicen ser
“democráticos” a aplicar la hoja de ruta que representa un saqueo permanente de
las capas medias y una explotación cada día más salvaje de la clase trabajadora
y los sectores más empobrecidos del planeta.
Estos “dictadores financieros” no
tienen ningún interés en que los ciudadanos vivan decentemente, ni que se
expresen libremente en democracia, ni que estemos debidamente informados,
porque su único objetivo es que los bancos cada día ganen más dinero, a costa
de la salud, la educación, y el bienestar de los pueblos, que están siendo
empujados hacia la barbarie.
No puede existir ninguna duda que
en los momentos actuales, la principal tarea de la clase trabajadora debe consistir
en dedicar sus mayores y mejores esfuerzos para reforzar o reconstruir una dirección unitaria
y bien organizada, que defienda un programa que beneficie claramente a los
trabajadores, que permita a nuestra
clase cumplir con la tarea histórica de derrotar al
capitalismo y empezar la construcción de la nueva sociedad socialista, de
“seres humanos libres, justos, honrados e inteligentes” como decía Pablo
Iglesias, donde podamos decidir democráticamente qué producir, cómo producir y para quién producir, que es la
base de una economía socialista y ética, para repartir con justicia el fruto de
nuestro trabajo que es social, para llevar a cabo una vida digna a la que como
seres humanos tenemos derecho, bajo la consigna de: “ANTE LA CORRUPCIÓN, LA
OPRESIÓN Y LA EXPLOTACIÓN: ¡¡TOLERANCIA
CERO¡¡”.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE
MÁLAGA-PSOE.A
is-psoe.malaga@terra.es
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