11 de julio de 2011

LA RECESIÓN PONE A EE.UU. AL BORDE DE LA BANCARROTA.

“El presidente Barack Obama y los líderes republicanos negocian contrarreloj para que el Congreso de Estados Unidos autorice a su Gobierno a elevar el techo legal de la deuda y evite la suspensión de pagos del país. De no alcanzar un acuerdo antes del 2 de agosto, las consecuencias podrían ser catastróficas para la primerapotencia económica mundial, según la Casa Blanca y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. "Tenemos que hacerlo antes de la fecha tope del 2 de agosto", dijo ayer Obama, tras reunirse en la Casa Blanca con los líderes demócratas y republicanos de las dos cámaras. “(Público.es 8-7-11).
“El FMI advierte de las «graves secuelas» mundiales de una eventual suspensión de pagos en EE.UU. (…) La nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, advirtió este domingo de que un eventual incumplimiento de Estados Unidos a sus compromisos de deuda pondría en riesgo la estabilidad de la economía mundial, y urgió a los políticos estadounidenses a alcanzar un acuerdo presupuestario. En declaraciones a la cadena ABC News, la dirigente añadió que esta eventualidad «preocupa al FMI»”. (La Voz de Galicia.es 10-7-11).

La recesión capitalista sigue profundizándose como habíamos previsto, en contra de las previsiones oficiales que insisten una vez y otra, con unos flojos argumentos de que estamos ya en una fase de recuperación económica. La economía mundial, en vez de recuperarse va de mal en peor, afectando esta vez de plano a la primera potencia mundial que es EEUU.

No es que se recupera, como sería de desear, sino que se avecinan negros nubarrones que cada vez se asemejan más a la crisis que se desarrolló tras el crack de 1929. A pesar de haber consumido ya el sistema más de 20 billones de dólares en un intento de recuperación constante, con inyecciones de rescate, con deseos de recuperar de esa muerte clínica en que se halla el descompuesto sistema, los resultados son más bien escasos y la situación se agrava con enormes deudas de los Estados que se hacen impagables.

Las deudas de la mayoría de los países capitalistas rondan ya la barrera supersónica del 100 % de media, con algunas de ellas increíblemente altas, como Japón que ronda el 226 %, EEUU llegando al 150 %, Europa 100 % lo que indica la bancarrota técnica en la que se encuentra el modelo liberal imperialista.

Hemos entrado en una época de capitalismo salvaje y pronto empezarán las guerras comerciales por los raquíticos mercados porque la virulencia de la actual recesión hunde sus raíces en el auge anterior que fue en realidad una escandalosa orgía especulativa, para unos pocos y una ruina total para la inmensa mayoría de la población del planeta, de la que ahora el sistema sufre una dolorosa resaca.

El crecimiento del comercio mundial junto con una intensa explotación de la clase obrera, con aumentos de jornadas de trabajo y ritmos endiablados, la precarización y la caída de los salarios reales y otros mecanismos de recortes, han abaratado los costes de producción consiguiendo que las ganancias obtenidas por la burguesía fuesen fabulosas. Pero a su vez, reducen la demanda global, lastrando fuertemente la recuperación.

La rapiña de las privatizaciones, junto con el atraco del “euro”, han sido robos a mano armada del capitalista, contra los pueblos, utilizando el dominio que ejercen sobre el Estado, que es una falsía cuando dicen somos todos, sino que lo es, bajo esta pantomima de “democracia burguesa” para robar a los pobres y entregárselo a los ricos. Los créditos masivos crearon las condiciones para los abultados endeudamientos de las familias, las empresas y los propios Estados, habiendo sido todos esclavizados por el FMI y la Banca Mundial, dominados por las multinacionales imperialistas del sector financiero, que ejercen su dictadura desde fuera de lo que ellos llaman “democracia” y no lo es.

Con la “ingeniería financiera” y otras falsificaciones contables, se fue creando una montaña de dinero fiduciario con el que jugaban frenéticamente al alza en las bolsas (como juega la infancia con el Monopoly) hasta que el sistema colapsó en el verano de 2007. La tasa de ganancias había venido subiendo como la espuma y los beneficios empresariales crecieron en torno a una media del 12 % en 1975 a más de un 20 % en el año 2000.

La brecha entre la producción real y el capital ficticio aumentó brutalmente, creando un dinero falso que se dedicó mayoritariamente a la especulación salvaje. Entre el 90% y 95 % de las operaciones de capital eran inversiones especulativas, lo que hizo salir a flote la crisis de sobreproducción clásica y cíclica del capitalismo, por las insalvables contradicciones propias del capitalismo, (entre ellas la sustracción de las plusvalías a los asalariados), que se expresó más abruptamente con la caída que sufrió el sistema con el colapso de la quiebra del gigante Lenmann Brothers en septiembre de 2008.

El déficit público de EEUU se disparó alcanzando el 10 % del PIB y la deuda pública subió hasta los 14,2 billones de dólares rozando el límite legal, que ahora corre el riesgo de desbordarse de nuevo. La deuda municipal se incrementó hasta rozar los 2.5 billones de dólares y la deuda privada sobrepasó los 37,8 billones. La deuda general alcanzó al final de 2010 más de 3,7 veces el PIB con una tasa de paro del 10 % que con los parámetros usados en Europa sería de más del 16 %, según algunas escuelas económicas.

Obama ha sucumbido ante los Halcones Republicanos y ha seguido cediendo en todos los terrenos, sobre todo en las propuestas sociales, acusando las presiones de la derecha más extrema, sobre todo en lo que había prometido a los ciudadanos, como mejoras en sanidad, educación y otras. Como el resto de los gobiernos del mundo, se está dedicando a robar a los pobres para entregárselo a los ricos imperialistas que son los que le marcan la hoja de ruta, como a todos los demás.

Pero tienen un pequeño problema, que la clase trabajadora se empieza impacientar y ha comenzado a moverse. Hemos seguido la información de las grandes movilizaciones que han llevado a cabo las masas en acciones de protestas en Wisconsin, donde decenas de miles de trabajadores con pancartas y banderas han tomado también las calles, modelo que se está extendiendo con la expresión de los “indignados” que pueblan todo el mundo.

Por otra parte, los estrategas del imperialismo, los defensores del capitalismo a través de sus órganos de propaganda, a través de sus altavoces como The Financial Times” ó The Wall Street Journal”, se plantean la cuestión con enorme preocupación ante las convulsiones y levantamientos sociales que se extienden como un reguero de pólvora y uno de ellos dijo ya claramente. “O los super-archi-ricos empiezan a pagar impuestos o nos enfrentaremos a una Revolución”.

La revolución que se inició a primeros de año en el mundo árabe les tiene muy preocupado pues les cogió tan de improviso que la propia CIA lo tuvo que reconocer y ahora están gastando unos recursos que se les va del presupuesto, porque en realidad la situación es mucho más grave de lo que pronosticaron sus asesores. Estalló la revuelta en Túnez y derrocaron al tirano Ben Alí, luego le siguió Mubarar en Egipto, Gadafi, que se les enquistó, Assad que todavía anda a tiros limpio con su pueblo, cuando hace menos de un año eran todos amigos “fiables” y títeres de los intereses del imperio pero ahora ven con horror que esos amigos han sido puestos “fuera de servicio” por las masas en una lucha legítima por sus derechos que les habían sido negados durante toda la vida.

Los acontecimientos que está viviendo la llamada Primera Potencia Mundial son de unas dimensiones enormes, tanto en el exterior como en el interior del propio país, donde las luchas contra los banqueros y contra la explotación siguen aumentando. La clase obrera en EEUU necesita ya de un partido obrero que ejerza como “catalizador”, “canalizador” y “dirección consciente” de la necesidad que se expresa entre la clase trabajadora que se está empezando a organizar, notándose un cierto crecimiento de algunos grupos sindicales y partidos minoritarios que pueden convertirse en el factor subjetivo que la clase obrera necesita.

La situación económica en Japón es incluso peor, agravada por el reciente terremoto que ha costado sufrimientos y vidas por el descontrol de la energía nuclear. Ese país lleva más de 20 años en crisis y cuando el crecimiento económico para 2011 era de un raquítico aunque “esperanzador” 1,6 %, ocurrió el terremoto y todo lo agravó. Según el Banco Mundial, los destrozos del terremoto equivalen a una caída del PIB de por lo menos un 4 % (El PIB de Japón está en torno al 5,5 billones de dólares y todavía se considera la tercera potencia mundial)

Los cálculos efectuados por el gobierno japonés sobre las pérdidas en viviendas e industrias superan los 25 billones de yenes (aproximadamente unos 204.000 millones de $). El banco de Japón ha inyectado ya más de 600.000 millones de $ para evitar el derrumbamiento de las bolsas que en los primeros días de la catástrofe habían caído un 14 %. La deuda pública de Japón es enorme sobrepasando ya el 226 % del PIB, sobre unos 12,4 billones de $. El gobierno puso en marcha un plan de ataque con subida de impuestos de un 10 % y pasó el IRPF del 5 y el 10 %, pero los sindicatos protestaron y han denunciado y rechazado esos recortes, empezando las protestas porque la pobreza avanza a pasos agigantados en el “rico Japón”, que se ha convertido en una fábrica de pobres. El número de personas que han descendido por debajo del nivel de pobreza ha aumentado de 5 a 10 millones.

En cuanto a China, que los capitalistas esperaban que fuese al locomotora de relevo que nos sacaría de este atolladero, a pesar del crecimiento del 10 % del PIB experimentado en 2010, el tono sombrío que domina el panorama de esa gran potencia es patente, porque la recesión le daña los mercados. Las masas están cada día más convulsas y las luchas obreras empiezan a arreciar y allí el potencial industrial es imponente pues existen fábricas de más de 100.000 obreros, que si se arrancan a la huelga es un ejército muy peligroso para el propio sistema.

Golpeados por la crisis, que hizo caer las exportaciones, el gobierno chino tuvo que inyectar en 2008 un plan de choque para recuperar el consumo interior, que ha costado más de 500.000 millones de $ en inversión interna que ha superado momentáneamente la crisis y conteniendo momentáneamente el incremento del paro que había empezado a subir, como consecuencia de la caída de las exportaciones. Ese mecanismo lo utilizó el gobierno chino debido a que mantiene la economía férreamente centralizada con un potente sector bancario estatal que han garantizado la aplicación de las medidas anticrisis, pero ahora se está agotando y no saben si darán resultados otros planes porque están empezando a detectarse distorsiones y déficits que pueden ser muy peligrosos.

El joven capitalismo chino contiene muchas debilidades y ese mecanismo keynnesiano aplicado, se está volviendo en su contrario, por lo que no se atreven a ponerlo de nuevo en marcha, porque la inflación ha repuntado, la especulación es enorme, sobre todo en el sector inmobiliario y la burbuja corre el riesgo de explotar como ocurrió en Japón hace más de 20 años, y todavía arrastran sus secuelas; al igual como estalló en EEUU y en el Estado español en el último lustro y todavía nadie asegura la recupración.

Los datos del alto riesgo del sector del “ladrillo chino” es que en abril de este mismo año, la inflación subió un 5,3 % y los créditos bancarios concedidos entre 2009 y 2010 han ido en una quinta parte, directamente al sector inmobiliario cebando la bomba de los precios de la vivienda, lo que está creando problemas graves para las ventas del sector y se sabe que los factores económicos influyen en la lucha de clases, cuando se desestabilizan y empieza a subir el paro y la inflación al mismo tiempo.

Los actuales dirigentes del “Partico Comunista-Capitalista Chino”, mantienen un férreo control de la información y prohíben los derechos civiles, por lo que han seguido censurando la información sobre los procesos revolucionarios que se han dado en el mundo árabe y los llevados a cabo por la clase trabajadora europea en Grecia y demás movilizaciones, porque están aterrados por miedo al contagio, ya que la clase obrera china ha empezado a calentar motores y existen fuertes conflictos laborales.

La agudización de la recesión mundial está llevando a la vieja Europa a la bancarrota, demostrándose que la Unión Europea en bases capitalistas sigue siendo una utopía que se ha convertido en totalmente reaccionaria. Grecia, Islandia, Portugal, Irlanda, ahora Italia y pronto serán más, todos esos países están al borde del abismo y están cargando con el peso de la quiebra sobre las espaldas de la clase trabajadora. El rescate de Irlanda costó 85.000 millones de Euros, lo de Portugal se calcula que 78.000 millones de Euros, en Grecia hubo un primer plan de ajuste con recortes brutales del 8 % del PIB. Aunque el déficit bajó del 15,4 al 10,5 %, la burguesía dijo que era insuficiente y volvió a atacar una y otra vez las condiciones de vida de los más pobres. El coste para la clase obrera está siendo dramático. Las pensiones han disminuido entre un 15 y un 20 %; se han derogado los convenios por Ley; el transporte ha subido entre un 30 y un 50 %; los salarios siguen cayendo brutalmente; el I.V.A. pasa del 19 al 23 %; el 20 % de la población vive ya por debajo del nivel de pobreza.

Después de todos esos ataques la economía de Grecia sigue estando más cerca de la quiebra que nunca. Algunos economistas explican que tendría que haberse producido la quiebra ya, porque mientras más se aguante más difícil para el pueblo será la recuperación, si no se cambia el modelo capitalista. La deuda pública que cerró el ejercicio 2010 con un 142,8 % del PIB y está ahora por encima del 160 % y el nuevo rescate va a necesitar más de 30.000 millones de euros; la situación está tan volátil que puede ocurrir cualquier cosa. La clase trabajadora lleva meses luchando con 14 huelgas generales.

El proceso de unificación de Europa ha saltado por los aires y los capitalistas no quieren reconocer ese enorme fracaso. La Unidad de Europa está en cuestión pero la ruptura tendría un coste tremendo para el propio sistema, pero existen intereses que empujan cada vez más hacia la ruptura y otros que caminan en sentido opuesto buscando desesperadamente la unidad. La lucha de clases va a ser determinante para resolver este dilema.

Los planes de ajuste dictado por lo que la burguesía llama “los mercados” (Mercado=Dictadura del Capital) está teniendo gran impacto en la conciencia de la clase obrera, no solamente europea sino a escala mundial. Las movilizaciones de Grecia, Francia, Portugal, Italia así como lo que está sucediendo con el Movimiento 15M, están alcanzando el grado de auténticas rebeliones sociales.

A pesar de la política de Pactos de los sindicatos reformistas trazada para toda Europa, la clase obrera está demostrando su capacidad de lucha y que no será doblegada tan fácilmente como los estrategas del capitalismo habían planeado. La clase trabajadora europea no ha permanecido impasible ante los furibundos y criminales ataques que la ofensiva capitalista está representando; les está plantando cara, está empezando a luchar demostrando un rechazo a esos ataques, teniendo en cuenta que las masas se enfrentan a la voluntad férrea de la burguesía, de las Patronales, de las cúpulas sindicales y del gobierno que caminan en Santa Alianza contra los deseos del pueblo.

La profundización de la recesión capitalista acelerará con más claridad los procesos que se vienen gestando. Veremos en el próximo futuro avances y retrocesos en las luchas y enfrentamientos, pero que esos procesos ocurrirán está garantizado porque la burguesía no tiene paradigma a corto plazo para resolver las cuestiones sociales.
Esta situación se ve más claramente con la situación que se está viviendo en el mundo árabe, que están teniendo un carácter vertiginoso. La clase obrera se levantó en Túnez derrocando al dictador y contagió a Egipto, le siguió Libia donde había empezado a tomar cuerpo un movimiento insurreccional de la población donde se levantaron milicias armadas contra la resistencia armada del Dictador Gadafi que atacó a su pueblo con una represión sangrienta lo que llevó a una situación de un doble poder en un proceso revolucionario que avanzaba con firmeza. Los imperialistas alarmados intervinieron bajo la excusa de apoyar a los rebeldes, pero en realidad lo que tenían planeado a través de los estrategas militares de la OTAN dirigidos desde la CIA era controlar la situación, montar una cabeza de puente entre Túnez y Egipto, abortar la revolución y canjear de nuevo sangre por petróleo.
Pero siguen cometiendo errores de cálculo ya que las revoluciones no se detienen en fronteras, cuando falta el pan y se sigue extendiendo a Yemen, Barheim, Siria, marruecos y otras zonas. Estos procesos son un punto de inflexión que ha despertado las conciencias de la clase trabajadora del mundo árabe y puede representar un hito en la historia moderna de los explotados del mundo. La clase obrera, la juventud, los campesinos pobres están siendo los verdaderos protagonistas de esas luchas por su emancipación de las garras de la bota imperialista y tienen la simpatía de los trabajadores del mundo.

La rápida extensión de esas batallas heroicas, donde el pueblo oprimido ha perdido el miedo, expresa la gran capacidad de lucha, organización y sacrificio que tienen los pueblos, y todo ha sido producto de la participación de las masas en acción, que empiezan de forma pacífica, pidiendo cambios No Violentos, hasta que los poderes fácticos, sobre todo los medios de represión se interponen en su camino bañándoles en sangre.

Esa pérdida del miedo de los oprimidos, empujados por las necesidades, por la explotación, por la opresión, continúa, porque las dictaduras les niegan las libertades, y han arrastrado tras de sí incluso a las capas medias, levantándose el pueblo unido en una gesta maravillosa, pero estos procesos revolucionarios no pueden ser entendido en toda su amplitud fuera del contexto internacional.
La razón de fondo de esas convulsiones, levantamientos y rebeliones es la propia crisis estructural del sistema capitalista, (que produce un reparto cada vez más injusto de la riqueza creada por los trabajadores) que es una crisis orgánica profunda que está indicando la necesidad de pasar a una fase superior, que no puede ser otra que el socialismo.

El estrecho margen que ofrece la propiedad privada de los medios de producción y las fronteras nacionales en las que ya no cabe un desarrollo armónico de las fuerzas productivas que genere igualdad, expresan la necesidad imperiosa de otro modelo. El imperialismo está condenado a continuar las disputas por el petróleo, el gas y las materias primas, que necesitan actualmente, para satisfacer las ansias de beneficios de unas 500 multinacionales que controlan el planeta en beneficio privado y eso hace que, para defender esas ganancias privadas e incrementarlas cada vez más, la burguesía se ve abocada a utilizar la guerra de rapiña, cada vez con más potencia destructiva, como viene haciendo durante cientos de años.

Pero el imperialismo ha sido cogido por sorpresa por esos procesos que se vuelven cada vez más dramáticos, mas cruentos, más anti-económicos y por tanto, más inútiles para los fines que venían siendo utilizados. Están cogidos en demasiados frentes, y más que se les están abriendo, como vemos el empantanamiento de situaciones como IRAK, Afganistán, Oriente Medio, América Latina, ahora Libia… ¡¡ No saben dónde acudir y de dónde van a sacar tantos recursos porque, como les ocurre a veces a los imperios, nacen, crece, se desarrollan, y como cualquier otro organismo vivo, tienen que fenecer, pero ningún sistema quiere desaparecer sin que otro le sustituya, por lo que es más necesario que nunca ofrecer alternativas globales de sistema por parte de los asalariados.

La irrupción de las masas árabes ha ampliado la zona del mundo en las que el conflicto permanente va a seguir estando a la orden del día, a las que se sumarán pronto las masas en toda América, tanto en el Sur, en el Centro como en el Norte. La incapacidad del capitalismo para hacer avanzar en estos momentos dramáticos de la historia a la sociedad, que se complica con el Cambio Climático, que son las consecuencia de la depredación inhumana del medio ambiente provocada por los intereses de las multinacionales que contaminan y siguen sin pagar, está cada día más clara para millones de ciudadanos que no les queda otro camino que la rebelión y la lucha.

De una u otra forma, el proceso hacia la búsqueda de una alternativa viable, que es socialismo verdadero, seguirá extendiéndose por todo el planeta, con las inevitables derrotas y triunfos de la clase trabajadora que iremos aprendiendo con la práctica de los acontecimientos, pero a su vez se nos van a ir presentando oportunidades como trabajadores, para ir preparando el programa y la dirección adecuada que necesita la humanidad para tomar el poder e implantar una democracia plena, la democracia socialista, en todos los planos, económicos, políticos, sindicales, sociales y culturales que representen la oportunidad para poder empezar la construcción solidaria del socialismo(1) en todos y cada uno de los países de este planeta Tierra, como la mejor forma de solucionar las cuestiones sociales que plantea la Humanidad.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN._
IZQUIERDA SOCIALISTA MALAGA-PSOE.A
Is-psoe.malaga@terra.es
(1) Recomendamos leer propuesta para debate que publicamos en fecha 8 de julio, titulada “Por una alternativa verdaderamente socialista a la recesión económica”.

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