Al comenzar la crisis
en 2008, las Rentas del Trabajo suponían el 49,43 % del PIB, aventajando a las
Rentas del Capital en un 8,4 % puntos del PIB, mientras que al final de 2013
habían caído al 45,5 %, con una pérdida de 3,93 % que en euros constantes
representan en 5 años la suma de 205.735 millones de euros, enorme trasvase del
bolsillo de los trabajadores al de los empresarios, pero con la salvedad de que
el IRPF y demás impuestos que pagamos la clase trabajadora no se escapa nadie,
mientras los empresarios tienen todas las puertas abiertas, legales, alegales e
ilegales, para evadir impuestos, sobre todo, la sangría de la economía sumergida,
que ronda entre el 25 % y el 30 % según algunos analistas serios.
Al terminar el año 2013
el PIB declarado por el Estado era de 1 billón 49.000 millones de euros y las
rentas salariales de 490.235 millones de euros, es decir un 46,73 %. Además, las
retenciones por IRPF fueron de 52.311 millones de euros, más 51.931 millones de
IVA más 19.073 millones de impuestos especiales, lo que nos arroja 123.315
millones de euros que salen de los bolsillos de las clases trabajadoras. Por otra parte, lo que pagaron las empresas
no llegó a 20.000 millones de euros y las Rentas del Capital cotizaron menos de
7.000 millones de euros. El Paraíso Fiscal de la SICAV, tolerado y amparado por el Gobierno, paga un
raquítico 1 % de impuestos y las incalculables ayudas, subvenciones y
exenciones fiscales de las que disfrutan los empresarios explican, que los que
verdaderamente sostienen las arcas del Estado son las clases trabajadoras y
encima, los saqueos a través de las tramas de corrupción como Gürtel, ERE,
Púnica, Caso Pujol y demás, se han venido encargando de desvalijar las arcas
del Estado casi con clara impunidad. Todo ello ha contribuido a aumentar la Deuda
Pública en más de 330.000 millones de euros, que ha sido trasvasado del sector
privado, causante del estropicio, al sector público que nos lo hacen pagar a
todos vía impuestos.
Este es el método de
saqueo que emplea la burguesía para que poblaciones enteras de países, incluido
el Estado español, sean arrastrados a la ruina, arrancándoles de cuajo a su juventud
y a la clase trabajadora cualquier
esperanza de un trabajo permanente y un futuro digno, empujándoles al abismo de
la miseria, los desahucios y la frustración, mientras esa minoría de banqueros,
especuladores y parásitos se siguen forrando a costa de la pobreza, el
sufrimiento y el malestar del pueblo.
Aquella Europa de la
que nos hablaban a la que íbamos a confluir en bienestar y en derechos ha sido
un engaño y los teóricos de la
“austeridad” nos han estrellado contra el muro de la desigualdad entre las
clases, fruto de la crisis estructural del sistema capitalista, acelerada por
la tremenda estafa que ha representado la introducción del euro, sin mecanismos
de corrección en el reparto de las riquezas creadas por la clase trabajadora.
Los grandes bancos han incrementado su capitalización, como por ejemplo, el
Santander, que ha conseguido tener un precio de mercado un 86,5 % más alto que
cuando llegó Rajoy al Gobierno, al alcanzar los 93.778 millones de euros de
valor actual, según datos oficiales de la Bolsa de Madrid. De enero a junio de
2015 ya habían conseguido unos beneficios de 3.426 millones de euros, con un
incremento de las ganancias de un 24 % en ese semestre.
El número de
millonarios sigue aumentando, la corrupción sigue siendo rentable para los
ladrones de guante blanco, las leyes favorecen a la burguesía pues amparan la
impunidad del poderoso, mientras la vida de millones de trabajadores y la
juventud se ha visto sacudida y golpeada por esta larga recesión y
estancamiento tan devastadora para los sectores menos favorecidos, que hunden a
la clase trabajadora en la desesperación del paro masivo y los ataques
salariales que nos han hecho perder entre un 30 % y un 40 %, del nivel de vida
de las masas, con una terrible precarización que impide que la juventud pueda
emanciparse.
Con la oleada
permanente de ataques del Gobierno del PP a los derechos democráticos, con la
Ley Mordaza, la LOMCE, la contra-reforma laboral y demás leyes reaccionarias
que han llevado a cabo, con la alianza conjunta de las fuerzas de las finanzas,
la patronal y su gobierno sumiso, junto
a muchos corruptores y especuladores, la burguesía ha conseguido una tremenda
agudización de la pobreza y la desigualdad, que han golpeado a millones de
familias, demostrándose que esa política del gobierno ha sido nefasta e incapaz
de enderezar la situación de la economía de forma armoniosa y equilibrada, sino
que ha despejado la senda para que el capitalismo continúa preparando otra
nueva burbuja, continuando con la especulación, los saqueos y los desfalcos que
perjudican al pueblo.
Con este breve análisis
de la política del PP se demuestra que la recuperación económica tan celebrada
por los voceros de la burguesía está basada en un incremento de la desigualdad
social, una disminución de los Derechos sociales, laborales y democráticos y un
aumento de los beneficios de la patronal que en el 2/T de 2015 había ganado
6.000 millones de euros más que en 2011, duplicándose el número de millonarios. Por otra parte, hay ya más de 13 millones de pobres, un 34 %
de la población, el paro registrado subió en septiembre en 26.087 personas
alcanzando la cifra de 4.094.042
desempleados, con datos de paro
juvenil entre el 45 % y el 50 %, cuando en 2011 estaba en el 25%. Existen 5.700.000 trabajadores que cobran menos de 600
euros al mes. Según UNICEF hay más de 3
millones de niños que están malnutridos y somos el tercer país donde más crece
la pobreza infantil. En los presupuestos para 2016 los gastos sociales
disminuyen un 25 % en relación a 2011.
El milagro de la
recuperación anunciada por Rajoy es debido a haber conseguido que un 46 % de
los hogares españoles pasen dificultades
económicas, datos que ofrece la O.C.U. La crisis no se ha despejado totalmente,
ni en la macro ni en la microeconomía, como insistentemente nos ha venido
pregonando el gobierno del PP, pues se
basa en un crecimiento insuficiente y
desigual, que sigue produciendo un trasvase de recursos de los sectores agrarios,
industriales y de servicios, que se encuentran extenuados y obsoletos y sin
inversión productiva adecuada, hacia la banca y la especulación.
La recuperación está
también comprometida por factores económicos externos, como explicamos
anteriormente, con la situación precaria de Grecia y demás países de la zona
sureña de Europa, la situación de desplome de las bolsas China y cuestiones
geopolíticas por las tensiones bélicas latentes en Ucrania, Oriente Medio y el
terrible conflicto de Siria con el Estado Islámico, cuyos métodos terroristas
que aplican con toda brutalidad, están alcanzando cotas de desestabilización
importantes, con costos humanos terribles, donde se refleja también toda la
barbarie de la que es capaz de desatar la maquinaria de guerra del
imperialismo, armado hasta los dientes, que somete a cada vez más países a la
destrucción, con bombardeos aéreos y
misiles de largo alcance que producen masacres y oleadas de los pueblos que
huyen aterrados de la guerra, la miseria y la ruina, profundizada tras aquella vergonzosa mentira
de buscar en Iraq “armas de destrucción masiva” por el Trío de las Azores, que
nunca aparecieron.
Millones de seres
humanos necesitan buscar una alternativa a este “horror sin fin” que representa
el capitalismo. El problema básico del sistema capitalista es que la capacidad
de producir de este modelo y más aún con las nuevas tecnologías, es ilimitada,
así como las necesidades sociales que existen también lo son. Sin embargo, la
capacidad de consumo de las masas se ve limitada por la explotación en aumento
de que son objeto. Esto se debe a un reparto desigual de la riqueza que es la
lógica del capitalismo. Un ejemplo claro
es que, con la tecnología actualmente existente, sería perfectamente posible,
según vienen informando organismos de la ONU como FAO y otros, que se podrían
producir alimentos para abastecer a más de 15.000 millones de personas,
erradicando el hambre en el planeta.
No obstante, con una
población mundial de 7.500 millones de
habitantes, el hambre y la miseria se extienden por regiones enteras y crecen incluso en los países más
desarrollados. En una sociedad en la que se produjese en función de las
necesidades sociales existentes, esto sería impensable, pero bajo el
capitalismo, al producir únicamente con el objetivo de vender y sacar
beneficios privados, no basta con que haya gente que necesite un producto o
servicio, debe tener el dinero suficiente y necesario para pagarlo.
El único obstáculo que
existe para que toda la enorme riqueza que genera el trabajo y la creatividad
de los seres humanos se destine a la satisfacción de las necesidades humanas es
que, mientras que la producción es social y colectiva, cada vez con fábricas
más potentes y modernas, con una agricultura que podría estar toda
industrializada, la propiedad de los medios de producción sigue siendo privada
e individual.
El beneficio y la
avaricia de unos pocos, impide el
bienestar y el progreso de la mayoría. Aunque
vivimos en una aparente “democracia”, la democracia burguesa, tras su rostro se
esconde la más cruel “Dictadura del Gran Capital”. Por lo que, bastaría con
expropiar y democratizas las palancas necesarias para poner en marcha la
economía y producir riqueza, poniendo los grandes bancos, las empresas
financieras, los grandes monopolios y los latifundios ociosos, en manos
democráticamente organizada de la población, para planificar científicamente la
producción y empezar a solucionar los problemas sociales que hemos denunciado anteriormente.
Con la riqueza en manos
de toda la sociedad, la forma de emplear esta riqueza se decidiría
democráticamente, se planificaría su utilización en función de las necesidades
sociales, medioambientales, culturales, y no de los intereses de unos pocos,
garantizando un desarrollo justo y solidario de todos los pueblos y de todos
los seres humanos.
Sería la máxima
expresión de democracia que haya conocido la historia de la humanidad. En esto
consistirá el socialismo democrático genuino y no en la dictadura burocrática en
que se acabó convirtiendo, al quedar aislada y sitiada la Rusia
estalinizada. El auténtico socialismo no
es utópico, con los adelantos técnicos de las últimas décadas, sería posible
iniciar su construcción hoy mismo. Los ordenadores permitirían tener mucha más
información y más rápida, para planificar la economía, también ofrecerían la
posibilidad de que todos los ciudadanos pudiesen participar con sus opiniones,
propuestas y control social desde abajo, para evitar la corrupción y los
despilfarros, en esa planificación democráticamente aceptada para su
desarrollo.
El principal obstáculo
que está impidiendo que el apoyo a este modelo alternativo de sociedad se
pudiese implantar, crecer y se extendiese rápidamente por todo el planeta, no
es otro que la aceptación por parte de la mayoría de los dirigentes de los
sindicatos y partidos de las izquierdas, fraccionados y divididos una y otra
vez, que aceptando la machacona propaganda de la burguesía, según la cual, el
capitalismo es el único sistema posible, asumen que no hay alternativa,
desconfían de que la gente quiera luchar, sin reconocer que les han retirado su
confianza debido a los errores y al divisionismo existente. Pero eso es cuestionable, el problema es la
carencia de una dirección seria, consecuente y firme que ofrezca un programa
genuinamente socialista, explicando que bajo el capitalismo no hay salida para
la humanidad.
Lo que necesitamos para
que triunfe el socialismo es que luchemos por una transformación profunda de la
sociedad, con un programa auténticamente socialista, (que propondremos al final
de este trabajo) con una dirección audaz, con honradez y firmeza, que sustituya
la barbarie basada en la explotación, en la guerra y en el expolio permanente
de unos pueblos contra otros para avanzar hacia una sociedad socialista, sin
ningún tipo de opresión ni explotación para que estemos cada día más unidos,
mejor organizados y seamos más numerosos los que defendemos una alternativa
para un mundo mejor. Las direcciones de la izquierdas deberían hacer campañas
para alentar a la gente a que la mayoría de la juventud y la clase trabajadora
nos unamos y organicemos en la acción y en la lucha, que conozcan nuestros
ideales y nuestras propuestas y que estemos dispuestos a defenderlos para
exigirnos llevarlas a cabo acumulando las fuerzas suficientes para convencer y llevar
la lucha hacia delante hasta vencer.
Por ello nos dirigimos
con este documento a todos los trabajadores, a los millones que nunca nos han
votado, además de a los votantes socialistas que se han venido sintiendo
defraudados por algunas de las políticas erróneas que desarrolló el PSOE, por la falta de una oposición más firme y de
un programa con propuestas más sociales, por lo cual, nos auto-criticamos en la
parte que nos corresponda. El Partido Socialista, como primer partido de la
clase trabajadora, sigue siendo para muchos que piensan en el socialismo, es la
mejor herramienta para frenar a la
Derecha y construir una sociedad mejor, pero debe ofrecer la alternativa socialista.
Derecha y construir una sociedad mejor, pero debe ofrecer la alternativa socialista.
Muchos trabajadores posiblemente
han llegado a la conclusión que los programas desarrollados cuando ha estado gobernando la
izquierda, no han sido lo
suficientemente eficaces en la defensa de los más necesitados. Pero somos un Partido donde se reconocen las
corrientes internas diferenciadas y desde Izquierda Socialista hemos venido
intentando desde hace tiempo, conseguir un giro hacia la izquierda en el seno
del PSOE, para conseguir, de forma
democrática, aplicar el programa que
estamos defendiendo, por lo que te pedimos tu colaboración directa,
participativa y activa, uniéndote a nosotros, leyendo con atención estas
propuestas y el programa que plantearemos en la parte VI, haciéndonos llegar tus aportaciones y críticas
que mejoren nuestro proyecto, mediante este debate abierto, de la nueva sociedad que queremos construir. (…continuará…)
Área de Comunicación.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE
MÁLAGA-PSOE.A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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