19 de julio de 2011

LOS RESPONSABLES DE LA RECESIÓN (Parte III/VI)

Continuamos hoy con la publicación de la parte III del documento que hemos propuesto para debate, titulada "LOS RESPONSABLES DE LA RECESIÓN" que es del tenor literal siguiente:

"La euforia en la que ha vivido la burguesía internacional creó, dialécticamente, las condiciones para el desastre. Miles de millones de dólares que no encontrabanuna colocación rentable en la producción de mercancías fluyeron con fuerza hacia el sector inmobiliario y provocaron un alza espectacular de los precios, que era sostenido a su vez por una masa de créditos baratos concedidos indiscriminadamente a particulares y empresas.

A pesar de los serios avisos de entonces (la crisis asiática, el estancamiento de Japón o el hundimiento de los valores tecnológicos yde las empresas punto.com en el 2000), la gigantesca deuda hipotecaria que se iba generando era vendida como un "activo" sólido en el mercado bancario y bursátil, gracias a la intervención de la "ingeniería financiera creativa" (subprime y demás fondos basura).

Se trataba de una dinámica enloquecida: la espectacular burbuja inmobiliaria responsable de una cuarta parte del PIB norteamericano, de cuatro de cada diez empleos creados en EEUU en la última década, de la mitad del consumo doméstico y de una parte sustanciosa de los beneficios capitalistas, espoleaba la especulación bursátil y un endeudamiento empresarial y bancario sin precedentes en la historia.
Desde finales de la década de los noventa y de manera cada vez más intensiva, el crédito y el endeudamiento se convirtieron en el factor decisivo para garantizar y sostener la producción y el consumo, a la vez que creaban las condiciones para el estallido actual.

El capital ficticio se hizo omnipresente dando cumplido sentido a la máxima aspiración de todo capitalista: obtener capital del capital sin tener que pasar por la experiencia dolorosa de invertir en el proceso productivo. Esta masa flotante de billones de dólares de capital ficticio se elevó de tal manera por encima de la economía real que, finalmente, se ha transformado en una pesada losa justo en el momento en que la sobreproducción se ha hecho presente. Debido a esto no hay ninguna duda de que la recesión adquirirá una dureza, extensión y profundidad formidable.

Todos los análisis de la prensa burguesa intentan presentar, como causa de la crisis, a la codicia de algunos banqueros sin escrúpulos y la ausencia de controles y de regulaciones en el mercado. Pero esta forma de envolver las cosas forma parte de toda una campaña para crear una cortina de humo que disculpe al conjunto del sistema.

La burbuja especulativa que estalló fue animada y celebrada por Wall Street , que ordenó al gobierno de EEUU (a través de la Trilateral y el Club Bilderbeg, que es el verdadero gobierno mundial del capitalismo en la sombra) que facilitara una desregulación generalizada del sistema financiero internacional. El sumiso gobierno norteamericano y su brazo económico que es la Reserva Federal, con Greenspan al frente, fueron imitados, a su vez, por todos los gobiernos europeos, ya fueran conservadores o socialdemócratas.

Todos los gobiernos defensores del libre mercado apoyaron sin fisuras la política de desmantelamiento de empresas públicas vendidas a precio de saldo a los grandes monopolios (gas, agua, electricidad, telefonía, autopistas, siderurgias, minas, textil); han aplaudido entusiastamente la privatización de servicios sociales esenciales, como la sanidad y la educación, que se han transformado en un negocio lucrativo para los capitalistas.

El conjunto de ellos han aprobado reformas del mercado laboral, de las pensiones, y propiciado el hundimiento de los salarios; durante años se han vanagloriado de los pelotazos inmobiliarios y las megafusiones empresariales, aunque supusieran la destrucción de miles de empleos... Y todos ellos recibían en los palacios, sedes del gobierno, parlamentos y celebraciones oficiales a delegaciones nutridas de banqueros y empresarios que se han llenado los bolsillos en esta orgía sin fin.

El papel más esperpéntico en todo esto, lo han jugado los dirigentes socialdemócratas que afirmaban, un día sí y otro también, que los cimientos estaban sólidos y que no había que preocuparse porque el capitalismo era el mejor sistema de los posibles. Según su esquema, los beneficios insultantes que acumulaban las grandes corporaciones, la gran banca y los especuladores eran la garantía de las inversiones de mañana y los puestos de trabajo de pasado mañana.

Ahora que pintan bastos, muchos de ellos intentan ocultar el rastro de sus actos y se presentan cual inocentes corderitos. Tenemos que reconocer su descarada hipocresía pues ha sido bajo el mandato de esos gobiernos cuando se protagonizó la liquidación de cientos de empresas públicas en el Estado español, que alentaba a las multinacionales españolas para que no dejaran pasar las oportunidades que brindaba la globalización, que aconsejó a sus colegas en Latinoamérica que se desprendiesen de sus prejuicios ideológicos y privatizaran a precio de saldo el sector estatal para mayor beneficio de bancos, multinacionales y especuladores de toda ralea, cuando con esa política socia-liberal ha quedado demostrado la acumulación de plusvalías que ha atesorado la burguesía, con el beneplácito de algunos gobiernos socialdemócratas, lo que demuestra el agotamiento también de este modelo de centro izquierda.

El compañero Zapatero, hizo una reunión en la Moncloa convocando a los “sabios” de entre los más “sabios” a la que asisten Solbes, Delors y Felipe González, pero lo que no quieren comprender es que sus consejos anteriores han estado plagados de errores de perspectivas, no comprenden que sus consejos, tan escuchados por la oligarquía latinoamericana, pusieron su granito, al debilitar a los estados y éstos atacar a los trabajadores, produciendo la explosión revolucionaria que recorre Venezuela, Bolivia, Ecuador, México... De hecho, desde el inicio del nuevo siglo, las decisiones estratégicas de la burguesía mundial han roto cualquier equilibrio político y social, espoleando una escalada de la lucha de clases en todo el mundo: huelgas generales en Europa, el movimiento de decenas de millones contra la guerra imperialista, la polarización social y política en EEUU y la mayoría de los estados europeos, el No francés e irlandés en los referéndum sobre la constitución europea.

En definitiva, el hundimiento de la economía sólo ha confirmado el profundo cambio que ha experimentado toda la situación mundial. Siguiendo con otros propagandistas del "capitalismo de rostro humano", hay una buena cantidad de economistas "progresistas" que sacan pecho con la actual crisis. Para ellos, la intervención de la FED y el Tesoro norteamericano intentando salvar Wall Street, confirma que el capitalismo tiene que "regularse". Lo que no dicen estos tecnócratas es que la intervención del gobierno estadounidense, como la de los gobiernos europeos, tiene como único beneficiario a los capitalistas, a los cuales se les está cambiando sus bonos "tóxicos", es decir, insolventes, por dinero constante y sonante. Un dinero que saldrá del bolsillo de las familias trabajadoras, del recorte de los gastos sociales, de la sanidad y la educación pública, del seguro de desempleo..., y que no evitará la destrucción masiva de puestos de trabajo en todos los sectores productivos o el desahucio de millones de familias que no pueden hacer frente a sus hipotecas.

Una vez que se desvela el truco de estas "nacionalizaciones", que sólo pretenden salvar a los poderosos inversores a costa del dinero de todos, es explicable que la rabia y la furia de la población ocupen espontáneamente las calles, “Tomen la Plaza” con el maravilloso Movimiento del 15-M y la enorme presión que existe sobre sus señorías en la cámara de representantes que empiezan a perder apoyos de forma masiva, incluso haciendo el ridículo en la Cumbre Climática de Copenhague que resultó un tremendo fracaso.

Pero quienes se llevan la orla en el cuadro de honor de los defensores del capitalismo de "rostro humano", son los dirigentes de los sindicatos. Hace algo más de un año, en el programa de TV “Tengo una pregunta para usted” el Secretario General de CCOO, el compañero Toxo, reclamó una “concertación social a la Alemana”, dentro del modelo social europeo de mercado lo que indica que estos dirigentes no se han enterado bien de la profundidad de la crisis, no les llegan las noticias sobre los recortes en el gasto social que aprueban los gobiernos europeos, sean burgueses o socialdemócratas. Si están pidiendo un "capitalismo productivo" de los años sesenta están reclamando algo que no llegará. En medio de una caída general de las ventas, ¿qué puede empujar a los capitalistas a invertir en aumentar la producción o contratar a más trabajadores? No, los capitalistas tienen guardados sus capitales a buen recaudo, sobre todo en paraísos fiscales y los dedicarán a fines más lucrativos iniciando el ciclo de la especulación bursátil que inflará otra burbuja financiera cuyos efectos serán aún más perniciosos que la anterior.

Las estadísticas recientes mostradas por la Administración expresando los datos de la evolución del paro son aterradores, tras los cuales se esconden millones de dramas familiares. El mercado laboral ha visto cómo se han batido casi todos los récords negativos durante más de tres años. El paro forzoso ha crecido hasta alcanzar los cerca de cinco millones de parados más y la Seguridad Social ha perdido cientos de miles de cotizantes. El índice de paro sobrepasa el 21 %.

Si queremos encontrar un responsable de la crisis no es difícil: es el propio capitalismo, la propiedad privada de los medios de producción y distribución, la dictadura tiránica del capital financiero, que impide que la inmensa riqueza creada con el trabajo de miles de millones de hombres y mujeres en todo el mundo se utilice para resolver las necesidades de la mayoría.(.../...).


(Continuaremos mañana con la Parte IV, "LA SOLUCIÓN VENDRÁ DE LA LUCHA POR EL SOCIALISMO").

1 comentario:

  1. cuanta razón tenéis, a ver si la gente se da cuenta de que y quienes son los verdaderos culpables de la crisis. El primer paso para solucionar la crisis es detectar que es lo que falla, y la desinformación política de la derecha evita este primer paso, esencial para poder luchar contra ella.

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