MANIFIESTO:
Estar afiliado al PSOE no significa ser socialista ni de izquierda, aunque éstas denominaciones las suelen utilizar interesadamente, los mismos que igualmente se autodenominan socialdemócratas y de centro izquierda.
CONVERGER PARA REFUNDAR IZQUIERDA SOCIALISTA.
Izquierda Socialista desde que se fundó en el año 1979 y hasta cerca de los noventa, concitó muchas esperanzas y expectativas. En aquel entonces tenía un marcado acento diferenciado del oficialismo del PSOE, demostrado fundamentalmente cuando se enfrentó en el tema de la OTAN a la Ejecutiva Federal del PSOE con su secretario general al frente. Posteriormente y poco a poco, fue desvirtuándose y dejando de lado muchas de sus reivindicaciones.
El PSOE necesita de un ala izquierda fuerte, que por supuesto ya no es Izquierda Socialista muy desvirtuada. Su misión principal sería plantear alternativas a la política oficialista que en gran medida se confunde con la de cualquier partido de derecha, procurando que haya un equilibrio o giro a la izquierda que redundaría para que no se siga alejando del Partido Socialista su electorado natural de izquierda. Para lograrlo debe primero conseguir cambiar las estructuras y el funcionamiento del Partido, haciéndolo más democrático, transparente, plural y participativo.
Los partidos de izquierda y centroizquierda clásicos no dan respuesta ni capacidad de decidir a sus militantes y el PSOE no es ninguna excepción. Apoyándose en las estructuras jerárquicas que ellos mismos se dotan, las cúpulas sin ninguna consideración, deciden por ellas mismas y por el conjunto de la militancia. Socialistas de Izquierda e Independientes puede llenar ese hueco y propiciar un punto de reflexión y colaboración necesaria, que permita al margen de aparatos y burocracias de partido, la confluencia y/o unidad de acción de la izquierda.
S. I. I. (Socialistas de Izquierda e Independientes) no es un partido político, por lo que no pretende sustituir en ningún momento la acción partidaria. Lo que sí quiere es dotar al PSOE de un ideario de izquierda, a través del diálogo, debate y confrontación respetuosa de ideas y por mediación de la participación, garantizar el efectivo ejercicio de democracia interna y el derecho a la discrepancia.
La clase política de nuestro país ha hecho sobrados merecimientos para estar denostada y con su credibilidad bajo mínimos, aparte de los casos de corrupción, también por una actuación errática frente a las consecuencias de la crisis económica y el paro galopante que se ceba en los trabajadores y las clases más vulnerables e indefensas de la sociedad. La poca credibilidad en esta clase política es cada vez mayor como consecuencia de la falta de respuesta y medidas correctoras que impidan los desmanes que se vienen produciendo, en los que se está viendo afectado el propio “sistema democrático”, convertido en una seudo democracia tutelada.
Salvo honrosas excepciones, a la política no se está accediendo de forma vocacional y de servicio, para con arreglo a principios y convicciones, tratar de mejorar la vida de las personas y de la sociedad en general. Debido a las estructuras jerarquizadas y el funcionamiento de los partidos políticos, la profesionalización y perpetuación en los cargos es algo que se ha hecho normal y cotidiano, con lo que ello significa de negativo, como es la pérdida de sensibilidad (si es que alguna vez se tuvo) de los dirigentes políticos.
Es más que evidente la necesidad de una regeneración democrática y una convergencia de toda la izquierda para llevar a efecto acciones y políticas comunes, como recuperar los valores republicanos y socialistas transformadores, que posibiliten la identificación y el acercamiento de la sociedad a la política. Ello es justo lo que pretende el presente Manifiesto, dirigido a los ciudadanos en general, afiliados del PSOE y de otros partidos políticos de izquierda que no se sienten suficientemente identificados e integrados en sus organizaciones políticas, jóvenes con sensibilidad ideológica de izquierda y socialistas independientes: trabajadores, profesionales, ecologistas, miembros de ONGs, sindicalistas, pacifistas, gente de la cultura, etc..
Se trata de reivindicar una sociedad más justa, democrática, transparente, plural y participativa, y mediante sus estructuras, contemplar de forma natural la renovación en los cargos ocupados en las instituciones públicas y otras organizaciones. Por tanto, queremos, podemos y vamos a trabajar para, desde los planos ideológicos y orgánicos, transformar y mejorar esta sociedad.
NO A LA CARIDAD Y SI MÁS JUSTICIA SOCIAL
Este Manifiesto es un proyecto claramente socialista de izquierda, y desde ese posicionamiento ideológico, analizamos que nuestra sociedad no es justa. Las consecuencias devastadoras de la crisis económica han hecho que sean precisamente las clases trabajadoras y más desfavorecidas las que tienen que pagar el impacto negativo de los estragos causados por el neoliberalismo agresivo e insolidario. Mientras, los grandes ejecutivos de la banca mundial, a los que no se les exige ningún tipo de responsabilidad por sus desmanes, siguen ganando sueldos millonarios, con lo cual continúan rentabilizando en su beneficio la misma crisis que ellos causaron. No reclamamos caridad. Exigimos más justicia social para la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas: parados de corta y larga duración; jóvenes sin un claro futuro; familias en precaria situación; pensionistas vulnerables; inmigrantes desprotegidos; trabajadores que han visto perder su derecho a trabajar; autónomos con raquíticas coberturas; agricultores víctimas de intermediarios; pequeños empresarios, todos ellos los más afectados por esta crisis que parece no tener final.
El gobierno del Partido Socialista Obrero Español, se encuentra haciendo políticas de marcado acento neoliberal, y en contradicción abierta a sus propios principios fundacionales y no parece haber hallado o compartir la solución adecuada para la defensa de los más débiles. Despreciando todo compromiso de izquierdas y conculcando su programa, ha promovido un conjunto de medidas de suma dureza con el único fin de salvar el sistema con idénticos criterios del dogmatismo neoliberal, precisamente el mismo que nos ha llevado a la situación de desastre que padecemos en la actualidad.
El PSOE, en adecuada respuesta a sus postulados de izquierda, debe combatir el paro con medidas de reducción de la jornada laboral, mitigando así el importante desempleo juvenil existente. Los trabajadores parados tienen derecho a ser cubiertos socialmente con retribuciones justas mientras no perciban ingresos salariales. Los gobiernos socialistas tienen el deber de impedir que se facilite y abarate el despido y no hacerle el trabajo sucio a la derecha política y a la CEOE, como contempla la reciente Reforma Laboral.
La prolongación en la edad de jubilación, coadyuva a la situación de paro de cientos de miles de jóvenes aspirantes a su primer puesto de trabajo.
Impedir decididamente que se consolide la privatización de las Cajas de Ahorro, y/o recuperarlas nacionalizándolas para que como Banca Pública sea un referente para la Sociedad y tenga dentro de sus objetivos financiar a las pequeñas y medianas empresas, así como negocios viables, básicos para reactivar el tejido social y económico. La deriva ultraliberal y autoritaria que recorre Europa y el programa de derecha extrema, se está imponiendo también en el Estado Español. Ello nos obliga a reaccionar ya. Un gobierno socialista tiene la obligación irrenunciable de enfrentarse y procurar erradicar las desigualdades sociales, de las que la mujer es en todos los órdenes la principal víctima. Debe potenciar los servicios sociales en la presente situación de carencias, y de cuidados domiciliarios a ancianos que viven en su propio hogar sin compañía de familiares, teniendo bien presente que dichas medidas no responden a soluciones de caridad, sino a derechos fundamentales y universales de las personas.
Tampoco hay que olvidar la solidaridad internacional, pues mientras en el llamado Primer Mundo, también con injusticias y dolorosas deficiencias, existe ostentación, derroche y despilfarro, en el Tercer Mundo y países subdesarrollados no disponen de lo más elemental para sobrevivir en condiciones dignas los seres humanos. Así, con menos de lo que se ha invertido para salvar a las entidades financieras y bancarias de la crisis que han originado, se podía haber erradicado el hambre, la miseria, el analfabetismo y muchas enfermedades que hacen estragos en el mundo. Se debe, por tanto, profundizar en la ayuda al desarrollo, poniendo al día las medidas acordadas por las Naciones Unidas, toda vez que el 0,7 en su momento aprobado, se ha quedado manifiestamente desfasado. La lucha por el medio ambiente y en contra del cambio climático, debería ser una de nuestras principales señas de identidad.
Desde posiciones ideológicas de izquierda alternativas a:
- Distribución de la riqueza de forma más justa y equitativa.
- Trabajar por un mundo mejor, fomentando y potenciando el pacifismo y el ecologismo.
- Apoyar la causa del pueblo Saharaui y la de otros pueblos, para erradicar sus sistemas dictatoriales.
- Potenciar el Estado del Bienestar, fundamentalmente a través de los servicios públicos: sociales, sanitarios, educativos, culturales, etc.
- Combatir el fracaso escolar y que la enseñanza sea el principal instrumento para lograr la igualdad de oportunidades. ¡Quien quiera enseñanza privada, que la pague!. Esa era una de las frases más significativas e impactantes que pronunciaba Felipe González, en los actos electorales para las elecciones legislativas de 1977. Sin embargo al llegar a la Moncloa después de las elecciones “por el cambio” de octubre de 1982, hizo exactamente lo contrario, pactando con la reaccionaria Conferencia Episcopal e imponiendo la injusta enseñanza concertada con ideario incluido, que con sus “filtros”, imposibilita el acceso a la misma de estudiantes de familias humildes incluidas las de inmigrantes. Con la escolarización de sus hijas e hijos en este tipo de enseñanza, se han beneficiado o están beneficiando muchos de los dirigentes “socialistas”.
- En gran medida el fracaso escolar, es el paso previo a la marginación y de esta a la drogadicción (enfermedad) y delincuencia. El coste económico que para hacerle frente a este problema le está causando al Estado es incalculable, pero mucho más es el social con el drama que le produce al afectado y sus familiares.
Las medidas preventivas y represivas que se están aplicando, son manifiestamente insuficientes e ineficaces y es que en torno al “mundo de la droga”, hay mucha economía sumergida e intereses creados. En consecuencia se hace necesario abordar y hacerle frente a esta lacra, con más imaginación e ideas progresistas.
- Los usuarios y consumidores, se sienten cada vez más impotentes y desprotegidos por la Administración ante los abusos que están siendo sometidos por las grandes compañías de servicios básicos: Internet, telefonía y esenciales como el suministro energético y abastecimiento de agua. Estos últimos desde las diferentes administraciones: central, autonómica y local han venido siendo privatizados. Reclamamos el carácter publico y la nacionalización de los mismos.
- Nacionalización de las Cajas de Ahorros y/o creación de un banco del Estado.
- Luchar contra la Dictadura de los Mercados.
- ” “ el fraude fiscal y los paraísos fiscales.
- Reimplantar el impuesto de patrimonio.
ORGÁNICAMENTE: REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA
Para llevar a cabo este proyecto, debe hacerse contando con la colaboración y participación de la sociedad en su conjunto, debidamente vertebrada y estructurada, utilizando todos los medios democráticos disponibles. Entre éstos se encuentra uno: Internet, muy eficaz, ágil y bastante extendido, sobre todo entre los jóvenes, que podrían jugar un papel fundamental en este proyecto, como se ha demostrado en diversos países del Norte de África. En nuestro caso, no se trata de derrocar a ningún dictador para conseguir la libertad, pero si para lograr mayores y mejores cotas de democracia en el conjunto de la sociedad, empezando por los partidos políticos, de donde emanan los poderes legislativos y ejecutivos y en gran medida, incluso la configuración del poder judicial.
Estructura del Estado:
- Estado federal y laico.
- Elección de la Presidencia del Gobierno en lista estatal única, y si procede (obtención de menos del 50% de los votos), aplicación de la segunda vuelta.
- Ley electoral contemplando una persona, un voto, y que todos tengan la misma validez. Listas electorales desbloqueadas.
- Ley de partidos políticos, incluyendo su financiación y la imposibilidad de votos de censuras por mediación de tránsfugas; la implantación y desarrollo con todas las garantías de primarias; listas abiertas; limitación en el tiempo de los cargos (dos mandatos orgánicos- o legislaturas –institucional-); una persona un cargo, y si excepcionalmente se ostenta dos (orgánico e institucional), para no ser juez y parte, que éstos no sean al mismo nivel; garantía del voto personal y secreto.
- Leyes para otras instituciones y organizaciones. Senado y diputaciones ¿para qué? En el caso del Senado se viene repitiendo sistemáticamente desde las primeras elecciones, promesas en los programas electorales: “vamos a hacer de esta institución una cámara territorial”, pero la realidad es que por discrepancias o falta de acuerdos esto no se ha hecho; sin embargo su mantenimiento (y “funcionamiento” más bien testimonial) está causando unos grandes gastos, con la particularidad de que la coordinación y colaboración entre instituciones se puede lograr y llevar a efecto de otras maneras. Esta cámara se está utilizando más bien como refugio o destierro de políticos de todos los signos, díscolos o problemáticos en sus respectivas organizaciones políticas. En lo que respecta a las diputaciones, es evidente que se han quedado desfasadas y obsoletas, siendo procedente su disolución.
Descentralización de las CC.AA. y los cabildos. Para su potenciación son necesarias más transferencias y competencias a los ayuntamientos, y que éstas (sobre todo los servicios directos a los ciudadanos: sociales, culturales, deportivos, etc.) para que no produzcan interferencias, derroche de recursos y/o ineficacia, sean gestionadas exclusivamente por los ayuntamientos, como instituciones más cercanas a los ciudadanos. Los ayuntamientos para ofrecer mayor eficacia y agilidad a los servicios que prestan a sus vecinos, deben poner a disposición de estos todas las medidas necesarias, entre otras Internet. Salvaguardando la cultura, costumbres, fiestas y tradiciones de cada municipio, pero en la medida de lo posible sería conveniente su concentración.
Reivindicamos nuestro carácter pacifista, pero hasta que esa sociedad que deseamos no sea una realidad, consideramos injusto que el ejercito (clase de tropa), este siendo sostenido por inmigrantes y jóvenes del extracto más humilde de la sociedad, que ven esto como una salida para hacerle frente a sus problemas sociales y económicos. Para al menos paliar esta situación injusta, es nuestro propósito que la mitad de la clase de tropa de la que se nutre el ejercito, sea elegida mediante sorteo.
Unidad orgánica y no sólo de acción de los sindicatos de clase y así, ser el referente sindical para todos los trabajadores y trabajadoras.
Erradicando los personalismos y protagonismos, propiciar una activa y eficaz convergencia de todos los proyectos de izquierda que con buena voluntad han venido proliferando, buscando en definitiva la acción conjunta de la clase trabajadora y así defender con más garantías sus intereses.
La democracia interna plural y participativa (extensiva a toda la sociedad) es fundamental para que este proyecto tenga sentido, pueda arraigarse y llevarse a efecto con éxito.
SOCIALISTAS DE IZQUIERDA E INDEPENDIENTES (S.I.I.)
6 de junio de 2011
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