Los datos del informe AROPE (tasa
de riesgo o pobreza y exclusión social para medir la pobreza y el riesgo de
exclusión en Europa) hechos públicos en el marco
del “día Internacional para erradicar la pobreza”, ponen de manifiesto que la
economía española sigue en una profunda recesión social y de rentas más allá de
las previsiones de crecimiento y de la cacareada frase del gobierno del PP “la
crisis es historia”, amén del desigual reparto que las políticas neoliberales
de la derecha hacen de la riqueza y, que potencia la brecha económica entre
quienes más y menos recursos poseen.
En
estos indicadores, Andalucía sale aún peor parada que el conjunto del Estado,
situándose como la tercera Comunidad Autónoma con el índice de pobreza más alto
de España, detrás de Ceuta y Murcia. Siendo el 42,3% de los andaluces quienes
viven bajo esta situación, concertadamente 3.554.175 personas. Un 4% más que en
2103.
La
situación se agrava en la población infantil, ya que el 51,1% de los menores de
17 años están en riesgos de pobreza y exclusión, experimentando un crecimiento
del 6% respecto a 2013.
En
este contexto terrorífico, el gobierno de Andalucía para asegurar la
estabilidad presupuestaria, pacta con Cś unos presupuestos para 2016 que prevé
la reducción del 2% del tramo andaluz del IRP y la aplicación de rebajas y
exenciones fiscales a autónomos, emprendedores y empresas.
Solo
la bajada del tramo autonómico del IRPF supone para Andalucía dejar de ingresar
20,9 millones de euros y su efecto no tendrá relevancia en 1,2 millones de
trabajadores/as, el 40% de la población ocupada, quienes no tienen que realizar
declaración de las rentas por disponer de unos ingresos por debajo del mínimo
necesario. Y las familias agraciadas con la reducción del 2% del IRPF se
moverán en una horquilla de entre 20 y 120 euros de ahorro al año. Ahorro
irrelevante visto desde el plano de familias individualmente, pero un importe
considerable (20,9 millones de euros) en su conjunto que deja de ingresar
Andalucía y, de los que no podrá disponerse para, por ejemplo, hacer frente a
una renta de ingresos mínimos para las familias que carecen de recurso y a las
que no les afecta la bajada de impuestos.
Pactar
unos presupuestos con la cara amable de la derecha y solo contemplar como
objetivo la estabilidad institucional, es pactar unos presupuestos de espaldas
a las personas más vulnerables y con menos recursos, como es el caso de las más
de 3 millones de andaluces que viven en riesgo de pobreza y exclusión. Además,
fortalece las políticas conservadoras fortaleciendo con ello el estatus y
posición de C´s como nuevo partido garante de la estabilidad institucional y
política.
Desde
IS PSOE echamos en falta una actitud política valiente y comprometida con la
realidad social andaluza y lamenta la falta de sensibilidad que muestran los
presupuestos con la autonomía económica de las familias andaluzas más
necesitadas.
IZQUIERDA
SOCIALISTA DE ANDALUCÍA.
P.S.O.E.
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