Tras la debacle electoral de nuestro partido, numerosos grupos de compañeros a lo largo y ancho de todo el Estado han empezado a lanzar plataformas críticas con la línea política de la dirección y los dos gobiernos del compañero Zapatero.
La repercusión mediática de las críticas no es para menos. Después de los peores resultados electorales de la historia del PSOE, el 38º Congreso convocado para febrero va a definir el tipo de oposición que nuestra organización va a ejercer frente al gobierno de la derecha. En un momento en el que los llamados “Mercados” imponen su dictadura en todo el mundo, el guión marcado para salir de la crisis no es otro que forzar a millones de trabajadores a pagar sus consecuencias.
El precio es inasumible, porque pretende que las condiciones de vida de millones retrocedan 50 años para salvaguardar los beneficios y privilegios de banqueros, empresarios y poderosos. Esta es la agenda del PP, y no la podemos aceptar. Quien acepta el ABC de esta lógica, acaba aceptando hasta la Z, y esa es la razón fundamental del fracaso electoral del partido en las últimas elecciones. Si aceptamos los dictados de los “Mercados”, como ha hecho la dirección del partido en la última legislatura, no queda otro remedio que volvernos contra nuestra base social, nuestros afiliados y la esencia misma de la existencia del PSOE, la clase trabajadora.
Es el momento de la autocrítica, el debate interno democrático y el cambio de rumbo. Un grupo de compañeros de la dirección del partido, encabezados por Carme Chacón, ha lanzado la plataforma “Mucho PSOE por hacer” de cara al próximo congreso. Saludamos que se abra la autocrítica y el reconocimiento de los errores cometidos desde la misma dirección, al igual que se pongan encima de la mesa las carencias democráticas del régimen interno del PSOE. Pero esto no es suficiente.
En la reunión de Granada, debatimos en profundidad las causas de la debacle electoral, y cómo podemos hacer para que el PSOE recupere la confianza de los millones de trabajadores y jóvenes que justifican su existencia. Desde Izquierda Socialista, llevamos años reivindicando la necesidad de un cambio de rumbo. Las dos claves fundamentales son que en nuestro programa y política, LOS TRABAJADORES y sus intereses tienen que ir siempre lo primero.
La segunda cuestión es que la democracia interna debe ser efectiva inmediatamente, abriendo el partido a la participación de trabajadores, sindicalistas y jóvenes, vinculando la acción cotidiana de la organización a la movilización social en barrios, empresas, centros de trabajo, escuelas y universidades. Para hacer esto, es necesario volver a las raíces de nuestra organización, convertirnos en un instrumento útil de lucha, movilización y transformación socialista de la sociedad. Estas son las conclusiones de la reunión de Granada y son las ideas por las que desde Izquierda Socialista de Andalucía vamos a dar la batalla antes, durante y después del 38º Congreso.
El documento que tienes en tus manos es un programa para la acción. Es el resultado del debate y las aportaciones de las distintas coordinadoras provinciales de Izquierda Socialista de Andalucía. Contraponemos este programa al dictado de los “mercados”, a las políticas falsamente realistas para salir de la crisis que quieren condenarnos al paro, a la exclusión y a la pobreza. Contraponemos este programa a la política del pacto y la aceptación del mal menor, que siempre acaba siendo el mal mayor para los trabajadores.
Aunque desde los medios de comunicación nos ningunean y en muchas ocasiones la dirección de nuestro propio partido nos arrincona para que nuestra voz no conecte con el sentimiento de lucha que muchos trabajadores y jóvenes están ya expresando en la calle, decimos orgullosos, que en Partido Socialista Obrero Español, nuestro partido y el de millones de trabajadores, muchos militantes estamos organizándonos para cambiar las cosas con un grito claro: LA DEFENSA DE LOS INTERESES DE LA CLASE TRABAJADORA ANTE TODO.
NOTA:
En los próximos días iremos publicando las propuestas para debate que han sido asumidas en la Asamblea, presentadas por diversas delegaciones, que formarán parte de la Memoria que se editará en una Revista.
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