A pesar de que el
INFOCA había realizado este año 659 actuaciones y los trabajadores del resto de
medios contra-incendios, como siempre, se juegan materialmente la vida, la superficie quemada multiplica por cuatro
el número de hectáreas arrasada en comparación con 2011.
Siempre se ha dicho que más vale
prevenir que curar pero los recortes están afectando no solo a la prevención,
sino a la carencia de medios, que se cobran un precio alto, siendo en ocasiones
muy lamentable que las llamas se lleven por delante vidas humanas, causando destrozos en
viviendas y en la fauna y flora que se
han visto arrasadas, pero el sistema capitalista antepone los recortes por la
dichosa recesión a la necesidad que existe de evitar los riesgos,
impidiendo que se lleven a cabo las inversiones suficientes en gestionar
adecuadamente los bosques, disminuyendo así el impacto que está produciendo
incluso en el Medio Ambiente y acelerando por tanto el Cambio Climático.
La prevención de incendios
resultaría mucho más rentable si se cuantifica como una inversión estatal a
largo plazo, y no como un gasto, porque
generaría mucho empleo en los municipios que tengan bosques y pudiesen ser
empleada la extracción de biomasa, como madera, los desbroces y las tala-poda
bien planificadas, pues por cada 3 tonelada de biomasa bien utilizada para la
producción, el Estado podría ahorrarse la importación de 1 tonelada de petróleo, pero para ello se
requiere un modelo productivo sostenible y equilibrado, que choca con los
intereses del sistema capitalista que actúa en el corto plazo para obtener el
beneficio privado del empresario en el menor tiempo posible y con el menor
coste para su empresa. La pregunta clave es. ¿Quién se perjudica y quién se
beneficia con esos incendios?
Existe un debate abierto permanente sobre el cambio climático y los
efectos nocivos de la acción devastadora de la contaminación, cuyas consecuencias se han convertido en un
peligro para el género humano, poniendo en evidencia la situación tan grave a
la que el sistema capitalista está abocando a la Humanidad.
Es socialmente muy positiva toda inversión en
líneas de mejorar y potenciar la prevención de incendios, pero el capitalismo
camina en sentido contrario, porque solo le interesa el lucro privado de la
banca y los especuladores, sometiéndonos a todo a la dictadura financiera del
gran capital, y ese sistema es incapaz
de de acometer una planificación
científica de los recursos naturales porque ni se plantean seriamente la
cuestión del deterioro del Medio Ambiente
que se sigue agravando. Los datos cantan, pues la superficie quemada,
hasta el 26 de agosto, triplica a la que
ardió en 2011, superando ya las 153.000 hectáreas sin cuantificar los incendios
de Málaga y posteriores más recientes.
Esta situación de recortes y merma de los efectivos contra incendios y la
falta de un plan forestal adecuado, tiene como causa fundamental el control de
la economía mundial por parte de un puñado de grandes monopolios, que bajo el
prisma del lucro privado del sistema capitalista, anteponen los intereses de una minoría de
archimillonarios a las vidas de los trabajadores y de la especie humana en
general.
Esto demuestra que existen dos contradicciones
insalvables bajo este agónico sistema imperialista en recesión, como son, la
propiedad privada de los medios de producción y las fronteras nacionales que
impiden el desarrollo armonioso de las fuerzas productivas.
De esto se deduce que es necesario potenciar las
inversiones públicas en todos los aspectos, sobre todo en las cuestiones de
Medio Ambiente, pero el sistema es incapaz de dar respuestas adecuadas, sobre
todo, bajo un gobierno como el del PP, totalmente sumiso y a las órdenes de la
troika que representa al Fondo Monetario Internacional, la Banca Mundial y el Banco Central Europeo.
Estas
situaciones hacen comprender a la población con absoluta claridad que el motor de la actividad económica capitalista,
que es la lucha por el máximo beneficio para unos pocos en detrimento de la
mayoría de la población, se ha convertido ya en una amenaza muy peligrosa
contra la salud de la humanidad y provoca la destrucción de la naturaleza.
Los fuegos
forestales que anualmente abrasan nuestros campos, junto con los accidentes
nucleares y otras catástrofes ecológicas ponen de manifiesto que la naturaleza
del capitalismo es cada vez más un peligro para los habitantes del planeta
Tierra, porque se podrían realizar, por ejemplo, trabajos de limpieza del monte, manteniendo
cortafuegos de 100 metros para salvaguardar la masa forestal, paredes de contención alrededor de los
edificios que esté en los montes, planes de repoblación forestal con especies
resistentes, en fin, llevar a cabo estrategias participativas mediante un plan
estatal de prevención, que serviría para paliar el paro obrero, desarrollada en cada municipio o comunidad
autónoma, con las inversiones necesarias que serían mucho más rentable
socialmente, si se compara con el terrible coste de los daños causados por los
incendios, sobre todo para el país y
para el planeta, porque no se cuantifican las pérdidas materiales y humanas
desde el punto de vista ecológico.
La lucha por
la defensa del monte, del medio ambiente, desde el punto de vista del
ecologismo y contra el cambio climático para evitar la aniquilación de la
humanidad a manos del sistema depredador y explotador que es el capitalismo,
pasa por la necesidad de defender un programa auténticamente socialista, desde el punto de vista del “ecosocialismo”,
como el presentado por nuestra corriente tras el debate de la Conferencia
celebrada en Torremolinos, que ponga los recursos al servicio de la Humanidad,
defendiendo lo público, la naturaleza y
el ser humano por delante del lucro privado de unos pocos capitalistas y
banqueros que impiden que los recursos económicos sean dedicados a satisfacer
las necesidades humanas.
ÁREA DE
COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA
SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
is-psoe.malaga@terra.es
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