2 de junio de 2012

LA BOLSA O EL HAMBRE...

El nuevo deporte de la burguesía “patriotera” del Estado español es la fuga de capitales, batiéndose el récord en el primer trimestre de este año con 97.000 millones evadidos.  Solamente en el mes de marzo salieron más de 66.200 millones.  El BCE ha criticado la gestión del  “Caso Bankia” y el Fondo Monetario Internacional niega que Rajoy haya pedido ayuda, pero en el periódico “Wall Treet Journal”, hablan de un préstamo de 300.000 millones de euros.   Para los trabajadores y los pobres no hay dinero, pero para salvar a la banca, Si.

En unos informes recientes se evaluaba que entre los grandes magnates a título personal,   tienen en depósitos atesorados en  paraísos fiscales una suma que sobrepasan los 8 billones de dólares, sin incluir las multinacionales y grandes empresas. Basta con echar un vistazo a la prensa económica especializada para afirmar que el sistema capitalista se sigue desplazando hacia el desastre. Las convulsiones de las primas de riesgo y las caídas de las bolsas lo confirman, pero los estrategas de la burguesía se han quedado sin paradigma correcto que aplicar para salir de la recesión a corto plazo.

Vemos por todas partes los síntomas claros de un declive generalizado y profundo de las fuerzas productivas, que están atrapadas en el callejón sin salida de la enorme acumulación de riqueza en manos privadas,  en poder de unos cientos de familias, y la pobreza creciente a la que lleva el paro estructural y los recortes, que estrangulan e impiden el desarrollo de la producción y el reparto de los excedentes de los bienes necesarios para que la humanidad pueda vivir dignamente.

La inestabilidad del sistema capitalista es uno de los elementos que predominan en la situación, con estrepitosos desfalcos y escándalos económicos abrumadores que soliviantan a los ciudadanos honestos.

Las organizaciones reformistas, tanto sindicales como políticas, están también en crisis, sufriendo un desgaste y un descrédito peligroso por parte del rechazo de las masas, como hemos visto recientemente en Grecia,  al ser consideradas por cada vez más ciudadanos como parte del problema y no de la solución que exige el momento histórico.

Una de las cuestiones más importantes es que la clase trabajadora está ya empezando a flexionar sus músculos y se está sacudiendo la modorra que se había producido al asumir las falsas prédicas de la socialdemocracia, que a su vez había asumido ésta de la lógica del capitalismo que se ha demostrado incapaz de ofrecer una salida a la crisis.

Algunos de los elementos de vanguardia de la clase obrera, y sobre todo los jóvenes estudiantes, han empezado a sacar conclusiones correctas de que este modelo capitalista está agotado y no puede ofrecer un futuro, sino que se lo está robando, no solo para los estudiantes que están viendo cómo les suben las becas y les empeoran las condiciones de  estudios, con los recortes presupuestarios, sino que se les niega  el futuro pues al salir al mercado laboral el 50 % sigue sin encontrar trabajo, cuando el desempleo se acerca ya a los  6 millones de parados.

Por otra parte, el Banco Mundial estima que el crecimiento global de la economía del planeta estará en torno al 1,50 % durante este año 2012. Existe a su vez una ralentización del crecimiento en China, India, Brasil y otras potencias que todavía mantenían tasas de crecimiento positivas, como Rusia y Sudáfrica, pero incluso el declive de esos países es también ya evidente.

Por consiguiente, esta situación refleja que las políticas de recortes y ajustes aplicadas por orden de lo que eufemísticamente llaman “los mercados” y que los ciudadanos han comprendido mayoritariamente que se trata en realidad de la “dictadura del Gran Capital”, en 2010,  2011 y lo que va de 2012 han fracasado, pues han tenido que hacer frente a cubrir enormes agujeros financieros,  que se produjeron tras el derrumbe en EEUU en el verano de 2007, de las bolsas y quiebra de Lehman Brothers, cuyos reflotamientos han consumido más de 20  billones de dólares en transfusiones e inyecciones a la Banca con muy escasos resultados. El Banco Mundial recalca asimismo en su informe de perspectivas económicas para 2012,  que el pronóstico de crecimiento para los países ricos, girará en torno al  1,4 % y el -0,3 % para la zona euro.

La FAO, organismo de la ONU para la alimentación, tiene un raquítico presupuesto que está siendo recortado, para atender con dificultades  a más de 1.000 millones de personas hambrientas.  Están denunciando las alzas de los precios y la acumulación especulativa de los cereales que están afectando a millones de niños y pobres de los países explotados y empobrecidos por las multinacionales. El índice de precios de los alimentos que elabora la FAO, alcanzó su nivel máximo en Febrero y se denuncia que se debe a la especulación de los grandes Trust capitalistas, que obtienen beneficios astronómicos del encarecimiento artificial de los cereales, aunque provoquen la escasez y las hambrunas que matan a millones de seres humanos, lo que demuestra que el capitalismo se ha transformado en un monstruo asesino que devora a los habitantes del planeta.

En 2010 ese mismo organismo calculó que en el mundo había más de 925 millones de personas que pasaban hambre y el número se ha incrementado. “La FAO estimó que las pérdidas y el desperdicio de alimentos asciende a 1.300 millones de toneladas al año, equivalente a una tercera parte de la producción mundial para consumo humano” (Fuente: Prensa Latina. Roma 30 mayo)
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En los países del cuerno de África, como Etiopía, Kenya, Somalia… mueren cientos de miles de personas cada día por falta de agua y alimentos, azotados por la sequia, la explotación, la opresión y la falta de atención de los organismos de la ONU, que apoyan a gobiernos corruptos y asesinos, que están poniendo en situación desesperada al borde de la muerte a más de 15 millones de personas que son condenadas por el capitalismo a morir por causa del hambre, la sed  y la miseria, mientras que en los países ricos se destruyen alimentos sobrantes para que no bajen los precios o se impide la siembra de cereales forzando a muchos agricultores a permanecer con sus campos ociosos, incluso en frondosos parajes de regadío, lo que impide que se alimente a la población, lo que demuestra que la cantinela “liberal” de que el mercado lo regula todo es una falsedad total.

“Una de cada siete personas en el mundo sufre hambre; cada año, 640.000 niños mueren en la región del Sahel, en África, el 35% de ellos por desnutrición; el 90% del mercado de los productos alimenticios lo controlan cuatro compañías multinacionales; la especulación en los mercados ha triplicado los precios de productos de primera necesidad impidiendo el acceso a los mismos a las familias más pobres y provocando el consiguiente aumento de las hambrunas en los últimos años”.  (Fuente: Diariosevilla.es. 31-5-12. El Drama del hambre).

Teniendo en cuenta que para salvar a un niño del hambre o de enfermedad, hacen falta en torno a 400 dólares al año en esos países, con la cantidad que  esos archimillonarios tienen atesorado en paraísos fiscales, que son más de 8 billones de dólares, como dijimos al inicio,  haciendo un sencillo cálculo matemático, se podrían salvar al doble de los hambrientos que existen en el mundo, o sea más de 2.000 millones.(2.000 millones x 400 euros/año  x 10 años = 8 Billones $). 
La burguesía le echa la culpa de esas hambrunas a la sequia, que las agrava ciertamente, pero no es la causa fundamental, sino que es producto del expolio permanente del imperialismo. Por ejemplo, Somalia fue autosuficiente en la producción de alimentos hasta finales de los años setenta.  A causa de las políticas impuestas a partir de los ochenta por el Fondo Monetario Internacional, exigiendo al país el pago de la deuda, obligaron al gobierno a efectuar medidas de recortes y ajustes, sobre todo a la agricultura. Eso lo que significó en realidad fue abrir los mercados para que las multinacionales introdujesen masivas entradas de cereales, con subvenciones de sus Estados respectivos,   como arroz, trigo y otros, que hundieron los precios.

Los potentes consorcios multinacionales  de empresas agroindustriales empezaron a vender sus productos por debajo del precio de coste, lo que produjo una insoportable competencia desleal contra los campesinos de Somalia, que fueron a la ruina y dejaron de sembrar.  Esos ataques junto con devaluaciones periódicas de la moneda, alza del precio de los abonos, semillas, etc. y, junto con eso, el fomento de una política de monocultivos para la exportación forzaron, paulatinamente, al abandono del campo por parte de los agricultores somalíes.

El comercio alimentario mundial está controlado por tan solo un escaso número de multinacionales, (entre 300 y 500 empresas) que presionan o manejan a su antojo a los gobiernos “amigos”,  para mantener la actual situación que tantos millones de beneficios les reporta, empobreciendo cada vez más a esos países y dejando a sus habitantes morir de hambre y sed.

Los datos alarmantes es que pueden morir en los próximos meses 15 millones de personas, como está advirtiendo la FAO o la UNICEF, pero eso a los capitalistas, a los especuladores, a los explotadores, a los evasores de divisas y a sus gobiernos consentidores que les apoyan, ni les importa ni lo van a solucionar.  Para ellos son exclusivamente  cifras, datos y  estadísticas de gente que vive muy lejos y todos sabemos que el hambre no va a acabarse con unas cuantas toneladas de comida, o con falsas campañas de navidad, donde solamente menos del 18 % de lo recaudado llega a su destino.   Los socialistas marxistas lo venimos diciendo durante años, que para acabar con el hambre,  debemos luchar por  acabar con el sistema capitalista, corrupto, decadente y degenerado  que lo genera, porque como dijo Pablo Iglesias, “el capitalismo es la causa de todos los males que padece la clase trabajadora”, pues la acumulación de riquezas cada vez en menos manos es la causa de que una minoría de parásitos explotadores acumulen más de lo que pueden consumir ellos y un sinfín de generaciones posteriores. La lucha por un cambio de sociedad continúa, porque bajo el capitalismo no hay salida para la humanidad.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCÍA.









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