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Estamos ante acontecimientos históricos. La crisis del capitalismo norteamericano se ha convertido en una crisis global, y nada ha impedido que se extienda hasta el último rincón del planeta. Los sueños de que China o la India podrían sacar del

La recesión en que hemos entrado hará temblar los cimientos del capitalismo. Millones de trabajadores, de jóvenes, de campesinos se están preguntando hoy,


Las ideas del socialismo científico han demostrado ser cien veces correctas.

Ésta es la única alternativa realista, expropiar a los expropiadores, especuladores y corruptos para construir las bases de una economía planificada y socialista, donde la lucha por el máximo beneficio y la propiedad privada de los medios de producción sea enviada al basurero de la historia. En estas condiciones sería absolutamente viable garantizar el pleno empleo, el derecho a una vivienda, a una sanidad y a una educación pública de calidad y, por supuesto, a la auténtica democracia, la democracia obrera.
Con el control de las palancas fundamentales de la economía en manos de la clase trabajadora, la pesadilla de trabajar sesenta horas a la semana, tal como exigen ahora los capitalistas, sería eliminada de un plumazo. La reducción de la jornada, sin merma del salario, nos permitiría a la mayoría de la población poder participar de manera real en la vida social, controlando la política, la economía y la cultura, que dejarían de ser el monopolio de la clase dominante.
El PSOE tiene que reconocer la realidad que ha sustentado una gran e insana parte del crecimiento de la economía española en las anteriores décadas que, simplificando, podemos sintetizar en la política mancomunada de bancos, constructoras e inmobiliarias con la aquiescencia y/o ceguera de los poderes públicos que permitió, todo ello, la formación de la enorme burbuja especulativa en el terreno inmobiliario. Ahora vamos a pagar las consecuencias:
1. Aunque la deuda pública de la economía española sea relativamente pequeña (poco más del 60 % del PIB) respecto a otros países, no es así, si consideramos la deuda española en general, incluyendo la de la Banca, las empresas, las diferentes administraciones y las familias. La deuda total alcanza la impagable cifra del 390 % del PIB, una de las más altas del mundo y apenas ha disminuido a pesar de los recortes impulsados por el gobierno.
2. El hecho de que los capitalistas se lanzaran a perseguir el “becerro del oro” enterrando billones en el ladrillo en vez de dedicarlo a inversiones más productivas ha “anclado” la débil competitividad de la economía española, lo que está haciendo que el proceso de destrucción industrial que sobreviene tras toda crisis de sobreproducción es más duro y duradero en la economía española. Evidentemente esto significa que en los próximos años, en bases capitalista, el capital privado (ya de por sí bastante endeudado) va a invertir poco o nada en nueva industria o empleo.
3. El espectacular auge del paro y de los impagos de empresa y familias está originando una tendencia a la insolvencia de la banca que posiblemente pueda originar el colapso del conjunto del sistema financiero, a pesar de todo el dinero que el Estado regale a la misma, del intento de saneamiento de las Cajas de Ahorros, sobre todo, si se nacionalizan las pérdidas y se privatizan las ganancias, como se está intentando.
En este sentido, un aspecto especialmente importante para millones de familias trabajadoras que han accedido a una vivienda en los últimos años, consiste en la creciente imposibilidad de hacer frente al pago de sus hipotecas, merced al drástico incremento del paro y al deterioro de las condiciones laborales y salariales que se está dando y que va a empeorar si no hay un cambio urgente en la acción de nuestro gobierno. Esta es la base que sustenta el estallido de lo que puede ser la “subprime hispana”.
Desgraciadamente, el programa del Gobierno está consistiendo en apuntalar el valor artificial creado en el último boom inmobiliario, que va a colapsar irremediablemente siguiendo las leyes propias de la economía capitalista, con lo que se están tirando decenas de miles de millones de euros de nuestros impuestos a un “agujero negro”, todo ello en beneficio de unos pocos. Si no se revierte esta situación, lo mínimo que va a pasar para la inmensa mayoría de este país que en nada tenemos responsabilidad de todo este estado de cosas generado, es que nos vamos a ver obligados a sostener durante décadas el pago de una gigantesca Deuda Pública que se va a crear para apuntalar las jugadas especulativas de unos pocos capitalistas.
El “ciego mercado” dominado por el capital financiero ha demostrado en los hechos que su única estrategia de construcción económica reside en asegurar sus beneficios “de hoy” sin preocuparse de la solvencia, bienestar y un futuro digno para la inmensa mayoría “el día de mañana”. Hay que llamar a las cosas por su nombre: sólo con una auténtica política socialista que concentre lo fundamental de los recursos económicos se pueden planificar las inversiones, la producción, la enseñanza y el bienestar del mañana para la inmensa mayoría.(.../...)
(Continuamos mañana con la parte V, titulada: "ALTERNATIVA DE CLASE PARA SALIR DE LA RECESIÓN A FAVOR DE LOS TRABAJADORES".
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