Hace
unos días, en uno de esos debates espontáneos que surgen en la red, una
compañera de la corriente comentaba sobre la necesidad de profundizar en el
debate de la lucha ideológica, porque se daba cuenta del avasallamiento de los mass
medias que dominaban apabullantemente el cotarro, creando una tremenda
confusión entre la clase trabajadora, y sobre todo en las direcciones de
izquierdas que sucumben ante tales presiones, que son, no solamente económicas, sino ideológicas y profundamente
conservadoras.
En
primer lugar es necesario decir, que el verdadero socialismo tiene que ser
solidario e internacionalista por lo que es muy conveniente el propugnarlo y
practicarlo constantemente mediante la educación práctica y teórica entre la
clase trabajadora, porque los valores entre los dos modelos son completamente
diferentes.
En
la lucha por el socialismo y por tanto contra la burguesía y su sistema, el
imperialismo, los terratenientes, la multinacionales y los burgueses en general,
sus voceros tienen como tarea fundamental evitar que podamos avanzar en la
construcción de una sociedad socialista con plena democracia obrera y su papel
primordial es el combate de la lucha ideológica, a través de sus potentes
medios de comunicación.
Por
ello, la formación obrera adquiere una
especial dimensión en las condiciones del mundo actual, cuando la ofensiva
imperialista está intentando un viraje en su política mundial que representa en
realidad una especie de “fascistización por vías democráticas” en las
relaciones económicas, políticas, sociales y culturales, de esta forma es
preciso recordar para aplicarla desde la izquierda es lo que dijo Largo
Caballero: “La formación obrera es una lucha permanente contra la ignorancia
impuesta por la clase burguesa dominante”.
El
PP que quiere imponer una ley educativa como al LOMCE, a la que la juventud y
la comunicad educativa en pleno está rechazando con una segunda oleada de
Huelgas Generales, convocada por el Sindicato de Estudiantes, en 5, 6 y 7 de Febrero,
cumpliéndose hoy el tercer día con un enorme éxito, porque esos recortes y
ataques suponen una vuelta a la escuela
clasista de la dictadura franquista, para llevar de nuevo al pueblo a la
ignorancia, porque no podrán estudiar más que los hijos de los ricos.
Las
ideas burguesas, concepciones, patrones y hábitos de conducta que se nos impone
a la clase trabajadora por la brutal propaganda permanente de la clase
dominante, está muy arraigada desde décadas, sino desde siglos, transmitido de
generación en generación en la conciencia de la gente, a través de los púlpitos
y los planes de educación.
Desde
la corriente Izquierda Socialista hemos mantenido el método del materialismo
dialéctico desde 1979, cuando la corriente oficialista ganó el 28 y 29 Congreso
asumiendo un programa más bien socio-liberal-socialdemócrata, pero nosotros
mantuvimos los principios básicos de la filosofía que concuerda más
ajustadamente con la defensa de los intereses de la clase trabajadora, a la
cual el Partido se debe, le pese a quién le pese, llevando una lucha resuelta y
desigual, al carecer nuestra corriente de medios económicos materiales
suficientes, para poder oponernos en esa lucha resuelta contra las mentiras,
tergiversaciones históricas y manipulaciones informativas de la realidad que
los intelectuales y plumíferos a sueldo de la burguesía están llevando a cabo.
Debemos
seguir profundizando en el debate y el análisis concreto de esta realidad,
tanto de lo que se publica y emita por los medios de comunicación burgueses
como en sus teorías económicas liberales
que han fracasado estrepitosamente, con el fin de contrarrestar en la medida de
nuestras posibilidades y evitar en lo posible la penetración de la ideología
burguesa dominante, ajena a los intereses de nuestra clase.
Asimismo
debemos esforzarnos por desenmascarar todas las manifestaciones del aparato
burgués, que vaya en detrimento o desprestigio de la ideología socialista y de
las izquierdas en general, particularmente las campañas mentirosas
“goebelianas”, que arremeten con insidias, queriendo hacer ver que el PP y el PSOE son la
misma cosa, cuando quieren hacernos olvidar que el PP representa al capitalismo
tardo-franquista más rancio, reaccionario y montaraz de la burguesía más
atrasada de Europa, mientras el PSOE, con sus errores y aciertos, es el
legítimo heredero de la clase obrera aunque hay que reconocerlo que está tan
escorado a la derecha que, como dijo Alfonso Guerra, “no lo reconoce ni la
madre que lo parió”, es decir, que con la política socialdemócrata que ha
venido practicando la corriente oficial, lo que más ha cambiado ha sido el
Partido y no la sociedad que se pretendía cambiar, lo cual merece al menos una
profunda autocrítica por los partidarios de esa corriente y un giro a la
izquierda como las masas están exigiendo.
Nuestra
misión, como parte de la izquierda, es combatir en primer lugar al capitalismo
y sus defensores, pero también a los socio-liberales y algunos que se llaman
ellos mismos socialistas, que dicen defender la socialdemocracia, pero que en
realidad se comportan como elementos pequeño burgueses en el seno de un
“Partido Socialista Obrero”, sin haberse atrevido a plantear en ningún congreso
el abandono del ideal del PSOE que “Es la completa emancipación de la clase
trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su
declaración y conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de
su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes”, como defendían los
fundadores del Partido dirigidos por Pablo Iglesias, con lo cual demuestran que
son ajenos al genuino socialismo y por tanto, defensores vergonzantes del orden
burgués, lo hagan aposta o sin conocimiento profundo de causa, porque sobre
todo, se niegan a realizar una firme defensa del programa que pueda romper con
el capitalismo e iniciar la construcción del socialismo.
Nuestra
corriente viene presentando desde hace muchos años la firme oposición como
trabajadores, a sus concepciones conciliadoras con la sombra de esa burguesía
corrupta y decadente, que están propiciando un pacto para salvarse de la cárcel
en la que deberían estar ya tanto especulador, banquero y corrupto, propiciando
un Pacto de Estado, sea de Concentración Nacional, de Salvación, Pacto para la
recuperación económica o como quieran llamarle, que representaría un nuevo
error porque no es eso lo que el pueblo está exigiendo, sino que exista una
verdadera “regeneración y catarsis”, donde el pueblo pueda decidir libre y
democráticamente su propio destino, sin las trabas de la fraudulenta Ley
D’hont. Cualquier pacto con el PP sería visto por las masas como una
claudicación porque está sufriendo con gran indignación la ofensiva de los
ataques del PP y la Patronal, que tienen que ser echados hacia atrás por la fuerza
de la lucha, y es poniéndose al frente de la mayoría de la clase trabajadora
que lo demanda, como el PSOE puede ganarse la confianza de los ciudadanos para
empezar a cambiar la sociedad.
También
tenemos que desenmascarar a esos que se llaman ellos mismos como los más
“revolucionarios” y que al final, esos grupos minoritarios extremistas y
violentos no son más que “seudo-revolucionarios”, que como dijo el clásico, son
en realidad un “pequeño burgués, con una bomba en la mano”, izquierdistas de
salón, sin programa concreto a veces, sin táctica, ni estrategia global, lo
cual es un peligro del aventurerismo político que tanto daño ha hecho a los
trabajadores, llevándoles a veces al matadero, cuando su verborrea es
ultraizquierdista, sin tener en cuenta los procesos, los ritmos y el camino de
la Unidad y la Organización de las masas tan necesarias para marchar hacia el
socialismo.
Es
el deber de todo buen socialista marxista desenmascarar el intento de algunas
fuerzas que se reclaman de la izquierda de confundir la coexistencia pacífica
en un momento dado, con la conciliación y fusión entre las clases sociales, y
sobre todo, la coexistencia ideológica que ha llevado a muchos socialdemócratas
al abandono del objetivo de la transformación social y a negarse a defender una
política de clase, con un programa serio, anticapitalista y democrático, que
represente una verdadera alternativa al modelo liberal-burgués, totalmente
agotado, obsoleto, corrupto y sumido en
la más terrible recesión, de la que difícilmente podrá realizarse una salida
digna para la clase trabajadora y los sectores más empobrecidos de la sociedad.
Algunas
de las medidas más importantes que una organización de los trabajadores debe
utilizar frente a una situación como la actual, son el fomento y el estudio del
materialismo dialéctico entre la clase obrera, conocer las leyes del desarrollo
social, los papeles de los factores subjetivos y objetivos, analizar
profundamente los problemas económicos y sociales para ofrecer soluciones,
luchar contra el divisionismo, la apatía y el liberalismo, procurando avanzar
hacia la mayor unidad, organización y acción de los trabajadores, contra los
ataques y las injusticias de este podrido sistema capitalista.
Nuestra
lucha por el socialismo debe vincularse a una labor ideológica y a los
problemas concretos de los trabajadores en los tajos y puestos de trabajo, pues
aquí se enfrentan los dos sectores irreconciliables de la sociedad, poniéndose
frente a frente la clase trabajadora contra la burguesía, en todos y cada uno
de los campos, como el político, el social, el económico y el cultural, por lo
cual tenemos que avanzar en esta tarea a través de los sindicatos y
organizaciones sociales, por lo que debemos darles un carácter
internacionalista y socialista de clase.
Es
conveniente comprender con precisión de qué forma se manifiestan los problemas
en el proceso molecular de toma de conciencia de las masas, que en momentos
como los actuales experimentan una aceleración que será dialéctica en sus
saltos y convulsiones, cuyos responsables serán los propios banqueros y
capitalistas por su incapacidad para crear puestos de trabajo y por tanto salir
de la crisis, porque la clase obrera
está siendo explotada con más virulencia que antes.
Esta
es nuestra introducción al debate que había sido planteado como dijimos al
comienzo; es preciso realizar un trabajo sistemático de educación ideológica,
laboral y económica de los trabajadores, para
lo cual el Partido debiera encaminarse a la tarea indispensable de formar cuadros
jóvenes que, con “honradez y firmeza”, y siguiendo la recomendación de Pablo
Iglesias, que dijo: “elegid a los mejores y luego vigiladlos como si fuesen
canallas”, seamos capaces de movilizarnos, convencer a la ciudadanía para que
entren en política luchando por el verdadero programa socialista y caminar
resueltos hacia la aplicación de los principios sanos de la democracia socialista,
para acabar de una vez con la corrupción, aplicando los objetivos y valores socialistas,
entre ellos ese que dice “de cada cual
según su capacidad, a cada cual según su trabajo”, como unos de los objetivos
de un plan socialista de producción, con planificación económica y científica
de los recursos productivos y bajo
control obrero, que permita salir con
justicia y trabajo de la catástrofe económica en la que este modelo capitalista
corrupto de casino nos tiene sumido.
ÁREA
DE COMUNICACIÒN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA
SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
is-psoe.malaga@terra.es
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