Es una realidad aquella frase del 15-M que “hay poco pan
para tanto chorizo”, incluso en las
panaderías. Compro habitualmente el pan en el mismo establecimiento de mi
barrio desde hace tiempo. Como es natural, se establece una cierta amistad y la
joven dependienta me cuenta la situación por la que están pasando debido a los
recortes y modificaciones en las condiciones de trabajo que les ha planteado su
patrón.
Me cuenta que desde que tenía 15 años está con el dueño, que por cierto, ha prosperado bastante y ahora
tiene abiertos cerca de una veintena de establecimientos. Ella lleva ya más de 10 años; necesitó una vida laboral y cuál fue su
sorpresa cuando le aparecen solo 2 años cotizados. Con la aplicación de la nueva legislación
laboral del PP la empresa le ha cambiado las condiciones de trabajo
unilateralmente.
Ahora le exige trabajar
más horas con el mismo salario. Hasta hace poco había 3 dependientas, con
turnos de jornada continua, entrando ella antes de las 6 y hasta las 2 de la tarde, para preparar temprano el pan y también la
repostería.
Lleva ya más de 3 años
cobrando 700 euros al mes, incluidas las pagas extras y encima les paga el día
que les parece, a veces hasta mediados del mes siguiente. Cada vez que le pide que le aumenten el sueldo
dice que no es momento, que más adelante. Desde hace unos días que despidió a
una de las compañeras, ha habido un cambio de horarios que le perjudica bastante,
porque le han puesto jornada partida. Ella tiene que entrar ahora de 7 a 2 y
por la tarde de 5 a 9, lo que suma un a jornada de 11 horas.
Como
vive a más de 15 kilómetros del puesto de trabajo, tiene que duplicar el gasto
de viaje, pues ya son más de 60 kilómetros, la ida y vuelta dos veces lo que se
le monta en más de 175 euros cada mes, por lo que en realidad le quedan apenas
525 euros netos de salario. Me dice que está desesperada, que no sabe lo que
hacer, que piensa en marcharse, pero como está la situación, anda buscando algo
alternativo y no encuentra nada.
Desde
hace un par de años vive en pareja y tienen que pagar los gastos de casa, hacer
las faenas del hogar y está bastante estresada.
Como es una empresa pequeña, aunque tiene varios centros, (cada
panadería la regenta abierta con nombres distintos), aunque del mismo dueño no tienen derecho a representación
sindical.
Me ha pedido consejos, porque
me dice que no aguanta más, que está dispuesta a plantar batalla ya que está
pensando en denunciar, porque con el horario nuevo trabaja once horas y dice el
patrón que la situación no permite que pueda pagarle las horas extras. Le he
planteado hacer un plan de lucha,
sacando unas hojas para denunciar los abusos, pero tiene miedo a quedarse sin
trabajo y dice que se lo va a pensar.
También le he dicho que si toma una decisión clara le prestaríamos
asesoramiento gratuito porque ya he hablado con nuestro abogado marxista que se
ofrece a defenderla ante este infamante caso, que, por otra parte, sabemos es parecido a otros cientos de miles,
ante la ofensiva conjunta de la burguesía, con la política anti-obrera del PP
al servicio de la patronal.
Este elemento, que ha venido “amasando” una inmensa
fortuna (y nunca mejor aplicada esa palabra), a costa de someter a condiciones
espantosas de explotación a sus empleadas, como otros miles de patrones infames
y corruptos, sigue las normas generales de exigir a sus empleados que trabajen cada día más por menos dinero, para
seguir aumentando la tasa de ganancias de forma escandalosa. Ya les ha advertido a las chicas, en aplicación de
esa “política laboral del terror”, que
“eso es lo que hay y a la que no le interese, que coja la puerta”.
J.M.R.
Málaga.
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