14 de junio de 2011

REFORMA LABORAL: Un retroceso para la clase trabajadora.

Este es el título del artículo que publica la revista de UGT de Andalucía número 24 “Trabajo y Diálogo Social”, en el cual se llega a la conclusión final siguiente: (…)“Por eso decíamos que el balance de la actuación de la reforma no podía ser peor. Desde que se aprobó la reforma en Andalucía el paro se ha incrementado en 23.300trabajadores. Se han realizado 1.769.328 contratos de los cuales el 96 % han sido TEMPORALES. No obstante, el dato es que 2010, en Andalucía acabó con 1.127.400 trabajadores buscando empleo, una tasa de paro del 28,35 % y 350.000 hogares donde todos sus miembros están parados. Los números hablan por sí solos, pero lo que es peor, detrás de cada número hay un trabajador, hay una familia. El Balance es negativo”.( Dicho artículo lo firma Roberto Marín que es Secretario de Análisis Económico de UGT de Andalucía).

Las conclusiones son correctas ya que el ajuste y las medidas acordadas por los sindicatos representan un ataque contra los intereses de los trabajadores y además, desde el punto de vista liberal burgués, estos recortes no han hecho más que empezar. Las contradicciones que se vienen acumulando durante los últimos años no pueden resolver la cuestión social y, por otra parte, la crisis aún no ha tocado fondo, por lo que la burguesía que es perfectamente consciente de ello está preparando su maquinaria política a través del PP y su gran Patronal para ataques furibundos a los asalariados.

Los trabajadores estamos sufriendo en nuestras propias carnes el parón producido en la actividad económica, sufriendo el paro forzoso, que se agrava por la cantidad enorme de deudas a pagar. Incluso vemos cómo los desfalcos y las quiebras bancarias y de grandes empresas quieren cobrársela como sea a la clase trabajadora. Los ataques emprendidos son duros, pero lo que nos espera es mil veces peor según se desprende de las propuestas de la burguesía que intentará imponer sus tesis en los próximos años, si los “ultra-centrados por ti”, de la “Derechona pepera” ganan las próximas elecciones generales.

Los estrategas de la burguesía plantean que para preservar y recuperar la tasa de beneficios de los ricos y hacer frente a sus obligaciones internacionales, van a recortar los gastos de educación, sanidad, pensiones, los subsidios de desempleos y otras inversiones en infraestructuras sociales, tanto en los municipios como en el resto de las Administraciones Públicas, es decir que el PP pretende privatizarlo todo.

La burguesía está crecida con el triunfo municipal del PP y quiere echarle el muerto de la crisis sobre las espaldas de la clase asalariada, pero el muerto está ya descompuesto y huele muy mal, como han explicado en las plazas los que se han rebelado contra este tipo de democracia, a través del Movimiento 15-M y la Plataforma “Democracia Real ya”.

A la burguesía no les basta con unos cuantos ajustes y otros pequeños ataques puntuales, sino que necesitan, para seguir llenando sus arcas, un profundo deterioro de las condiciones de vida y salariales de la clase trabajadora, quieren una transformación completa y a fondo, que afectará a la juventud, a los pensionistas y trabajadores de ésta y de futuras generaciones, lo que aumentará el grado del “Estado de Malestar” que se está creando contra los potentados ricachones, ladrones, especuladores, opresores y corruptos.

El pastel de la riqueza social ha sufrido una abrupta caída y los ricos no están dispuestos a renunciar a su parte de las plusvalías sino que quieren más y más, con lo que nos vamos a enfrentar a un periodo largo de estancamiento que nos hundirá en un periodo de convulsiones y enfrentamientos sociales, tanto en el plano social como en el político, con cambios bruscos y explosiones imprevistas, incluso con indisciplina sindical y política.

Existen diversos factores que influyen de una manera decisiva en la situación socio-política en los momentos actuales, como pueden ser la brutal ofensiva lanzada por la burguesía y la patronal contra las conquistas sociales históricas que había obtenido la clase obrera con sus luchas, cuya causa fundamental es la política desmovilizadora, claudicante y pactista, sin contenidos concretos favorables para las masas, que han venido aplicando las cúpulas sindicales de UGT y CCOO, sobre todo, cuando rompieron las esperanzas de la clase asalariada, de continuar la lucha iniciada con la Huelga del 29-S, que tenía como objetivo la retirada de los ataques y pasaron al polo contrario, avalando la “contra-reforma” impulsada por la burguesía y el imperialismo, que hizo arrodillarse al propio Gobierno, demostrándose la bancarrota de la socialdemocracia y todas las demás organizaciones reformistas.

Ese giro a la derecha de las cúpulas sindicales de UGT y CCOO, cediendo a las presiones de la derecha y el gobierno, no tiene una explicación válida para los trabajadores, cuando encima se nos quiere hacer creer que no había voluntad de lucha ni motivos graves, cuando eso ha sido desmentido en la calle por las fuertes movilizaciones y protestas inmensas de los ciudadanos tomando las Plazas y demostrando un rechazo firme a las políticas que han avalado por arriba, que quedan desacreditadas por la inmensa mayoría de los ciudadanos, muchos de los cuales han votado con los pies en las calles y han demostrado su rechazo con más 11 millones de abstencionistas que han pasado de este tipo de democracia burguesa, corrupta y decadente.

Las cúpulas sindicales están cometiendo errores garrafales al considerar que su cometido es asumir un papel de hombres de Estado, que no es su papel, abandonando la defensa de los intereses de la clase a la que dicen representar, que es la clase obrera y los pobres, por lo que aparecen elevados por encima de los intereses de nuestra clase, habiendo cruzado el Rubicón y ahora les va a ser muy difícil dar marcha atrás, aunque es absolutamente imprescindible que lo corrijan con urgencia, porque de lo contrario, la indisciplina sindical se podría dar con mucha virulencia.

Ha quedado demostrado que al asumir la lógica del libre mercado, que es la filosofía en la que se escuda la burguesía y sus estrategas, el sistema les ha empujado a esas organizaciones sindicales e incluso a los partidos políticos, a posiciones cada vez más a la derecha de la que ya estaban, convirtiéndose en estos momentos en defensores del más peligroso “conservadurismo sindical” y “liberalismo político”.

Ante estos errores que llevan a los trabajadores a posiciones cada vez más críticas con sus dirigentes sindicales, más temprano que tarde será inevitable que se den luchas donde surgirán corrientes de oposición interna por la izquierda en los sindicatos firmantes CCOO y UGT. Existen ya algunas condiciones para que esas corrientes se refuercen, pero todavía es preciso y necesario que se den procesos acumulativos de experiencias de lucha de nuevas capas de sindicalistas jóvenes. Pero esos procesos están madurando en el subconsciente de las masas, donde está operando el proceso molecular de toma de conciencia que se cristaliza a través de los acontecimientos que se están dando en las movilizaciones de las Acampadas de las Plazas, las asambleas de barrios, las comisiones de trabajo por la “democracia Real ya” y el movimiento 15M, que pueden ser el embrión de un nuevo proceso de futuro.

Como explica la dialéctica, en un momento dado, los procesos que van por detrás de los acontecimientos, como son los subjetivos, pueden igualarse a los factores objetivos que están totalmente maduros, poniéndose incluso por delante de los que van a la zaga, dando un salto cualitativo que podría converger con el cuantitativo, en un salto de fase que empuje a los batallones pesados del movimiento obrero a entrar en acción, cuando se empiecen a cuestionar algunas de las preguntas claves, como por ejemplo. ¿Cómo es posible que existan tan pocos asalariados en el Parlamento, en los Ayuntamientos y en las instituciones, cuando es ésta la clase abrumadoramente mayoritaria y encima nos dicen que esto es una democracia? ¿Qué tipo de democracia es ésta donde el pueblo no gobierna sobre los corruptos, sino que es al revés? Esos cuestionamientos corresponden ya a las consignas coreadas por el pueblo en las manifestaciones, cuando cantan eso de: ¡¡Oé, Oé, Oe, le dicen democracia y no lo es¡¡¡

Ante este panorama, las masas se verán obligadas a intervenir en los acontecimientos porque les afectarán cada vez más las políticas antisociales programadas, así que los acontecimientos podrían alcanzar un carácter explosivo, que indudablemente tendrá alzas y bajas, pero lo más importante es que a través de estos acontecimientos inevitables, por más “alarmista y difícil” que parezcan, es como van a surgir y como se van a forjar las nuevas capas de dirigentes naturales que el movimiento obrero y juvenil está necesitando, para mandar al capitalismo al basurero de la historia.

La crisis capitalista no puede ser resuelta por los mismos que han provocado la bancarrota. Este capitalismo enfermo y senil necesita una alternativa auténticamente socialista que solamente se puede dar mediante la lucha unitaria de la clase trabajadora en un frente único de todos los partidos y sindicatos de izquierdas, donde la clase obrera participe exigiendo la distribución justa de las escandalosas riquezas robadas al pueblo por un puñado de banqueros, especuladores y explotadores.

Es preciso planificar racionalmente los grandes medios de producción que deben ser propiedad del Estado y puestos bajo control democrático de la clase obrera. Para ello es imprescindible democratizar los recursos financieros por medio de una Banca Pública que esté gestionada democrática y limpiamente al servicio de la producción, sobre todo de la pequeña y mediana empresa.

De esta forma, produciendo más y repartiendo mejor, podríamos abrir paso a la construcción de la nueva sociedad socialista, con democracia real, con democracia obrera, con democracia socialista, donde toda la ciudadanía tenga la oportunidad de participar en las tareas que requiere la democracia total, en el terreno económico, político, sindical, social y cultural, porque bajo el capitalismo no existe ningún futuro para la Humanidad. Otro mundo es posible, pero lo tenemos que construir entre toda la clase trabajadora, con nuestras luchas, nuestras organizaciones, nuestros esfuerzos en pro de la UNIDAD, ya que en la unidad, en la organización y en la lucha estará nuestra victoria, porque como dijo Pablo Iglesias, “la emancipación de la clase obrera será obra de la propia clase o no será”.

AREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
Is-psoe.malaga@terra.es

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