DOCUMENTO A)
Izquierda Socialista de Cádiz.
Propuesta de Debate a la Asamblea Regional de Andalucía sobre la Situación Política.
Los resultados electorales en las elecciones celebradas durante el año que ahora termina –municipales de 22 M; y generales de 20 N- y el vuelco sufrido en la urnas han llegado claramente determinados por la situación de Crisis Económica,
así parece refrendarlo por el hecho de que todas las elecciones celebradas en otros países de nuestro entorno se han sustanciado en la pérdida del poder de todos aquellos partidos que lo detentaban hasta la convocatoria de esas elecciones–da igual si eran de derechas o de izquierdas- y por el consiguiente ascenso al poder de quienes se encontraban en labores de oposición.Este planteamiento previo es conveniente a fin de establecer en sus justos parámetros las dimensiones reales de nuestras severas derrotas.
Dicho esto, hemos de analizar, no obstante, los motivos que han llevado a los votantes en general y a nuestro electorado en particular a esta desafección de la cosa pública que parece apreciarse, a los actores de la política y, particularmente a quienes desde postulados de izquierda han venido ejerciendo esta labor. El posibilismo al que se ha reconvertido el electorado, chirría con el afán de la ciudadanía –en momentos en que no es llamada a las urnas- que se ha visto representada por movimientos ciudadanos que han tomado la calle y las plazas y que reivindican soluciones razonadas y hasta razonables imposibles de asumir desde los pactos establecidos por la política real –legislativa, ejecutiva y judicial- y los lobbies económicos.
Como resultado de esta situación, nuestro partido ha optado por dos alternativas contrapuestas y hasta enfrentadas en criterio y tiempo, que igualmente debe ser objeto de nuestro debate: de una parte, y ante la debacle en la municipales se optó por el “no pasa nada”, lo que impidió la renovación de caras, carteles y discursos y la posibilidad de señalar a la ciudadanía y a nuestros votantes y militantes que habíamos tomado nota y estábamos en condiciones de ponernos a trabajar para retomar nuestra alianza con ellos, antes de las elecciones generales del 20 N; y, tras la hecatombe de las generales, la apuesta por la cura de urgencia que supone la celebración de un Congreso en febrero –con Navidades de por medio- nos puede llevar a tratar la que debe plantearse como replanteamiento profundo de nuestras políticas y de nuestro partido –“reformulación" del PSOE”- como un simple accidente que pueda suturarse con unos puntos y la llegada a los carteles de nuevas y más juveniles caras, sólo porque yo lo valgo…
Con tanta urgencia, si de algo cabe estar seguro es que se huye de un debate en profundidad, de un replanteamiento de nuestras políticas y estrategias y de adecuar nuestro partido a la sociedad, si mantenemos que –desde nuestra ideología- queremos ser mecanismo para la transformación social.
Dicho esto –estamos seguros que abrumados por tan severa derrota como nunca habíamos sufrido- parecemos de facto entregados a buscar que sea la sociedad quien transforme a nuestro ideología y nuestro partido a fin de, en el mejor de los casos, recuperar cuanto antes nuestra cercanía al poder…
Creemos que la crisis debe entenderse como oportunidad y, si esto es así, estamos disfrutando de la mayor oportunidad que jamás gozó nuestro partido.
Así pues, creemos que será necesario que nos alejemos, de cara al próximo Congreso, del apoyo a caras y nombres y que, si decidimos que tal o cual debe contar con nuestros apoyos sea porque cual o tal se acerque a criterios organizativos y estructurales de partido por el que estamos dispuestos a apostar: En este punto, de nada vale hacer cábalas ni prospectivas teleológicas sobre políticas y actuaciones desde el Gobierno que, a fecha de hoy, nos quedan como poco a cuatro años vista; sí propuestas de reformulación de nuestro entronque con la sociedad que sean reales y creíbles y asumibles desde el momento histórico en el que nos encontramos y el sistema democrático de mayorías y minorías no excluyentes en el que hemos decidido y queremos vivir.
Nuestros criterios para seleccionar al hombre o la mujer que nos represente como nuevo presidente, como nuevo secretario general de nuestro partido deben ser más modestos y, acaso, de mucho mayor recorrido de futuro para la pervivencia del PSOE y de la propia Izquierda Socialista como corriente de opinión dentro del PSOE.
El momento es, además, si hemos de creer los resultados recientemente cosechados por una encuesta interna dentro de nuestro propio partido y entre militantes y simpatizantes y el Barómetro de Metroscopia publicado en El País el pasado domingo, el adecuado y son éstos quienes requieren de estos cambios, no debemos gastar energías en convencer a nadie porque son ellos los convencidos y quienes tratan de convencer de su oportunidad a todo el corpus de nuestro partido.
Desde Izquierda Socialista debemos entender que esta decisión de la ciudadanía de llevarnos sin reserva a la oposición nos aboca a meditar cual debe ser nuestro papel como partido en la sociedad a la que pretendemos servir y transformar. Tomemos el tiempo necesario para pensar en nosotros –ese es el mandato recibido de la sociedad- y hagamos una estructura sólida y democrática –gobernada por la mayoría- capaz de impulsar la democracia de una forma sólida en la sociedad.
En ese planteamiento, creemos desde Izquierda Socialista que deberá decantar nuestro apoyo a una candidatura criterios largamente acariciados desde nuestra corriente de opinión, tales como:
PROPUESTAS
1 -Elegir un secretario/a general para nuestro partido que se comprometa a impulsar cambios en nuestros Estatutos de forma que sea posible la convocatoria de un nuevo Congreso en el que, ya si, se elija al secretario general por votación directa entre los militantes, sin mediación de delegados.
2 -Compromiso de convocar en dos años un nuevo Congreso para sustanciar este cambio
3 -Compromiso para elección de candidato a la presidencia del Gobierno –igualmente candidato a elecciones autonómicas y municipales- mediante procesos de elección directa entre militantes y simpatizantes del partido en cada una de las circunscripciones afectas.
4 -Hacer incompatible el cargo orgánico y el institucional bajo la misma persona.
5 -Dejar el cargo orgánico si confluye cargo institucional, o viceversa.
6 -No acudir dos veces a reelección para el mismo cargo, como sugieren nuestros Estatutos.
7 -Reducir el número de cargos orgánicos ejecutivos.
8-Abrir la participación en la Ejecutiva Federal a toda la Militancia, por petición justificada de parte.
9-En consecuencia y por aplicación del anterior acuerdo, abrir las Ejecutivas regionales, provinciales y locales a la participación directa de los militantes, simpatizantes y ciudadanos por petición justificada de parte.
10-Dar publicidad a los acuerdos y debates habidos en las distintas Ejecutivas.
11-Asumir como miembros natos y rango de vocal –Consejo de Sabios- a todos los cargos institucionales y cargos orgánicos de anteriores Ejecutivas Federales, Regionales, Provinciales y Locales de forma que aporten conocimientos, contactos y experiencia.
12 -Todos ellos se comprometerán, por obligación con el partido, a acudir cuando así se les requiera a consulta.
13 -Impulsar la integración en la Ejecutiva Federal y promover esta fórmula en ejecutivas de menor rango de militantes, simpatizantes, votantes, sectoriales y Corrientes de Opinión por procedimiento de cuota.
Nuestra propuesta desde IS Cádiz no afecta más que al nivel estructural desde el convencimiento de que la desafección de la ciudadanía respecto del PSOE ha vivido una previa desafección de los simpatizantes y militantes del propio PSOE.
Esta separación entre las estructuras y las bases –conscientemente o no- ha llegado de un continuo adormecimiento de la vida interior del partido y de la progresiva separación de las estructuras respecto de las bases que siempre fueron su sostén.
Engarcemos –primero- de forma sólida nuestras estructuras a las bases militantes, simpatizantes y ciudadanas y, una vez conseguido ese propósito, trabajemos el aspecto ideológico de acuerdo a la militancia, los simpatizantes y la ciudadanía. Desde estructuras sólidamente engarzadas en la sociedad sólo podrán salir propuestas políticas democráticas que bien merezcan, en cada momento histórico, el apelativo de políticas socialistas.
DOCUMENTO B)
IZQUIERDA SOCIALITA PSOE-CAMPO DE GIBRALTAR:
ANÁLISIS ELECTORAL Y PROPUESTAS PARA SU ESTUDIO
(DOCUMENTO DE DISCUSIÓN).
Compañeros/as;
Quizás, las palabras que siguen puedan aparecer fuera de tiempo, por la velocidad con que hoy suceden las cosas y la información se transmite. Yo creo que no, que aun está dentro de las consecuencias, como es esta reunión, de las pasadas elecciones.
Partiendo de la realidad incuestionable de que el PP ha ganado holgadamente las elecciones, cabe preguntarse por las causas que motivan el desafecto ciudadano al Partido Socialista.
La respuesta a esta pregunta no debe ser una foto fija, al contrario, se trata de una composición que debe analizarse por partes.
Un electorado fiel al PP y siempre movilizado ante un discurso permanente y tranquilizador de derecha, en contraposición al errático y a veces contradictorio de nuestro partido, ha puesto las bases para que unos 5oo.oo ciudadanos se sumen “al cambio” y 4.5oo.ooo huyan del PSOE.
Los partidos de Derechas han obtenido 13.433.865 votos. Los de Izquierda 9.571.540 votos. Las abstenciones, los votos nulos y blancos han representado un 31%. Este 31 % debe ser motivo permanente de preocupación democrática y al que nunca nadie le hace caso.
Sí analizamos Andalucía, nos encontramos, no sólo con 750.000 votos menos, sino con una diferencia de 9 puntos a favor del PP.
Sí nos vamos a Cádiz la diferencia se agranda a 15 puntos (entre las 3 capitales de
Andalucía con más diferencia) y si seguimos hasta Algeciras esta diferencia llega a los 25 puntos sólo superada por El Puerto y Rota.
Qué nos indica esto. Aparte de la crisis, que a todos afecta, que los ciudadanos no tienen una memoria frágil y han tenido en cuenta lo ocurrido en los más próximos, como son la provincia y el municipio.
No tenemos que buscar excusas; la clave de la victoria del PP han sido, los errores de los dirigentes del PSOE. Las elecciones han representado un fracaso de la Nueva Vía “progresista” que Zapatero representó, cuyo modelo se agotó en aquella famosa frase del, “cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”. Una irresponsabilidad política más de las muchas del compañero Zapatero que, en su obcecación o alucinamiento, (que da lo mismo) no fue capaz ver el daño que podría ocasionar al partido. Pero las otras muchas causas se encuentran en la política de salvamento a ultranza de la banca y del sistema capitalista, como único posible, claudicando ante las presiones de los sectores financieros, y asumiendo la hoja de ruta dictada por los mercados, que ha provocado un hundimiento histórico en las zonas de votos tradicionales del PSOE.
En Cataluña: una catástrofe por la pérdida de 800.000 votos, con 19 puntos de diferencia. . En Euskadi 16,6 puntos menos, perdiéndose 167.000 votos. Navarra se pierden 45.000 votos, con un 12 % de caída, y así hasta cuasi el infinito.
Solamente, de entre las capitales de provincia se salvan en Barcelona y Sevilla se gana, aunque con la pérdida de muchos votos
La bancarrota de la política “neoliberal” aplicada por el PSOE cediendo en todo a los mercados. (Aplicando medidas que contradicen las resoluciones del último Congreso), ha contribuido a estos demoledores resultados.
El no haber previsto la crisis, asumirla tarde y mal, para al final sucumbir ante las presiones del sector financiero, son las causas fundamentales de la derrota. Creyeron nuestros dirigentes que la memoria ciudadana era olvidadiza, como digo antes, y también manejable; se equivocaron una vez más, la ciudadanía no aceptó las propuestas electorales porque no era posible “vender” una cosa cuando media hora antes se había hecho la contraria.
El PP ha logrado la mayoría absoluta incrementando el margen que había obtenido en el 2000. No obstante, ha quedado patente el techo del PP, pese a los 186 diputados conseguidos (pedimos la revisión de la Ley electoral) No es cierto el corrimiento de votos al PP, con una subida de unos 500.000 votos, en contraposición a la pérdida de 4.500.000 del PSOE. El análisis en Valencia o Madrid, que el PP pone como referencia en todo, a pesar de la corrupción, ha perdido 27.328 y 29116 votos respectivamente, en relación con el 2008.
El desastre no puede ser asumido por Rubalcaba o achacarlo a la crisis como hicieron en el Comité Federal del día 26 de Noviembre. El fracaso debe ser asumido por la dirección federal de forma colegiada y por todos los que han apoyado de forma acrítica la política de la coalición “neoliberal”.
Ante esta fotografía panorámica, qué debemos hacer.
Hace falta urgente, un DEBATE libre de toda tutela, incluido los “jarrones chinos” y AUTOCRÍTICA, también libre y sincera.
Es desde esa libertad, como se podrá caminar hacía una verdadera renovación de ideas que entronquen con el socialismo, y desde este, puedan ser defendidas sin complejo.
Más socialismo y menos liberalismo, sería la cuestión.
La recuperación del discurso socialista es imprescindible para rescatar nuestra identidad. Si no sabemos quiénes somos, cómo podremos decir lo que haremos.
La solución a nuestros problemas, no pueden venir de la mano que los creó; de ninguna de las maneras: han llevado al partido, con sus actuaciones, al rechazo ciudadano más grande que el PSOE haya tenido nunca.
Nuestros compañeros dirigentes, deben facilitar, sin obstáculo alguno, la libre elección de otros compañeros en todas las direcciones territoriales. Les agradeceremos los servicios prestados y punto. En política los errores se pagan dimitiendo. Que sigue siendo una opción muy digna, por cierto.
El sistema capitalista, nunca antes, sufrió una crisis como la actual.
Ante este hecho incuestionable, el Partido Socialista tiene que articular respuestas autónomas muy alejadas de las que ha venido aplicado hasta ahora, con el nulo resultado que todos conocemos. Desde posiciones de Izquierda Socialista, como dice el compañero Vicent debemos interesarnos con todo el valor democrático posible, para que “las fuerzas económicas no sigan sustituyendo a las fuerzas de los votos”
Negándonos a seguir haciendo que la crisis recaiga sobre las espaldas de aquellos que en nada han tenido que ver con su generación; los trabajadores y pensionistas. Estos procedimientos, desde una posición de izquierda, son radicalmente rechazables.
¿Cómo miles de millones de euros, han servido para reflotar a las cajas y los bancos, mientras se escatimaba para los servicios sociales, y a los trabajadores se les apretaba el cinturón?, cumpliendo, por cierto, las continuas exigencias de CEOE de trabajar más por menos, hasta llegar a dejar sin regla alguna, las relaciones laborales, de tal forma que, han quedado al merced de los caprichos empresariales; todo escudado en una crisis que ellos no crearon.
La artimaña empleada en la campaña electoral, por el compañero Rubalcaba, apelando a la “socialdemócrata”, explicando la necesidad de defender lo público, como Sanidad, Educación y Servicios Sociales, no se lo ha creído nadie. Y, no se lo ha
creído nadie porque él fue Gobierno. Para concluir:
La disyuntiva está clara, o con los trabajadores y demás clases populares y su capacidad de lucha para transformar la sociedad, basándose en los principios de solidaridad, justicia social y libertad, o ceder ante las presiones del neoliberalismo llevando a cabo sus políticas.
NOTA:
Mañana publicaremos el "PROPUESTAS DESDE LA IZQUIERDA" presentado por la Delegación de Málaga que fue asumido asimismo por la Asamblea.
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