Terminada la primera fase del debate del borrador del
documento que presentamos, queremos ponerlo a disposición de toda la
militancia, a la vez que lo hacemos llegar a los organismos Federales y a la
Coordinadora de Andalucía, con la propuesta de que sea extendida la
participación a las compañeras y compañeros que quieran intervenir en esta
segunda fase de discusión, con el objetivo de mejorar y aportar propuestas,
tanto cara a la Conferencia de Andalucía que se convocará en breve, como en las
Agrupaciones y foros que lo estimen oportuno:
PROPUESTAS ALTERNATIVAS A LAS CONFERENCIAS DEL PSOE DE OTOÑO
2012. (*)
INDICE:
I.- INTRODUCCIÓN.
II.- LA AUTOCRÍTICA NECESARIA.
III.- CRISIS CAPITALISTA MUNDIAL.
IV.- SITUACIÓN EN EL ESTADO
ESPAÑOL.
V.- POR UNA ALTERNATIVA SOCIALISTA
QUE ROMPA CON LA DICTADURA DE LOS MERCADOS.
VI.- ORGANIZAR LAS FUERZAS PARA
LUCHAR POR LA TRANSFORMACIÓN SOCIALISTA DE LA SOCIEDAD.
I.- INTRODUCCIÓN:
El sistema capitalista, en su fase superior
imperialista, ha sobrepasado sus límites
y ya no puede jugar ningún papel progresista, pero no se derrumbará por sí
sólo, por lo que la burguesía mundial se sigue preparando para sostenerlo a
costa de lo que sea. No debemos
olvidarnos que la profundidad y dureza de la recesión, junto con las medidas de recortes, ajustes
salvajes y legislación anti-social que están aplicando, pretenden crear una
nueva fase de acumulación capitalista, que podría provocar otra nueva burbuja
mucho más peligrosa que la anterior.
Están llevando a cabo medidas mediante las cuales producen
una desvalorización todavía mayor de la fuerza de trabajo, para recuperar las
plusvalías a través del recorte del gasto social, atacando a la sanidad, la
educación, las infraestructuras, los subsidios a los pobres y pensionistas, que
están acabando con las conquistas históricas de la clase trabajadora, obtenidas
a través de duras luchas entre las
clases a lo largo de sesenta años. La burguesía intenta estabilizar la
situación del colapso del sistema cuando las bolsas se derrumbaron con enormes
quiebras bancarias en el verano de 2007 en EEUU, sin embargo, existen factores
políticos implicados que condicionan enormemente estas perspectivas de
recuperación.
La extensión y profundidad de esta recesión, con un paro de
masas de carácter estructural, lleva directamente a un proceso agudo de
diferenciación social, polarización, radicalización y posterior politización,
porque está produciendo la ruina de las clases medias y una proletarización y
empobrecimiento general de la sociedad. Un fenómeno similar al que se vivió en el período de
entre guerras, y que fue uno de los factores que más impulsó los procesos
revolucionarios que se dieron en aquella época.
Si continúan aplicando la política actual por parte de los
gobiernos en todo el mundo, estarán
precipitando unas convulsiones sociales sin precedentes en las décadas
últimas. Hemos observado cómo los
efectos de la crisis empujaron a los pueblos a los levantamientos de la
“primavera árabe”, el recrudecimiento de la lucha de clases en Europa, y las
movilizaciones y fortalecimiento de la lucha en América Latina, llegando
incluso al corazón de EEUU con la marea de Ocupar Wall Street, que cuestiona el
comportamiento de los banqueros.
Debemos prepararnos para unas perspectivas de luchas de
masas, huelgas generales y radicalización política, en un plazo de tiempo no
muy largo, porque a pesar de todos los obstáculos que puedan interponer las
direcciones reformistas, tanto políticas como sindicales que se dibujan en el
horizonte, que están frenando la lucha objetivamente, las masas encontrarán su
propio camino y harán rectificar a sus direcciones, por el potencial que
desarrolla la necesidad.
Los acontecimientos históricos que estamos viviendo, con los
ataques a los económicamente más débiles, están provocando un cambio radical en
la psicología y la actitud de millones de jóvenes y trabajadores, y sobre todo
el problema del paro, que harán avanzar la lucha hacia la búsqueda de una
alternativa socialista.
Están existiendo todas las
condiciones objetivas para que se pueda dar una gran transformación
social, pero para ello es preciso fortalecer, unificar y organizar mejor a la
clase trabajadora, dotándola de un programa y táctica correctos. Los estallidos
que hemos vivido, son solamente el preludio de los movimientos más profundos y
extensos que nos esperan en el próximo periodo, pero para iniciar con éxito la tarea de un cambio social, se
requiere también la presencia de otros factores no menos importantes y decisivos,
entre ellos el fundamental es una dirección firme y adecuada al momento
histórico.
A pesar de todas las dificultades que presenta la situación
actual de la economía, la política y los procesos sociales, tenemos plena
confianza en las fuerzas de la clase trabajadora, en las ideas del socialismo,
en la capacidad de la clase obrera mundial de poder orientarse en la lucha por
el socialismo, pero también en el PSOE como el partido mayoritario de la clase
trabajadora en el Estado español, recae
la responsabilidad de estar a la altura de las circunstancias, analizar
autocríticamente los errores, debatir seriamente los procesos económicos,
políticos y sociales que se están dando, para ofrecer la alternativa válida que
nos van a reclamar los trabajadores. Las fuerzas productivas necesitan un nuevo
organizador cuando los procesos anteriores se agotan, como ha ocurrido en la
anterior legislatura y como explicaba Pablo Iglesias, “dado que la exigencia
determina la conciencia, no podemos
dudar de que la clase trabajadora, a costa de superar los errores y derrotas a
las que puede ser llevada por sus direcciones, llegará a comprender la
verdadera situación, y más pronto o más tarde, extraerá las necesarias
conclusiones prácticas, luchando decididamente por la transformación
social”.
II.- LA AUTOCRITICA
NECESARIA.
Nuestro partido, el PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL, ha cometido errores, tanto por los órganos de
dirección de la corriente oficial, que es la responsable máxima de las derrotas
en su gran mayoría, por no haber sido capaz de orientar la política gubernamental
del gobierno PSOE a favor de los trabajadores de manera resuelta, como asimismo, por las deficiencias de la corriente Izquierda Socialista que hemos sido
todavía incapaces de fortalecernos y ganarnos la confianza de los trabajadores
y afiliados para que defendamos el programa alternativo que hemos venido debatiendo
y presentando en los procesos congresuales y haber podido conformar una nueva mayoría que avance en un nuevo
modelo de partido más democrático y con el programa verdaderamente socialista
que proponemos como alternativa.
Necesitamos analizar lo que le pasa en nuestro partido y lo
que ocurre en la sociedad con espíritu autocrítico. Como hemos dicho algunas
veces, el socialista que ejercita correctamente la autocrítica y la crítica
constructiva, con buenos métodos, permitirá un mayor dominio personal del
discurso dialéctico de los ideales del socialismo, creando una imagen más
coherente de nuestra propia visión personal, entendiendo mejor a nuestros
adversarios, aclarándonos el camino hacia las metas y objetivos que nos
proponemos socialmente alcanzar entre todos, como es una sociedad mejor para la humanidad: Es
decir el genuino socialismo.
Fundamentalmente tenemos que realizar una autocrítica y lo tenemos que plantear
crudamente tal cual corresponde a una corriente que se reclama del marxismo y
que pretende ofrecer un programa diferenciado que represente el giro a la
izquierda que la clase trabajadora en sus luchas está reclamando. Pero también advertimos que cualquier
dirección de izquierdas correcta debería oir aunque sean las más duras críticas
y, luego de escucharlas, debería utilizarlas adecuadamente para corregir
errores que han podido producir distorsiones en la lucha por el socialismo
El deber de Izquierda Socialista ha sido y sigue siendo
trabajar en el seno del Partido para ir preparando y ayudando a la clase
trabajadora, y especialmente a los simpatizantes y votantes socialistas, para
que se entienda bien las contingencias que surgen durante el proceso de lucha,
entre el mundo del capital y el mundo del trabajo, para avanzar hacia el
socialismo y para ello, es preciso
incluso un cambio de mentalidad, para pasar de “corriente de opinión”, que
hemos sido hasta ahora, a “corriente de poder” en el menor tiempo posible, porque
la situación de agravamiento de la recesión y las necesidades de la clase trabajadora así nos lo van a requerir.
Esta labor tiene que venir de la solidaridad constante de
nuestros afiliados, militantes y simpatizantes, y para ello tenemos que obtener
su confianza que tiene que ser ganada
convenciendo por nuestro comportamiento ético y un programa socialista que
defienda con audacia postulados, ideales, métodos, tácticas y programas
genuinamente socialistas.
Nuestra lucha interna en el seno del Partido, sin medios
económicos, porque la corriente oficialista apenas nos financia, produce
algunos sinsabores y desganas pero como hemos venido insistiendo, el
derrotismo, la indiferencia, el pesimismo, la indolencia, la apatía, la
pusilanimidad, el oportunismo y el sectarismo, son actividades extrañas y más
bien perjudiciales para los socialistas y sobre todo para los trabajadores que
buscan la igualdad, la libertad, la democracia y el verdadero socialismo, pero algunos que se llaman socialistas no
tienen reparos en atribuirnos un propósito de “perturbadores”, “alarmistas” y
“escisionistas” cuando planteamos nuestras críticas fundadas y ofrecemos
alternativas.
No nos referimos tan solo con esto a los compañeros de la
dirección desde dentro, (principalmente, si) sino también a algunos de los sectores que
pululan por nuestros alrededores, declarándose “corrientes alternas”, sin
continuidad ni consistencia programática, calumniándonos o criticándonos porque
dicen que somos demasiado “radicales”, cuando no analizan correctamente la
“radicalidad” que está ejerciendo el PP contra los intereses de nuestra clase y
con comportamientos que nos recuerdan amargamente al antiguo régimen
franquistas, de cuyo ideario y métodos
son los legítimos herederos a los que tenemos que combatir.
La experiencia comprobada de nuestra lucha diaria, durante
más de 30 años como corriente crítica, nos ayuda a sobrellevar esos
alfilerazos, - más bien puyazos
adversos-, que vamos superando con nuestra
tolerancia y el auge creciente de
nuestra corriente, aunque lento todavía, cuyos análisis y criterios correctos,
de “honradez y firmeza harán que las fuerzas proletarias terminarán por
reconocer al programa marxista como el únicamente válido para avanzar
resueltamente al socialismo” (como gustaba decir al Abuelo), y así se está
empezando a reconocer en las encuestas concediéndonos el honor de ser Izquierda
Socialista la corriente más valorada en el seno del socialismo.
La gran pregunta es: ¿Es correcto como venimos planteando que
el Partido necesita una nueva dirección más firme y con mejor programa que
exprese un giro a la izquierda? Ese es
un trabajo de las bases, que vienen exigiendo el abrir los cauces democráticos
para poder dotarnos democráticamente de esa dirección de izquierdas que
represente la verdadera voluntad de los afiliados, que son los verdaderos
soberanos y no las cúpulas, que tienen que comprender que deben someterse a la
crítica y recibir el mandato que les exijan los trabajadores afiliados.
Nuestro método es que solo por medio de la crítica interna se
conseguirá dotarnos de la fuerza que produzca la consecución de los cambios en
la correlación de fuerzas sociales necesarias, pero para ello, dos puntos son
fundamentales, como son: La más plena democracia interna y la más absoluta
libertad de expresión de todos y cada uno de los afiliados.
Además, otra de nuestras autocríticas como corriente es que
tenemos que ser todavía más audaces para explicar a los que desde fuera nos
dirigen algunos reproches, para invitarles a que vengan a nuestro campo a
ayudarnos a dar la batalla por más socialismo, si consideran que la corriente
oficial reformista ha llegado a tu máximo, porque empezó a hacer
contra-reformas. El fortalecimiento de un ala izquierda más fuerte será garantía
de avances más rápidos hacia las conquistas sociales que ahora están siendo
furibundamente atacadas por la derecha extrema del PP que como vemos es
claramente el Gobierno de los ricos, que está conspirando contra los intereses
de pueblo, amnistía a los ladrones y banqueros corruptos que se siguen
enriqueciendo con la crisis, mientras los trabajadores pagamos sus festivales y
orgías de beneficios.
Nosotros venimos enfrentándonos y autocriticando nuestros
propios defectos que queremos mejorar, convencidos de que el proceso de lucha
al que nos vamos a ver abocados en los próximos meses y años, tendrá su
manifestación inevitable tanto en el seno de la sociedad capitalista en
descomposición como en los errores que pueda cometer nuestro Partido y sus corrientes
internas.
En el área de la política estatal, por los recortes y ataques
que desarrolla el PP con su mayoría absoluta (que explicaremos más a fondo en
el apartado correspondiente), van arrumbándose y eliminándose los avances
anteriores, conquistados con las luchas sociales, que en el fondo eran todavía
más bien del orden “democrático-burgués avanzado”, con algunas tendencias
socializantes, pero no podemos confundirlo con el genuino socialismo que, como
siempre hemos dicho, no cabe dentro del capitalismo.
Desde la entrada del gobierno del PP, la situación económico-social sufre un agravamiento
alarmante, Cualquier observador medianamente inteligente ve que la profundidad y extensión de
esta recesión, con desempleos masivos en todos los Estados que son ya de
carácter estructural, está llevando directamente a un proceso de aguda
diferenciación social, que se conoce como "polarización", con la
ruina total de grandes capas de las clases medias que tienden a la
proletarización general.
Esto lleva a la ciudadanía a una
"radicalización" cada vez más virulenta, que tendrá que culminar en
una tercera fase de "politización" de millones de trabajadores, que
se rebelarán contra este estado de cosas tan injusto, rechazando de plano la
política de Rajoy que está robándole a los pobres para dárselo a los ricos, a
los banqueros, a especuladores y
corruptos, ofreciéndoles amnistías y prebendas a sus amigos los ladrones de
guante blanco.
Los mitos democráticos utilizados por la burguesía,
fabricando “caudillitos” apolillados con olor a franquismo, en sus feudos de
Valencia, Murcia, Castilla la Mancha y otras zonas del Estado, con sus
escándalos, fraudes y corrupciones, está
siendo una política nefasta, que al salpicar también a algunos de los
dirigentes de nuestro Partido, apartan a
los ciudadanos de las instituciones porque les apesta tanta corrupción
institucionalizada, tanta degradación, degeneración y especulación, que preparan el camino para convulsiones
sociales virulentas como estamos empezando a comprobar.
Esas políticas de recortes y ataques permanentes del PP es un
fenómeno que está sufriendo la mayoría de la sociedad porque lo observan
alarmados todas las personas que no tenga telarañas franquistas en los ojos
para mirar de frente a la realidad,
entendiendo la miseria, el paro y la degradación en la que se está
hundiendo el pueblo trabajador, con una alarmante subida de los niveles de
pobreza extrema.
Nadie medianamente inteligente puede negar que la corriente
oficialista del Partido, que ha venido estando formada bajo el Gobierno del
compañero Rodríguez Zapatero, y ahora por el compañero Rubalcaba, por una coalición de facto entre “liberales y
socialdemócratas de derechas”, ha sido desplazada de los cargos
institucionales, precisamente por iniciar ese proceso de contra-reformas
sociales que se agravó en Mayo de 2010 con recortes a los derechos de los trabajadores
que ha llevado a la pérdida de confianza del PSOE entorno a cuatro millones de
votantes.
Quizás nos puedan acusar algunos de que somos duros en estas
críticas, pero ante los momentos difíciles, con la crisis interna, la recesión
capitalista y las previsibles agitaciones sociales, la seriedad y profundidad
de análisis e incluso la dureza están justificadas y son imprescindibles,
porque como decía Largo Caballero, “a la clase trabajadora hay que decirle la
verdad, aunque le duela”.
La lucha por el socialismo tiene que venir de la acción y del
debate dialéctico de las ideas que podamos ofrecer para llevar a cabo las
transformaciones sociales que la humanidad está reclamando, por lo que, vacilar
o recortar expresiones por puro sentimentalismo es contraproducente y
engañarnos nosotros mismos, a la vez que podemos confundir a los trabajadores.
Es preciso por tanto hablar alto y claro: La corriente oficialista del Partido
se ha venido divorciando cada vez más del sentir y las necesidades de la
ciudadanía, como demuestran las encuestas y sobre todo, los castigos obtenidos
en las urnas, que expresan el malestar social.
Por otra parte, las encuestas reflejan asimismo un
hundimiento cada vez más profundo del PP por sus mentiras y sus políticas
anti-sociales, pero es significativo resaltar que el PSOE no se recupera como
debiera estar haciendo, por lo que algo estamos haciendo mal. Esto nos obliga a
reflexionar, a hacer autocrítica, para rectificar el rumbo, pues las masas
están girando a la izquierda y un partido de izquierda como el nuestro no puede
ser insensible a lo que la clase trabajadora demanda.
Por todo ello, y ante el proceso de debate que se abre cara a
las Conferencias anunciadas para este otoño próximo, se nos plantea que tenemos
que ser capaces de sacar el debate hacia fuera, pedir honesta y sinceramente la
participación de las bases y la clase trabajadora en general, afiliados,
militantes y simpatizantes, para estudiar,
debatir y acordar entre todos los que nos sentimos afectados por los
ataques de la derecha extrema del PP, cuál es el programa y qué métodos vamos a
utilizar para elaborarlo democráticamente y defenderlo, con el objetivo de
ofrecer al pueblo trabajador la salida por la izquierda que esta cruda recesión
está necesitando.
Este es el deber de los socialistas, presionar desde abajo y ejercer la democracia y la libertad, confrontando compañeramente y con tolerancia; Decimos con
rotundidad que si, que existen
alternativas, pero que éstas tienen que venir avaladas desde las bases, para
eliminar cualquier burocratismo, oportunismo y sectarismo que impidan la libre
expresión de los trabajadores en la decisión del camino que quieran tomar para
defender sus propios destinos como clase.
Si la dirección y la clase trabajadora estamos a la altura de
las circunstancias, planteando
claramente la superación y la eliminación de los obstáculos que represente el
capitalismo y su nefasta dirección política del Gobierno del PP, podrían ser
derrotados fácilmente, si somos capaces de caminar hacia la unidad en la
acción, con la posibilidad de un gobierno del PSOE, IU y la conjunción de otros
partidos y sindicatos de izquierdas, principalmente UGT y CCOO, que nos hagan fuertes conformando una potente
mayoría que sirva para desarrollar el programa que al final de este documento
sometemos a la consideración de la clase trabajadora y el pueblo en su
conjunto.
Esta nueva situación
exige a todos los militantes y afiliados un mayor grado de participación en el
debate, para que puedan surgir desde las bases las propuestas y la política que
la clase trabajadora necesita y dotarnos asimismo de la dirección que pueda
llevarla a la práctica. Necesitamos de una amplia democracia interna para que
todos los afiliados puedan expresarse con entera libertad, puedan hacer llegar
sus opiniones, críticas y demandas a todos los niveles de la organización. Un
funcionamiento interno más democrático que debe pasar por:
a) Abrir puertas y ventanas para que entre el aire fresco.
b) Implantar las primarias a todos los niveles.
c) Desarrollar completamente la democracia interna.
d) Garantizar la libertad de expresión plena.
e) Promover la elección y revocabilidad de los cargos desde
las Asambleas de Base.
f) Las Asambleas serán soberanas y propondrán a los
candidatos con plena libertad.
g) Garantizar la participación de todos los afiliados en
igualdad de condiciones, introduciendo la rotación y un máximo de 2 mandatos en
los cargos.
h) Los representantes elegidos para las instituciones
cobrarán el salario medio0 de un trabajador cualificado.
i) Medidas contundentes contra el fraude y la corrupción, con
tolerancia CERO exigiéndonos a todos un comportamiento ético de acuerdo con los
principios del genuino socialismo
democrático que defendió y practicó Pablo Iglesias.
III.- CRISIS CAPITALISTA MUNDIAL.-
La segunda fase de la recesión a la que se enfrenta la
economía mundial, como consecuencia de la crisis estructural del capitalismo,
sigue precipitando a Europa hacia el abismo de la depresión y, si la precaria Unión Monetaria salta por los
aires, como anuncian algunos
economistas, produciéndose la Europa de diferentes velocidades, podría arrastrar a la economía mundial a la recesión globalizada
con el peligro de derivar en una situación
de depresión. “La economía de la zona euro registrará una
contracción del 0,3% este año, mientras que el próximo año apenas crecerá un
0,6%, según refleja la última encuesta elaborada por el Banco Central Europeo
(BCE)” (Expansión.com. Francfort-(Alemania) 9-8-12). El resto de las potencias claves tampoco están
muy por delante, pues: “El crecimiento de la economía de EEUU se
ralentiza en el segundo trimestre al aumentar el PIB un 1,5%”, (solamente
cuando habían previsto un 2 %) (Expansión.com Washington-(Europa Press)
27-7-12). En cuanto a China que era la locomotora de
la esperanza, también está sufriendo ya una desaceleración, pues según publica
Lainformación.com el 12-8-12, “China crece un 7,6 % en el segundo trimestre, su
peor dato en tres años” cuando estaba en
una media del 10 % en los últimos quinquenios y según los expertos, por debajo
el 8 % empezaría a aumentar el paro.
Dada la volatilidad de la situación y el pánico en el que
están entrando los estrategas del sistema, estas previsiones pueden variar a la
baja fácilmente, como ha venido ocurriendo con anteriores propuestas. La Banca Europea, en lo que va de año, ha
visto caer sus cotizaciones. Los grandes bancos del continente tienen en
sus balances activos inmobiliarios potencialmente sospechosos, activos tóxicos,
por valor de billones de euros. La deuda del Estado español, Grecia, e Italia
en conjunto, está sobre los 2 billones 987.000 millones a diciembre
2011. Los fondos de inversión de EEUU,
ante estos informes, han reducido a mínimos históricos su participación en
entidades financieras de Europa. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI)
dice que existen unas pérdidas potenciales por la devaluación de títulos de la
deuda pública que podrían superar el billón de euros.
Grecia e Italia.
Con todos esos “presuntos pufos”, los ladrones no se fían de
sus colegas, tal como vimos en la última cumbre del G-20 de noviembre pasado. En esta ocasión el anuncio del referéndum en
Grecia hizo saltar por los aires la escenografía acordada, terminando como el
rosario de la aurora. La bronca entre los altos mandatarios fue descomunal y
las imposiciones de Merkel y Sarkozy, en una reacción de escándalo que violaba
cualquier parecido con la “democracia” y abandonando los métodos aparentes de
la diplomacia, amenazaron al Presidente
Papandreu con echar a Grecia de la eurozona si no se sometía al gobierno de los
“tecnócratas” y acataba los dictados de
los “mercados”, que es la auténtica dictadura del capital financiero.
Desfenestraron al gobierno de Grecia e Italia y François Hollande derrotó
claramente a la derecha francesa, surgiendo con fuerzas el “Front de Gauche” de
Jean Luc Mélenchon, que indica el giro a la izquierda en Francia.
Cualquier gobierno, por muy socialdemócrata que se precie, si
se somete a los chantajes y a la lógica del capitalismo tiene que hacer como
hizo el Presidente de Grecia: aceptar la hoja de ruta que le dictaban los amos
a los que se debe. Esa forma de comportarse preparaba una maniobra para
legitimar la política de recortes a aplicar, con una nueva vuelta de tuerca
más, que forzaba tanto al Gobierno como a la oposición de derechas a formar un
Gobierno de Concentración Nacional que es el resultado que existe ahora, pero
como un Protectorado de la llamada “troika”.
Ese descarado giro a la derecha no es ninguna casualidad:
refleja muy bien el miedo de la burguesía a la oleada de manifestaciones y
huelgas generales en Grecia, que podríamos señalar como un proceso claramente
pre-revolucionario, con millones de asalariados en las calles y plazas
protestando por los ataques. La burguesía, a través de sus potentes medios de
comunicación en un régimen de oligopolio, han difundido la idea de que es un
gobierno de salvación dirigido por “independientes tecnócratas”, cuando la
realidad es que tanto en Grecia como en Italia, lo que existe es un giro a la
derecha de la cúpula dirigente, junto con un giro a la izquierda por las bases,
que, violando la propia formula de “democracia burguesa”, han dado un golpe de
estado financiero de tipo “bonapartista”, suspendiendo los formulismos
democráticos e imponiendo directamente a unos “administradores directos del
capital financiero” para que puedan aplicar las medidas de choque que emanan
desde despachos ocultos fuera del control de la democracia, de espaldas y en contra del pueblo.
Esta situación muestra la gravedad de la crisis tanto en
Grecia, como en Italia y asimismo en el Estado español, y expresa el grado de
descomposición de la democracia burguesa, corrupta hasta los tuétanos y
ampliamente degenerada y mercenaria del Poder de las finanzas; a la vez que
supone una seria advertencia para los intereses de la clase trabajadora,
dejando claro hasta dónde están dispuestos a llegar con sus ataques, si las
fuerzas sociales del movimiento de izquierdas y la juventud no nos organizamos
de forma unitaria y los frenamos con la fuerza potencial de la que disponemos
en la lucha por transformar la sociedad.
La descomposición del régimen burgués italiano también ha
sido traumática. Su economía se encuentra inmersa en un pantano de corrupción, atrapada en una deuda pública de más del 120 %
del PIB (Más de 1,97 billones de euros), que ha colocado a Italia, la tercera
potencia de la zona euro, al borde de la bancarrota con el peligro de arrastrar
a la economía mundial hacia una depresión mayor.
Los analistas vienen insistiendo una y otra vez que Italia y
España no son Grecia, y es cierto. Las economías de Italia y España, consideradas entre las nueve primeras
potencias mundiales, se han visto vapuleadas por la crisis y por los tiburones
de la especulación financiera, sufriendo alzas brutales en su prima de riesgo e
incluso superando en algunos momentos los 600 puntos del diferencial con el
bono alemán, asomándose al rescate. Esto
obliga a pagar unos intereses del 7 % por las letras a diez años, lo que indica
una situación insostenible ya que si la dinámica continúa así, no hay dinero
suficiente en el Banco Central Europeo para poder acudir al rescate. Una
perspectiva que podría provocar la suspensión de pagos de estas naciones y
arrastrar a la economía de Europa al torbellino del precipicio, pues un rescate
de Italia o España haría quebrar a la banca Francesa y Alemana.
Como en Grecia, el nuevo gobierno de Italia, presidido por el
antiguo Comisario Europeo, Mario Monti, representa directamente los intereses
de los bancos y los monopolios. Un gobierno, que al igual que el griego, ha
sido impuesto por el gran capital francés y alemán con el beneplácito de la
derecha y la socialdemocracia italiana, y que no tardó ni un mes en presentar
un plan de austeridad salvaje: aumento
de la edad de jubilación, recorte de los salarios de los empleados públicos,
aumento del IVA y los impuestos indirectos, planes de privatizaciones…Una
estrategia de hacer cargar el peso de la crisis sobre las espaldas de los
trabajadores y sus familias, y que como está sucediendo en Grecia, Portugal,
Irlanda, Gran Bretaña o en el Estado
español, están siendo rechazados y respondidos en la calle con grandes
movilizaciones.
Todas esas maniobras políticas y financieras están teniendo y
tendrán escasos resultados para relanzar la economía productiva, salvo
recomponer los beneficios de los grandes bancos y corporaciones capitalistas. A
pesar de la quita de la deuda Griega, según
un informe del Banco Central Europeo el país no podrá salir de la
recesión hasta 2020, a pesar de que el PIB ha caído ya más de un 30 %, mucho
más de la destrucción que provocó los dos primeros años de la Segunda Guerra
Mundial.
Divisiones profundas en la UE.
Muchos analistas culpan a Merkel de ser la principal causante
del agravamiento de la crisis. Tanto la Canciller como los capitalistas
alemanes se niegan pertinazmente a los eurobonos y a que el Banco Central
Europeo compre deuda pública que ayude a los países que tengan más
dificultades, porque al final, en caso de dificultades, tendrían que ser
respaldados por las economías más fuertes del continente, en este caso Alemania
y Francia. Merkel sabe que el BCE ha
prestado a los bancos europeos cientos de miles de millones de euros al 1 %
para que éstos vuelvan a prestar para comprar bonos de deuda a los países
europeos en dificultades, obteniendo una rentabilidad de entre un 20 % y un 4
%, por cuyo procedimiento, muchas de las quitas que tendrán que realizar para
intentar salvar el Euro, ya están abonadas de antemano por la clase trabajadora
de esos países. La prima de riesgo de “Portugal alcanzaba 855 puntos básicos y
la de Grecia 2.449” (Diariocrítico.com 9-8-12).
Los burgueses alemanes no quieren financiar sin garantías de
cobro la crisis de los países económicamente más pobres y esa posición está
provocando enfrentamientos con los capitalistas franceses. Francia entrará en
recesión en 2012 ya que en el último trimestre de 2011 creció solamente un 0,1
% del PIB. Las perspectivas de
crecimiento para Alemania son muy bajas, entre un 0,1 % y un 0,2 % para el
primer semestre del año que viene. Y Gran Bretaña también está estancada, pues
espera un crecimiento raquítico del 0,1 % para los próximos trimestres.
Las dificultades se extienden también a Bélgica y Austria,
cuyas primas de riesgo han subido en torno al 200 %, alcanzando en Portugal,
que supera los 850, la calificación de
su deuda el degradante nivel de “bonos basura”.
Con todo ese panorama como telón de fondo este año pasado se
agravaron las presiones para emitir
eurobonos que llegan al punto álgido con el enfrentamiento abierto entre Durao
Barroso y Angela Merkel, (involucrándose en la disputa Sarkozy que ya estaba de
capa caída). Con la entrada de Hollande,
parece que están intentando modificar algo la estrategia económica, pero el
margen es tan raquítico que lo tienen muy difícil. Los que defienden los
eurobonos quieren que la UE disponga de tanta liquidez como EEUU para
respaldar la deuda, con lo cual lograrían una rebaja de los costes de su
financiación. En 2010 la deuda de la eurozona llegó al 85,4 % del PIB,
ascendiendo a 7,8 Billones y la de EEUU alcanzaba los 19,2 Billones de dólares
(94,4 % PIB).
La disputa está en que si se emiten los eurobonos para cubrir
a todos, tendría que ser Alemania la avalista y ese es el quid de la cuestión.
La burguesía francesa pretende que sea el BCE el que se convierta en garante
para que compre toda la deuda que sea necesaria en los países que tengan
problemas dentro de la eurozona, pero esto ha sido rechazado de plano por
Alemania en la cumbre de Estrasburgo del 24 de Noviembre. Se habla con
insistencia de una eurozona de dos velocidades, algo que agravará el problema
en vez de solucionarlo. La Unión Europea de los Mercaderes es una utopía
reaccionaria y se muestra incapaz de dar soluciones a las cuestiones sociales y
económicas, por lo que la batalla continuará debido a la profundización de la
recesión.
Las perspectivas de recrudecimiento de la crisis han
reabierto a una escala tremenda el debate sobre el futuro de la unión monetaria, que es lo
mismo que el de la Unión Europea. Los partidarios de la desaparición de la UE,
incluso del euro, toman posiciones. Paul Krugmann, premio Nobel de economía, en
un escrito afirmaba que “la amarga verdad es que cada vez da más la
impresión de que el sistema del euro está condenado. Y la verdad todavía más
amarga es que, dado el modo en que ese sistema se ha estado comportando, a
Europa le iría mejor si se hundiese cuanto antes mejor”.
La necesidad de una integración política, económica y social,
para poder salvar al euro es asumida por la mayoría de los estrategas del
capitalismo, pero no se ponen de acuerdo en el cómo y quién carga con la
factura. Se han quedado sin paradigma
económico y tanto el liberalismo monetarista como el keynesianismo son modelos
imposibles de sacar a Europa y a la economía mundial del pozo de la recesión en
el que está sumida.
La última reunión de la UE en Bruselas del pasado 9 de
diciembre se ha saldado con la victoria de las posiciones políticas de la
burguesía alemana: austeridad y planes salvajes de recortes de gasto
público; reformas de los tratados para
imponer la disciplina fiscal; sanciones a los Estados que la incumplan; y
vigilancia de los presupuestos nacionales que tendrán que ser acordados con el
BCE, es decir, con la burguesía alemana. La autoexclusión de Gran Bretaña de
estos acuerdos es, asimismo, una señal de que el abismo abierto ante la UE no
ha sido resuelto. El dominio de la clase dominante alemana sobre sus
competidores, no evitará que ante la perspectiva de la continuidad de la
recesión, incluso su recrudecimiento, los enfrentamientos entre las distintas
burguesías se agudicen en los próximos meses.
Cada vez más
economistas están manteniendo la tesis de que con la espiral de recortes y
ataques adoptados la crisis se agravará, porque hunden las condiciones de vida
y de trabajo de la mayoría de la población asalariada, que son los
consumidores, arrastrando la demanda global a la baja y lastrando la
recuperación en cada uno de los países. Las cuentas son claras. La deuda
pública de Grecia, que como hemos dicho está en torno al 132 % podría subir al
200 % en 2013 si continúan con estas medidas. Es imposible que disminuyendo
cada vez más el poder adquisitivo de los salarios, con una tasa oficial de
desempleo en el 18,4% (la real se sitúa entorno al 25 %), y la reducción
drástica de la inversión pública, la economía griega se recupere.
Los capitalistas, y los gobiernos que se inclinan ante ellos,
llevan años mintiendo a los ciudadanos y empleando discursos demagógicos
animando con una salida común de la crisis, pero una vez y otra, los brotes
verdes se marchitan y la luz que dicen ver al final del túnel queda reducida a
negras cenizas.
La lucha por el mercado mundial y la respuesta
de las masas está siendo titánica, pues cada día se reducen más, lo que
determina una actitud belicosa de las distintas potencias que se disputan cada
palmo de ellos. Los enfrentamientos y las divisiones dentro de la Unión Europea
son públicos y notorios entre los países más fuertes, Alemania y Francia
principalmente, contra los más débiles, Portugal, Italia, Grecia y España. Por
otra parte, la economía de los EEUU se sigue contrayendo, con aumentos
históricos de la deuda y déficits abultados hasta alcanzar 15 billones y de 1,5
billones de dólares respectivamente. La
amenaza severa que representa el contagio de la crisis por impago de la deuda
de Europa en los Estados Unidos podría
arrastrar al sistema financiero mundial hacia un agujero cada vez más
profundo.
Asimismo, la gran
batalla que están librando EEUU y China por el control de la zona de
Asía-Pacífico, que representa el 50 % del comercio mundial, es otro síntoma de
la gravedad de la crisis. Una batalla por el dominio económico y geoestratégico
que está teniendo su traducción en un aumento de la carrera de armamento y
amenazas de conflagración mundial en zonas caliente como Irán, y Oriente Medio
de consecuencias imprevisibles.
China está avanzando
en la carrera espacial y militar, construyendo armas modernas, bases militares,
misiles de largo alcance y aviones ultramodernos no tripulados; una dinámica
semejante en otros países de la zona, que están firmando tratados militares con
los EEUU que utiliza el complejo militar-industrial para ayudarse a salir de la
crisis económica, pues ve en ello un sector más para su recuperación y su
política hegemónica mundial.
La crisis del capitalismo no sólo está teniendo consecuencias
en el plano económico. Sus repercusiones en el terreno de la lucha de clases
han puesto en el orden del día grandes movimientos revolucionarios. En
Latinoamérica, el proceso se extiende a nuevos países que eran ejemplo de
estabilidad: en Chile se han producido las movilizaciones de la juventud más
importantes desde la caída de Pinochet. En EEUU, un nuevo movimiento de masas,
con una envergadura desconocida desde los años sesenta, contagio de la “primavera árabe” y del
movimiento 15-M, con movilizaciones ciudadanas potentes como Ocupar Wall
Street, está tomando las calles de las principales ciudades al
grito de somos el 99%.
En el mundo árabe, la revolución ha derrocado dictaduras
sangrientas que habían sido apoyadas por las potencias de Occidente durante
décadas. Dese Túnez hasta Yemen todo está en ebullición, con masacres como en
Libia o en Siria que son verdaderos genocidios. También en Europa estamos asistiendo a grandes
movilizaciones, huelgas generales y luchas de la juventud. Un gran movimiento
que pone en cuestión el capitalismo, las instituciones de la democracia
burguesa, y señala como alternativa la transformación socialista de la
sociedad. Sólo bajo el socialismo, bajo
un régimen dónde las palancas de la economía y el poder político estén bajo el
control democrático de la mayoría de la población, será posible la auténtica
democracia.
IV.- SITUACIÒN EN EL ESTADO ESPAÑOL.
La crisis actual del capitalismo español no será un fenómeno
pasajero que se pueda resolver en cuatro años, como algunos demagogos venían diciendo en la mentirosa campaña orquestada
por el PP, la burguesía y su enorme aparato de propaganda en las pasadas
elecciones. El gobierno Rajoy está llevando a cabo una
ofensiva sin precedentes contra la clase trabajadora, la juventud, los
pensionistas y las capas menos favorecidas. Si el nuevo Gobierno acelera y profundiza los recortes contra el
gasto social, como está anunciando, la
situación va a ir de mal en peor y no podemos descartar serios estallidos sociales, que serán responsabilidad
de la nefasta y agresiva política del gobierno del PP contra el pueblo.
El programa del PP se sustenta en el apoyo a la ofensiva que
le exigen los capitalistas, con la CEOE a la cabeza, y el sometimiento a los
dictados del FMI, BM y el BCE que representa una total pérdida de soberanía del
Estado que viola la Constitución, al desmantelar el incipiente “Estado Social y
Democrático de Derecho”. La perspectiva
para los próximos meses es clara; se
profundizarán los ataques a la enseñanza y la sanidad pública, a los servicios
sociales, con recortes salvajes y la aplicación de medidas privatizadoras como
el copago y la reducción del tramo obligatorio en la educación pública, con la
potenciación de la privada.
Habrá una disminución de las prestaciones por desempleo, y el
despido de miles de empleados públicos; dentro del paquete de reforma laboral
se contempla asimismo el intento de minar la negociación colectiva en beneficio
de la patronal, el abaratamiento del despido que afecta a otros cientos de miles de asalariados más
que irán a engrosar las cifras de paro, de las cargas sociales reducción a la
patronal, aumento de las subvenciones a los empresarios y disminución de
impuestos para los más ricos y aumento del IVA y otros impuestos que afectan más
a las capas medias y a los asalariados y a los pobres.
Debido a que las perspectivas de recuperación de la economía
española y mundial se volatilizan, con una temible recaída de la recesión, los
esfuerzos del PP, presionados por los capitalistas, se concentran en defender
sus beneficios, a costa de una intensificación de la explotación a los
trabajadores y el saqueo de las arcas públicas, como ha sido trazado por el
FMI, el BCE y el Banco de España.
Si analizamos algunos datos, como por ejemplo, los indicadores
de coyuntura de la economía española, vemos que se siguen deteriorando y casi
todos son negativos: En el primer trimestre de este año, el consumo
de los hogares baja -6 %, la Formación Bruta de Capital Fijo, que nos indicaría los puestos de trabajo que
se podrían crear en el futuro si fuese positivo, está todavía en negativo y
desciende -8 %, y la FBCF en construcción sigue
desplomándose en -10,2 %. El
índice de producción industrial en mayo 2012 cae el -6,1%, el consumo de cemento – 32,3 % en junio, las pernoctaciones en
hoteles, es lo único que se salva pero con un raquítico aumento en mayo de un
0,4 %, pero la matriculación de automóviles se desplomó en junio un -11,7 % y
el indicador de la confianza de los consumidores está por los suelos,
desplomándose un -25,1%. El dato más
preocupante sigue siendo el paro pues en el 1º T/12 cayó un -0,4 % y la tasa de
paro de la EPA está en el 23,7 % con 4.729,600 parados registrados. (El País,
pag.17 Suplemento Negocios 22-7-12).
En lo que llevamos de año, los ingresos medios anuales de los
hogares siguen descendiendo respecto al año 2011, habiéndose incrementado la
precariedad laboral y los desahucios de viviendas por no poder atender las hipotecas,
pero los capitalistas quieren más y no se pararán ante nada.
Debido al carácter parasitario y relativamente débil de la
burguesía española, y la gravedad de la crisis económica, los ataques serán
mucho más fuertes y salvajes contra los asalariados, pues los capitalistas
pretenden compensar la creciente factura de los intereses que el Estado paga a
la banca y el gigantesco agujero que ésta tiene como consecuencia de la colosal
estafa que representó la burbuja inmobiliaria, con una brutal reducción de los
gastos sociales.
Tanto en las cuestiones económicas como en las políticas y
sociales, el PP ha pasado a la ofensiva desde el primer momento, pero con un
clima de contestación creciente en las calles y plazas, que están presente
fundamentalmente desde el 15-M. La confrontación en líneas de clase es una
perspectiva inevitable en un periodo no muy largo de tiempo.
La verdadera interpretación de lo que ha ocurrido en las
urnas el 20-N es que la coalición tácita de “liberales y socialdemócratas” ha cosechado un sonoro
fracaso, mientras el PP tan sólo ha mantenido su techo electoral pero sin
ampliar su respaldo. Existe una aparente contradicción en la actual situación
política, que puede ser resumida en el hecho de que haya ganado la derecha
mientras que los trabajadores han estado luchando y girando a la izquierda, con
las movilizaciones más importantes desde la transición, como se vio en las
manifestaciones del 15-J y el 15-O, y las fuertes luchas en el sector de la
Enseñanza, la Sanidad, la Minería y el Campo Andaluz. Pero se trata de una contradicción fácilmente
explicable: las aspiraciones de millones chocaban con una política, la del Gobierno de Zapatero, que había provocado
un profundo descontento entre la base social socialista. Millones de votantes dieron la espalda al
partido por su política anti-obrera, pero no votando al PP, que mantuvo su techo, sino engrosando la
abstención y apoyando, en menor medida, a Izquierda Unida que se convirtió en
la auténtica ganadora, como se demostró con rotundidad en Andalucía, con el
sonado frenazo al PP.
En estos resultados también ha influido la política de las
direcciones de UGT y CCOO. Las cúpulas sindicales de esos sindicatos, después
de la huelga del 29-S de 2010, y al no contemplar ninguna alternativa clara
para luchar contra los recortes basándose en la fuerza del movimiento obrero,
asumieron en la práctica el papel de “grandes hombres de Estado” para
contribuir al salvamento del sistema capitalista al que, teóricamente, tienen
la obligación de combatir. En lugar de
reconocer claramente el fracaso de la política de pactos sociales y asumir que
es preciso, como reclaman las bases, dar una respuesta contundente a la
ofensiva patronal a la que se enfrentaban, respaldaron la “contra-reforma de
las pensiones” y cedieron ante la actitud cada vez más belicosa por parte de la
CEOE que en la práctica arrebata los derechos laborales conquistados a base se
sacrificios y luchas por los trabajadores.
La actitud reciente de las direcciones de CCOO y UGT
ofreciendo nuevos pactos con el gobierno del PP y a la Patronal, solamente
podrán conseguirse si se lesionan profundamente los intereses de los
trabajadores. La debilidad invita a la agresión y los capitalistas han visto
esta situación de debilidad y postración de parte de los dirigentes sindicales
y se envalentonan, pero no tienen en cuenta un pequeño-gran detalle, como es el
ambiente de las masas, que sienten la necesidad de luchar ante los ataques provocativos
de la patronal y el gobierno.
La contradicción que viven las masas bajo el capitalismo, al observar un estado de corrupción y despilfarro
enorme entre la burguesía, alcanzando incluso a familiares de la Casa Real, y
la agobiante situación que padece la clase trabajadora y los pobres, se hace
cada día más patente rechazando el modelo de “democracia burguesa”.
De una u otra forma, cualquier alternativa sindical y
política que quiera servir a los intereses de la mayoría de la sociedad, que es
la clase trabajadora asalariada, tiene que partir de una realidad básica: que en esta fase de la crisis y con el
capitalismo mundial en plena decadencia, cualquier intento de conciliar los
intereses de los burgueses y los del asalariado, llevarán a la colaboración con
quienes controlan el gran capital financiero y los grandes monopolios,
admitiendo su lógica que contradice los intereses de los explotados, de los campesinos, de los autónomos, de las
pymes y de la clase asalariada en su conjunto.
La única vía para frenar los ataques y hacer valer nuestros
derechos, es mediante la lucha, y no asumiendo la lógica de la dictadura del
capitalismo. Pablo Iglesias nos enseñaba que la contradicción fundamental del
capitalismo se encuentra entre el carácter social de la producción y la forma
de apropiación individual de los beneficios que comporta la existencia de la
propiedad privada de los medios de producción. Nos decía también que esa
contradicción ha sido constante bajo el capitalismo desde su nacimiento, tanto
en momentos de auge como de recesiones, pero mientras más se desarrollan las
fuerzas productivas, cuando más se integran en la economía globalizada, más
aguda e insoportable se hace esa contradicción.
La actual crisis económica la ha exacerbado en grado extremo.
Las fuerzas productivas creadas, tanto por la mano del obrero como por su
inteligencia, están ahora prisioneras del estrecho marco de la propiedad
privada y el mezquino afán del lucro privado. La enorme desigualdad del reparto
de la riqueza explica que la misión histórica de los capitalistas está
totalmente agotada, y la existencia del capitalismo como modelo es ya un
auténtico obstáculo para el progreso social. La verdadera causa del caos
económico, y la dictadura del sistema financiero, se explican por las dos
grandes contradicciones en las que se encuentra atrapado el sistema: la
propiedad privada de los grandes medios de producción, y las fronteras nacionales.
Es relativamente reciente el eufemismo creado por los
estrategas del capital, que culpan de todos los males a “los mercados”, pero es
preciso comprender a qué se refieren con
esa “misteriosa” palabra. En realidad
esos “mercados” no son otros que individuos archimillonarios, que acumulan
gigantescos patrimonios, que
directamente o por medio de “testaferros” manipulan las finanzas con ventajas,
artificios, ingenierías financieras y estafas colosales, a la vez que condicionan
y determinan para esa ínfima minoría el
funcionamiento y los beneficios privados, de la economía y del conjunto de la
sociedad. (Lo que ellos llaman “Libre Mercado” es una falsedad
suprema).
En un reciente estudio se ha revelado que en el Estado
español, 1.400 personas, o sea un 0,035 % de la población, controlan las
palancas fundamentales de la economía y poseen una capitalización que equivale al 80 % del Producto Interior
Bruto. A escala mundial los 737 primeros bancos, compañías de seguros y grandes
grupos industriales controlan el 80 % del valor de las 43.000 principales
empresas multinacionales; y un grupo más selecto de 147 entidades controlan más
del 40 % de todo el valor de las multinacionales mundiales y de entre ellas,
las 50 multinacionales más potentes son las que toman las decisiones a través
de sus Consejos de Administración, siguiendo la hoja de ruta que les marcan
grupos semi-clandestinos como el Club Bilderberg o la Trilateral.
Esta situación confirma las tesis de que habría que expropiar
a poquísimas personas para que la inmensa mayoría de la humanidad pudiésemos
vivir dignamente con todas las necesidades básicas cubiertas, como venimos
proponiendo una y mil veces los socialistas marxistas. Con una alternativa genuinamente socialista,
defendiendo la nacionalización de los medios de producción socializados bajo
control democrático de los trabajadores, al servicio de la mayoría de la
sociedad, el desarrollo económico, social y cultural daría un salto de gigante.
En una verdadera democracia, en una sociedad que marchara resueltamente hacia
el socialismo nadie debería impedir que toda persona que no esté impedida por
enfermedad, excluyendo a la infancia y a los ancianos, pudiesen trabajar en
buenas condiciones y con unos ingresos decentes para que todos los avances
técnicos redundasen en más tiempo libre para desarrollarnos como seres humanos
con todo el potencial que brinda el actual nivel tecnológico y científico
alcanzado.
El socialismo ya no es una utopía como nos quieren seguir
haciendo creer los defensores del capitalismo, sino que se ha convertido en una
necesidad para la humanidad. Como sintetizaba Federico Engels en una de sus
reflexiones: “”En la sociedad capitalista, los medios de producción no pueden
ponerse en movimiento más que convirtiéndose previamente en capital, en medio
de explotación de la fuerza humana de trabajo. Esta imprescindible condición de
capital de los medios de producción y de vida se alza como un espectro entre
ellos y la clase trabajadora. Ella sola
es la que impide que se engranen la palanca material y la palanca personal de
la producción; ella es la que no permite
a los medios de producción funcionar y a los obreros trabajar y vivir. De una
parte, el régimen capitalista de producción revela, pues, su propia incapacidad
para seguir rigiendo estas fuerzas productivas. De otra parte, estas fuerzas
productivas acucian con intensidad cada vez mayor a que se liquide la
contradicción, a que se les redima de su condición de capital, a que se les
reconozca, efectivamente, su condición de fuerzas productivas sociales”.
V.- POR UNA ALTERNATIVA SOCIALISTA QUE ROMPA CON LA
DICTADURA DE LOS MERCADOS
Nuestro partido, el
Partido Socialista Obrero Español tiene que realizar un cambio de rumbo
programático, un verdadero giro hacia la izquierda, para ofrecer una salida a la clase
trabajadora, que sea asumida como propia y que restablezca el apoyo y la confianza de
la mayoría de la sociedad.
A) Nacionalizar
el sistema financiero bajo el control democrático de los trabajadores y sus
organizaciones.
Es urgente cambiar la política económica y monetaria practicada hasta ahora. No es
posible salir de la crisis utilizando los mismos mecanismos liberales que han
llevado al colapso a la economía, por lo que la única política correcta sería
utilizar todos los recursos financieros disponibles para la creación de un “banco
público estatal único, es decir
nacionalizar el sistema financiero bajo control democrático de los trabajadores
y sus organizaciones, y poner la economía al servicio de la producción y ésta
al servicio de los seres humanos.
Es completamente inviable que el gobierno intente convencer a
la Banca Privada de que conceda créditos, cuando el sistema está completamente
colapsado, porque a los jefes y amos de la banca privada sólo les interesa
obtener gratis los fondos del Estado para mantener sus insultantes beneficios y
repartir dividendos entre sus accionistas.
Consideramos que es urgente en cuanto que el PSOE vuelva a
conquistar el Gobierno, para lo cual es preciso marcar una táctica de unidad
con las demás fuerzas de izquierdas, tanto sindicales como políticas, que se decrete la expropiación de los bancos
privados, con indemnización solo en casos de necesidad comprobada, con el objetivo de concentrar todo el crédito
en manos del Estado, para gestionarlos democráticamente entre el Gobierno, los
sindicatos de clase, los propios empleados de la Banca, y el conjunto de las
organizaciones obreras, como la mejor forma de democratizar los recursos
financieros, evitar la corrupción y la especulación y exigir el
desmantelamiento de los paraísos fiscales.
Esta política no significa, ni mucho menos, la expropiación
de los pequeños ahorradores y depositarios, sino todo lo contrario, pues una vez nacionalizado y
democratizado esos recursos dinerarios, tendrán la garantía del Estado. De esa
forma, una Banca Pública Estatal, al servicio de la producción y gestionada
democráticamente, puede establecer
condiciones más favorables para otorgar apoyos y conceder préstamos a bajo
interés, a los pequeños y medianos
empresarios, a los agricultores, a los pequeños comerciantes, a los
pensionistas, a los ahorradores, a la vez que se permitiría la inversión en los
gastos sociales, vivienda, sanidad, educación e infraestructuras públicas tan
necesarias dando empleo a millones de jóvenes y trabajadores.
De hecho, la nacionalización en la práctica de la banca se
está llevando a cabo de una u otra manera por gobiernos de todo signo político,
pero por desgracia, se está llevando a cabo poniendo los recursos públicos al
servicio de la burguesía y salvando los intereses del capital privado. El gobierno del PP está robando a los pobres
para darle dinero a los banqueros y especuladores. La consigna, nacionalizar
las perdidas, privatizar las ganancias, es el programa del gran capital que
está llevando a cabo Rajoy. De ahí se
desprende este ataque sin precedentes a los gastos sociales y las conquistas
históricas del movimiento obrero.
B) Por una vivienda digna y
accesible a toda la población.
El derecho a una vivienda digna es esencial para todo ser
humano. Una de las tareas fundamentales de un próximo gobierno de los
trabajadores tiene que ser poner en marcha un plan de construcción de un millón
de viviendas sociales; municipalización del suelo urbano para liberar suelo
barato. Nacionalización de las grandes empresas constructoras, fuertemente
endeudadas, para gestionarlas democráticamente bajo control obrero. La Vivienda
es un Derecho de la ciudadanía, no un negocio de especuladores y corruptos.
Impuestos progresivos a los especuladores que poseen gran cantidad de viviendas
vacías, para forzar a sacar estas viviendas en alquiler y evitar que la
vivienda sea un medio de especulación.
El Gobierno debe desconocer el valor actual de las deudas
hipotecarias de las familias obreras, que están ligadas al valor artificial del
suelo originado en el boom inmobiliario, que se derrumbó. Paralización inmediata de los embargos por
hipotecas de viviendas y bienes de las familias trabajadoras. Ninguna familia obrera debe pagar más del 10%
de su Salario Familiar en vivienda. Plan de alquiler estatal con ofertas
habitacionales que no sobrepasen el 10% del Salario familiar.
El Estado procederá a la expropiación de todos los inmuebles
y viviendas abandonados, o no ocupados durante un año, o que estén fuera de
uso, para que puedan alojarse las familias sin viviendas y sin recursos, o/y
para que puedan ser usadas socialmente como centros culturales y de ocio. La
entrega y el uso de cada inmueble deberá estar controlado por la Asambleas de
peticionarios correspondientes de cada zona, con representación de Asociaciones
Vecinales, Sindicatos de clase y Vecinos que tengan solicitada vivienda social.
C) En defensa de la enseñanza
pública.
En defensa de una red de enseñanza pública de calidad,
gratuita, laica y científica.
Incorporación de los centros concertados a la Educación Pública. Ninguna
subvención estatal a la enseñanza privada. Incremento del presupuesto educativo hasta el
7 % del PIB. Por una universidad pública y gratuita para los hijos de los
familias trabajadoras.
D) En defensa de la sanidad
pública: No a la privatización, no al copago.
Incremento de un 20 % de los presupuestos de la Sanidad
Pública, con el objetivo a corto plazo de eliminar las listas de espera y
mejorar la atención sanitaria global. Plan de inversiones en Hospitales y
medios sanitarios. No a la privatización de la sanidad pública, al recorte
presupuestario y al despido de trabajadores del sector. No al copago.
Desarrollo real de la Ley de Dependencia e incremento de los puestos de trabajo
del personal dedicado a la salud pública para atender dignamente a todos los
enfermos.
E) Luchar contra la especulación y
la corrupción.
Que no se cubran las pérdidas de las empresas privadas con
dinero público. Nacionalización sin
indemnización de todos los especuladores que ahora declaran pérdidas y
presentan Expedientes de Regulación de Empleo, poniendo en peligro miles de
empleos entregando esas empresas en manos de los trabajadores con apoyo financiero
y técnico por parte del Estado. Fuerte impuesto progresivo a las grandes
fortunas. Lucha contra el fraude fiscal: expropiación de los grandes capitales
que defrauden a Hacienda. Los representantes del Partido en las Instituciones
no deberán cobrar más de la media del sueldo de un trabajador cualificado.
F) Un plan de choque de inversiones
públicas.
Contra la huelga de capitales y la caída brusca de las
inversiones privadas y dado que los capitalistas españoles no invierten, se
procederá a incrementar la inversión por parte del Estado. Plan de construcción
de viviendas públicas, hospitales, centros de estudio y universidades, para dar
empleo a los millones de parados existentes y satisfacer las necesidades
sociales. Inversión en I+D+i.
Introducción de la robótica y las nuevas tecnologías para garantizar los
puestos de trabajo en cada empresa que lo requiera, bajo una planificación
racional de los recursos y bajo control democrático de la gestión por los
trabajadores.
Cuando el empresario presente un ERE o el expediente para
cierre, se le exigirá que se abran los Libros de Contabilidad de la empresa o grupo de empresa al que pertenezca. Se
ejercerá el control social para evitar el vaciamiento de los recursos
financieros y demás bienes de la empresa y se fiscalizará el funcionamiento
correcto evitando los fraudes, robos y boicoteo a la producción, que será
puesta bajo control estatal.
G) En defensa del empleo y contra
el paro.
Jornada laboral de 35 horas semanales sin reducción salarial
con el objetivo de repartir el trabajo como un bien escaso.
Para dar paso a la juventud y combatir el desempleo juvenil,
jubilación a los 60 años, con contratos de relevo y fomento del contrato de
aprendizaje.
Contra la eventualidad y la precariedad, fijo a los 15 días
en puestos fijos y contratos de fijos discontinuos en puestos eventuales.
Lucha firme contra la discriminación de la mujer, exigiendo
el cumplimiento por Ley de "a igual trabajo, igual salario", sin
excepción con fuertes sanciones para los patronos que infrinjan esa
legislación.
Plenos derechos laborales iguales como ciudadanos, tanto para
los inmigrantes como los nativos, por lo que es necesario derogar la actual Ley
de Extranjería, introduciendo también cambios que favorezcan el asilo político.
Nacionalización de las empresas en crisis para defender todos
los puestos de trabajo.
Como apoyo social de urgencia, el Estado entregará de forma obligatoria a todo
trabajador en paro que no perciba prestación económica alguna, ayudas de emergencia en alimentos, ropas y
bonos de transporte indispensables para tener una vida digna, comprometiéndose
el trabajador a prestar servicios
sociales a través del Municipio al que sea asignado provisionalmente mientras
no se le oferte otra alternativa laboral.
El trabajo social prestado será proporcional al valor de la
ayuda recibida y se ejercerá un control público mediante la Asamblea de barrio
o zona, en colaboración con las Asociaciones Vecinales y los sindicatos y
Comités de Parado, que deberán realizar un censo para saber exactamente las
familias o personas que necesiten dichos
servicios sociales básicos, que deberán ser solicitados mediante votación positiva de la Asamblea a la que estén
inscrito, con el objetivo de erradicar de inmediato los casos de pobreza
extrema y solamente estarán exentos de prestar ese trabajo social sustitutorio
los niños, los ancianos y los impedidos por enfermedad, mediante baja médica u
hospitalaria.
Es prioritario la legalización inmediata de todos los
trabajadores que son explotados en la
economía sumergida con el mero requisito de proceder al alta de oficio a toda persona
que esté prestando servicios y no se encuentre en nómina, pasando a contrato
fijo de plantilla, con el único requerimiento de comunicar el alta al
sindicato, a la patronal y a la
inspección de trabajo por parte del trabajador afectado.
H) Por los derechos sociales y el
fomento de la actividad productiva.
Mantenimiento de los
servicios de empleo dentro del Estado. No a las ETTs. Por un puesto de trabajo
o subsidio de desempleo indefinido igual a un Salario Mínimo Interprofesional
de 1.100 euros al mes a partir de los 16 años y salario máximo de altos cargos
públicos y privados que no superen cuatro veces el salario mínimo, regulados a
través del IRPF a través de una reforma impositiva progresiva y justa.
Subida automática de los salarios igual a la subida del coste de la vida con la introducción de la
escala móvil precios-salarios, con subidas y revisiones cada 3 meses bajo
control de comités sindicales, asociaciones de consumidores y gobierno para
evitar la inflación descontrolada.
Poner la economía al servicio del ser humano y no del lucro
de una minoría, para lo cual es preciso decretar la nacionalización de la banca
y los monopolios, indemnizando a los
pequeños accionistas necesitados y poniendo estos recursos productivos bajo
control democrático de los trabajadores para impulsar la economía productiva.
Con estas palancas económicas fundamentales en poder de la sociedad, pueda
llevarse a cabo un verdadero plan que incremente la producción, cuya capacidad
productiva instalada está estrangulada en los momentos actuales en torno al 68
%.
Desde la Transición no se habían producido movilizaciones
jornaleras tan impresionantes en Andalucía como las que se están viendo este
año, con la toma de tierras de la Finca
las Turquillas, la requisa de comida de los supermercados para paliar el hambre
de miles de familias, duras luchas contra los decretazos del PP, que sin lugar
a dudas refuerza el papel del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) que se mantiene en la vanguardia de la lucha por un empleo
digno para los jornaleros. La
contra-reforma del PP y los recortes presupuestarios supone la desaparición de las ayudas que hundirán
en la hambruna a miles de familias, por ello es cierto que las movilizaciones y
la amenaza de la Huelga General se acerca a pasos agigantados.
Está claro que existen condiciones para otra huelga general,
esta vez de 48 horas que si CCOO, UGT, SAT, CGT, S.E. y otros colectivos se
deciden seriamente ir a la lucha, con unas reivindicaciones concretas, el apoyo masivo,
como viene siendo demostrado en las recientes movilizaciones y manifestaciones,
serán secundados por cientos de miles, porque incluso el grito de “Reforma
Agraria ya”, expresa el ansia del pueblo
de que las cosas tienen que cambiar, para poder trabajar y producir, como la única forma de salir de esta
recesión.
En las asambleas públicas los obreros y obreras dejan claro, una vez tras otra, que quieren un trabajo digno en vez de limosnas y
subvenciones. En Andalucía solo el 2 % de los propietarios son dueños del 50 %
de la tierra, aumentándose la concentración en los últimos años, ya que muchos
pequeños propietarios tienen que vender sus pequeñas fincas por no poder
competir con los terratenientes que se llevan el 80 % de las subvenciones. Los
pequeños campesinos caen en manos de la banca o de las grandes multinacionales
que controlan las grandes superficies de ventas, imponiéndoles precios por
debajo del costo de producción lo que les sume en la ruina, empujando a su vez
a los salarios hasta situaciones de esclavitud.
Pero el sector que se lleva los palos es el de los jornaleros
que no tienen ninguna propiedad y solo
dependen de su fuerza de trabajo, pero con el brutal índice de paro que existe,
no tienen faena mientras miles de hectáreas, propiedad de unos cientos de terratenientes, permanecen ociosas, no se cultivan o se dedican
a cotos o ganaderías, perpetuándose la situación indigna de paro forzoso,
volviéndose de nuevo a la denigrante situación de contratación mediante el
“pisotón en la plaza del pueblo”.
La única salida para solucionar las necesidades de las familias de los jornaleros, campesinos
pobres y clase trabajadora en general y fomentar la creación de puestos de
trabajo, es que el Estado expropiara, con
indemnización en casos de necesidad comprobada, los latifundios de más de 200
Ha, para realizar una explotación en régimen cooperativo, con apoyo técnico y
financiero estatal que permita reformar y modernizar las estructuras agrarias,
encaminadas a la industrialización y distribución social caminando hacia la
soberanía alimentaria y el fomento de la exportación de los excedentes.
Para luchar con firmeza contra el paro forzoso y cierre de
empresas, se decretará la expropiación sin indemnización por el Estado de todas
las fábricas y empresas cerradas por sus dueños o que estén con expedientes y litigios de despidos que
tengan reivindicaciones en marcha por
parte de los trabajadores, para que sean puestas en funcionamiento bajo control
democrático de sus propias plantillas, para lo cual, el Estado deberá
garantizar el salario fijado en convenio y prestarle ayuda, apoyo técnico, financiero y plantear una democracia real
bajo control obrero.
VI.- ORGANIZAR LAS FUERZAS PARA LUCHAR POR LA
TRANSFORMACIÓN SOCIALISTA DE LA SOCIEDAD.
Ese programa anterior, a favor del pueblo y de las familias
trabajadoras, es evidente que no lo van
a aplicar los empresarios y la burguesía
por las buenas. Solamente con la lucha y la movilización de masas
podemos arrancar una gran parte de estas demandas. Para que sean efectivas y
llevadas a la práctica es necesario un gobierno de los trabajadores, un
gobierno PSOE-IU y otros partidos de izquierdas, que responda de verdad a su
base social, con la colaboración plena de las fuerzas sindicales y asociaciones
progresistas de consumidores y usuarios.
Para ello es preciso un reagrupamiento de toda la izquierda, que movilice a los
ciudadanos, que organice las asambleas de barrios, al sindicalismo de clase, a
la juventud, a la mujer, al ecologismo y otras fuerzas de progreso a las que
les pedimos que participen, apoyen y exijan la aplicación y la gestión de este
plan de acción. Un movimiento que haga realidad la exigencia de democracia verdadera
ya, que confluya con las fuerzas que ha
movilizado el 15-M a través de una acción sostenida de masas.
Para ganar a la mayoría de la clase obrera para este
programa, un auténtico programa socialista, las organizaciones en su conjunto,
tanto sindicales y la izquierda en general deberían unificar sus luchas y
reivindicaciones, como insistentemente están demandando miles de activistas
obreros, juveniles, de consumidores y vecinales, que vienen tomando las calles y plazas cada
vez con más insistencia. En primer
lugar, es preciso hacer un esfuerzo por caminar hacia la unidad del movimiento
de los trabajadores por la defensa de un programa de acción común, con plena
libertad de cada organización y colectivo para defender sus planteamientos y
propuestas, y que las decisiones se tomen democráticamente en asambleas
generales de cada pueblo, distrito o comarca. En segundo lugar, los activistas
de izquierda deberían desarrollar un trabajo sistemático, de concienciación y
encuadramiento, para difundir este programa en el seno de las organizaciones
sindicales y en defensa de una acción sindical de clase, combativa y
democrática.
Mientras que tengamos el derecho de opinar y quejarnos pero
sean otros, como los grandes empresarios y banqueros nacionales y extranjeros,
los que decidan en contra de nuestros intereses, jamás habrá auténtica
democracia ni podremos avanzar hacia la superación del capitalismo: soportaremos
esta “fachada” de democracia que no es
otra cosa que “la dictadura del gran capital”. Necesitamos una democracia
auténtica, una “democracia obrera”, “una democracia socialista”, una
“democracia auténtica ya”, basada no en
funcionarios y burócratas corruptos sino en el control y la gestión directa de
la población de todos los aspectos de la economía, la cultura y la sociedad;
una democracia de los trabajadores basada en la participación y el control de
la población por medio de Comités y asambleas en los centros de trabajo y en
los barrios, coordinados en el ámbito local, provincial y nacional, donde
cualquier representante o funcionario sea elegido y revocado en cualquier
momento por la población y que, en ningún caso, perciban un salario superior al
salario medio de un obrero cualificado; donde las tareas de administración y
gestión no estén confiadas exclusivamente a “especialistas” separados del
pueblo sino que sean ejercidas por el conjunto de la población.
El Socialismo es internacional o no es nada, por lo que es
preciso compartir y extender estos métodos de lucha a los países hermanos de
Europa, de Latinoamérica y resto del mundo. Los socialistas marxistas
defendemos el internacionalismo no como una buena idea sino como una necesidad
para defendernos de la crisis de capitalismo. Frente a la UE del gran capital,
abogamos por los Estados Unidos Socialistas de Europa como primer paso para una
Confederación Socialista Mundial, que en un plano de igualdad, colaboración y
apoyo mutuo entre todos los pueblos del planeta, supere la actual pesadilla a
la que nos enfrentamos.
Con la participación activa y democrática de la mayoría de la
población en lucha por estos objetivos, estaríamos en condiciones de avanzar
hacia una sociedad verdaderamente democrática, donde, liberados de la lucha
cotidiana por la supervivencia y con los medios de producción bajo control de
la mayoría de la sociedad, los trabajadores y nuestras familias podríamos
participar conscientemente en todas las decisiones políticas, económicas,
sociales y culturales de una sociedad basada en la ética, poniendo al ser
humano en el fundamento de la economía, y ésta al servicio de la humanidad.
Consideramos que sí existe una alternativa, así como los medios para utilizar
toda la creatividad maravillosa de la que es capaz el género humano y esa
alternativa se llama Socialismo.
(*) CONTINUAMOS EL DEBATE ENTRE LAS
BASES CON ESTE BORRADOR DE PROPUESTAS ALTERNATIVAS QUE PRESENTA LA CORRIENTE EN MÁLAGA
A LA “ IZQUIERDA SOCIALISTA
DE ANDALUCÍA” PARA QUE SEA
DEBATIDO Y ENMENDADO, PARTICIPANDO CON
ESTAS APORTACIONES EN LAS CONFERENCIAS
PROGRAMADAS PARA ESTE OTOÑO EN EL P.S.O.E,
NOTAS:
Para ponerte en contacto con nuestra
corriente llama o escribe a:
COORDINADORAS DE
IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE.
ANDALUCIA:
Coordinador: Miguel Manzanares:
TL: 690.852.812. mdocesal@gmail.com
TL: 690.852.812. mdocesal@gmail.com
MALAGA: Antonio Hijano: Coord.Axarquía.
Tl : 647,918.315 tonihijano@hotmail.com
MÁLAGA: Paco Vela: Coord.Provincial:
Tl: 657.860.806 macadamia07@gmail.com
Tl : 647,918.315 tonihijano@hotmail.com
MÁLAGA: Paco Vela: Coord.Provincial:
Tl: 657.860.806 macadamia07@gmail.com
CADIZ: Paco Aguilar.
TL: 606.552.336. pacoaguilar1@gmail.com
TL: 606.552.336. pacoaguilar1@gmail.com
ALMERÍA: Alonso Garcia.
Tl: 678.858.366 alonsumusu@hotmail.com
Tl: 678.858.366 alonsumusu@hotmail.com
I.S.A.-PSOE JUVENTUD. Javi Yuste.
Tl: 686.196.707: javiyuste1980@hotmail.com
Tl: 686.196.707: javiyuste1980@hotmail.com
Visita nuestra Web:
http://izquierdasocialistamalaga.blogspot.com
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NOTA ESPECIAL:
A LOS COORDINADORES PROVINCIALES
Y LOCALES LES ROGAMOS NOS HAGAN LLEGAR LAS ENMIENDAS Y APORTACIONES CON SUS DATOS POR SI QUIEREN QUE APAREZCAN EN LA
EDICIÓN QUE RESULTE APROBADA EN LA CONFERENCIA DE ANDALUCÍA.
REMITIR A:
is-psoe.malaga@terra.es
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