29 de diciembre de 2011

ECOLOGISMO: FRACASO DE LA CUMBRE DE DURBAN SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO

La cumbre sobre el cambio climático de Naciones Unidas, celebrada en Durban (Sudáfrica), en la primera quincena de este mes de diciembre de 2011, pone nuevamente de manifiesto la disposición de las potencias imperialistas que dominan la economía, para dejar que los intereses del sector de los combustibles fósiles
marquen la agenda climática a favor de los intereses de unos pocos, anteponiendo el lucro privado al bienestar de la población, por lo que se demuestra a favor de qué clase están los representantes de ese obsoleto y pro-imperialista organismo que es la ONU.


Los ecologistas, los socialistas y los eco-socialistas, condenamos una vez más, que las presiones de las multinacionales de la energía, sobre todo las petroleras, hayan presionado a los gobiernos para favorecer al sector de los combustibles fósiles y a las industrias más contaminantes, sin comprometerse a cumplir con la demanda que dice: “el que contamina paga”, negándose a asumir los presupuestos para contrarrestar los efectos nocivos que produce la contaminación que por sus ansias de beneficios, producen esas compañías depredadoras del planeta Tierra.


Esta es una nueva muestra de que el capitalismo antepone los intereses de una minoría al peligro de los efectos del cambio climático que producen por contaminación.







Greenpeace ha criticado duramente la Cumbre, la cual ha descrito como un fracaso, a la vez que aseguró que los gobiernos que participaron en ella deberían “sentirse avergonzados”.


Hace ya dos años, en diciembre de 2009 tuvo lugar la Cumbre sobre el Clima en Copenhague, que podemos decir claramente que fue igualmente un fracaso rotundo, pues los países ricos no quieren contribuir con recursos económicos a resolver el problema, descargando sus consecuencias en los países empobrecidos, lo que pone todavía más difícil avanzar en las posibilidades de contrarrestar las consecuencias del cambio climático, que se viene detectando desde hace decenios.

Desde Izquierda Socialista condenamos en nuestros escritos y documentos esa situación cuando decíamos… “La represión policial en la Cumbre de Copenhague (*) ha sido muy dura, lo que demuestra el miedo de la clase dominante a que el movimiento de protesta se extienda a través de todo el planeta. Desde el mes de octubre ya se detectaba una riada humana de activistas que llegaban a Dinamarca. Se calcula que los asistentes pasaron de 45.000, cuando la capacidad de plazas era solamente de entre 15 y 17.000 para estar bien instalados. Un desastre organizativo colosal.

Las manifestaciones de protesta fueron constantes, siendo una de las más numerosas la de 100.000 personas, activistas y ciudadanos, que protestaban en contra de que el capitalismo destruya el planeta. La represión contra los activistas de la marcha, lo mismo que contra cualquier manifestación de protesta ha sido vista por las televisiones de todo el mundo. Aquellos que pensaban que Dinamarca era un país pacífico, amable, de una sociedad armoniosa e igualitaria, han empezado a cambiar de opinión cuando han observado las escenas donde cientos de miles de activistas sociales que han luchado pacíficamente por el derecho a la supervivencia de la especie humana sobre el planeta, han sido tratados como animales salvajes.

La policía ejecutó unos 133 “arrestos preventivos” de activistas entre los días 11 y 13 de diciembre, de los cuales, solamente 4 de ellos fueron acusados con cargos, poniendo al resto en libertad “sin cargos”, lo que demuestra que habían sido “detenciones arbitrarias de activistas que protestaban pacíficamente”. Eran medidas policiales ordenadas por el Estado con el propósito de meter miedo entre la juventud contestataria y la clase trabajadora en lucha con el objetivo de amedrentar y dar un escarmiento para que se sometan y acepten los ataques contra los niveles de vida y del Medio Ambiente que se están preparando, haciendo ostentación por parte de la clase dominante de la “fortaleza de sus métodos represivos policíacos” al servicio de los intereses capitalistas y no de la “democracia” que supuestamente defienden. Incluso la policía recibió órdenes de distribuir información en los Institutos de estudiantes de Copenhague, avisándoles que no debían participar en las manifestaciones contra la Cumbre.


Se ha visto claramente la campaña sistemática de sabotaje por parte de ciertos estados más potentes, que están promovidos y conducidos por las indicaciones e intereses de las grandes multinacionales energéticas, que defienden el injusto sistema capitalista de negociaciones por “imposición de sus criterios”, con métodos oscuros de presiones de las potencias dominantes.


“El acuerdo, de carácter no vinculante, está muy lejos de las expectativas generadas en torno a la mayor reunión sobre cambio climático de la historia y no fija objetivos de reducción de gases”, según informa El País.com (18-12-09). “Sin embargo, sí establece un total de 10.000 millones de dólares entre 2010 y 2012 para que los países más vulnerables afronten los efectos del cambio climático y 100.000 millones anuales a partir de 2020 para mitigación y adaptación”. (Cuando las necesidades mínimas se cifran en 50.000 millones de dólares al año, según las conclusiones del equipo de economistas que indicamos anteriormente.- “nota del autor”). Sigue informando el citado medio que: “el pleno quedó suspendido después de que 5 de los 193 países presentes en la conferencia anunciaran su rechazo a adoptar el leve acuerdo pactado entre 28 jefes de Estado y de Gobierno de países de todos los bloques presentes en la Cumbre del Clima”. (…) “

“Cuando después de horas de estéril debate parecía que el pacto se incorporaría como nota alternativa al acuerdo, el ministro británico de Cambio Climático, Ed Miliband, pidió que fuera una decisión vinculante. Sólo cinco países, entre ellos Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Sudán, se opusieron. Los presidentes de Venezuela y Bolivia ya anunciaron antes de conocer el texto que votarían en contra. La representante de Venezuela aseguró que no iban a "vender su voto por 30.000 millones de dólares", la cantidad fijada como fondo para los países pobres durante los próximos tres años.
Sudán, un país que participó en la elaboración del texto, también criticó el acuerdo, pero fue desacreditado por la inmensa mayoría de países africanos. Quien no pidió la palabra fue China, cuyo primer ministro, Wen Jiabao, fraguó el acuerdo con Obama. Sin embargo, no lo defendió en el pleno y sus delegados llegaron a aplaudir las intervenciones críticas con el texto”.
“A efectos prácticos, la rebaja del texto tiene el principal inconveniente de que será difícil poner en marcha los 10.000 millones de dólares anuales a partir de 2010 que acordaron 30 jefes de Estado (incluyendo la UE como uno de ellos) que suman más del el 90% de las emisiones no dependía de la forma que tuviera. "Si lo quieren, bien. Pero en este acuerdo está todo el que emite. Si el pleno no lo acepta seguirá adelante", declaró antes de la reunión uno de los delegados de los países firmantes, como EEUU, la UE, China, Rusia, México, Noruega, Japón, Canadá, Brasil, Sudáfrica, Sudán, Leshoto, Etiopía... Muchos de estos países, como Leshoto, Etiopía, Maldivas o Granada estaban en representación de grupos más amplios de países”.
“Miliband pidió convertirlo en una decisión de la convención, lo que le daba más valor. "Tenemos dos caminos: o asumir este texto imperfecto pero preparado con buena fe o romper esta convención", en relación a que si la reunión de Naciones Unidas rechazaba ese texto los países que lo habían acordado seguirían adelante por su cuenta y esto acabaría con la convención que desde 1992 bajo Naciones Unidas organiza la lucha contra el cambio climático”.
“Cuando el primer ministro danés Lars Okke Rasmussen, preguntó quién se oponía solo cuatro países pidieron la palabra, según afirmó el presidente. Venezuela, Bolivia y Cuba criticaron que el proceso de selección de los países había sido poco democrático. Lo curioso es que el delegado de Bolivia, cuya capital está a más de 3.000 metros, insistía en que lo hacía para proteger a los pequeños estados isla, que sí aceptaron el texto”.
“Tuvalu consideró que la forma en la que se gestó el texto, "es una falta de respeto a los procesos de la Convención. Otros países tienen más respeto por los procesos democráticos", en alusión a EEUU pero finalmente se sumó al consenso, según fuentes del pleno, cerrado a la prensa y ONG. Así, el eterno pleno se convirtió en una ristra de intervenciones a favor del acuerdo para evidenciar la soledad de los países que se oponen al texto. Países en desarrollo como Maldivas pidieron a Venezuela y Bolivia que permitieran que entrara en vigor el acuerdo”, según la información de la fuente de “El País.com” citada.

Es esperpéntico espectáculo ofrecido, demuestra el método de la “Dictadura del Capital”, imponiendo sus criterios por encima de cualquier método de debate democrático con los 193 países convocados, segando los diálogos que han sido antidemocráticos, además de una organización calamitosa, tanto en el exterior como en el interior. Escándalos, peleas y altercados que son absolutamente inútiles e improcedentes, lo que expresa el resultado de esa quincena caótica y vergonzosa para la humanidad vivida en Copenhague que culminó en un fracaso total, tanto en los aspectos organizativos como de resultados concretos a los que hay que sumar unos niveles de represión nunca vistos en un país como Dinamarca, que era considerado hasta ahora como de los más civilizados de la vieja Europa.


Las tenues esperanzas que se habían generado en el nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, han empezado a desvanecerse como los hielos glaciares cuyos enormes “Icebergs” navegan a la deriva por los inmensos mares, al igual que el bochornoso papel jugado por la Unión Europea, que en un intento vano de liderar las negociaciones, ha producido más “contaminación social” que una vieja locomotora de carbón, elevando la temperatura de rechazo social en todo el planeta muy por encima de la alcanzada por la civilización humana en cualquier otra época de relativa paz social.


Algunos elementos interesados pro-capitalistas, e incluso ciertos ecologistas pusilánimes, han argumentado en el debate (que se ha dado principalmente en los mass medias), que “la mayoría de la sociedad en los países occidentales no tienen la intención de limitar o reducir su tren de vida”. La cuestión no es esa, sino que mientras que los capitalistas consideren que es más importante el crecimiento de sus beneficios privados que cuidar el planeta, la política que planteen no solucionará nada y nunca podrá llegarse a ningún tipo de acuerdo vinculante que se cumpla. Hasta que no se produzca un cambio del modelo de sociedad capitalista poniendo las bases para construir el socialismo, no habrá ninguna posibilidad de combatir verdaderamente el calentamiento global del planeta.


Para ello es necesario continuar la lucha para desarrollar la conciencia social y asumir por la clase trabajadora responsabilidades colectivas cada vez más firmes, unitarias y mejor organizadas, aunque no disponemos ya de mucho tiempo. También puede ocurrir, un cambio brusco y repentino en la conciencia de la humanidad, de acuerdo con la dialéctica, de manera abrupta, como consecuencia de cualquier enorme catástrofe natural que provoque movilizaciones de masas globalizadas una vez se constate la necesidad imperiosa de producir cambios profundos en los comportamientos políticos, para cuyos cambios, se hará inevitable el que tome la clase obrera en sus manos la dirección de la economía y la acción política que se necesita, pues como dijo Engels, a veces en la historia, “lo que no ocurre en 20 años puede ocurrir en 20 meses, en 20 semanas o en veinte días”.


Si esto no se consigue en unos decenios, las poblaciones de los países empobrecidos de África, Asia y otros continentes, así como poblaciones costeras se verán gravemente afectadas, incluidos los glaciares, los arrecifes de coral, las selvas tropicales, tierras de cultivos los bosques y demás zonas. Esos mismos gobiernos que tan pronto reaccionaron para salvar a los Bancos de la catástrofe del colapso capitalista del “libre mercado” han discutido unos escasos 10.000 millones de dólares, la quinta parte de lo que los técnicos consideran que se necesita, para iniciar el freno al deterioro del medio ambiente, que comparados con los 20 billones inyectados al circuito financiero, es una auténtica minucia.

Por otra parte, las declaraciones de uno de los principales grupos ecologistas como es Greenpeace, efectuadas el 19-12-09, nos ilustran explicando que ese grupo ecologista: “condena hoy enérgicamente la arrogancia de los jefes de Estado de los países más poderosos del mundo por haber presentado un “ultimátum” en la cumbre climática de Copenhague. (…). Durante la pasada noche los negociadores han tratado de descifrar el estatus del llamado “Acuerdo de Copenhague” mientras la cumbre climática se cerraba de forma vergonzosa, incoherente y duramente disputada.”

Continuando esas declaraciones podemos leer: “Cuando casi se cumplen 48 horas desde que Juan López de Uralde, director de Greenpeace España, junto con otros dos activistas fueron detenidos por conseguir entrar en la recepción oficial de los 120 jefes de Estado, un grupo de personas se encuentra en la cárcel Vestre Faengsel realizando una vigilia para solicitar su liberación. Juan López de Uralde permanecerá en prisión preventiva hasta el 7 de enero por riesgo de fuga. Está acusado de falsificación de documentos, de pretender ser una autoridad pública, de entrar sin permiso en lugar privado y de alterar un acto con presencia de la reina”


“El director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, ha declarado: “El mundo se enfrenta a una trágica crisis de liderazgo. En lugar de trabajar conjuntamente para asegurar el futuro de cientos de millones de personas adoptando un acuerdo histórico que evite un caos climático, los líderes mundiales de los países más poderosos han traicionado al futuro y a las próximas generaciones””.


“Aunque el Acuerdo de Copenhague está siendo denominado por algunos como un paso adelante Greenpeace considera que no lo es. De hecho, ni siquiera ha sido formalmente adoptado por la Conferencia de las Partes (COP). No contiene medidas firmes para reducir las emisiones en los países en desarrollo. Es una gran concesión a las industrias contaminantes, especialmente en el sector de los combustibles fósiles, que han estado presionando para debilitar el acuerdo y ahora tienen licencia para continuar emitiendo gases de efecto invernadero”.


“Según la organización ecologista, hay unos pocos puntos aceptables en el acuerdo ya que contiene el establecimiento de un nuevo Mecanismo de Financiación Climático y acuerda la necesidad de financiación a largo plazo, más de 100 billones de dólares (73.000 millones de euros) para permitir que los países empobrecidos protejan sus bosques, apliquen medidas para reducir sus emisiones de CO2 y puedan adaptarse a los impactos del cambio climático”.


“Además, los países en desarrollo han acordado poner en marcha medidas voluntarias para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y para aumentar aquellas acciones que proporcionen apoyo financiero a los países en desarrollo”.


“La conferencia no ha acordado un mecanismo para establecer un acuerdo legalmente vinculante. Aunque las negociaciones continuarán el año que viene, Greenpeace considera que la pérdida del objetivo “legalmente vinculante” hace de la cumbre de Copenhague una gigantesca oportunidad perdida. El planeta tiene que reanudar su camino desde Bali a México donde un acuerdo justo, ambicioso y jurídicamente vinculante que evite un cambio climático catastrófico debe ser adoptado”, he aquí la declaración citada de Greenpeace”.


Incluso esos ridículos objetivos firmados serán puestos en entredicho a la hora de poder ser cumplidos, por lo que lo más probable es que, al igual que los del Protocolo de Kioto, también fracasarán porque los representantes de los principales países contaminantes y emisores de gases de efecto invernadero, como son China, India y EEUU, no han cedido en absoluto, lo que indica que están dispuestos a continuar haciendo lo que más convenga a sus intereses particulares, que son los mismos que los de sus amos los Capitalistas, lo que indica una amenaza total para el éxito de los acuerdos de la reunión, porque reconociendo que se ha hablado de algunas medidas, éstas son totalmente insuficientes, (además de No Vinculantes) para enfrentar y paliar la situación, por lo que es muy probable que ni se cumplan.


En esas cumbres, tanto en Kioto como en Copenhague, se ha analizado la problemática del Cambio Climático, (tanto por parte de los técnicos de los gobiernos asistentes como de las organizaciones alter-mundistas, ecologistas y defensoras del medio ambiente), se han puesto las bases teóricas, sus posibles efectos del presente y el futuro, las medidas que habría que tomar y otras recomendaciones para enfrentar el problema adecuadamente, pero debido a la contradicción entre el beneficio privado que los organismos internacionales defienden, que chocan frontalmente con el bienestar de la sociedad en su conjunto, poco se puede hacer manteniendo las bases del sistema capitalista.


La burguesía considera la naturaleza como una mercancía más, igual que utiliza al obrero, de donde está dispuesto a extraer todo el beneficio que pueda. Además, la explotación de una economía que se basa en el lucro privado implica la utilización de procesos energéticos altamente contaminantes, del que obtienen enormes beneficios, siendo falso eso de que el que contamina paga, sino que descargan siempre los costes sobre las espaldas de los consumidores que mayoritariamente es la clase trabajadora y los pobres. La transformación del modelo de consumo de energías contaminantes a energías limpias, que ya es técnicamente posible en la actualidad, no puede desarrollarse porque choca frontalmente con los intereses de las multinacionales del petróleo que es como decir con el propio modelo capitalista del lucro privado”…(…)(**)

AREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A


(*) Extracto de la Revista “Cambio Climático” editada por Izquierda Socialista de Málaga-PSOE,que fue presentada en la II Conferencia de Andalucía celebrada en Torremolinos, que está a disposición de los interesados de forma gratuita. Puede solicitarse, poniendo en asunto la palabra “Cambio Climático” y será remitida de inmediato por correo electrónico, solicitándola a.

Is-psoe.malaga@terra.es

(**)
Resumen del capítulo V de Cambio Climático que consta del INDICE siguiente:

I. PRÓLOGO.
II. INTRODUCCIÓN
III. SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LOS PROBLEMAS MEDIO AMBIENTALES DE LA CONTAMINACIÓN.
IV. LAS MULTINACIONALES CAPITALISTAS BUSCAN SACAR MÁS BENEFICIOS PARA UNOS POCOS.
V. LA CUMBRE DE COPENHAGUE.
VI. CONTRA LAS NUCLEARES Y LA CARRERA BÉLICA
VII. MÁS SOBRE ECOLOGISMO Y MEDIO AMBIENTE:
VIII. NO SE CUMPLE EL LEMA: ”EL QUE CONTAMINA PAGA”.
IX. NOCIONES SOBRE LAS ENERGÍAS LIMPIAS.
X. ES MÁS NECESARIO QUE NUNCA UN CAMBIO DE MODELO DE SOCIEDAD PARA FRENAR EL CAMBIO CLIMÁTICO.
XI. SITUACIÓN ECONÓMICA: ANÁLISIS Y ALTERNATIVAS.


Solicita gratuitamente la revista, poniendo en asunto la palabra "Cambio Climático" a la siguiente dirección:
is-psoe.malaga@terra.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario