Una de las definiciones de “quiebra técnica” es, cuando en una entidad, aún siendo el pasivo
exigible superior al Activo Real, todavía no se ha hecho legalmente la
declaración de cesación de pagos, ni el estado legal para la aplicación de la
Ley Concursal que debe ser declarado
para poner en marcha el Concurso de Acreedores. El Estado, las Comunidades
Autónomas, muchos Ayuntamientos y
cientos de miles de empresas se encuentran en esta delicada situación
financiera aunque no lo quieran reconocer, porque sería el colapso total del sistema
capitalista y el reconocimiento general de que este sistema basado en el lucro
privado para una minoría está corrupto y obsoleto y por tanto debería ser
reemplazado por otro modelo más
racional, justo, democrático y solidario.
El carácter mafioso y de casino trucado del
capitalismo parasitario actual ha provocado un altísimo nivel de endeudamiento,
sin respaldo, debido a la fabricación artificial de dinero fiduciario y a la
explotación salvaje, que ha servido para ampliar las diferencias de rentas
entre los capitalistas y la clase trabajadora asalariada.
Los propios estados, las empresas y millones de
familias trabajadoras, se encuentran ahora en una situación de quiebra técnica,
donde los ingresos que perciben son insuficientes en la mayoría de las
ocasiones, para hacer frente a los compromisos contraídos y no es cierto que
hayamos vivido por encima de nuestras posibilidades, como nos quiere hacer
creer la burguesía, sino que el capitalismo nos ha explotado por encima de lo
razonable, en una estafa colosal.
Con la nueva reforma laboral de Rajoy, aplaudida por
la Patronal, la Banca y toda las cúpulas de las derechas, PP, CIU, FMI, BC, BCE, , etc,
la burguesía está aprovechando esas
leyes reaccionarias para cerrar negocios que han venido obteniendo jugosos
beneficios durante décadas, anunciando
que están empezando a mermar esos beneficios.
La burguesía ha entrado en pánico y está sacando los
dineros a paraísos fiscales de forma más acelerada, cuantificado en 97.000
millones de euros en lo que va de año, pero también están comprando oro,
tierras, bienes raíces de todas clases, en definitiva, atesorando recursos que
quedan inmovilizados y cautivos, impidiendo la recuperación de la economía al
ser retirado de la circulación monetaria de la economía real, lastrando el tan
anhelado despegue que no se podrá dar con el ancla puesta.
Por el contrario, esa minoría de capitalistas que más
recursos han robado y acumulado en el periodo del auge anterior a la crisis,
que mantenían una abultada liquidez, se
están forrando con la adquisición de esos bienes tangibles, ahora que han
bajado de precios ; otros los han
utilizado para cerrar con las cuentas saneadas, esperando mejores tiempos,
descargando los costos sobre las espaldas de la clase obrera y del Estado,
produciendo una enorme brecha entre ricos y pobres.
La recesión está siendo muy prolongada y está
generando mucho sufrimiento a la clase trabajadora y los sectores más pobres,
que son arrojados inmisericordiosísimamente al paro, lo que aumenta la desigualdad y las injusticias,
donde los más poderosos pueden adquirir parte de los bienes más lujosos
producidos disfrutando de una vida de esplendor, mientras la mayoría son brutalmente
desposeídos de sus viviendas,
destrozando familias y afectando asimismo a los autónomos y pequeñas empresas
familiares que degradan sus condiciones de vida.
Esos mecanismos legales facilitados por el PP,
provocan el aumento de conductas empresariales carroñeras y depredadoras que
provocan un cambio en el proceso molecular de toma de conciencia de las masas,
donde están empezando a surgir sectores de vanguardia que toman posiciones
revolucionarias ante la gravedad y desesperación de su situación y el deterioro
de su nivel de vida.
Por otra parte, estas recesiones profundas producen
asimismo cambios acelerados en la composición orgánica del capital. Ese aumento
de la composición orgánica del capital
significa que, con más tecnología se produce mucho más con menos mano de obra (disminuye el
capital variable con relación al capital constante), lo que agudiza la
situación de paro, pues en bases capitalista esos cambios, sin reducción de la
jornada laboral y con aumento de los ritmos de trabajo, producen un agravamiento de la saturación del
mercado global.
Esta crisis es de sobreproducción o de subconsumo, que es la misma cuestión, porque en realidad,
lo que ocurre es que el dinero en manos de los consumidores, que en la mayoría
son los asalariados, es cada vez menor, siendo imposible con esa
tendencia salir de la recesión, porque se cierra la espiral descendente de más
paro, menos consumo = excedentes de producción… más cierres, más paro, menos consumo =
excedente de producción… más cierres, más paro,
menos consumo….etc…Los estrategas del capitalismo son incapaces de
corregir esta tendencia (Repasar la Ley Tendencial a la caída de la tasa
de beneficios), porque el sistema
burgués de los capitales no produce para satisfacer las necesidades sociales,
sino para el lucro privado.
Bajo una planificación socialista y democrática, si se
podría iniciar la redistribución de las rentas, repartiendo el trabajo, ayudando
a los sectores más empobrecidos y endeudados, poniendo a los parados a
producir, aplicando un programa genuinamente socialista, rompiendo con ese
circulo vicioso del camino peligroso hacia la depresión, antes de que ésta
estalle en convulsiones sociales, golpes de estado o revoluciones sociales
violentas, porque SI hay alternativas
todavía, pero deben ser planteadas con firmeza a través de la Unidad y la mejor
organización de los partidos y
sindicatos de clase.
Estamos en una crisis de sobreproducción clásica del
sistema capitalista, pero de onda larga, donde la superabundancia organiza la
escasez, y como siempre el capitalismo históricamente ha buscado la solución
con destrucción masiva de fuerzas productivas, con el objetivo de volver a
crear artificialmente el ciclo ascendente, bien a través de guerras asesinas o
depresiones y/o guerras comerciales,
para poder reconstruir de nuevo lo arrasado por el sistema.
Esos mecanismos destructivos implican una
generalización de la pobreza para millones de asalariados, debido al cierre y
desmantelamiento de fábricas y comercios, pero a veces, tienen que destruir
países enteros, como han hecho con Irak, Afganistán, Libia, Siria.. últimamente, sin contar las dos guerras
mundiales que fueron producto de esa misma estrategia destructiva para
recuperar más tarde su tasa de ganancias.
En los inicios del cambio del ciclo económico del auge
a la recesión, llegada la crisis, esa
destrucción de capital se produce a través de la caída de las bolsas,
derrumbándose los valores y cayendo las acciones de lo que vale 100 a 50, 5, 3
e incluso a la pérdida total de su valor, derrumbándose sectores completos,
como pasó con la explosión de la burbuja
inmobiliaria que ha derrumbado el precio de las viviendas en más de un 50 % o
las acciones de Bankia que no las quiere nadie en estos momentos, por eso el
Estado ha intervenido para eludir la bancarrota.
La recesión, que es la profundización de la crisis y
el paso previo a la depresión sigue produciendo los colapsos financieros cuyos
valores de bolsa de grandes bancos se desinflan como un globo, al detectarse
que sus balances están falsificados, debido a que los activos inventariados por
la absorción, las megafusiones y la toma de activos inmobiliarios tóxicos están
devaluados y ocultos; nadie se atreve a decir la verdad, dado que
provocaría el colapso total del sistema. De ahí que los llamados Test de Stress
bancarios que se hicieron no hace mucho,
no han servido para nada porque han sido manipulados y maquillados por
los que han pagado la factura que han sido los propios bancos o el Estado, que
es parte en la ecuación.
Las distintas escuelas económicas no se ponen de
acuerdo en la cantidad de dinero fiduciario que se ha evaporado desde el
principio de la crisis mundial hace ahora cinco años, pero se dan cifras
brutales, del orden de 300 a 400 billones de dólares, que se corresponde con la
parte de capital sin respaldo que se había acumulado en las capitalizaciones
bursátiles de todo el mundo, a través de especulaciones y falsificaciones de
papel moneda.
Esta crisis se ha desarrollado en ese periodo de cinco
años de forma virulenta, en varios craks, y puede que todavía no estemos al
final, como algunos interesados grupos pretenden hacer creer a la población, en
un intento desesperado de que el capitalismo consiga una recuperación, que por
supuesto, sería de carácter coyuntural, debido al aumento salvaje de los
recortes y ajustes que en palabras concretas quiere decir a costa de un
incremento salvaje de la explotación de la clase trabajadora y las capas medias
con bajadas brutales en sus niveles de vida que nos retrotraen cincuenta o
sesenta años atrás.
Con el objetivo de entender claramente la cuestión de
la Deuda de los Estados, de los bancos, de las multinacionales y demás
empresarios, comparándolas con las de las familias trabajadoras, los
financieros deberían exhibir el mapa que
tienen en secreto en guaridas como la Trilateral o el Club Bilderberg, que
están en estos días analizando la situación de la economía mundial porque ellos
sí tienen los datos, pero dan órdenes estrictas a los Bancos, que con la excusa
del secreto bancario, no pueden decir la
verdad, lo que equivale a mentir
descaradamente, para que los pueblos sigamos en la ignorancia de lo que nos
están haciendo.
Esos potentes grupos financieros, que se han adueñado
de los Estados y de las palancas de la economía, a través de los cuales
implantan su dictadura férrea, son los que dan instrucciones a sus
“tecnócratas” para que paguen rescates a sus bancos y empresas, conformen avales e incrementen las garantías,
manipulando y cambiando incluso las Constituciones y Leyes, pero siempre a su
favor, como vulgares trileros y gánsteres,
engañándonos con esta farsa de democracia burguesa, convertida en
esta repugnante economía de Casino trucado y tiene razón los
“indignados” al saltar en las movilizaciones del 15 M cuando gritan eso de “ lo
llamada democracia y no lo es”.
El saqueo de los Estados por medio de esas
manipulaciones de la banca privada, que pagan los pueblos vía impuestos,
produce una mayor deuda estatal, debido a los abultados intereses de esos
empréstitos, que con el propio dinero de los depositantes, son emitidos para
poder tapar los agujeros negros de los bancos privados, que cogen el dinero del
Banco Central Europeo, a un interés del 1 o 1,5 % para luego cobrarle a los
estados el 5,6, 12 % o más, lo que es un negocio redondo pues obtienen
intereses superiores a los rendimientos que les deja los préstamos que deberían
dedicar a las industrias y a los comerciantes, pero como corren más riesgo, lo
emplean en seguir especulando.
En ese proceso infernal de especulación financiera,
donde el 95 % de los recursos son maniobras especulativas y solo un 5 % llega a
la economía real, las deudas se hacen en el siguiente ciclo totalmente
impagables, porque el Estado en recesión con datos negativos del PIB, necesita de nuevo más recursos y se organizan
fondos de rescate de la Unión Europea de billones de euros, que a su vez serán
formados por los Estados, que aumentan la deuda, o lo cargan directamente sobre
las espaldas de los asalariados en recortes y ajustes permanentes hasta que
estalle la cuestión social.
Esa es la única salida que ofrece el capitalismo, recortar el nivel de vida de los asalariados
hasta los huesos, llevando los niveles
salariales al costo de reproducción de la mano de obra, que en momentos
actuales serían peor que volver de nuevo a la esclavitud. Pero es absolutamente falso que existe esa
única salida, porque la alternativa pasa por un cambio en el modelo de
producción, produciendo para satisfacer
las necesidades sociales de la población
y rechazando el modelo del lucro privado, es decir, la aplicación de un
genuino programa socialista, democrática y científicamente desarrollado donde
la economía se tiene que poner al servicio de la población en su conjunto,
asignando los recursos de acuerdo con las necesidades, priorizando a los más necesitados, negándonos
rotundamente a pagar como trabajadores los desfalcos y las corrupciones que ha
generado este modelo capitalista que debe ser mandado al basurero de la
historia. Organízate y lucha por la nacionalización de la banca, las
multinacionales y los latifundios, bajo control social y al servicio de la
Humanidad. Este es el camino para
construir entre todos una sociedad mejor, porque otro mundo es posible, pero
hay que luchar por construir entre todos el genuino socialismo.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE-a.
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