Al menos 20 personas murieron ayer miércoles 24-10
acuchilladas en la localidad siria de Duma, cerca de Damasco, en otra masacre
más de la que se acusan mutuamente los rebeldes y el régimen sirio. Habitantes cercanos informan que las víctimas
han sido asesinadas en sus casas en la zona cercana a la mezquita de Hawa. La Agencia de noticias siria SANA informa que
ha sido la fuerza de un grupo de
“terroristas”, refiriéndose a la oposición armada, la que
perpetró la horrible matanza, pero otras fuentes acusan al propio régimen de Al
Assad.
Para intentar hacer una aproximación al análisis de lo que
está ocurriendo en Siria debemos elevar la vista y contemplar el tablero
internacional en el que se está jugando esta terrible guerra. La intervención
imperialista en la zona es cada día más clara, pero la situación de Siria es
mucho más difícil y complicada que en Libia, debido a la posición
geoestratégica en el tablero de los acontecimientos, por tener Al- Assad como
aliados a Irán y Rusia.
Por lo tanto es fácil de comprender que el apoyo, al principio indirecto y ahora declarado, y el pulso que mantienen ese frente no
declarado, entre fuerzas “Insurgentes” y fuerzas “gubernamentales” es patente, pues, aunque parece ser que hoy se
está debatiendo un “alto el fuego” o tregua a la situación, tanto el régimen sirio como los rebeldes,
tienen cada cual bien clara sus propias
trincheras que no la abandonarán fácilmente.
Al igual que hicieron en Libia, las fuerzas pro-imperialistas
están maniobrando, apoyando al Consejo Nacional Sirio, que se ha convertido en el brazo armado del imperialismo
y utilizan a Turquía para sacar partido y reforzar su posición en la zona,
cuestión a la que se opone Siria y sus aliados, cada frente intentando sacar
tajada en la partida que se juega, a costa de bañar en sangre al pueblo sirio.
La confrontación del régimen de Al Assad contra diversos
grupos de milicias armadas, que están siendo financiadas por varias potencias
extranjeras, entre las principales
Turquía, Qatar y Arabia Saudita, está provocando una verdadera masacre en el
pueblo.
Parte del ejército de Al Assad ha desertado y se ha unido a
los rebeldes, que podrían haber sido el punto clave para el triunfo de una
revolución en sus inicios, pero que a
estas alturas, una vez descarrilada la revolución, como hicieron en Libia, sus
posiciones apoyadas por las fuerzas imperialistas se han convertido en
reaccionarias o más bien en completamente cotra-revolucionarias.
Si esos sectores determinantes del ejército, se hubiesen
pasado al frente insurgente de las masas en los primeros momentos, haciendo
caso a su pueblo que pedía “democracia, libertad y justicia”, el triunfo de la revolución popular podría
haber sido posible, evitando este enorme baño de sangre.
Lo que se conoce como “Ejército Sirio Libre” no está
compuesto en la actualidad más que por numerosos grupos de milicianos,
desesperados y agotados, que operan sobre el terreno, manejados por
instrucciones del Pentágono y otros agentes de las potencias pro-imperialista
coaligadas.
Esas milicias han dejado de ser ya fuerzas revolucionarias y
no mantienen lazo alguno con la clase obrera. No representan tampoco los
intereses de ningún sector de la población siria y solamente obedecen a los
criterios, intereses y mandatos del CNS bajo el control de Arabia Saudita,
Qatar, dos dictaduras que serán incapaces de instaurar una “democracia” en
Siria, porque, con la punta de lanza bélica de Turquía, reciben órdenes del
imperialismo, cuyos objetivos son neocoloniales y geoestratégicos.
La carencia de verdaderas organizaciones de la clase obrera,
independientes tanto del régimen dictatorial de Al Assad, como de las fuerzas
pro-imperialistas, que hubiesen defendido un programa verdaderamente
democrático y socialista, capaz de unir a los trabajadores para luchar por las
cuestiones sociales, como la alimentación, la sanidad, la educación, el empleo,
la vivienda y unas condiciones de vida dignas, están propiciando que esa labor
política y social y ese espacio borrado del mapa por la confrontación bélica,
sea ocupado por el clero musulmán que refuerza el islamismo, que la coalición
imperialista dice querer combatir, cuando en realidad puede ser utilizado por
esa contra-revolución para ayudarles a la coalición “rebelde” a alcanzar sus
objetivos bélicos.
El Consejo Nacional Sirio tiene su sede en Estambul, y qué
casualidad, es la propia Turquía, la que azuzada por los imperialistas, la que
sirve de retaguardia a las milicias “rebeldes” activas en Siria. Tienen campos
de entrenamientos y organizan el suministro de armas y avituallamiento a través
de las fronteras turco-siria. Allí se
reagrupa lo que representa la ofensiva de la guerra civil que se viene llevando
a cabo y que dicen que es el momento de un alto el fuego. Esperemos que sea una
realidad y que detengan de una vez esta matanza.
La coalición pro-imperialista lleva tiempo intentando
consolidar alguna fuerza interna que les gestione sus intereses y a través de los Hermanos Musulmanes están
haciendo como en Egipto, ya que es el componente dominante en el interior y se
está convirtiendo en el brazo político de las fuerzas del imperialismo, pero
las luchas internas por el verdadero control son terribles y están lejos de
haber terminado.
Lo que sí es evidente es que las decisiones no las toma el
Consejo Nacional Sirio, sino que éste obedece la hoja de ruta trazada por los
gobiernos que financian y arman las milicias sobre el terreno, que son los
mismos aliados de los que marcan el paso de la oca en Alemania y en resto de
Europa, es decir, esa “Dictadura Financiera del Gran Capital”, de la clase
dominante, que quiere seguir oprimiendo
a los pueblos, sea bajo la bota cruel de un gobierno títere impuesto a sangre y
fuego, o sea bajo la aparente “amable
pantomima” de la democracia burguesa, corrupta y degenerada. La lucha por el
socialismo, la democracia y la paz, tanto en Europa, en Siria o en cualquier parte del mundo es hoy más
necesaria y urgente que nunca.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y
FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
is-psoe.malaga@terra.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario