El modelo capitalista está
experimentando una virulenta recesión que hunde sus raíces en las
contradicciones del sistema, cuyo inicio se expresó en la crisis de sobreproducción sin
precedentes, ocurrida en el verano de
2007, agudizada por el desplome del sector financiero, los bonos tóxicos de las
“suprime” y las explosiones de las
deudas públicas en los países capitalistas más desarrollados que sufrieron el
contagio.
Los fundamentos de la ideología liberal burguesa, que habían sido predominantes en las últimas décadas, junto con los pronósticos errados o interesados de los estrategas del capitalismo, han sido desmentidos por los hechos. La falsa idea que habían extendido de un futuro de prosperidad creciente, repetida con insistencia por el enorme aparato de propaganda de la clase dominante, ha dejado paso a una realidad del desconcierto con previsiones cada vez más sombrías y una burguesía cobarde que está entrando en pánico.
En el último periodo hemos
observado una gran volatilidad en el seno del movimiento obrero que se sigue
profundizando. El efecto del 15-M que expresaba la rabia acumulada por las
masas en esas potentes movilizaciones, eran contagiosas y provenían de la
“primavera árabe” que se extendía, rompiendo fronteras, hasta llegar al corazón mismo de EEUU con las
movilizaciones que allí tomaron el
nombre de Ocupar Wall Street.
Este año contamos ya con miles de
manifestaciones, marchas y huelgas, como la del 25-S de ayer rodeando el Congreso, criminalizada por los
voceros del PP, con un balance provisional de 35 detenidos y más de 60 heridos,
por las cargas policiales, la masiva
marcha del 15-S a Madrid, minimizada por
los agentes del gobierno, donde cientos de miles de trabajadores se
han movilizado siguiendo la llamada de
los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO. Pero también hemos visto las
maravillosas marchas jornaleras del SAT, denunciando la situación de paro,
miseria, desolación y hambre en la que está hundiendo la política del PP a los
trabajadores andaluces y al resto de nuestra clase. Y la lucha de los Mineros
con su marcha sobre Madrid, las protestas de diversos sectores, por los
recortes en Sanidad, en Educación y la movilización de los demás colectivos,
como el transporte, los astilleros, etc…
expresan una situación social que cada vez es más explosiva.
La huelga general llevada a cabo
en Euskadi, hoy 26-S, convocada por los sindicatos ELA y LAB, que llamaban a
los trabajadores a movilizarse bajo la consigna de “con más motivos que nunca”,
ha tenido una incidencia de un 56% en la
industria, alrededor de un 75% en la enseñanza y de un 70% en la Administración
autónoma, según los organizadores. Los datos oficiales reducen esas cifras y
hablan de un 25% en la Administración pública y de un 20% en el sector privado,
pero lo cierto es que expresa también el ambiente de lucha que es general en
todos los territorios. Las juventudes
estudiantiles, a través de su
mayoritaria organización, el Sindicato
de Estudiantes, han anunciado unas
jornadas de lucha con la Huelga general de 72 horas para los días 16 al 18 de
octubre, que puede ser el inicio del recrudecimiento de la lucha de masas en el
resto del país que ponga en marcha el anunciado otoño caliente.
Pero la situación no es solamente
convulsiva en el Estado español, sino que vemos acciones similares en Portugal,
Marruecos, Siria, Libia, Chile, Canadá, América Latina y sobre todo, las
tensiones bélicas que observamos en oriente medio, entre Israel y los países
islámicos, así como la disputa de China y Japón, que están al borde del
conflicto bélico.
La situación en Cataluña, con un repunte
del crecimiento del independentismo, demuestra la bancarrota de los partidos,
al no ser capaces de dar una alternativa creíble, dado el estrecho margen que
ofrece el capitalismo, debido a la recesión cada día más profunda en la que nos
sumerge, que nos encamina hacia la
depresión; pero igualmente las direcciones clásicas del movimiento obrero
tampoco ofrecen alternativas creíbles que ofrezcan confianza a los millones de
trabajadores que se hallan frustrados, indignados y sufriendo las condiciones
terribles de los recortes y del drama del paro.
El pasado 11-S, el pueblo de
Cataluña celebró la DIADA, concentrando a cientos de miles de ciudadanos que,
dirigidos por la pequeña burguesía alentada por CiU, reivindicaba el
independentismo, reclamándose, en una
manifestación de cientos de miles de ciudadanos, un “nuevo Estado de Europa”. El Presidente de
la Generalidad, subido de forma oportunista a la ola, ha adelantado las elecciones catalanas para el
25 de Noviembre. La cuestión nacional,
tanto de Cataluña como de Euskadi, y en menor medida en Galicia y otras zonas,
sigue enconándose.
Nuestra corriente siempre se ha
declarado “Federalista y Socialista”, a la vez que hemos defendido y defendemos
el “derecho de autodeterminación de los pueblos”. Pero una cosa es el derecho legítimo
y legal a auto-determinarse y otra distinta, que se apoye la independencia porque rompería la unidad del movimiento obrero y nos
debilitaría ante la ofensiva que está llevando a cabo la burguesía contra los
trabajadores. La posición de nuestra
corriente debe ser una propuesta de caminar hacia la “Unión voluntaria de los pueblos”, pero en
líneas de clase, porque como Socialistas, somos Internacionalistas y debemos rechazar
los enfrentamientos entre “españolistas” y “nacionalistas”.
Nuestra postura ha venido siendo proclamar
el “No a la utopía reaccionaria de la Europa de los Mercaderes”, porque los egoísmos
nacionalistas llevarán a la larga a enfrentamientos entre los pueblos, ya que al final, los nacionalismos significan
guerra, bien comercial, bien cruentas, lo que sería catastrófico. Nuestra corriente, en caso de que se produzca
la consulta de Autodeterminación, deberíamos apoyar el referéndum, pero
haríamos campaña por el No a la Independencia. La salida a estos difíciles dilemas debe ser
política, por ello planteamos luchar por una Federación Socialista de las
nacionalidades y pueblos como parte de la Federación Socialista de Europa en
vías de construir la Confederación Socialista Mundial.
El gobierno del PP, con sus
errores, sus mentiras, su falta de unos planes a corto, medio y largo plazo que
represente una salida democrática, que utilice el voto ciudadanos para resolver
los conflictos, los está exacerbando. Además, con su desastrosa política para
los trabajadores, tan aplaudida por la
CEOE, los banqueros, los especuladores y
evasores fiscales, se están cavando su
propia fosa y derrumbándose incluso ante sus propios votantes, pues en las
recientes encuestas, el 84 % de los ciudadanos dicen estar en contra de esas
políticas antisociales, incluso un 59 % de sus propios votantes dicen estar en
contra de las medidas anti-populares tomadas por Rajoy. Las tensiones internas del PP son terribles,
uno de cuyos síntomas es la dimisión de la ex Presidenta Aguirre, que
escudándose en su mala salud, ha dado la espantada, pero que indica en realidad
las brutales tensiones que existen en el seno del PP, entre la “derecha extrema”
y “el extremo centro”.
Nosotros venimos explicando que
estamos asistiendo a una debacle alarmante del sistema capitalista; la
burguesía ha entrado en pánico y no invierte un euro para crear puestos de
trabajo; no solo no invierten, sino que en el año que va desde el mes de julio
2011 hasta junio de 2012, han salido del país más de 340.000 millones
de euros, tres veces más del “rescate”, “el préstamo” o como quieran llamarle,
que están debatiendo pedir en ayudas.
Los ciudadanos tienen claro que
el Estado está siendo utilizado por la burguesía, a través de la política de
derechas del PP, para salvar a la banca, atacando despiadadamente a los trabajadores,
las capas medias y los sectores más empobrecidos.
Estamos ante una crisis global de
este podrido y degenerado régimen burgués capitalista, donde se ha producido
una ruptura muy grave de los equilibrios entre el mundo del trabajo y el mundo
del capital, de forma unilateral, impuesta por el Gobierno del PP, donde las conquistas
del movimiento obrero de los últimos 40 años están siendo arrasadas, pero como
que la noche sigue al día, más temprano
que tarde la clase trabajadora luchará por otro tipo de “rescate”, que nos
permita evadirnos de los desfalcos que
estamos sufriendo a manos de la burguesía y su gobierno del Partido Popular,
exigiendo su dimisión y conquistando un gobierno de los trabajadores.
Aunque se quiera negar, muchos
ven la situación reflejada en el espejo de Grecia, cuya situación es dramática
para los trabajadores y ese es el modelo al que nos están arrastrando los
estrategas económicos del PP con sus recortes, ataques y contra-reformas
constantes, que están llevando a la clase trabajadora a situaciones de
post-guerra, violando y atacando el “Estado social y democrático de derecho”,
que ampara la propia Constitución que es “democrático-burguesa”, pero que no se cumple en la medida que se
violan sistemáticamente los derechos sociales que dicen amparar, cumpliéndose
solo la parte que beneficia a los poderosos capitalistas y banqueros.
La inmensa mayoría de la
población se enfrenta a una brutal degradación de sus condiciones de vida. La
respuestas de las masas, aún con la situación de freno que en estos momentos
representan las cúpulas de UGT y CCOO,
que no se atreven a lanzarse a la ofensiva, están siendo fuertes y los
grandes batallones pesados están preparando sus músculos para luchar, lo
quieran admitir o no las direcciones de las fuerzas sindicales.
Existen ya enormes tensiones
internas que están provocando auténticos cataclismos entre la propia burocracia
media que están muy alarmados ante la carencia de una clara política sindical
que marque el camino. Asimismo, los
partidos políticos clásicos están todos en crisis con problemas internos.
A cualquier sector de los
trabajadores que dirijamos la mirada
vemos que están preparados y movilizados, incluso la propia Policía, los
bomberos, los maestros, los médicos, enfermeras, la minería, el transporte, los
jornaleros, los estudiantes, la pequeña burguesía, los pequeños campesinos, los
pensionistas, todos están muy radicalizados y movilizados esperando la huelga general de 48 horas, como primer
aviso para frenar al PP y se habla incluso de una huelga indefinida, si no nos
hacen caso.
La gente quiere luchar, porque
saben que juntos tenemos una fuerza irresistible, pero ven una clara falta de
consistencia y firmeza en la cúpula de los sindicatos, lo que indica que las direcciones, no están a
la altura de las circunstancias actuales, y tampoco existen direcciones
políticas que ofrezcan confianza plena, por lo que no son descartables explosiones
espontáneas por fuera de los cauces sindicales.
El descrédito en el Parlamento,
en la democracia burguesa, en las direcciones reformistas, está siendo un hecho
irrefutable que señalan todas las encuestas, dejando por los duelos a los
políticos, que ven cómo se han burocratizado, profesionalizado e incrustado en
las instituciones, pero también existe una crítica ascendente hacia la
burocratización sindical, que se tendrá que expresar a través del surgimiento
de corrientes internas que promuevan el sindicalismo más democrático, de lucha,
de clase, participativo, más combativo,
solidario, rotativo, unitario y bien organizado, porque las encuestas dejan
también por los suelos a los dirigentes sindicales, aunque, en cuanto llaman a
la lucha, como el 15-S, la gente responde porque comprende que no queda otro
camino que dar la batalla.
Si el PP continúa con su política
de ataques, que será lo más probable ya que Rajoy es completamente sumiso a las
órdenes de la Canciller Merkel, las convulsiones sociales y las acciones
espontáneas, si no encuentran un cauce sindical organizado, estarán
garantizadas.
El drama se verá agudizado con la
crisis de las direcciones de las izquierdas, como estamos observando en toda
Europa, con las posiciones divergentes
entre el SPD y Die Linke en Alemania, la
situación del PSF de Hollande en Francia, donde el Front de Gauche de Mélenchon
les presiona, crece y se desarrolla, la
alternativa por la izquierda de Syriza en Grecia, etc, pero asimismo con los
conflictos crecientes en EEUU entre Demócratas y Republicanos, la masacre de
los Mineros en Sudáfrica, las convulsiones independentistas y de lucha juvenil
en Chile, en Canadá, (sobre todo en
Quebec), y demás situaciones convulsivas.
La tendencia general es de una
agudización de la lucha entre las clases, y con
distorsiones fuertes en líneas nacionales, tanto en el interior de
algunos estados, como entre las propias naciones, cuyas burguesías siempre
utilizan en momentos difíciles, la agitación de las “banderas patrioteras” para
desviar a los trabajadores de la cuestión fundamental, que es la defensa de sus
intereses de clase, echándonos a pelear en plan chovinista, con nuestros
hermanos de clase que tienen nuestros mismos problemas, impuestos por el
sistema capitalista, que es la causa de todos los males y carencias que sufre
la clase trabajadora.
No obstante, las masas siguen
avanzando en el proceso molecular de toma de conciencia, porque la vida enseña
y están sacando conclusiones correctas de que el sistema capitalista no les
ofrece más que explotación y sufrimiento por lo que este modelo no nos
sirve. La gente discute cada día más en
la calle de política y de economía; está comprendiendo que la burguesía tiene a
su gobierno del PP para robar al pueblo en esta gran estafa que representa este
“liberalismo” donde “intervienen y nacionalizan” los bancos para provecho
propio de los capitalistas, lo que representa la negación de sus propios
principios y demuestra que el “libre mercado” es una mentira para engañar al
pueblo.
Las perspectivas de la que hemos
hablado en otros trabajos anteriores, sobre la posibilidad de una guerra
comercial entre los tres núcleos principales del imperialismo, China y su zona
de influencias, Europa y los Estados
Unidos de América y sus satélites, podría pronto acercarse, porque la ralentización
de la economía China, que puede crecer este año y el siguiente en su PIB por
debajo del 7 %, está creando unas tensiones, incluso bélicas, (en principio con
Japón), por la disputa de unas islas de las cuales ambos países reclaman su soberanía desde la II
Guerra Mundial y ahora se recrudece el conflicto. ¿Por qué estalla ahora esto y no antes,
cuando el litigio es antiguo? ¿Quizás
por las tensiones económicas de sus zonas de influencias mutuas?
Por otra parte, el intento de los
gobiernos europeos de buscar una salida a la recesión y a las bancarrotas a la
que se enfrentan los países del sur, marcha
de fracaso en fracaso. La reunión reciente de los Ministros de Asuntos Exteriores
plantea la propuesta de avanzar hacia un Gobierno Federal para Europa. En caso
de llevarlo a cabo, bajo el capitalismo, representaría la culminación del golpe de
estado financiero que han venido desarrollando a través de la Troika, pues
anularía por completo la pantomima de “democracia burguesa”, eliminando las
teóricas “soberanías nacionales”, pues en realidad estamos bajo la dictadura de
los Capitales.
El potencial de Alemania, que
podría convertirse en una superpotencia con superávit sometiendo al resto, que emularía a China, impondría sus
condiciones. Pero esa situación, en el
proceso de espiral recesiva en la que hemos entrado, agudizaría las
contradicciones en vez de resolver los problemas, pues abriría la brecha entre
los países más ricos y los más empobrecidos, caminando hacia la ruptura del
euro de forma acelerada.
Los rescates que están
preparando, aunque le llamen como quieran, expresan la bancarrota de Grecia,
Portugal, Italia, el Estado español, que en caso de declararse públicamente,
haría saltar por los aires la Europa actual, que es una situación que aterra a
los estrategas y a los propios capitalistas, porque en realidad, la esperada
recuperación es imposible teniendo en cuenta la desastrosa caída de uno de los
indicadores fundamentales para la creación
de puestos de trabajo futuros, como es la Formación Bruta de Capital
Fijo (FBCF), como se indica a continuación:
Estos son algunos de los descensos que sufren:
EEUU: Cae un
-21 % en 2007 a 2009.
JAPON: “
-10 % en 2009
ITALIA: “
-13,6 % en 2007 y 2009
FRANCIA: “
-8,9 % en 2009
ESPAÑA: “
- 32,7 % en 2008 a 2011
Mientras que no se recuperen a
tasas positivas esos indicadores, es imposible que la tasa de creación de
puestos de trabajo se recupere, por lo que el paro continuará creciendo. Esto
contribuirá, junto con los ataques, la subida de impuestos y la inflación, a que siga deprimiéndose el poder de compra
de las masas, empujando a la baja el comercio mundial, que seguirá
descendiendo, como no puede ser de otra manera con las políticas depresivas que aplican los gobiernos
de derechas.
Las economías de los países del
sur de Europa están en completa catástrofe y al borde de la bancarrota. Las
medidas aplicadas no resuelven la cuestión, sino que la profundizan. La
insolvencia y las quiebras aún no han terminado y las deudas astronómicas no
podrán pagarse. La suma de las deudas públicas,
privadas, familiares y de la Banca, en el Estado español, supera el 400 % del
PIB.
El colapso de la demanda interna
es un hecho incontestable, como consecuencia lógica que emana de los recortes,
ataques a las condiciones de vida, el paro masivo y el decrecimiento que
representa la recesión, que caminan en una espiral descendente hacia el
callejón sin salida y la ruina total de
las capas medias, el empobrecimiento generalizado de la clase trabajadora y de una juventud bien preparada, que
comprueba que le han robado el futuro, padeciendo índices de paro del 55 %. El
atesoramiento en paraísos fiscales, según los últimos datos, supera ya los 32
billones de euros, lo que representaría más de 1.600 millones de salarios durante 10 años.
Las perspectivas que traza la
CEOE es que la economía no se recuperará hasta 2026. Para el próximo 2013 dicen
que el paro seguirá aumentando. Pasaremos de los 6 millones y se superará el
índice del 30 % de desempleo. Eso es reconocer claramente la incapacidad y la bancarrota absoluta de su sistema
capitalista, que es incapaz de cumplir el cometido principal del capitalismo
como es explotar a la clase obrera. El sistema ya no funciona, pese a tener ese enorme “ejercito
de reserva de mano de obra ociosa”, que puede darles un verdadero quebradero de
cabeza, retando al sistema, cuando la juventud y las masas trabajadoras se
pongan en marcha luchando por cambiar la sociedad en busca de su legítimo
futuro, porque el capitalismo no desaparecerá por sí solo hasta que no se
consiga una fuerte unidad y organización de la clase trabajadora, confluyendo
las fuerzas sindicales y políticas en defensa de unas Propuestas Alternativas
(1) claras que contengan el programa adecuado para el giro a la izquierda que
contemple una salida genuinamente socialista a este estado de colapso que sufre
el sistema actual.
La respuesta puede iniciarse en
un rechazo global, que se expresará mediante una huelga general masiva de 48
horas, que es ya un clamor reivindicado por las bases, que represente el cambio
de tendencia pasando a la ofensiva del movimiento obrero obligando al cambio.
De lo contrario, mientras más presión y represión acumulen y más tiempo se
tarde de preparar una salida por la izquierda, más virulenta y traumática
podría ser la explosión social cuando estalle, porque entonces se hará
inevitable el cambio.
La dirección de los sindicatos
mayoritarios, UGT y CCOO principalmente, pero también los demás, están siendo
un freno que inmovilizan a las masas, lo que implica un obstáculo que las bases
pueden superar, y lo harán sin duda, cuando estalle la lucha frontal
cuestionando y retando al sistema.
Con sus alzas y sus bajas, el
proceso de lucha de masas provocará un cambio molecular en la toma de
conciencia de la clase trabajadora que se politizará, una vez que han superado
las dos fases anteriores de polarización y la radicalización, provocando
cambios en la composición interna de las organizaciones de izquierdas, tanto en
el aspecto sindical pero también en el político. Las direcciones se verán forzadas a girar a
la izquierda como la clase trabajadora exige o serán apartadas por nuevos
cuadros que se están fogueando en el fragor de la batalla, porque los sectores
críticos emergerán y ya se están fortaleciendo con la robustez suficiente para
tomar las riendas del proceso nuevo que se ha abierto.
Las direcciones sindicales y
políticas actuales deben comprender que la burguesía, a través de su máximo
representante político en el Estado, que es el PP, ha roto el consenso de la transición y los
realineamientos nuevos y la búsqueda de ese nuevo equilibrio de fuerzas que
están buscando, será cada día más
difícil, porque las masas impondrán su sello en los acontecimientos. La lucha
por el cambio social continuará, porque las masas comprenderán que bajo el
capitalismo no hay salida para la humanidad.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN:
IZQUIERDA SOCIALISTA DE
MÁLAGA-PSOE
(1)
Ponemos a disposición de los trabajadores de
forma gratuita el documento que hemos debatido como aportación al proceso abierto, titulado “Propuestas
Alternativas a las Conferencias del PSOE de Otoño 2012”.
Si estás interesado/da en recibirlo, escribe al correo
de abajo poniendo en asunto la palabra “Alternativa”:
is-psoe.malaga@terra.es
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