6 de septiembre de 2012

¿PUEDE ROMPERSE LA “EUROPA DEL EURO”?


El debate sobre la salida de algunos países europeos del Euro está sobre la mesa.  No sabemos cuáles serían las consecuencias si esa situación se diese. En una entrevista publicada en el suplemento dominical de “El País” (Domingo 2-9-12) al magnate George Soros, uno de los hombres más acaudalados del planeta, que amasó su inmensa fortuna como especulador y hablando sobre la crisis en Europa, responde a la pregunta ¿De verdad puede funcionar un euro sin Alemania?
   
Y dice: “Puede funcionar muy bien, especialmente para España, porque todavía se mantendría el mercado común,  pero el euro latino perdería valor, lo que significa que los alemanes estarían comprando propiedades inmobiliarias en España, que aliviarían su crisis, la deuda española mejoraría, porque la nueva divisa se devaluaría. Es cierto que sería mejor tener un euro liderado por Alemania, pero, si no quiere ejercer el liderazgo que debe, UN EURO SIN ALEMANIA PODRÍA FUNCIONAR. Pasaríamos a tener dos euros: un euro en la órbita alemana y un euro latino. El primero se apreciaría frente al segundo, por lo que Alemania intentaría que se mantuviera un cierto equilibrio para evitar pérdidas mayores para el Bundesbank a través del sistema de liquidación en el Eurosistema. (…) Si se rompe el euro en dos, entre el euro de los deudores y el de los acreedores, estos tendrán tanto o más interés en mantener el sistema en equilibrio que en la actual situación”.

El archimillonario Soros, como el resto de los capitalistas, está en una situación de clara defensa de su sistema, aunque ahora actúa de analista y filántropo,  pero minimiza las consecuencias catastróficas que un evento de ruptura del euro podría tener.  Desde el punto de vista económico, la ruptura del euro, bien por la salida de alguno de sus miembros, como por el modelo que él plantea, que sería Alemania contra el resto de Europa, no abriría un panorama alentador para la burguesía.  Implicaría la ruptura de la “Unión Europea de los Mercaderes”, demostrándose su inviabilidad como una “utopía reaccionaria”.  La crisis global del sistema financiero se agudizaría porque Europa se vería privada de las ayudas internacionales y el acceso a la financiación exterior del mercado europeo sería más complicado, desatándose la guerra comercial de todos contra todos.  

Para la señora Merkel, representante de la burguesía alemana, mientras los demás países cumplan a rajatabla sus exigencias, no tendrá ningún interés en aplicar la política del doble euro tal cual la plantea el señor Soros, debido al enorme riesgo de inestabilidad para la eurozona que ello implicaría. Pero al final, difícilmente podrá evitarlo.  El problema es enorme y se sigue agravando pues las deudas siguen aumentando  y cada vez es más difícil admitir que los países en declive de la vieja Europa tengan claras posibilidades de devolverlas, sobre todo, como es probable, se profundiza la recesión.

Las distintas burguesías, tanto la griega,  como la italiana, portuguesa, española y demás han aceptado la venta de sus países respectivos, modificando sus constituciones, para anteponer la devolución de lo adeudado a la banca antes que atender las cuestiones sociales y eso es una receta acabada, en una situación de recesión como la que vivimos, para convulsiones, luchas obreras,  levantamientos sociales, rebeliones e incluso posibles revoluciones en el medio plazo, si la situación económica sigue golpeando y empobreciendo a la población.

Las posibles bancarrotas económicas y a su vez el empobrecimiento general de la clase trabajadora que arrastra a las capas medias y a la pequeña burguesía a la pauperización, están preparando el terreno para situaciones dramáticas, si la burguesía no modifica a tiempo sus planteamientos económicos de ajustes y recortes continuos y encuentra la senda de la recuperación invirtiendo lo necesario para crear puestos de trabajo.

Porque no debemos olvidar, que además de los factores económicos, están los sociales, los políticos y los culturales y en un momento determinado un sector de la propia clase dominante, acosados por el peligro de la falta de perspectivas y su situación de inminente ruina, puede entrar en pánico y tomar la vía del ultra-nacionalismo y exigir la inmediata salida del euro, cuestión que podría ser contagiosa, siendo imitados por otros países, saltando todo por los aires.

Esas ideas de la Europa de dos velocidades y demás consejos que ofrece, son más bien utópicas y expresadas por el señor Soros, como representante de la ideología liberal-capitalista de la clase dominante que  más bien parece una maniobra política para intentar dar una cierta confianza y ganar tiempo para ver si son capaces de retomar el control de la situación económica mundial que se les está yendo de las manos.

Es muy importante tener en cuenta las tensiones políticas dentro de la propia Alemania, que esta situación está creando,  con el fortalecimiento de la coalición Die Linke (La Izquierda) y la subida en las expectativas de votos del SPD (Partido Socialdemócrata), que probablemente sean los vencedores en las elecciones próximas derrotando a la Cancillera Merkel que pierde apoyos cada vez con más velocidad.

Una recaída en la recesión, como es otro de los puntos clave de la marcha política, puede poner sobre la mesa la necesidad de continuar con los ataques y recortes sociales por la Derecha dominante,  que unido a la depresión profunda en la que puede derivar, hará que se produzcan convulsivos rescates (con el nombre que quieran adoptar)  que puede desencadenar crisis, incluso dentro de la clase dominante alemana, sobre qué camino tomar, si apoyar al euro o dejar que explote la situación ante el temor de las enormes pérdidas que reportaría para la Banca, tanto si gastan magnitudes inmensas en recursos para rescates o consienten que se produzcan bancarrotas, porque ambos escenarios están contemplados aunque nadie se atreve a comentar sus desastrosas consecuencias.

La clara tendencia que está surgiendo hacia el nacionalismo económico entre la clase dominante de todos los países, poniendo el acento en que todos quieren ayudarse vendiendo más, para salir de la crisis mediante  las exportaciones, es una quimera, aunque esos nacionalismos, son utilizados políticamente por los gobiernos para desviar la atención de la masas de las cuestiones sociales fundamentales y desviarlas hacia el “patrioterismo”, como recurso histórico de nefastas consecuencias, porque como dijo no recuerdo quién “los nacionalismos significan al final guerras”,  bien sean comerciales, o “mal sean de las otras”.

Toda esta situación tiene su propia dinámica por la combinación de factores incontrolables por parte de la clase dominante, por lo que la ruptura del euro no puede descartarse, sea controlada, como plantea el señor Soros, sea descontrolada como pudiese ocurrir por cualquier accidente histórico.

Debido a la incapacidad de la clase dominante capitalista de rectificar su política, que se basa en el lucro privado, como exige la lógica implacable de su sistema, lo más probable es que continúe esta escalada de destabilización que tiene el origen en la crisis estructural capitalista producida por las contradicciones del sistema y la codicia financiera de los capitalistas de continuar obteniendo grandes dividendos con la especulación sobre las deudas soberanas de los países que ven amenazado el futuro de millones de seres humanos porque el capitalismo antepone el beneficio privado, que choca frontalmente con los intereses y demandas de la clase trabajadora, que será la cuestión que se tendrá que resolver a través de las fuerzas vivas en litigio, poniendo frente a frente los intereses entre las clases para resolver el dilema del que hablaba Rosa Luxemburgo, que resumía en:  O Socialismo o Barbarie. Los ciudadanos tienen que optar, o con los unos o con los otros, porque no hay terceras vías posible al final del negro túnel en el que el Capitalismo nos ha metido.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALSITA DE MÁLAGA-PSOE.A
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